Nieve profunda en el Collado Royo.
Pista de San Nicolas de Bujaruelo
por encima del cámping, Hayedo del Turbón, Barranco del Turbón y Collado Royo.
23-01-2005.
Desnivel acumulado 1100 m.
Distancia recorrida 8000 m.
Tiempo efectivo 05:15 h.
Sol.
Fácil.
Senderismo.
Aguan en el Barranco del Turbón
pero mejor llevarla.
La mejor referencia para tomar el
camino es la pilona del tendido eléctrico en la orilla oeste de la carretera,
unos cientos de metros más arriba de la entrada del cámping.
Mapa del Collado Royo procedente de Prames. Vía en amarillo.
A
duras penas puedo recordar la primera
vez que subimos a Peña Otal. Era la época en la que se podía acceder con el
coche al Valle de Otal y en aquella ocasión partíamos desde la Cabaña de Otal y faldeando
bajo la norte del pico alcanzábamos el Collado Royo y de allí a la cima. Había
bastante nieve y realizamos la vuelta por idéntico camino.
Años
después, en el 2001 subiríamos a Fenez pero por el Barranco del Turbón. También
había nieve y el paso por la arista a Otal no lo realizamos; en cambio, se
instaló en mi cabeza hacer una circular que enlazara los Valles de Otal y del
Turbón. No tenía demasiada historia pero si el atractivo de hacer algo nuevo.
Es
23 de Enero de 2005, no es la mejor fecha para un asunto como este pero
tentados por la falta de nieve y aprovechando que con toda probabilidad hará un
buen día nos vamos por Cotefablo a
Torla, para llegarnos al Puente de los Navarros y nos introducirnos en la Pista a San Nicolás de Bujaruelo.
La
pista, cada año que pasa está en mejores condiciones, quizás como alternativa a
las dificultades de la visita a Ordesa en verano, nos lleva enseguida al Puente
de Santa Ana y tras pasar por delante del camping aparcamos poco más arriba
tras localizar la piedra que indica el comienzo del Camino del Barranco del
Turbón.
Van
a ser las nueve de la mañana, estamos a 1270 metros de altitud
cuando cogemos las mochilas y nos vamos de llano y en dirección oeste en busca
del camino que sabemos se inicia entre los bojes que limitan el prado.
En
esta ocasión y con experiencia anterior tomamos el camino que se introduce en
un bosque mixto que se convertirá enseguida en hayedo prácticamente limpio de
nieve.
Llevamos
a nuestra izquierda, sur, el Barranco del Turbón no muy lejos. El camino
asciende consistentemente y se aproxima al mismo para cruzarlo alrededor de los
1600 metros
de altitud cuando ya pisamos nieve, pero enseguida abandonamos el barranco, van
a ser las diez de la mañana.
Gabietos y Mondarruego desde el Barranco del Turbón.
Poco
después salimos del bosque y ante nosotros se abre el longitudinal y amplio
Barranco del Turbón, el sol todavía va a tardar en llegar y el barranco en su
parte inferior está manchado de nieve presentando algunos claros longitudinales
sobre los lomos emergentes de la línea general del valle.
Decidimos
progresar valle arriba por el plano fondo del mismo con tendencia a irnos hacia
la ladera norte en busca de terreno limpio y alcanzar la zona más soleada del
mismo.
El
ascenso es consistente y apreciable en los tramos claros en los que aflora de
la nieve los tallos de los asfódelos y
lirios de la temporada pasada; pero ganamos altura y con ella la nieve se hace
continua y al no disponer de huella nos va a demandar un esfuerzo considerable.
Empinados corredores en la Sudeste de Otal.
Estamos
sobre los 1900 metros
y hemos rebasado tanto Punta Arañonera
que ha quedado al sur como la
Punta del Turbón que dejamos al norte. Más arriba queda la
característica placa caliza de Punta Fenez, la espléndida y blanca cúpula de
Otal con sus canales características y
el Collado Royo o Cuello de Otal que es nuestro objetivo pero todavía
queda lejos.
Poco
a poco avanzamos buscando la mejor línea de ascenso hacia el centro del
barranco dudando un tanto ya que el
espesor de la nieve ha ido en aumente y ahora es bastante profunda.
La
verdad es que no hemos subido con demasiada alegría, hemos hecho más paradas de
lo que en nosotros es habitual y ahora progresamos cansinamente por nieve muy
profunda. El tiempo corre y por mi mente pasa la idea de que se nos puede
escapar el proyecto.
Subimos
lomas y pequeños resaltes ya orientados hacia la depresión entre Otal y el Pico
Royo pero alcanzarla se nos va a hacer
enterno al menos mentalmente.
En el Collado Royo.
Otal desde el Cuello del mismo nombre.
Es
la una del mediodía cundo alcanzamos el Collado Royo o Puerto de Otal situado a
2350 metros
de altitud.
La Nordeste de Otal.
Mobisón Grande y Cotiella desde el Cuello de Otal.
El
día a pesar de que está un tanto arañado es espléndido y disfrutamos de un
ambiente lleno de luz. En el collado echamos la visual al valle de Otal que
conduce al Collado de Tenedeñera y la zona de Ordiso pero nuestra vista
deambula de Otal a Tendeñera absolutamente espectaculares. Luego la vista se
pierde entre Mondarruego y los Gabietos por una vertiente tan desconocida como
deseada.
En el Collado Royo o Cuello de Otal.
Escusaneta, Gabietos y Mondarruego desde el Cuello de Otal.
Comemos
en el collado mientras deshojamos la margarita. La Cabaña de Otal está más
lejos mental que físicamente y decidimos darnos la vuelta sobre nuestros pasos.
Por una parte contaremos con nuestra propia huella y por otra nos evitaremos el largo recorrido por el
Valle de Otal y la vuelta por la
Pista desde San Nicolás
hasta el lugar donde hemos comenzado nuestro camino a la mañana.
Mallaruego y Ferreras desde el Collado Royo.
Sandaruelo, Lapazosa y Soum Blanc de Especiers desde el Cuello de Otal.
Alrededor
de las dos menos cuarto hincamos el descenso cuando el sol comienza a alargar
nuestras sombras. Seguimos invariablemente nuestras huellas y, cuesta abajo
nuestro ritmo, sin ser una maravilla, nos permite perder altitud con relativa
facilidad.
Detalle de Escusaneta y Gabietos. Discreto el Taillón.
La
nieve pierde espesor pero mi chica no tira cohetes: está incubando un catarazo
de alto calibre que le proporcionara una semana campanillera.
Entrada al Cañón de Añisclo.
En
el límite de la nieve quitamos los crampones, los colgamos en las mochilas y
proseguimos entrando al bosque cuando el sol se quiere marchar.
La Oeste del Tozal del Mallo desde la Pista de Bujaruelo.
Ahora
no perdemos el camino y sin tocar el barranco nos llegamos al prado y con el a
la pista donde nos esperas el coche.
Peña Duáscaro y el Mirador del Rey.
Son
las tres y media bastante pasadas cuando soltamos las mochilas en el coche, los
1100 metros
subidos y la pequeña frustración que supone no haber liquidado el proyecto
original.