Cogulla desde el Rincón del Cielo.
Aparcmiento del Molino, Pllanes, Labert,
Rincón del Cielo, Cogulla, Collado de Gallinero y Cota 2000.
29-03-2019.
Salida 09:30 h. Llegada 13:15 h.
Nublado.
Muy fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Contemplando
el panorama desde el Pico Cerler tenemos que improvisar ya que Estibafreda no es una opción para los esquís. La nieve
está muy alta en el Valle de Benasque y
como que lo tenemos aquí en la mano podemos dar una vuelta por la parte este de
la estación. Nunca hemos estado en Cogulla.
Por la zona arbolada este señalizada la Pista de Esquimo a Cerler.
Pasamos
una dilatada y agradable noche en la furgo, aparcada en el Molino de Cerler a
1500 metros de altitud y sin prisas nos levantamos al 29 de Marzo de 2019 a las
ocho y cuarto. A media noche se han acostado también las estrellas y disponemos
de una mañana inesperadamente nubosa que nos deja una temperatura de 4º:
estupenda, pero la ausencia de sol la ha mutilado un poco.
¡Solos en Cerler!
Son
las nueve y media cuando comenzamos a foquear en dirección sur por los Pllanes.
Es más temprano que ayer y hay todavía menos esquiadores de tal forma que si no
viéramos la silla en movimiento podríamos creer que la estación estaba cerrada.
Se nos va a hacer miedo subiendo tan solos por Labert.
La
nieve se ha humedecido bastante y el
foqueo fuera de pistas es un poco más agradable que ayer. De cualquier forma, y
con nuestro discreto y persistente foqueo en poco más de media hora alcanzamos
la Cota 1800 y desde el pequeño rellano, pasamos junto a la silla y tomamos la Orilla Este de
la Pista Labert.
Es tan amplia Labert que sus fuera pistas parecen pistas.
Se
trata de una pista rectilínea, orientada al sur-sudoeste y tan amplia que a
ambas orillas hay unos fuera pistas que son más anchos muchos tramos de algunas pistas.
Intentaremos
subir la larga pista por fuera de la misma y con la intención de no cruzarla
aunque se empine algo ponemos cuchillas y amén.
En el rellano en el que se bifurca Labert.
Resulta
un poco aburrido foquear una línea recta y muy uniforme pero tenemos 500 metros de desnivel por
delante y habrá que subirlos prácticamente en soledad y no solo por la enorme
anchura de la pista sino porque tan solo de cuando en cuando gotea perdido algún esquiador.
Hacia Labert I.
La
primera tramada finaliza junto a la balsa de agua que dejamos a nuestra
izquierda para alcanzar un todavía más amplio rellano inclinado en el que se
bifurcan las pistas, lugar en el que aprovechamos para atravesarlo y proseguir
por la parte este en la que está instalado el Easypark. No hay ni un solo
esquiador y los servidores de la zona están aburridos como indios en una
convención de vaqueros.
Una transición en el Rincón del Cielo que podríamos haber evitado.
El
descansillo se vuelve a inclinar poco a poco y ante una amplia posibilidad de
elecciones tomamos la más sencilla y consistente en seguir orientados por la
silla que ha arrancado con la pista y que nos ha de llevar a nuestro primer
objetivo que es el Rincón del Cielo, dejando a nuestra derecha la opción de la
pista más occidental.
Faldeando la loma que une el Rincón del Cielo con Cogulla.
Lugar
tan amplio está sobradamente ventilado y la mañana ha pasado de ser cálida a
frescucha y arriba, cuando lleguemos a la Cima del Rincón del Cielo o Punta
Labert II, mira que originales, situados
a 2322 metros de altitud es descaradamente fría muy nubosa y algo ventosa;
vamos, que no tiene nada que ver no con ayer ni con este Marzo que se despide
ya.
Por lo blanco hacia Cogulla.
Son
las once, allí está el banco del Mirador pero el cielo no está para
contemplaciones ni el día para muchas pamplinas no por la temperatura sino por
la falta de adecuación de nuestros chips particulares tan amanerados.
Quitamos
pieles pues habrá que faldear las amplias lomas que se suceden hacia Cogulla,
completamente peladas como vimos ayer y para ello disponemos de algunas pistas
que van a evitarnos el porteo.
Remontando la Roja de Royero, Rincón del Cielo al fondo.
Descendemos
un poco la pista de la Liebre que desciende ligeramente al sudeste y antes de que se vaya un poco más abajo
tomamos la Royero y tras poner de nuevo pieles iniciamos el
remonte.
Cogulla y Rincón del Cielo el día anterior desde Cerler.
Poco
más adelante espera Juan al fresco de la mañana ya que él se ha marchado
buscando neveros con su candil a través de las lomas. Un remonte de poco más de
100 metros nos deposita en el Final de la Silla Cogulla y unos metros pelados
de nieve y detrás está la poco agraciada Cima de Cogulla situada a 2387 metros
de altitud, rodeada de antenas de telecomunicaciones y a la que llegamos tras
dejar los esquís. Son las doce.
Foto de Cima en Cogulla con Urmella detrás.
Una
foto sin paisaje, un bocado al abrigo que nos propicia una caseta de servicio
de las antenas y un cafetito caliente es suficiente, comeremos abajo pues aquí
no apetece demorarse ni tampoco lo necesitamos.
Pico Cerler bajando de Cogulla.
Luego
bajamos a por los esquís, quitamos y recogemos pieles y nos vamos para abajo
hacia el oeste para conocer un poco y continuar con nuestra circular.
Descenderemos
por la Pista Barranco con poca visibilidad pues las nieblas se nos echan encima
mientras que Juan ataja, nos encontraremos en la Cota 2000.
Un pequeño levante nos permite entrever el Gallinero.
Llegados
al Collado de Gallinero nos asomamos hacia el Ampriu que no tendrá ni una
veintena de coches aparcados y continuamos descendiendo en dirección sur.
Quiere nevusquiar un poco debajo del Collado de Gallinero.
La
nieve está muy bien pero la visibilidad disminuye bastante hasta el punto de
empezar a caer algún copo, “bolisnear” pero enseguida perdemos altitud y
dejamos la nube más alta.
Cerca de la Cota 2000 aclara.
En
la Cota 2000 nos reunimos y nos bajamos directamente a la furgo
para llegar a la una y cuarto rematando nuestra circular de aliño en la
que hemos movido un desnivel de alrededor de 950 metros.
Parece
ser que la nubosidad anunciada ha sido un poco más severa de lo previsto pero
nos da la impresión de que o cambia mucho la cosa o vamos a seguir en seco pues
no ha ido más allá de un enfriamiento normal de las temperaturas nocturnas.
Dicen que en el finde larán, larán.
De
vuelta a casa aparece el sol entre nubosidad dispersísima.