Gourgs Blancs y Jean Arlaud por la vertiente sur. 13-10-89
Saint
Saud, Pic Camboue, Pala Lourde Rocheblave, Torre Armengaud, Gourgs Blancs,
Corredor Sur de Jean Arlaud, Ibones y Barranco de Guías y Refugio de Estós.
13-10-89.
Salida 12
h Llegada 17:30
h.
Mixto.
Dificultad
media.
Ascensión.
Rosa
Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Jean Arlaud procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
En
la Cima de Saint Saud a 3008 metros de altitud se está bien pero no
permaneceremos más allá de cinco minutos, tenemos mucho tajo por delante aunque
solamente sean las doce del 13 de Octubre de 1989.
Desandamos
un trozo de camino hasta alcanzar el amplio collado y en dirección
prácticamente este continuamos en suave ascenso pero no por la arista que
supone un cierto entretenimiento sino que nos bajamos un poco de la misma para
transitar un amplísimo corredor que nos conducirá poco después a la arista en
las inmediaciones del Pico Camboue al que llegamos un cuarto de hora largo
después.
Camboue, Pala Lourde Rocheblave y Torre Armengaud desde Saint Saud. 10-7-10
Trepamos
fácilmente una decena de metros y
estamos a 3045 metros de altitud. Son las doce y cuarto pasadas cuando, de
inmediato proseguimos por un amplio y llano hombro que enseguida se ira
encumbrando en busca de la arista que
llevamos ahora a nuestra izquierda y que se corta en verticales paredes.
Hacemos un par de fotos: una hacia los Clarabides y la otra sobre la imponente
Cara Norte de Lourde- Gourgs Blancs que
está absolutamente vertical y pintada de blanco y gélido hielo que la decora
desafiante.
Haciendo
arista hacia el este nos asomamos a un par de corredores que no parecen
excesivamente difíciles para incorporarnos a la Cresta Oeste de la Pala Lourde
Rochemblaye, una cresta amplia y alomada que se va afilando conforme nos
elevamos sobre la misma aunque se trata de un pedregal granítico que se sube
por cualquier parte y que se ve libre de nieve tanto más cuanto derivamos hacia
la cara sur del pico.
En
alrededor de media hora alcanzamos la
estrecha y angosta Cima de la Pala Lourde Rochemblaye. Estamos a 3104 metros de
altitud, ha sido poco el desnivel pero todo se lleva su tiempo como siempre.
Detalle de la Arista Noroeste de Camboue.10-7-10.
Nos
vamos acercando al plato fuerte del día y lo notamos físicamente pues la cresta,
ya de por sí aérea, se empieza a complicar hacia el este.
Una
profunda brecha nos señala el comienzo de las “hostilidades” que esperábamos y
consecuentemente creemos que se trata del paso difícil anunciado por lo que nos
vamos un poco para abajo sobre la cara sur con la intención de salvar en
travesía la dificultad de la cresta.
Cuando
nos parece que podemos iniciar la travesía nos vamos hacia el este en
horizontal y en busca de pasos que nos permitan cruzar verticales corredores
que se pierden en el cielo transitando por repisas de graníto entre grandes
lajas.
Cara Sur de Camboue. 10-7-10.
Los
pasos se van complicando y cuando nos damos cuenta estamos bien embarcados en
medio de la pared: para adelante el asunto es problemático, para arriba el
corredor es algo tieso y para abajo mejor no mirar. Decidimos tirar para arriba
pues el corredor, al menos, está limpio de nieve y los apoyos aunque no
demasiados son al menos francos.
Una
larga trepada con pasos variados nos deposita de nuevo en la cresta mientras
nos felicitamos por dentro creyendo que el asunto está solventado. Pasamos
nuestros apuros para ponernos de pie sobre sendas y enormes lajas que en la
cresta guardan un equilibrio inimaginable. El altímetro está por encima de los
3100 metros y creemos estar en la Cima de Gourgs Blancs aunque posiblemente
estemos en Torre Armengaud, la cresta
continua aparentemente horizontal
poblada de gendarmes y agujas.
No
podemos reunirnos, nos hacemos una fotografía uno a otro y compruebo con
preocupación que la continuación por la cresta no es posible para nosotros y no
nos queda otro remedio que meternos de nuevo corredor para abajo sin saber cómo
saldremos de ésta.
Cara Norte de Gourgs Blancs y Pala Lourde Rocheblave.
El
destrepe es largo y complicado y tan pronto como nos es posible nos salimos del
mismo asomándonos al siguiente que ni nos soluciona nada ni nos permite la
progresión.
Destrepamos
alrededor de una veintena de metros más aprovechando la minúscula arista entre
corredores en busca de alguna solución para atravesar el nuevo corredor y tras
conseguirlo avistamos un hito en otro corredor más al este, en medio de una
minúscula brecha.
Alcanzar
el hito mediante una travesía sobre lajas verticales de granito con pasos de
adherencia y con minúsculas repisas rellenas de nieve es un plato delicado que
tomamos con beatífica atención.El
hito es la llave de la pared pero nosotros no hemos visto n ingún otro así que
nos quedamos como el negro del sermón, “con la cabeza caliente… y sin saber por
dónde discurre la vía tradicional al pico.”
Gourgs Blancs, Torre Armengaud y Pala Lourde Rocheblave. 10-7-10.
La
continuación ya es cosa de niños. En un momento trepamos ya los escaso 30
metros que nos separan de la cima por una pared descompuesta y cuando llegamos
nos damos cuenta, o así nos lo parecen, que
estamos un poco más bajos que la punta que aparece al oeste y que
posiblemente ha sido la que hemos alcanzado antes, pero yo no lo juraría.
Son
las dos menos cuarto. ¿cómo se nos ha pasado una hora sin enterarnos…?
En
la cima de Gourgs Blancs a 3129 metros
de altitud, hay una cruz y una placa en memoria de Jean Arlaud, nuestra
minúscula fotocopia del mapa hablaba de del Pico de Oo o de Arlaud, lo que
parece significar que estamos en el Pico de Oo,
que habíamos previsto llegar hasta aquí y que al collado este del pico
llega el camino que une el Valle de Guías con el Refugio de Espingo, con lo
cual “colorín colorado, el empantullo parece que ha terminado.” Nos hemos hecho
el décimo y último tresmil del día.
Casquete Somital de la Torre Armengaud. 10-7-10.
Descendemos
hacia el collado y a las dos decidimos parar a comer pues el apetito está hecho
y estamos satisfechos después de lo visto.
Comemos
y así de paso vaciamos un poco las mochilas mientras comentamos con
satisfacción la última parte del recorrido mientras observamos que el cielo
está bastante cubierto.
Son
las dos y cuarto, hemos satisfecho nuestro apetito y continuamos para abajo
movidos más por la duda que por el tiempo o la hora. A veces se tienen presentimientos que
resultan infalibles.
Gourgs Blanc y Torre Armengaud desde la Pala Lourde Rocheblave. 10-7-10.
Enseguida
llegamos al collado que no tiene aspecto de estar transitado por una senda ni
hacia el sur ni muchísimo menos hacia el norte. Mis sospechas quedan
definitivamente confirmadas pero hay que
continuar a pesar de que el corredor no tiene muy buen aspecto.
Unos
metros más abajo se abre en dos: la rama oeste que es fácil en principio pues
está escalonada, se corta inmediatamente; la este que baja junto al Pico de Oo
es nuestra única vía pues las otras alternativas pasan por ascender al pico en
el que no vemos vía o por desandar toda la pared que acabamos de hacer con
tanto apuro.
Desde la primera breha hacia Gourgs Blancs Espijeoles y Gourdon. 10-7-10.
Nosotros,
cabezudicos que somos, preferimos el tajo desconocido que la vuelta conocida y
nos la jugamos. Voy delante con cuidado buscando repisas escalonadas y rellenas
de nieve amparada en ellas, lo demás es una sucesión de lajas de granito muy
inclinadas además de lisas y con marcado buzamiento hacia la Pared Oeste del
Pico de Oo.
Algunos
pasos son de auténtica acrobacia consistente en lanzar el cuerpo y las manos
hasta alguna fisura en la que apoyarme y colgarme después dejando caer el
cuerpo y limpiar con las botas la nieve de algún apoyo y otra vez vuelta a
empezar hasta que alcanzamos el fondo del corredor en el comienzo de la pared
oeste del pico donde el buzamiento es lo más peligroso ya que en el caso de
perder pie iríamos contra la pared; el nevero se ve muy abajo, además de que no
podemos saber todavía si el corredor está o no cortado, lo que sería ya una
perfecta sorpresa fin de fiesta.
La Este de Gourgs Blanc desde Jean Arlaud. 20-7-09.
Repetimos
escenas parecidas a las de la Brecha de Latour y será la segunda vez en mi vida
de montañero que arrastre el culo a pesar de que se iba empapando con la
escorrentía del corredor.
Unos
pasos arriesgados de adherencia sobre granito mojado y con breves zonas de
arenilla unidos a otro más fáciles ya en
oposición de brazos y piernas y mucha suerte pues el corredor no está cortado,
nos depositan en el nevero de un salto y respiramos. Suerte que Rosa no lo veía
difícil, debía de tapárselo yo con el cuerpo. El Corredor Oeste de Oo se nos ha
llevado una hora cumplida para sus alrededor de 100 metros, son las tres y
cuarto.
Tranquilamente
ya, a las cuatro estamos en el Ibón de Guías, el cielo está cada vez más
cubierto pero no nos preocupa. Bajamos bien, crestear puede ser difícil pero no
castiga los pies aunque para compensar, los dedos de las manos tienen la piel
bastante afinada.
Detalle del Corredor Sur de Gourgs Blancs. 20-7-09.
Tomamos
el camino que hemos llevado a la mañana y desandándolo nos presentamos en el
refugio a las cinco y media.
Nos
aseamos, bebemos algo, preguntamos por el tiempo que lo anuncian malo y
charlamos con el guarda: se extraña de que hayamos bajado ese corredor.
Querríamos hacer algo más de la cresta de hoy pero mejor será olvidarlo hacer
algo más seguro como el Bardamina que se encuentra al otro lado del valle.
El
comedor está atestado. Buscando veo a Manolo Lorente un viejo conocido del
mundillo sindical con el que charlaré un rato aprovechando la ocasión para
aclarar algunas cosillas sobre las que discrepamos formalmente aunque en el
fondo estemos de acuerdo.
Vertiente Sur del Jean Arlaud y el corredor de descenso. 20-7-09.
Cenamos
sobre las siete haciéndonos sitio casi a codazos. El parte meteorológico que ha
recibido el guarda anuncia agua antes del mediodía con lo que la actividad del
día siguiente corre peligro. A las nueve y media nos empiltramos. Se está bien
horizontales y enseguida somos pasto de Orfeo.
A
las siete de la mañana nos levantamos y lo primero es salir a la calle para
contemplar un cielo absolutamente cubierto de solemnes nubarrones que presagian
un próximo diluvio.
Desayunamos,
miramos de nuevo, recogemos, volvemos a mirar y a las siete y media la decisión
está tomada: nos vamos para abajo. No queremos coger un buen remojón además de
no ver nada, las nieblas bajan hasta el refugio.
Ibón de Guías 10-7-10.
Bajamos
decepcionados por el tiempo pero… en el desvío de Batisielles paramos a coger
avellanas. Luego, fuera del valle el viento y el sol nos acompañarán pero las nubes
siguen abrigando las alturas y confirmando el acierto de la decisión.
Comemos
en Senarta con música de la Bullonera y a las tres y media iniciamos la vuelta.
Pararemos en la Losera de Samper para coger un par de losas y a las seis y media estamos de nuevo en Sabi
para rematar las Fiestas del Pilar.
Para ver el Comienzo.
Para ver el Comienzo.