Entrada al Midi desde el Col de Suzón.
Aparcamiento del Valle d’Aneu,
Col de Pombie, Refugio de Pombie, Col de Suzon y Cara Este.
16-07-2011.
Salida 07 h. Llegada 14 h.
Mixto.
Bastante fácil.
Ascensión.
El
Midí es una de las cimas más emblemáticas del Pirineo. Dicen que se trata de un
antiguo volcán, extinto y transmutado en ese buque varado en el Pirineo
Central, visible e inconfundible desde una buena parte de la cadena montañosa y
de las tierras interiores a ambas vertientes de la misma. Objeto de inevitables
miradas y de repetidas fotografías, pastorea el Valle d’Aneu.
Creo
que son cientos las veces que lo he fotografiado y no soy escalador, el Midí es
patria de escaladores que lo codician
impenitentemente.
Pero
el Midí es algo más que una tentación y un reto: hay que ir al Midí, reconocer sus fantásticas dimensiones, probar la grandeza de su granito y disfrutar
una cima que a nadie dejará indiferente.
¡Hay
que ir de cuando en cuando!
Siempre
hay una primera… y como desde el 95 en
que subiéramos con nuestra hija Biola no habíamos vuelto, pues volveremos hoy
16 de Julio de 2011.
Madrugamos
sabedores de lo concurrida que suele estar la vía normal en fines de semana del
verano en una mañana inesperadamente cubierta y cálida.
Pasamos
la Frontera
del Portalet d’Aneu y aproximadamente un kilómetro más abajo aparcamos en la
carretera, como tantas y tantas veces, a 1700 metros de altitud
y nos metemos en marcha cuando son las siete de la mañana.
Hoy,
como en otras ocasiones que el puente de nieve permite cruzar por cualquier
parte, cruzamos directamente pues el
barranco ya baja muy menguado. Tomamos el camino de la Cabaña Senescau en dirección
nor-nordeste y a ritmo puesto que hay
gente delante y nos acercamos a la pared que defiende el Soum de Pombie.
Unas
amplias lazadas ya en dirección norte nos colocan entre sudores en el Collado
de Pombie, vestido de verdura sobre los 2125 metros de altitud.
La Pombie, el Col de Suzon y Saoubiste
Hacemos
una foto al Midí emergente de la Arista Este de Peyreget y en
suave descenso nos vamos hasta la
Cabaña y Refugio de Pombie a 2039 metros de altitud.
Son
las ocho pasadas cuando cogemos agua en la fuente y nos incorporamos a la riada
de gentes que se encuentran de camino al Collado de Suzon. Antes habrá que atravesar la Grande Raillere , de la que no
he podido saber el origen de su nombre.
Son
un par de kilómetros de camino irregular, establecido en la pedrera granítica
de variadas proporciones en la que adelantaremos a una treintena de personas.
Yo paso bien de piedra en piedra pero mi chica pierde el culo: hay que dejarlos
atrás.
Terminada
la pedrera que se hace larga, el camino se eleva suavemente hacia el Col de
Suzón enseñándonos descaradamente la espléndida imagen del Pic Saubiste que
siempre tiene algún visitante ávido de la suntuosa imagen de la
Cara Este del Midí que desde allí es
incomparable.
Adelantamos
al último grupo, alcanzamos el Collado de Suzón situado a 2200 metros de altitud,
echamos una visual al Valle de Magnabait y orientándonos al oeste nos vamos,
por transitado camino, en busca de la base de la pared.
Aglomeración en el Corredor Inferior.
La
arista es amplia está recorrida por un transitadísimo camino que en la parte
final se empina bastante más de lo recordado,
nos deposita en la entrada de la pared situada sobre los 2400 metros de altitud.
Son las nueve menos cuarto, hemos subido al galope, nos hemos quitado gente de
en medio y ahora estamos atrapados en la cola de la entrada.
Hay
una cordada que a pesar de nuestras dudas quiere subir y terminará colándonos
media hora de espera. Tendríamos que haberles adelantado por fuera pero nos
quedamos charlando con otra que también espera y con Jaime que va solo, hasta
que llega nuestro turno. Hemos tenido tiempo suficiente para ventilarnos al
fresquillo de la mañana y de incrementar la cola con varios de los grupos que
hemos adelantado.
El
inicio de la pared es un corredor muy escalonado en su primera parte que se
estrecha en una vertical grieta de alrededor de 10 metros de longitud y que se puede subir tanto por el
interior con buenas presas medianas como por la izquierda del mismo vestido de
buenas presas.
Conduce
a un pequeño nicho del que parte una laja bastante lisa con una clavija, falta
la otra, y por la que se sale a la derecha del corredor mediante un paso largo
a superar con una buena presa final en la base de los anclajes de rápel. Es un
IIIº inferior que pasamos sin problemas pues está muy abrigado.
Travesía hacia el Corredor Intermedio
Por
encima del paso el camino inicia una travesía hacia la izquierda de la pared
bastante escalonada atravesando pequeños rellanos y corredores y desde no se tiene gran
perspectiva de la pared.
Corredor Intermedio.
Superado
un escalón mediante un pequeño corredor en el que hay un par de clavijas, el
camino muy transitado recorre una rampa y nos deposita en la base del Corredor
Intermedio. Una cuerda pende del anclaje de rápel y la cordada que nos ha
retenido abajo está preparándose. No sé si tiene la intención de dejarnos pasar
pero pasamos como motos sin impedirles maniobra alguna.
Se
trata de un doble corredor de alrededor de 20 metros de altura que
se puede pasar por cualquier parte a pesar de su descarada verticalidad.
Iniciamos el ascenso por el interior de la parte derecha y enseguida nos vamos
al centro en el que unas excelentes presas perfectamente escalonadas permiten
un ascenso cómodo. Jaime trepa bien y mi chica ya se ha soltado. Será también
un paso de IIIº inferior.
La
continuación es una travesía hacia la izquierda de la pared por un terreno muy
inclinado y con mucho material suelto en el que seguimos un camino muy
transitado y lleno de variantes más o menos afortunadas pero nuca difíciles.
Debajo del Corredor Superior.
Travesía entre el Intermedio y el Superior.
Corredor Superior.
Llegando a la Cruz.
Aquí
se termina las hostilidades pero llega la sorpresa: la pared se arrellana, se
viste de pedrera granítica y se alarga casi indefinidamente. Puede ser una
delicia para el que sube por primera vez pero se convierte en un pequeño
martirio para el que se supone ya en la cima.
Tras
una primera parte llega una segunda similar que concluye en un crestón del que
nacen a ambos lados corredores que se
pierden pared abajo, el más vistoso es el que parte hacia el sur puesto que
está adornado por la Aguja Jean
Santé.
Petit Pic.
Midi desde la Cima Norte.
Atravesado
el crestón tras el que hay abrigo y nevero ya se divisa la doble cima del pico.
Unos metro en suave ascenso nos permiten alcanzar la Antecima Norte , lugar desde el
que fotografío al Petit Pic que se asoma al amplísimo Valle de Ayous vestido de
abundantes y encantadores lacs que en su día pariera desperdigados el glaciar.
Lacs de Ayous y Bersau.
Mis
“chicos” vienen detrás tranquilamente pero a la cima todavía no hemos llegado.
Hay que recorrer en imperceptible descenso la cresta en dirección sur que
conduce a una brecha.
Peyreget.
La Nordeste.
Son las diez y media de la mañana y estamos en la Cima del Midí d’Ossau a 2884 metros de altitud. Al sol hace frío propiciado
por un incómodo viento. Buscamos un abrigo y nos sentamos a almorzar. El sol
brilla débilmente y la nubosidad puede con la profundidad del paisaje. A pesar
de ello allí están Collarada, Telera al completo, Tendeñera, Argulas,
Infiernos, Vignemale al fondo entre brumas, Frondiellas, Balaitus Pallás,
Arrious, Lurien, Gazies, Sesques, Ayous,
Aspe… el Midí solitario en medio del Pirineo, es un balcón indescriptible: el
Cervino del Pirineo o si se prefiere el Cervino puede ser el Midí de los Alpes.
La Jean Sante.
Media
hora después, hechas las fotos de rigor nos vamos para abajo en busca de abrigo
pues se ha hecho un pelín de “fresqui”.
Entre los Corredores Superirores
Iniciando el Corredor Intermedio.
Bajo
el corredor superior deambulamos un poco entre la multitud de caminillos y en
el Corredor central encontramos a una pareja que lo destrepa a pelo igual que
nosotros. Lo hacemos paseándonos entre los dos corredores y es una delicia sin
concurrencia y una pena al recordar los nervios de Biola al destrepar el paso.
En el Corredor Intermedio.
Antes
de llegar al Corredor Inferior desechamos otro situado inmediatamente al norte
del mismo fundamentalmente porque está lleno de basura al no estar tan
transitado.
Destrepando el Corredor Inferior.
Hay
una cordada que lo está rapelando pero como lo hacen por la parte izquierda del
mismo nosotros lo destrepamos por la derecha a la vez que ellos Nos viene bien una estaca que han puesto a
modo de clavija en la placa superior. Jaime saca su cuerda u rapela más a la derecha todavía., la nuestra dormirá en
el fondo de la mochila.
Saoubiste.
La
gente sigue subiendo, algunos a tomar el fresco en el Col de Suzon y nosotros
nos vamos para abajo siguiendo camino que agradecemos ya que la subida ha sido
más explosiva de lo que era conveniente.
Junto
al Lac de Pombie, tras fotografiar nuestro vivac familiar, cogemos agua de la
fuente, echamos un cumplido trago en medio del personal que pulula por los
alrededores y poco después proseguimos nuestra vuelta remontando un tanto
cansinamente el camino que nos ha de llevar inexorablemente al Col de Pombie.
Lirio.
Se
nos hace un poco de calor descendiendo el camino que nos ha de llevar al fondo
del Valle d’Aneu que mitigamos comentando las bondades del lugar para el
disfrute invernal y al que con tanta frecuencia acudimos.
Son
las dos de la tarde cuando llegamos al coche.
En
la frontera nos despedimos de Jaime, el ha aparcado su coche allí, cuando ha
llegado esta mañana desde Barcelona para hacer su Midí que no conocía.
Intecambiamos
correos y nos deseamos algún nuevo encuentro. Ha sido un placer compartir estos
1300 metros
de desnivel que hemos hecho hoy en tan agradable compañía.
Puedes ver más fotos.
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