6 jul 2020

38-20. COTIELLA EN UNA LARGA VUELTA. 4-7-2020.


Cotiella desde la Ereta de las Brujas.

Refugio de Armeña, Collado de Cotiella, Cara Este, Cima de Armeña, Ereta de las Brujas, Movisones Gran y Chico, Cabo es Medians, Pala del Puerto y Valle de Lavasar.
007-2020.
Salida 07:15 h. Llegada 17 h.
Sol.
Bastante fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Cotiella procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Tras una larga y estupenda noche en el Refugio de Armeña llega el 4 de Julio de 2020 a una hora prudencial, son las seis y media de la mañana cuando nos levantamos. Tres cuartos de hora después, hemos recogido todo y desayunados, nos ponemos en camino: nos espera una jornada peleona.

La Este de Cotiella desde Armeña. 

            Caminamos al oeste ascendiendo un tramo de pedrera tendida que enseguida busca cobijo en el praderío y lo hará con la máxima frecuencia posible tratando de recorrer lo más incruentamente posible el Lapiaz de Riancés.
            Llevamos a nuestra derecha las Paredes de la Cresta de Armeña y al frente blanquecino y luminoso aparece la Pirámide de Cotiella, justo al oeste de la Brecha de las Brujas que es a dónde parece dirigirse nuestro camino.

Acercándonos al Collado de Cotiella.

            No será así, y resalte a resalte, lleno de hitos, se irá acercando a la base del pico para girar poco a poco y ponerse casi al sur alcanzando las pedrizas bajadas del pico y en las que anidan moribundos neveros que el camino solamente roza.
            Nuestra brújula es ahora el conjunto de paredes que defienden el acceso al Collado de Cotiella previo ascenso medianamente penoso de una inclinada y descompuesta pedriza que nos deposita en la base de las paredes.

Remontando la Pared Bajo el Collado de Cotiella.

            Hay un par de corredores que permiten iniciar el ascenso de la pared, el de nuestra derecha más limpio por menos transitado que el de nuestra izquierda que está lleno de basura y es más amplio. De cualquier forma, se pueden unir por varios puntos para proseguir por una ladera muy inclinada en la que hay que apoyar las manos de vez en cuando y tener cuidado de no apedrear al que pueda andar por debajo y llevamos a tres pero a prudente distancia además de alejados de la línea de tiro.

Casquete Somital Sudeste de  Cotiella.

            Van a ser las nueve de la mañana cuando alcanzamos el Collado de Cotiella situado entre Cotielleta al sur y Cotiella al norte, a 2665 metros de altitud.
            En este punto tenemos la opción cómoda y larga que consiste en faldear bastante horizontalmente en busca de la arista sudoeste  para ascenderla seguidamente de manera muy fácil, o remontar al nordeste en busca del Casquete Somital Este.

Remontando el Casquete Somital de Cotiella. 

            Hay caminos en las pedrizas correspondientes y nos decantamos por la vía más directa a la vez que ascendemos un tramo a la sombra que nos propicia la arista sudeste y que se agradece en una mañana, cálida como esta, en la que no hemos visto ni rastro del patrón de norte anunciado.

Reduno y Cotielleta desde Cotiella.

            El caminillo nos lleva a un pequeño hombro de la arista situado en el arranque de la pared somital ligeramente por debajo de los 2800 metros y desde allí faldeamos unos metros al oeste y nos introducimos en la pared este por un corredor algo erguido en el que hay que emplear las manos.
            El ascenso del tramo final de pared que tendrá alrededor de 125 metros siempre es fácil salvo un pequeño tramo que cuenta con la caliza bastante rota en la que hay que tener un poco más de cuidado.

En la Cima de Cotiella. 

            Son las nueve y media de la mañana cuando alcanzamos la Cima de Cotiella situada a 2912 metros de altitud. Se trata de una cima amplia y alomada, adornada de neveros residuales al este y con un vértice geodésico en el que nos sentamos a echar un bocado mientras se secan nuestras espaldas.

Bajando a la Ereta de las Brujas.

            Cotiella tiene unas espléndidas vistas aunque se encuentra bastante alejado de las mismas: el Moncayó remotísimo, Guara y Oroel todavía distantes lo mismo que Partacua y Tendeñera; Ordesa más próximo, Munia, Perdiguero, Posets, Aneto e incluso Besiberris de oeste a este. Más cerca Montañesa, Solana, Suerio, Fulsa, Suelza, Llerga, Movisones y aquí mismo Ramon de Espouy y la Cresta de Armeña, Reduno, Turbón y Cotielleta también haciendo círculo en sentido de las agujas del reloj.

Pasaremos cerca de la Brecha de las Brujas. 

            Tres cuartos de hora después, cuando llega el personal, levantamos nuestra mesa e nos vamos a la Ereta de las Brujas.
            Para ello hay que descender la cara oeste que es un pedregal uniforme y bastante estable, visible desde Sabi y contenido entre las aristas sudoeste y noroeste. Hay una depresión que parece con algunos neveros residuales  que se adentra en la Ereta en dirección noroeste y una zona de paredes próximas a ésta última.

Por fin aparecen los Movisones.

            Bolo a bolo nos vamos para abajo soslayando algunos neveros que tienen todavía la nieve dura en esta orientación hasta que tropezamos con un caminillo que posiblemente vaya a la Pala del Puerto para conectar con Lavasar o Ribereta y nos puede interesar.

La este del Movisón Gran.

            El camino, muy prudente,  evoluciona al norte algo alto para cruzar recién nacidos barrancos y atravesar algún crestón en la zona próxima a la Brecha de las Brujas para seguir llaneando bajo la amplia pared de la Pala del Puerto sobre los 2450 metros de altitud.
            Pensaba bajar hasta los 2400 y faldear a esta altitud pero no hay problema, en cualquier caso vamos a cambiar recorrido por desnivel, algo que teníamos calculado desde la primera vez que atravesamos la Ereta de las Brujas que fue en sentido contrario. Hoy el sedero lleno de hitos nos lo pone fácil.

Remontando la Sur de Movisón Gran.

            Por si alguien no lo sabe, la Ereta de las Brujas es un rellano kárstico de colosales dimensiones pues, solamente por curiosidad, he calculado que tendrá alrededor de 1000 hectáreas y eso son palabras mayores además de que ópticamente te engaña continuamente. Hoy tenemos la suerte de contar con algunos neverillos en los que reponemos agua no olvidando la experiencia de la sed del Atlas.

Erísimo en Movisón Gran.

            De cualquier forma nosotros tenemos nuestro objetivo en el noroeste donde nos esperan los Movisones y cuando aparecen de nuevo a nuestra vista ocultos por la Pala del Puerto respiramos pues sabemos que se había cumplido el segundo reto del día. Juan que no conocía Cotiella disfruta de estreno.

Las cabras domiciliadas en Movisón Gran.

            Alrededor de las doce estamos en el collado entre los Movisones. Estamos a 2430 metros de altitud. Dejamos las mochilas y nos vamos para arriba por su arista este para luego derivar un poco a la cara sur. Se trata de una pared muy escalonada y fácil, apropiada para las cabras y donde encontramos a una pareja que baja. Las cabras están hospedadas en la cima.

Hacia Movisón Chico.

            Son alrededor de 150 metros de desnivel que se suben en poco más de un cuarto de hora y que nos depositan en la parte este de la alargada cima  situada a 2601 metros de altitud.
Contemplamos Llerga aquí mismo, Montañesa y la Solana muy cerca y echamos una visual a las puntas de las Peñas de Lavasar: no va a ser nada fácil llegar hasta allí.

Esperando en la Cima de Movisón Chico.

Desandamos camino primero de arista y luego de pared con los ojos puestos en la Doble Cima del Movisón Chico. La punta norte tiene mala pinta.
En el collado se abre un corredor que no nos interesa además de que creemos que está cortado; recuperamos las mochilas y ascendemos al este hacia Movisón Chico. Hay que remontar unos pocos metros para faldearlo por el sur y alcanzar el collado situado al este para ver si mejora la pinta.

Trepando a Movisón Chico.

La Cima Sur del Movisón Chico se eleva una treintena de metros por encima del collado y se puede ascender cómodamente por cualquier parte. Se trata de una antecima de la Punta Norte.
Para alcanzarla hay que perder una veintena de metros por una fina arista que se ahonda al norte en busca de la brecha de separación. Llego delante y me bajo con cuidado para ver cómo está la arista ya que no veo corredor utilizable.

Dejando atrás el Movisón Chico.

En la brecha se aclara el asunto: hay que trepar unos primeros metros a toda cresta fácil y con sobradas presas para luego alcanzar un pequeño nicho del que se sale con un paso largo, también con buenas presas, que te deposita en un prequeño gendarme,  faldeable por el este y se termina con un corrdorcillo tumbado y corto.

En Cabo es Medians ojeando los neverillos de la Pala del Puerto.

Desde la Cima del Movisón Chico a 2535 metros de altitud, es la una y cuarto, contemplaré las evoluciones de mis chicos. Luego, reunidos en la cima, hacemos  la foto de la constancia y de vuelta para abajo desandando camino con cuidado.

Los Movisones se quedan  atrás como perrillos falderos cansados.

El siguiente corredor que nace entre Movisón Chico y la Loma Cabo es Medians creo que se puede bajar pero las agujas quedan muy distantes y separadas por crestones que no sabemos si nos dejarán pasar; así que, no quedará más remedio que proseguir hacia el este sabiendo que la Pala del Puerto tiene una llave para nuestro objetivo y con la esperanza de poder atajar.
Hay unos neverillos en la Noroeste de la Pala del Puerto que nos pueden proporcionar agua y hacia allí, en ligero ascenso, nos dirigimos para comer.

En busca del paso en la Pala del Puerto.

El primero de ello colma todas nuestras aspiraciones y bebemos agua como patos a la vez que comemos a gusto, son las dos menos cuarto.
Media hora después, con las cantimploras llenas de nuevo y la esperanza de poder atajar algo nuestro acceso al Valle de Lavasar tratamos de faldear la Pala del Puerto cosa que será imposible al tener su cara nordeste cortada por una imponente barrera caliza vertical, con lo que ya nos tienes remontando suavemente hasta alcanzar la cabecera y alargándonos largamente, valga la redundancia, por la cabecera de la misma.

Puntones Royos y la Una desde la Pala del Puerto.

La parte más alta de la Pala del Puerto, a 2625 metros de altitud, es un crestón estrecho cortado por laderas inclinadísimas cuando no verticales que se alarga hasta su extremo este. Allí una diminuta brecha y unos hitos dan paso a una vira estrecha e inclinada que parece hecha a pico y que permite descender con cuidado una cincuentena de metros hasta alcanzar las pedrizas.

Descenso de la Pala del Puerto hacia el Collado de la Rivereta.

Estamos a la altura del Collado de la Rivereta del que arranca al nordeste el Barranco de la Rivereta que muere en el Ibón de Basa de la Mora y dónde se inicia el Valle de Lavasar orientado al noroeste pero para llegar al mismo hay de por medio un nevero residual inclinado que pasamos con cuidado y sin necesidad de utilizar los piolets que hemos traído exprofesamente para este punto y un caos de depresiones y crestones todo en medio de grandes bloques calizos que no sabemos de dónde habrán venido.

Las Agujas de Lavasar espléndidas.

Son las tres de la tarde cuando nos asomamos a la Rivereta y dándole la espalda nos echamos Valle de Lavasar para abajo. Bueno, echarnos es un decir porque se trata de un valle larguísimo, rectilíneo, completamente pedregoso y de poca pendiente que nos va a poner a prueba a estas horas de la tarde.
Tiene algunos pequeños neveros residuales en el fondo de las depresiones que buscamos como posesos para tratar de refrescar los pies, hemos pasado bajo la Peña de la Una que hemos dejado a nuestra derecha sin ascender, luego los Puntones Royos y ahora frente a Punta Litas se encuentran las espléndidas Agujas de Lavasar, dos torreones gemelos de caliza rojizas que tienen a sus pies el último nevero del valle y un ibonciecho  diminuto que acompaña graciosamente a las agujas y sus gendarmes traseros.

Atrás se quedan Puntones Royos y Lavasar con su cara menos estética.

Hacemos las consabidas e inevitables fotos desde nuestros 2300 metros de altura y continuamos para abajo al encuentro de los primeros pinos y las primeras manchas de pratenses que nos anuncian que el final del valle está próximo.
 No será así ya que el valle es más largo que un año sin pan o al menos así nos lo parece y tras un potente resalte se alargará entre pinos hasta que tenga la venia de propiciarnos un poco de sombra y nos deposite después en la viejísima Pista del Monticiello.
Solamente nos queda atravesar una enorme pedrera para situarnos en la ladera derecha del valle y caminar los últimos cientos de metros que con la agradable blandura del praderío y la sombra de los viejos pinos negros nos depositan en la pista, unos metros debajo del Refugio de Lavasar donde tenemos el coche. Son las cinco pasadas.

En la pista cerca del Refugio de Lavasar.

Subiré sin mochila a buscarlo y a rescatar las cervezas que dejamos a la sombra de un enebro y que tomaremos con sacrosanta devoción ya que a pesar de estar calentorras, he tenido la picardía de vaciar mi cantimplora y llenarla de nieve en el nevero de las Agujas de Lavasar: la gloria tiene que ser algo así.
Solamente nos quedan un par de horas de coche para bajar la pista cómodamente y hacer la carretera hasta nuestra casa. No sé cómo hemos podido meter dentro los alrededor de 1600 metros de desnivel acumulado y mucho menos el enorme recorrido  de la jornada. La Ereta de las Brujas… eso son palabras mayores, pero para eso estamos nosotros.

          Otras actividades en la zona:
Cotiella,  1-5-97, 17-7-06, 28-8-11,
Movisón Gran: 17-7-06,
Cotielleta:  28-8-11,

37-20. REDUNO DESDE ARMEÑA. 3-7-2020.


Reduno desde el Ibón de Armeña.

Refugio de Armeña, Lapiaz de Riancés, Corredor a la Arista Oeste y Arista Oeste. Descenso por arista y corredor, Lapiaz de Llenero e Ibón de Armeña.
03/07/2020.
Salida 13 h. Llegada 17:15 h.
Mixto.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Reduno procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Son las doce del mediodía del 3 de Julio de 2020 cuando llegamos al Refugio de Armeña. Estamos solos, desmontamos las mochilas y comemos tranquilamente. Luego alrededor de la una, con un par de minimochilas nos vamos a Reduno.
El pico lo conocemos pues ya lo ascendimos desde la Arista Sur de Cotielleta hace unos años, pero tenía la idea de hacerlo desde el Ibón de Armeña utilizando su arista nordeste.

Iniciamos el camino por la Normal de Cotiella.

Bajando desde el Collado del Ibón ya hemos visto que la arista tiene un resalte importante que echa por tierra los propósitos y no estamos por la labor de investigar su cara este por distante; así que, trabajaremos la vertiente noroeste.
El Ibón de Armeña es un idílico lugar rodeado de soberbios pinos negros sobre un inimaginable praderío en su orilla norte y pedrizas bajadas de los paredones de su orilla sur por las que no parece posible la salida a través de ellas.

Enseguida nos orientamos hacia la Noroeste de Reduno.

Consecuentemente, tomamos el camino que se orienta al oeste para introducirnos en el lapiaz, es el camino de la normal a Cotiella. Unos minutos después abandonamos el camino y nos orientamos al pico para atravesar el lapiaz en ascenso y en dirección casi sur. Lo hacemos transitando pequeñas campas de praderío entre afloraciones calizas que se irán haciendo cada vez más consistentes.

Dejamos Llenero y nos vamos hacia Riancés.

Hay un cordal de calizas claras que se opone a nuestro paso obligándonos a ganar altura que es algo que no nos interesa ya que suponemos que habrá que perderla tras el mismo; por lo tanto, ganamos altura poco a poco tratando de soslayar el crestón por el este hasta que ganamos la suficiente altura para escudriñar la cara noroeste del pico.

La pedrera del Corredor de la Arista Oeste de Reduno.

En ella localizamos una posible vía de ascenso que arrancando de la pedriza elude las paredes pero no termina de convencernos por lo que nos olvidamos el acceso directo y nos vamos a por su arista oeste en la que hemos localizado una posibilidad.

Casquete Somital Oeste de Reduno con permiso de las nieblas.

El cambio de planes, sobre la marcha, supone abandonar la Zona del Llenero  e introducirnos en laberinto kárstico de Riancés. A partir de aquí, tratando de faldear el crestón por el oeste, lo conseguiremos deambulando tres cuartos de hora orientados únicamente por una brecha en las paredes de la Arista Oeste de Reduno a la que llegan las pedrizas.
Las nieblas que juegan con la arista que limita el Circo de Armeña por el sur nos hacen el enorme favor de preservarnos del sol por lo que el lapiaz es menos lapiaz pero a pesar de ello respiramos cuando alcanzamos la base de la pedrera: del mal el menos.

Foto de Cima en Reduno. 

Son las dos y cuarto, estamos a 2450 metros de altitud y tenemos por delante un doble corredor muy tumbado por el que hemos de superar alrededor de 100 metros de desnivel. La parte inferior de calizas ocres medio asentadas se sube bien. De mitad para arriba los materiales se tornan más menudos e inestables y nos salva la presencia del crestón intermedio de calizas claras que, aunque muy descompuesto, se sube decentemente.

Descendiendo por la Arista Oeste de Reduno. 

En un cuarto de hora nos liquidamos el corredor y en otro cuarto de hora la alomada arista que se descuelga muy tendida al sur y que conocemos. Suavemente ascendente nos deposita en la Cima de Reduno situada a 2531 metros de altitud con permiso de las nieblas.

Bajando la Pedrera del Corredor de la Oeste de Reduno.

Desde la cima contemplamos todo nuestro recorrido para llegar hasta aquí puesto que las nieblas respetan el interior del Circo de Armeña. También comprobamos que la llegada al Collado de Cotiella guarda unos neveros meramente testimoniales que suponemos serán soslayables. Al sur las nieblas.

Enormes dimensiones del lapiaz.

Cinco minutos después nos volvemos por idéntico camino, a mí no me apetece meternos en algún marrón de ladera descompuesta tratando de localizar el acceso a la pedrera. A Juan le apetecía y de hecho se bajará el corredor al trote para hacer una diagonal muy alta y comprobar que la huella de la pedrera de la cara noroeste del pico parece algo más que de animales aunque no vea hitos.
Nosotros nos bajamos el corredor patinando tranquilamente, abandonamos la Zona de Riancés y nos introducimos en la de Llenero. Siempre al sur de la Depresión que no barranco ya que es imposible que corra el agua en un caos de depresiones de lomos y de simas como este.

Bajando al oeste del Corredor del Llenero.

Poco después nos juntamos y guiados por la depresión continuamos al nordeste hasta encontrar un corredor que relleno de pedrizas se abre paso bajo las paredes de Reduno, mientras que nosotros iniciamos descenso al norte del mismo por una larga rampa paralela que se inicia algo herbosa para poblarse paulatinamente de pinos y en la dirección que nos interesa.
Bajamos bastantes metros,  ahora con la preocupación que supone saber la presencia de las paredes para llegar al ibón pues hacia allí vamos ineludiblemente.

Encontramos el único corredor que rompe las paredes del Ibón de Armeña.

En un momento determinado alcanzamos la cabecera de las paredes y visualizamos el ibón un centenar de metros más abajo al menos. Sabemos que hacia el este no hay salida así que iniciamos un travesía bastante horizontal para recorrer la cabecera de las paredes hacia el oeste de tal forma que encontremos algún lugar donde al perder potencia nos permitan descolgarnos a las inmediaciones del refugio.

El Ibón de Armeña desde el oeste.

Pero no será necesario mucho faldeo pues enseguida alcanzamos la entrada a un pequeño corredor, creo que único, que permite descender fácilmente la pared y luego rodeando la base de las mismas volver al este para visualizar el ibón desde lo alto y así tener una perspectiva similar que la que se tiene cuando se llega desde Barbaruens.
Son las cuatro y cuarto y mi chica se arrea su baño campanillero en las Aguas de Armeña que, por cierto, están hechas un caldo. Yo me conformo con un buen remojón que se agradece.

Baño en el Ibón de Armeña.

Media hora después hemos de volver casi de llano por el fondo del alargado rellano lacustre vestido de fino praderío y de delicados bosquetes de pino negro en el que recogemos unas pocas setas que mi chica aliñará con la pasta a la carbonara que nos espera en el refugio al que llegamos sobre las cinco y cuarto.
Al final entre los 850 metros movidos en la tarde y la media jornada de la mañana nos hemos sacado un jornalico decente.

Saxifragas androsáceas en el Ibón de Armeña. 

Seguimos solos en el refugio, pero poco después comenzará a llegar gente: varios grupos con tiendas que dormirán fuera en una noche de sebo que no guardará ninguna relación con el patrón de norte que anunciaban y su descenso de temperaturas. Nosotros dormiremos en el primer altillo del refugio, hay sitio para más y un par de grupos lo harán en el segundo altillo que les parece más acogedor y que cuenta con un par de ventanas.

Llosal sin nieblas desde Armeña.

Cenamos como unos auténticos cochinos  destetados: la pasta con las setas y la carne empanada y alrededor de las diez nos empiltramos finiquitando nuestra aprovechada jornada en Cotiella que nos espera para mañana.


Otras actividades en la zona:  
Reduno, 28-8-11,
Cotielleta: 28-8-11,
Yali: 28-8-11,

5 jul 2020

36-20. PEÑAS HORARIAS DEL VALLE DE GISTAIN. 3-7-2020.


La Oeste de las Once desde la arista. 

Refugio de Lavasar, Ibón de Basa de la Mora, Cara Sur, Peña mediodía, Peña de las Once, Peña de las Diez, Collado del Ibón y Refugio de Armeña.
03-07-2020.
Salida 07 h. Llegada 12 h.
Mixto.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de las Once procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            A Cotiella vamos de higos a peras pues ya nos queda algo a desmano de carretera y con pistas de por medio. Esperaremos un par de días de buen tiempo y trataremos de aprovecharlos con permiso de las nieblas que acostumbran a ser titulares de la zona; además, Juanillo no ha estado nunca en Cotiella.

Iniciando la marcha desde Lavasar.

            El jueves 2 de Julio de 2020 nos vamos tranquilamente hasta Saravillo, tenemos algún problemilla con la máquina expendedora de tikets para la pista y tras catorce kilómetros de pista con un firme primorosamente alisado y mantenido nos llegamos al Refugio de Lavasar situado a 1928 metros de altitud.
           Estamos solos, cenamos y alrededor de las diez, con plásticos, esterillas y sacos nos empiltramos sobre el duro cemento del refugio que está bastante decente.


Ibón de Basa de la Mora.

            Tras una esperada y conocida noche de vueltas aunque muy aceptable nos levantamos a las seis y media para recoger y desayunar rápido de tal forma que a las siete estamos en marcha, en descenso suave y en dirección sudeste en busca del Ibón de Plan o de la Basa de la Mora. Hay veinte minutos de camino tranquilo.

Hacia las Paredes de las Peñas Horarias.

            Sobre el praderío del ibón acampan vacas claras con muchos terneros entre nutridos bosquecillos de pino negro. Hacemos las fotos de rigor en tan precioso lugar aunque con una luz que no me gusta gran cosa, contemplamos el Valle de la Ribereta custodiado por Peña La Una, las espléndidas paredes de Llosal, el Collado del Ibón que será nuestro objetivo y la cara oeste de la sierra hacia la que nos vamos a dirigir. Estamos a 1910 metros de altitud y la mañana es sencillamente espléndida.

Ladera hacia Peña del Mediodía.

            Hay que salir al nordeste y en suave ascenso en busca de las paredes. De por medio tenemos un precioso bosque de pino negro con sotobosque de enebro y el mejor modo de transitarlo es seguir el GR. que sale de la cubeta lacustre en busca del Collado del Ibón.
            Alcanzado un rellano de praderío,  en el que el camino balizado marcha al este, nosotros lo abandonamos para entrar de frente a las paredes por donde mejor nos parece ya que se trata de una ladera amplia y medianamente inclinada con sobrados tramos limpios de vegetación arbórea.

El Valle de Gistaín desde Mediodía.

            Ascendemos un tramo de la ladera con asentamiento de praderío claro, alcanzamos un pequeño rellano en el que el pinar se queda y afrontamos el pedregal que constituye la cara oeste de la sierra buscando los tramos más estables para remontar lo más cómodamente posible.
            En la parte alta aparecen calizas más claras y algo de roca madre que facilita bastante el ascenso aunque todo anda bastante suelto y con la tranquilidad que da un ascenso cómodo y corto a pesar de que llevamos cumplidas mochilas, alcanzamos la arista sobre los 1450 metros de altitud, saliendo al sol de una mañana sublime.

Avanzando por la arista hacia Peña de las Once,

            Dejamos las mochilas y avanzando prácticamente de llano al oeste por una loma sin accidentes alcanzamos el Vértice Geodésico de la Peña Mediodía situado a  2426 metros de altitud desde donde contemplamos los pueblos y el Valle de Gistaín además de un skyline amplio y delicado aunque un tanto remoto en el que aparece la Partacua, Ordesa, Robiñera, la Munia, Neouvielle, Suelza, Machimala, Posets y Maladeta. Son las nueve menos cuarto.

La Una, Puntos Royos, Litas y el Ibón de Basa de la Mora desde las Once.

            Unos minutos después, desandamos camino, recuperamos las mochilas y ascendiendo suavemente en medio de un jardín de flores de nieve alcanzamos la Peña de las Doce o Mediodía situada a 2465 metros de altitud. La arista es de andar y proseguimos tras contemplar allá abajo, desperezándose el Ibón de Plan o Basa de la Mora.
            La arista desciende unos metros suavemente, atraviesa algún insignificante puntón siempre muy suave hacia el sur y con paredes al norte para iniciar el ascenso a la espléndida, desde aquí, aguja de la Peña de las Once.

Llegando a la Cima de las Once.

            La arista no tiene ninguna complicación en ningún momento, se asciende directamente por el filo en el que hay caminillos pero nosotros, ya muy arriba, la faldeamos por el sur siguiendo un cómodo camino bastante plano y alcanzada su arista este, dejamos las mochilas y la remontamos sin peso a la espalda
            La arista que no es erguida en modo alguno nos permite, cómodamente alcanzar la Cima de la Peña de las Once situada a 2651 metros de altitud cuando son alrededor de las diez. Las nieblas juguetean en el Circo de Armeña.

Foto de Cima en las Once con Mediodía detrás.

            Descendemos por el mismo camino en busca de las mochilas  y proseguimos al este hacia la Peña de las Diez para alcanzarla enseguida, situada a 2568 metros de altitud. Está en la vertical al norte del Collado del Ibón  y allí nos sentamos a echar un bocado.

Dejando atrás las Once.

            Las nieblas nos propician imágenes espectaculares de la zona aunque nos privan de la contemplación de un paisaje nítido y dilatado, no suponiendo nunca ninguna dificultad añadida pues conocemos la zona suficientemente.


Peña de las Diez. 

            Media hora después, todavía nos alargaremos más al este en busca de una cota ópticamente más elevada pero que no lo es  y en vistas de que las nieblas no nos van a dar más juego visual, volvemos a por las mochilas e iniciamos el descenso al Collado del Ibón tras charlar con una familia que va de excursión montañera.

Bajando al Collado del Ibón.

            El descenso lo hacemos un poco en la vertiente este del collado, la vez anterior lo hicimos más directos, sabiendo que en las inmediaciones del collado aparecen paredes llenas de torreones que son salvables por corredores algo descompuestos pero fáciles.

Las Paredes de las peña de las Diez desde el Collado del Ibón.

            Enseguida alcanzamos un camino en la pedriza que nos bajará sin ninguna complicación y al este de las paredes para alcanzar cómodamente el Collado del Ibón situado a 2355 metros de altitud. Van a ser las once.
            Nos despedimos del Circo de Basa de la Mora y nos introducimos en el de Armeña iniciando el descenso al sudeste y siguiendo las balizas del GR. que pasa por el Refugio de Armeña que es nuestro objetivo.

Bajando hacia el Refugio de Armeña.

Las nieblas se van aclarando poco a poco a la vez que se elevan para arrullar las alturas mientras que nosotros vamos para abajo, fundamentalmente al sur buscando retazos de praderío que se alternan con tramos de pedreras calizas bajadas de Llosal.

Hacia el Collado del Ibón desde Armeña.

Cruzamos una parte del pedregal y por un dorso herboso continuamos descenso contemplando ya el Refugio de Armeña asentado en un rellano de praderío junto al recién nacido Barranco de Bilsé a 1853 metros de altitud.

Refugio de Armeña. 

Son las doce de la mañana cuando entramos en el refugio. No hay nadie y aquí nos vamos a quedar tras una jornada matinal en la que hemos subido alrededor de 750 metros y bajado poco más de 800.

Para ver la Continuación.
             
          Otras actividades en la zona: 
Once, peña de las, 4-6-00,
Litas, punta: 15-9-07,
Llosal: 18-7-06,