Peyreget desde los Laquettes de Pombie.
Aparcamiento de Aneu, Col de Soum de
Pombie, Refugio de Pombie, Col Peyreget, Cara Norte, Peyreget, Col Peyreget,
Lac de L’Iou, Col y Peña del Col de L’Iou y Aparcamiento de Aneu.
30-01-2016.
Salida 11 h. Llegada 16:30 h.
Mixto.
Fácil.
Rosa
Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Peyreget procedente del ING. francés. Vía en amarillo.
El
Pic Peyreget, quizás hijo orográfico de su padre el Midi de Ossau es un pico de
contrastes en el que se unen abruptas paredes con laderas incluso amables.
Notorio
y notable como objetivo aproximativo al
“icono de los deseos” de muchos montañeros, lo hemos subido bastantes veces,
por diversas vías y épocas del año pero… estaba pendiente con los esquís: nos
hacía tilín pero nos daba respeto pues los esquís no son “nuestro reino” si es
que tenemos alguno.
Queríamos
contornearlo y de paso…
Sería
bueno pillarlo con un día soleado y con nieve recién caída o primavera, ¡no te
jode! como para todos; más hoy 30 de
Enero de 2016 que dan un espléndido día vamos a ver qué pasa con el propósito
de echarle la paciencia necesaria.
Hacia Peyreget desde Aneu.
Salimos
de casa relajados sobre las nueve de la mañana y nos pilla la retención del día
siguiente a San Valero en Búbal pues hay razones por las que, a pesar de saber
la casuística, somos víctimas de la misma.
A
las once nos echamos al monte tras aparcar comiéndonos un trozo de carril en la
carretera y a media distancia entre el Portalet y el Aparcamiento de Aneu pues
está todo a tope.
Hacia el Col de Pombie.
El
día está espléndido y la nieve dura cuando bajamos para pasar los puentes de
los Barrancos del Valle de Aneu a 1710 metros de altitud hasta que ponemos los
esquís bajo el primer resalte y tomamos las suaves campas bastante cubiertas de
nieve que en dirección oeste nos tienen que llevar a la Cabaña Senescau 100
metros más arriba.
Foqueamos
entre raquetistas y esquiadores en este paraíso invernal y nos acercamos a la
Pared del Soum de Pombie ya en dirección norte
con la vista puesta en los pasillos de nieve puesto que la ladera está
bastante pelada y en los grupos que nos preceden, varios y numerosos.
En el Collado de Pombie.
Atravesando
algunas pequeñas peladuras ganamos la terraza intermedia bastante nevada y con
una nueva diagonal nos llegamos al Col de Soum de Pombie situado a 2129 metros
de altitud cuando todavía no son las
doce.
La
arista hacia el Soum está para hacerla, el Saoubiste tiene una preciosa estampa
y no hay huellas visibles pues de los 2000 metros para arriba hay un par de
centímetros de nieve nueva y del Midí para qué decir nada: allí está como
siempre.
Descendiendo hacia la Cabaña de Pombie.
Hay
que perder suavemente alrededor de 100 metros para alcanzar la Cabaña de la
Pombie a 2031 metros de altitud pero para tan incómodo y pírrico descenso, que
conocemos, ni siquiera quitamos las pieles. Será un acierto puesto que la nieve
de los varios barranquillos que atravesamos está muy dura y la capilla de nieve
reciente de poco sirve.
Saoubiste y Pombien detrás del Refugio de Pombie.
Pasamos
casi media hora entretenidos hasta que en las inmediaciones del Refugio de
Pombie viramos al oeste e iniciamos el ascenso en busca del Col de Peyreget.
La vía hacia Peyreget es amable.
Siempre
que hemos pasado por este corredor lo hemos hecho por su ladera izquierda y
recordamos que es bastante irregular sobre todo en la zona de los laquettes por
lo que no descartamos tener que quitarnos los esquís para superar alguno de los
pequeños muros por los que transita el camino y consecuentemente vamos con las
“orejas tiesas.”
Hay un centímetro de nieve reciente.
No
encontraremos esa profunda huella con la que se suele soñar cuando vas por
terreno desconocido pero nuestra agradable sorpresa será mayúscula: el camino
discurre amablemente siempre por la ladera derecha del corredor y salpicado de
suaves resaltes, nos pasa por el lecho de los laquettes y tras afrontar un muro
no demasiado erguido y en el que no son necesarias las cuchillas que hemos
puesto nos deposita en el Col de Peyreget a 2320 metros de altitud cuando es la
una del mediodía.
La zona más erguida no lo es demasiado.
La
nieve recién caída no parece servir más que para hacerme incómodos zuecos y en
el collado la de debajo está costrosa. El cielo se está cubriendo de nubes
altas y el día sin ser malo no era lo prometido.
La Norte de Peyreget desde el collado del mismo nombre.
La Cara Norte de
Peyreget es amble y compuesta de suaves resaltes sucesivos que se pueden subir
con relativa facilidad practicando largas zetas de hombro a hombro.
Rampa cimera en la Norte de Peyreget.
Ganamos altura
hasta mitad de ladera y próximos a la arista este aprovechamos un rellano
protegido para dejar los esquís. Rosa quería continuar y luego le daré la razón
pero yo subía incómodo con los zuecos que persistían en mis esquís. Quedaba una
larga y suave diagonal al este para alcanzar el rellano cimero y el tramo final
de pared un poco más erguida pero con un poco más de nieve reciente aunque sigue
costrosa.
Hacia Aspe y Bisaurín desde Peyreget.
Nosotros llevamos crampones y piolets que no
emplearemos, nos vamos de frente para arriba aprovechando alguna huella y en
alrededor de diez minutos alcanzamos la Cima de Peyreget a 2487 metros de
altitud cuando es la una y media pasadas.
En la cima a la
que el personal no llega con los esquís pues los deja en una brecha de la
arista este para iniciar los descensos por ambas caras, hacemos y nos hacen
fotos, charlamos con el personal, contemplamos un paisaje con nubosidad alta
creciente y recordamos algunas de las muchas visitas que realizamos a esta zona
a la que venimos con tanta frecuencia: siempre es un placer.
En la Cima de Peyreget.
Tranquilizamos a
un grupo que nos dice que una esquiadora se ha caído pero ha logrado detenerse
y un cuarto de hora más tarde, habíamos echado el café al poner las cuchillas,
nos vamos para abajo.
La nieve costra
cede a los tacones de las botas de plástico y en un pis-pas nos llegamos a los
esquís.
Podríamos haber
subido con ellos hasta arriba, no había mala salida pero no lo sabíamos. Desde
aquí la salida es estupenda y para nosotros es muy importante tener una salida
agradable. Unos giros con nieve costra que negociamos bien buscando las
acumulaciones de nieve reciente nos conducen de nuevo al Col Peyreget al que
llegan un trio de esquiadores que han subido el corredor oeste que queremos
bajar.
En la Vertiente Oeste del Col Peyreget.
No hay huellas
de bajada y solamente una débil de subida por lo que estamos tentados de bajar
por donde hemos subido y olvidarnos de la circular. Charlamos con el primero de
ellos que nos dice lo que ya esperábamos: nieve dura, algo de hielo y peladuras
además de rocas, pero estamos dispuestos a todo.
Iniciamos el
descenso del primer resalte que enseguida se pone muy tieso y que liquidamos
con unos giros decentes y una diagonal hacia Midí. Alcanzado el fondo del
corredor aparece la nieve dura y el hielo entre grandes bloques rocosos. Me
asomo para reconocer el patatar y hay que quitar los esquís, poner crampones y
bajar el segundo resalte con los esquís en la mochila.
Resalte Intermedio del Corredor Oeste de Peyreget.
Se trata del
resalte que recordaba como muy erguido y lóbrego pues está a la sombra de la
Pared Oeste de Peyreget por lo que apenas ve el sol. No tiene tan mala pinta
como queríamos recordar pero tiene una mitad pelada que se puede subir con
cuidado pero no bajar y arranca en hielo de fusión entre rocas.
Veinte minutos
de preparación y en menos de otros diez nos bajamos tranquilamente la treintena
de metros de corredor y nos ponemos los esquís. El resto de corredor está muy
tumbado y girando entre bloques pues no hay demasiada nieve como ya sabemos,
nos vamos para abajo a por el tercer resalte que descenderemos por el norte
aprovechando nieve bastante buena.
Nos deposita en
nuestro comedor, la cabecera de una pared que cae vertical sobre el Lac de
L’Iou. Son las tres de la tarde.
Echando un bocado en nuestro comedor con el Midi.
Comemos sentados
en un enebro rastrero sin nieve mientras contemplamos la Norte de la Peña
Peyreget. Nos guarda las espaldas el Midi. La nubosidad va descendiendo poco a
poco y a pesar de que cuando en cuando el sol se quiere traslucir la
visibilidad desciende.
Remonte hacia el Col de L'Iou.
No será problema
para que media hora después nos bajemos girando placenteramente hasta el Lac de
L’Iou y desde la superficie helada del mismo a la que llegamos, pongamos pieles
e iniciemos el remonte en busca del Col de L’Iou. Se puede evitar este último resalte
haciendo una diagonal por la ladera oeste del pico que estamos rodeando.
Poniendo pieles en el Lac de L'Iou.
Estamos a 2074
metros de altitud y nos queda un suave remonte que está de cine para bajarlo y
que en un cuarto de hora nos deposita en el Col de L’Iou e inmediatamente en la
Cima de la Peña del Col de L’Iou a 2216 metros de altitud.
En la Cima de la Peña del Col de L'Iou.
Son las cuatro
de la tarde y el tiempo apremia. Quitamos pieles y nos vamos inmediatamente
para abajo haciendo la diagonal alta que nos deposita en la Arista Sudoeste de
Peyreget por encima de la Falsa Peña del Col de L’Iou para desde allí descender
la amplia y amable ladera del Valle de Aneu, cruzar los barranquillos por
puentes de nieve cómodos, pasar por la Cabaña Senescau y quitar la nieve de los
esquís en el primer puente del barranco.
Esquiando en el Valle de Aneu.
Con los esquís
en el hombro remontamos hasta la carretera y a las cuatro y media liquidamos
los 1050 metros de desnivel de nuestra circular a Peyreget con la satisfacción
de haber cumplido uno de nuestros viejos retos.
Negociando nieve costra en el Valle de Aneu.
Nada más llegar
al Corral de las Mulas tenemos un conato de caravana que se disuelve tras la
Circular de Sextas pues la gente va desembarcando en Marchica. Hoy ha sido una
jornada de concurrencia en los Valles de Tena y Aneu.