El Soulano desde la Brecha de las Neous.
Refugio de Respomuso, Ibón de Campo
Plano, Collado y Laquettes de la Piedra de San Martín, Contrafuertes Este de
Cristales y Soulano, y Arista Este.
29-09-2018.
Salida 07:30 h. Llegada 18:15 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de Soulano procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
El
Soulano, Solano para nosotros los del sur, es un pico limítrofe, conocido por
los escaladores que tras escalar la Cresta del Diablo desde el Pico Cristales
se descuelgan de la arista hacia el sur por la línea de rápeles equipados al
efecto y recientemente rehabilitada por el Grupo de rescate de la Guardia
Civil, o por el norte hacia las, tan oídas, “Campas del Solano.”
Campo Plano y Collado de la Piedra de San Martín.
Habíamos
estado en Cristales, en Balaitus, en la Torre de Costerillou, en la Aguja de Ussel… ¿por qué no conocer el
Soulano?
Llegando al Collado de la Piedra de San Martín.
Nos
enteramos de que hay una vía asequible por la vertiente francesa y, aunque no
es muy corriente en nosotros, que somos amigos de buscar poca información pues
preferimos una buena ración de curvas de nivel, lo hacemos ya que, no siendo
más que trepadores, lo de la Cresta del Diablo como que nos da mucho, pero que
mucho respeto.
Hacia los Laquettes del Collado de la Piedra de San Martín.
Subirá
Juan hasta Cambalés precisamente para ver si hay nevero o no para alcanzar la
arista fronteriza en esa orientación norte y en año de tantas nieves y lo que
obtiene es una buena foto de la vía que pretendemos pero lo de la nieve se
resolverá en su momento.
Ajos silvestres todavía a la vera del agua.
En
el Refugio de Respomuso cenamos y nos empiltramos pronto para pasar una larga
noche de calor pero reparadora de nuestras sobas particulares; de tal forma
que, amanecemos al 29 de Septiembre de 2018 a una hora prudencial y desayunados
nos echamos al monte a las siete y media, estamos a 2200 metros de altitud y lo
hacemos sin prisa pero sin pausa como es nuestra costumbre.
Uno de los Laquettes del Collado de la Piedra de San Martín.
Por
el mismo camino que ayer recorriéramos ida y vuelta nos vamos en dirección este
con sus sube y bajas conocidos hasta el Ibón de Campo Plano. Hay alguna
nubosidad apelmazada en las cimas del norte y este pero suponemos que se
disiparán. En media hora estamos rodeando el ibón y un cuarto de hora después
alcanzamos el Collado de la Piedra de San Martín situado a 2298 metros de
altitud parando a coger agua unos metros antes en una surgencia permanente que hay en el collado.
Remontando suavemente hacia el Contrafuerte Este de Cristales.
Allí
abandonamos el GR. que o bien marcha para abajo hacia Arrens o se bifurca hacia
los Lacs de Cambales e iniciamos la vía imaginada que se elevará
suavemente, por praderío salpicado de
granito y en dirección nordeste para alcanzar la zona de los Laquettes del Collado de la Piedra de San Martín que se
encuentran sobre los 2380 metros de altitud, con lo que hemos iniciado el
flanqueo de la amplísima Cara Este del Pico Cristales.
Camino lleno de hitos hasta el Contrafuerte Este de Cristales.
Nada
más iniciar el camino aparecen hitos de piedras en la dirección deseada y
suponemos que llevarán a los laquettes pero enseguida los alcanzamos, son tres
o cuatro los que están todavía con agua y los hitos prosiguen al nordeste con
un horizonte en la Arista Este del Pico Cristales y con ellos continuamos.
Desde el contrafuerte Este de Cristales vemos la Este del Soulano.
La
Cara Este del Cristales se recorta
colgada allá arriba mientras transitamos un pedregal en el que el
praderío comienza a escasear. Siempre en muy suave ascenso y por lo que nos
parece más cómodo buscamos un punto de la arista por debajo de un resalte
vertical de la misma al que llegamos por amables tramos de pendiente.
Cresta del Diablo y Soulano desde el faldeo hacia la este del pico.
Alcanzamos
el crestón ligeramente por encima de los 2500 metros y desde allí divisamos un
siguiente circo limitado entre la Este del Cristales que es donde nos
encontramos y la Este de Soulano que también nos ofrece una zona intermedia de
aparentemente amable tránsito. Por
detrás y ligeramente al norte se quiere dibujar la Brecha de las Neous.
La Este del Soulano por la que tendremos que subir tras el rehuse.
No
nos ayudan en la orientación las nieblas que todavía siguen copando las cimas
de los alrededores pero continuamos nuestra diagonal en similar dirección y en
suave ascenso ahora en un pedregal algo más dilatado en el que hemos de
alcanzar un punto ligeramente más bajo de nuestro recorrido para pasar por una
zona de enormes bloques junto a otro colosal de granito madre y ascender hacia
la zona intermedia de la arista que tiene un perfil suave hasta que alcanza las
paredes somitales donde se yergue bastante sin presentar mal aspecto.
Hacia la Brecha de las Neous.
Nos
parece que podría ser una vía de acceso posible al pico ya que vestida de
retazos de hierba se ve accesible hasta muy arriba pero debemos pasar al circo
siguiente para hacer el pico un poco a
canasta pasada y consecuentemente proseguimos nuestro tránsito diagonal, ahora ya de llano. Las nieblas se han disipado hace un poco,
hemos contemplado la Cresta del Diablo que hemos dejado a nuestra izquierda,
hemos visto brillar algo en lo que suponemos la Cima del Soulano y por delante
de recorta la Arista Este de la Aguja
Durand que se ahonda hacia la Brecha de las Neous y se eleva hasta el Pico
Cristayets.
La arista que desciende de la Aguja Durand a la Brecha de las Neous.
Nuestra
información dice que “alcanzada la Brecha de las Neous, trasponerla para ir a
buscar en ascenso la Arista Fronteriza por una canal fácil para desde allí
hacer unos metros fáciles por la arista en la vertiente sur.” Para mí no hay que “trasponer “ esa arista y
sí ascender por donde ya vemos hasta el corredor que se encumbra en la arista
fronteriza pero, ya aquí, nos llegaremos a la Brecha de las Neous y allí
veremos.
Cristayets al Norte de la Brecha de las Neous.
Un
tránsito un poco más pestoso, con bloques de granito más grandes y sorteando
algún que otro neverillo residual duro como el granito nos deposita en la
Brecha de las Neous situada a 2600 metros de altitud. Son las diez de la
mañana.
Corredor a la Brecha Soulano-Durand o quizás Brecha Demeure Soule.
La
brecha no es de tránsito a ningún lado pues la vertiente norte que da acceso al
casi extinto Glaciar de las Neous es un paretazo de auténtico respeto pero
encontramos un hito de piedras y en la
arista que asciende hacia Punta Durand otro seguidamente pero ya no veremos
más.
Frondiellas, Anónimo y Balaitus desde la Brecha Demeure Soule.
Los
hitos parecen encaminarnos al sudoeste hacia un corredor pedregoso que se
encumbra en la arista un poco al sur de la Aguja Durand. La arista amplia y
pedregosa por esta vertiente nos permite un ascenso cómodo faldeando un pequeño nevero residual que ni siquiera se
opone a nuestro paso. Luego se inclina algo descompuesto y estrecho se encajona
entre paredes que nos facilitan el ascenso ofreciéndonos apoyos firmes.
Fin del faldeo por el sur del Soulano y comienzo de la arista este.
En
la brecha, no me fío de mi altímetro pues ha tomado el ascensor por su cuenta,
estaremos sobre los 2800 metros, un estrecho caminillo se ahonda unos metros en
la Vertiente Sur de Vuelta Barrada hasta que en un punto se convierte en canal
que tira para abajo decididamente por medio de la pared. No se ve el final pero
no nos hace falta: por allí no es y el paretazo que tenemos por encima de
nuestras cabezas tiene algún corredor vertical de los que no se deben tomar sin
material. Además desde allí hasta la cima del pico queda un tramo de arista en
la que puede aparecer de todo en abundancia. Puede tratarse de la Breche
Demeure Soule.
Desde una pequeña brecha se faldea la Arista Este de Soulano ligeramente al oeste.
Hacemos
algunas fotos, el lugar lo merece y nos vamos corredor abajo por donde hemos
subido en busca de nuestro Plan B: bajaremos la canal hasta debajo del nevero e iniciaremos una
travesía descendente por debajo del otro nevero residual acostado a la base de
las paredes hasta alcanzar la Arista Este del Pico Soulano fuera de las
paredes bajo las que hemos pasado y en
un lugar donde aparece el praderío entre bloques de granito.
Tras el faldeo del gendarme se prosigue junto a la arista.
Iniciamos
la pared sobre las diez y media tras haber perdido poco más de 100 metros. Se
trata de una pared amplia siempre al norte de la arista que está vestida de
paredes verticales en su ladera sur y que se yergue enseguida pero que presenta
opciones además de que está recorrida por una línea de hitos de piedras que
seguimos aunque la lógica nos lleve de cuando en cuando a ellos cuando no son
demasiado visibles.
Casquete Somital Oeste de Soulano.
El
ascenso nos lleva a una brecha en la arista desde la que contemplamos la Cresta
del Diablo e inmediatamente abandonamos la arista para continuar con el faldeo
por una terraza inclinada pero muy amplia que se vía desde abajo por encima de
las paredes.
En la Arista Cimera de Soulano.
El
faldeo muy próximo a la arista nos deposita en la cabecera de un gendarme del que la bajada no es muy cómoda
prefiriendo desandar unos metros y faldearlo con algún cuidado por su vertiente
oeste. Por detrás de la brecha a la que llegamos se visualiza el Casquete
Somital de Soulano vestido de placas poco agradables pero ya se verá.
Foto de Cima en Soulano.
Un
par de corredores estrechos, no demasiado inclinados, vestidos de rocas
astilladas que nada tienen que ver con el granito y sucesivos nos llevan arista
arriba hasta una antecima en la que alcanzamos la Arista Divisoria tras un
corto faldeo por el oeste. Luego un corto corredor nos encarama de nuevo en la
arista y de inmediato en la Cima del Pico Soulano a 2909 metros de altitud cuando son las once y cuarto.
Nadie diría que entre el Soulano y el Cristales está toda la Cresta del Diablo.
Alguien
había dicho que fuera del Balaitus el pico tiene unas vistas envidiables y así
es fuera de la Arista del Diablo y la de Costerillou que desde aquí no son
estéticas al presentarse en escorzo. Frondiellas, Anónimo, Balaitus, Cristales,
Faxas, Peyra, Aragón Cambalés, Vignemal, Partacua, Collarada, Gran Barbat, Gabizos… Hay un original hito
cimero que no pasará el invierno y un vivac en el que nos sentamos a almorzar
al sol de la mañana pues han terminado las hostilidades.
Bajano corredores en la Este de Soulano.
Media
hora después iniciamos el descenso disfrutando de una ruta en la que tan apenas
parece algún paso que será de segundo sin más. Tan pronto como se arrellana un
poco la arista este del pico iniciamos un faldeo para atajar ligeramente la
vuelta pero enseguida y antes de alcanzar la Arista Este de Cristales ya
pisamos terreno que hemos pisado a la ida.
Despedida de Soulano desde el Contrafuerte Este de Cristales.
En
suave descenso volvemos a encontrar los hitos y poco después los Laquettes del
Collado de la Piedra de San Martín para que mi chica se dé un baño en uno de
ellos. Es la una.
Un
cuarto de hora después continuamos la vuelta hasta el Collado de la Piedra de
San Martín y por Campo Plano nos llegamos al Refugio de Respomuso cuando son
las dos y cuarto.
Bajando a Campo Plano desde el Collado de la Piedra de San Martín.
Comemos
en el refugio, organizamos las mochilas y a las tres nos ponemos en camino para
abajo. Lo hacemos a buen ritmo y a las cuatro y cuarto estamos en el Rellano de
Balzaroleta. Rosa se baja a la Sarra mientras que nosotros nos damos una vuelta
por el Pinarillo de la Lana. Se nos irán un par de horas y a las seis y cuarto
nos metemos en el coche y nos vamos para casa.
Nuestro recorrido del Collado de la Piedra de San Martín al Soulano visto desde Cambalés.
Hemos
liquidado una jornada con alrededor de 900 metros subidos y el doble bajados sin contar nuestra propina
final que no habrá bajado de los 300 metros y en la que hemos estado perdidos
entre palabras, nunca materialmente. El Soulano está lejos desde el
Aparcamiento de Migouelou, está lejos de la Sarra y muy lejos de Pont de
Espagne; Larribet, Respomuso y Wallon
fraccionan el camino pero… allí está
para disfrutarlo.