Llegando a los Resaltes de la Arista de los Pepes.
Aparcamiento
del Barranco Vadiello, Barranco Vadiello, Cueva de San Chinés, Arista de los Pepes, Punta
Norte de los Pepes, Arista de los Pepes, Cuello Ligüerre, Cima del Borón, Cuello
Ligüerre y Barranco del Diablo.
26-01-2015.
Salida 09
h. Llegada 15:30
h.
Mixto.
Bastantre
fácil.
Juan
Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa del Borón procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
En
el Borón habíamos estado en alguna ocasión que otra, siempre por la Canal del
Mallo de San Jorge. En una de las ocasiones incluso iniciamos el descenso de la
Cresta de los Pepes para ver. Luego estaríamos en el Pepe Fácil por Cuello Bail
y me asomaría al inicio de la arista. Solamente quedaba recorrerla y como tengo
alguna noticia de un supuesto camino por el Barranco del Diablo pues perfecto,
haremos una circular.
El
26 de Enero de 2015 lo anuncian con meteorología decente y son las nueve de la
mañana cuando aparcamos en la vuelta tras el Puente sobre el Barranco Vadiello
a 700 metros de altitud.
Comenzando el camino cerca de la Canal del Palomo.
Tomamos
en dirección oeste el camino que acartelado nos conduce enseguida a la Entrada
de la Canal del Palomo de imborrable recuerdo. Joder que lujo: ¡le han puesto
línea de vida! Y ya, de paso, habrán repuesto las clavijas que faltaban.
El
camino perfectamente balizado de rojo progresa siempre por la orilla derecha
del Barranco Vadiello y enseguida se separa del mismo introduciéndose en un
crecido pinar de repoblación por el que llanea o asciende muy suavemente.
La Pista pasa junto a una balsa de agua.
Abandonando la pista por el camino que sale al norte.
Poco
después el camino coincide de nuevo con la pista que hemos abandonado unos
minutos antes, pasa junto a una balsa de agua y en las inmediaciones de una
caseta la abandona para proseguir por un camino que en la base de Peña Foratata
se acerca a un barranquillo seco que baja de la Zona de Bail y tras discurrir
unos metros junto al mismo lo atraviesa y se orienta hacia la base de las
paredes en las que, tras un breve descenso, alcanzamos la Cueva de San Chinés.
Ermita de San Chinés.
La
ermita está prácticamente derruida al ser utilizada por los animales como
cubierto. Hacemos algunas fotos y contemplamos desde aquí la ladera que
tendremos que subir y que culmina en la Arista de los Pepes.
Hay que bajar hasta el Barranco Vadiello.
Estamos a 820 metros de altitud y todavía hemos de perder unos metros para
alcanzar el cauce casi seco del Barranco Vadiello en el que perdemos el camino
y tras buscarlo un poco nos introducimos ladera arriba a través del sotobosque
de la orilla izquierda del mismo transitada por los animales.
Detalle de la ladera hacia la Arista de los Pepes.
Enseguida
se aclara el sotobosque y entre bojes, sabinas y enebros proseguimos ladera
arriba, en dirección casi norte, guiados
por hitos de piedras cuando ya no son necesarios pues la vegetación se ha
aclarado de tal forma que presenta continuadas rampas de conglomerados por las
que se asciende de manera cómoda y consistente. Nos guían continuamente los
Mallos de los Pepes o de Aliana.
Las placas de conglomerado facilitan la ascensión.
Al
agradable sol de la mañana ascendemos continua y persistentemente pues no en vano el laderón tendrá alrededor
de 350 metros de desnivel y el final se nos alarga un pelín.
La ladera se alarga y se volverá a llenar de vegetación.
Ya
muy arriba las placas desaparecen y también los hitos por lo que nos buscamos
paso ascendente de nuevo entre vegetación. Hay varias opciones y la que
elegimos, no siempre resulta cómoda y en algún momento nos obliga a echar las
manos.
Los Pepes desde las inmediaciones de la arista.
Faldeando
casi en horizontal alcanzamos la cresta en el collado y puesto que no llevamos
todavía dos horas de camino nos alargamos hasta el Pepe Fácil.
Faldeo hacia la Punta Norte de los Pepes.
Los
Mallos de Aliana o Pepes, son una pareja de monolitos gemelos separados por una
potente fisura, en su mitad inferior rellena de verdura. Al norte de los mismos
y separado una pequeña brecha se encuentra el Pepe Fácil o Cima Norte de los
Pepes al que se accede por una rampa de conglomerado suavemente ascendente que nos deposita en una cima próxima y
vestida de paredes salvo su rampa de acceso y a 1215 metros de altitud.
Bajando del Pepe Fácil a la Arista de los Pepes.
Corre
un poco de viento que se ha hecho patente al llegar a la cresta. Hacemos
algunas fotos, contemplamos un Pirineo cubierto de nubosidad y un cielo circundante que se va rellenando
de nubes de viento y enseguida nos damos la vuelta sobre nuestros pasos,
alcanzamos la brecha y nos introducimos en la masa de boj que rellena el
pasillo que nos ha de devolver a la Arista de los Pepes.
Al
abrigo de los bojes echamos un café caliente con un dulce y poco después
reemprendemos el camino saliendo al viento de la arista. Son las once y media.
La Arista de los pepes.
La
Arista de los Pepes, alomada y defendida por el norte con potentes paredes, se
compone de tres resaltes; el inferior y más fácil es un corto muro, en la
vertiente norte, de tres metros y con buenas presas sobre el que aparece una
vira corta y suave que permite alcanzar la cabecera de la cresta. Se puede
obviar avanzando un centenar de metros por la faja al norte de la cresta pasar
más allá del punto bajo de la misma y tomar un paso fácil junto a un pino en
las inmediaciones del Resalte Intermedio.
Encima de las clavijas del resalte Intermedio.
El
Resalte Intermedio es un muro bastante vertical, de media docena de metros
equipado con cuatro clavijas en su parte inferior. Se alcanza un nicho del que
arranca una vira fácil también a derechas, que remata el paso.
En el Resalte Superior de la Arista de los Pepes.
Poco
más adelante el Resalte Superior es un muro que cuenta con un escalón inicial
fácil y un corto tramo de pared con una fisura consistente y también equipada
con unas clavijas que se acuesta al final del mismo.
Rematado
el paso no queda más que proseguir por la cresta o ligeramente al sur de la
misma buscando el abrigo del viento y contemplando las evoluciones de los
buitres sobre un cielo medianamente cubierto.
Fragineto y el Borón terminando la Arista de los Pepes.
Unos
promontorios suaves nos conducen a la Cima de los Mallos de Lazas a 1235 metros
de altitud. Al sur se alarga la cresta que conduce a los Mallos de Ligüerre y
al este la arista se ahonda hacia el Barranco del Diablo.
Faldeo de la arista este hacia el Cuello Ligüerre.
Iniciamos
el descenso de la arista este ya que no se puede acceder directamente al
Collado Ligüerre y perdidos algo más de 50 metros, unas balizas azules nos
confirman que hay que abandonar la arista para buscar una vira horizontal
orientada al norte y que nos permite acceder a una masa de encinas en la Cabecera
del Barranco del Diablo y de allí en llanear hasta un claro vestido de genistas
que nos deposita en suave descenso en el Collado Ligüerre a 1137 metros de
altitud.
El Borón y el Cuello de Ligüerre delante.
Hemos
contemplado largamente la amable Cara Sudoeste
del Borón y en ella nos introducimos ascendiendo por una multitud de caminillos
salpicados de hitos que nos conducen hasta la Cima del Borón situada a 1326
metros de altitud cuando son las doce y media.
En la Cima del Borón con la Arista de los Pepes.
Desde
la alargada cima del pico contemplamos Fragineto, Montidinera y detrás se asoma
Guara. Girando hacia el oeste Gabardiella, las Puntas de Bail, los Pepes, la
Arista de los Pepes, los Mallos de Laza y de Ligüerre, el Embalse de Vadiello,
el Huevo de San Cosme… una buena vista a pesar de que las nubes ocultan el
horizonte más distante.
Unos
minutos después iniciamos el descenso con la vista puesta en el Cuello Ligüerre
al objeto de localizar el camino que debe iniciar el descenso al Barranco del
Diablo.
Desde
la parte norte del collado no se advierte el inicio de ningún camino ni se
localiza hito alguno por lo que hay que remontar la zona de genista para
encontrar una serie de hitos de piedras que se encaminan al barranco.
Entrando al Barranco del Diablo.
Son
tres hitos sucesivos los que nos encaminan en dirección casi sur. Bajamos unos
metros por unos claros entre la vegetación creciente y nos sentamos a comer en
un lugar protegido. Es la una del mediodía.
Media
hora más tarde continuamos para abajo. Los hitos han desaparecido y los
buscamos infructuosamente separándonos de la línea del fondo del barranco que
se ahonda progresivamente vestido de placas.
Lo
orilla derecha del barranco está formada por verticales paredes mientras que la
izquierda se llena de vegetación y desciende abruptamente llena de huellas de
tránsito de animales y por ésta nos vamos para debajo: de encina en encina
ayudándonos de las ramas de los bojes en un descenso jabalinero típico de un
fuera se sendero en Guara.
La Mitra y San Jorge antes de sumergirnos en el arbolado del Barranco del Diablo.
No
es conveniente alcanzar todavía el fondo del barranco puesto que advertimos
algunas rampas muy tiesas y no descartamos la presencia de saltos.
Consecuentemente continuamos para abajo
con algún destrepe comprometido ayudándonos de todo aquello que se preste al
efecto.
Finalmente
tras un destrepe que resulta más fácil de lo esperado alcanzamos el fondo del
barranco pero todavía proseguiremos un
poco más en descenso fuera del mismo hasta que pisemos la grava del fondo
cuando ya se ha puesto horizontal.
El
Lecho del barranco que se alarga hacia el este está fundamentalmente limpio de
vegetación pero cuando esta desaparece
definitivamente comienza a descender de manera escalonada y se angosta
medianamente apareciendo las primeras pozas con agua lo que puede suponer una dificultad
adicional que se puede agravar si aparece el hielo en las escorrentías del
barranco. Previendo esa adversidad hemos traído la cuerda.
¡Ala, no seas exagerada!
No
la emplearemos ya que faldeamos alguna poza por la izquierda, pasamos otras por
el cauce, destrepamos bloques fáciles, bajamos algún resalte más consistente y
lo hacemos sin huellas de tránsito ni hitos. El hielo solamente aparece muy
puntualmente y lo sorteaamos sin dificultad.
Se
nos hace largo el Barranco del Diablo pero finalmente las dudas se disipan cuando
aparece un puente en el camino que rodea al Embalse de Vadiello y liquidamos el
barranco en seco y con lo que finaliza la música.
Espejos en Vadiello.
Un
camino muy elaborado rodea el embalse y nosotros lo seguimos hacia el sur
mientras nos deleitamos con los espejos que el agua del embalse nos propicia.
Luego, tras unos pocos sube y bajas el camino se allana y desemboca en la
carretera que rodea una parte sur del embalse recorriendo su orilla con la
ayuda de unos túneles hasta que alcanzamos el aparcamiento próximo a la pared
de la presa donde se encuentra el inicio del Camino al Mallo de San Jorge por
la Canal Terrosa o de San Jorge que es la vía normal de ascenso.
Los Mallos de Ligüerre.
Un
kilómetro más de carretera nos deposita en el aparcamiento donde hemos dejado
el coche cuando son las tres y media. Han sido seis horas y media para un
desnivel de 850 metros peleados puntualmente con la maleza en los fuera de
camino de Guara que en el fondo es un plus importante para los que se atreven a
transitar semejantes parajes.
Preciosa sabina llena de frutos.