18 jul 1998

11-98. AGUJA D’USSEL. 18-7-1998.

La Sur de la Aguja de Ussel. 13-7-05.

Torre de Costerillou y Arista oeste. Descenso al Refugio de Piedrafita y Collado de la Piedra de San Martín.
18-07-1998.

Salida 15 h. Llegada 12 h.

2 d.

3 p.

Difícil.

Ascensión.

 Miguel Lanaspa, Juan Castejón y Mariano Javierre


Mapa de la Aguja de Ussel procedente de Prames. Vía en amarillo.


            El día 18 de Julio de 1998 que ha sido espléndido y fundamentalmente soleado se convierte en ventoso, se va nublando poco a poco y nos regala unas “bolisnas” de nieve seca que nos hacen recelar y, lo que es más, amenazan el futuro de nuestro vivac siguiente, la temperatura ha bajado algo y el tiempo no está demasiado seguro. Son las cuatro pasadas.

            Poco más adelante la arista se afila, es un tramo horizontal de unos 50 metros  que es de obligado vadeo por el flanco norte.

            Yo he visto una vira transitada que baja de la Aguja d’Ussel y que se ahonda  en diagonal hacia el Glaciar de las Neous, para eso tengo buena vista. Parece ser que se trata, las huellas en el glaciar lo confirman, de una vía fácil para acceder o abandonar la arista.

En la Cima de la Aguja de Ussel. 18-7-98.

            Hay que ir a por ella en una delicada travesía ligeramente en descenso por un terreno absolutamente vertical que resulta ciertamente complicado. Miguel va cansado, su espalda le molesta más de lo previsto; yo estoy harto, más que cansado, de la escalada y solamente Juan  parece disfrutar plenamente y no da muestras de cansancio. Como sale poco al monte y es de plástico disfruta como un niño.

            Hemos decidido un poco tarde tomar la vira y el descenso de la pared a su encuentro es un destrepe delicado, sobre todo en la laja inicial, más propia para un rápel que otra cosa.

            Nieva de nuevo y cada vez tenemos más claro que esta noche no vamos a poder vivaquear dadas las condiciones meteorológicas y nuestra precaria situación material. Cuando llego a la reunión con Miguel, la tapeta de su mochila está mojada. Juan que aguanta arriba el último sufre los furiosos embates del viento que en determinados momentos y lugares son ya importantes.

 La Cresta del Diablo que nos siguen esperando. 13-7-05.

            El último largo de cuerda, ya en ascenso por el flanco norte es fácil aunque no bajará del IIIº, pero Miguel tiene ganas de “juerga” con un bloque empotrado que al final terminará contorneando  por la izquierda después de probar su escalada directa.

            Son las cinco y estamos en la cima de la Aguja d’Ussel a 3023 metros de altitud. Hacemos una  foto con trípode de fortuna para mi cámara en el tercer tresmil del día.

            La Brecha de las Neous anterior al Pico Solano queda muy lejos, por medio quedan el Pico Central, la Punta de la Defaite y la Punta Durand además de lo que seguro que irá saliendo. Yo lo tengo claro, y a pesar de que soy el poseedor del menor voto de calidad les propongo a mis socios dejar la cresta utilizando la vira transitada del flanco norte que nace aquí en esta cima y que se prolonga hacia abajo hasta alcanzar una terraza herbosa primero y otra rocosa después poco más abajo.

Aguja de Ussel desde Vuelta Barrada.

            La continuación hasta el glaciar no debe ser otra cosa que un largo rápel sobre roca pulida por el glaciar de las Neous. Ya metidos en el glaciar, aunque sea con el piolet y un martillo piolet que llevamos, si es preciso, nos tallamos huellas en el caso de que el hielo este duro en el principio empinado del mismo; aunque supongo que hasta allí han de llegar las huellas que se ven en el glaciar.

            Dicho esto, me callaré pues todos somos sabedores de nuestra situación y de que si queremos abandonar la arista hay que hacerlo ahora pues es aquí la zona en la que la pared norte tiene menos potencia, luego el glaciar se ahonda rápidamente y sería mucho más complicado…

Frondiellas Norte, Anónimo y Brecha de Latour vertiente  este. 13-7-05.

            Pero no va a ser así, Miguel sueña con terminar la Arista de Costerillou aunque para ello se nos haga tardísimo, le da miedo caminar aunque desde las campas donde aconsejan el vivac, bajo el Pico Solano, quede un chorizo similar que desde aquí hasta un próximo refugio que puede ser el de Ladormeur. Por tanto iniciamos el descenso de la Aguja d’Ussel y aunque las dificultades no son importantes terminamos por rapelar hasta la Brecha Este, mejor dicho, unos metros más debajo de la misma en un descompuesto corredor que baja hacia el sur, ya que de la misma brecha no hay continuidad medio decente.

            Mediante una fuerte grieta horizontal en el flanco sur empezamos a contornear el gendarme para luego acceder a la arista que mis socios perjuran ya fácil. Pero cuando llegamos a la reunión, Miguel está muy cansado, le proponemos bajarnos de la arista por el corredor que acabamos de abandonar y marcharnos a dormir al Refugio de Piedrafita, lo que acepta de inmediato queriéndose convencer de que habrá poco que caminar.

Aguja de Ussel desde la Brecha de Latour. 13-7-05.

            Rapela  un corredor que para nada precisa de la cuerda y que Juan y yo bajamos tranquilamente a mano, luego descendemos algo así como unos 100 metros hasta que alcanzamos la roca pulida por él, ya extinto, Glaciar de Latour,  montará de nuevo otro rápel mientras que nosotros dos nos bajamos  destrepando tranquilamente.

            En la pedrera nos paramos para comer y beber un poco,  los tres lo necesitamos y especialmente Miguel. Desde que hemos dicho de abandonar la arista, se me ha ido la presión y estoy de cine: ¡Joderse con la cabeza! Son las siete de la tarde, nos hemos desmontado en una hora.

Ibón de Sercluserre.

             Antes de las siete y media estamos en marcha hacia al Refugio de Piedrafita, vamos dejando atrás la Arista de Costerillou convertida en una tontería, entre especulaciones acerca de que “lo que nos quedaba era ya muy fácil”, que “era muy llano ya”, lo de siempre desde aquí.

            Siguiendo tranquilamente el camino en dirección sur y barranco abajo nos llegamos al Refugio de Piedrafita cuando van a ser las nueve.

Bajando de la Brecha de Latour con la Cresta del Diablo. 19-8-87.

            En el refugio, que está lleno, nos dicen que ya nos dirán algo a las diez. Cenemos con gana y nos hartamos de agua, la pérdida de líquidos ha sido importante.

            A las diez nos dan una cama y dos aislantes para pasillo. Le adjudicamos a Miguel la cama y nosotros nos empiltramos en el pasillo bajo las escaleras.

            Cuando nos despertamos el pasillo ha tenido más clientela: está Miguel con la colchoneta y una chavala. Por lo visto había un potente roncador en la habitación y han decidido salirse en lugar de meterle un calcetín en los morros. Ha sido un suspiro desde las diez y diez a las siete y media, hora a la que amanecemos al  domingo 19 de Julio, día previsto para la Arista del Diablo pero que no será así, se quedará para mejor ocasión.

Frondiellas, Balitus Torre de Costerillou y Aguja de Ussel desde Llena de Cantal. 10-9-04.

            Desayunamos, pagamos 550 pesetas pues solo nos cobran a uno, charlamos con Toni que nos recuerda lo de reservar por teléfono, pero le decimos entre bromas que no teníamos cobertura desde la Arista de Costerillou; y a las ocho y media, poco a poco, nos vamos en busca del Collado de la Piedra de San Martín, por camino conocido y transitado, a través de Campoplano colonizado a tope por más de 50 tiendas de campaña.

            El collado tiene un fácil acceso, hemos salido de los 2146 metros del refugio y  en dirección  primero este y luego casi norte lo pasamos a 2295 metros comprobando que la bajada del Pico Cristales se puede hacer casi por cualquier parte. Son las nueve y media.

            La continuación es un largo valle en dirección norte  que va dejando a nuestra izquierda todo el macizo de Balaitús, los Ibones de Remoulins junto al camino,  el Refugio de Ladormeur o de Balaitus, un tanto elevado al oeste a 1917 metros de altitud hasta que alcanzamos de nuevo la Cabaña Doumblas a 1563 metros y con ella retomamos el camino que hicimos al subir.

            Unos metros más adelante, en el Lago de Suyen nos paramos a remojar los “pinreles”, Miguel baja muy castigado con los pies de gato y el día ya ha entrado en calores definitivamente.

            A continuación el bosque y el aparcamiento con el coche cuando el reloj canta las doce. Han sido 2000 metros movidos pero no solamente eso, el tema lo recordaré durante bastante tiempo, la montaña no se me olvida fácilmente, y esta menos todavía.

            Juan todavía volverá hasta el Lago Suyen pues se ha dejado los calcetines mientras tomamos unas Heineken que habíamos dejado a refrescar cuando subíamos. Luego el coche, una cicloturista  en los puertos de Soulor y Aubisque, y a las tres, al fin, en Sabi.

10-98. TORRE DE COSTERILLOU. 18-7-1998.

Detalle de la Torre de Costerillou. 13-7-05.

Cima de Balaitus y Arista oeste.

18-07-1998.

Salida 13 h. Llegada 15 h.
Sol.
Difícil.

1 d.

3 p.

Ascensión.

Miguel Lanaspa, Juan Castejón y Mariano Javierre.


Croquis de Juan Buysé.

            Es la una del mediodía, un 18 de Julio como otro cualquiera pero estamos en 1998.

            Desde la Cima de Balaitus se ve lo que todos sabéis pero no recuerdo ver gran cosa, si bien es cierto que no le dedicamos gran cosa y  en cinco minutos nos despedimos de la cima para irnos en dirección  este por la amplia y plana meseta pedregosa hacia la Arista de Costerillou.

            El inicio de la arista se presenta pronto. Atravesamos un neverillo residual de los que van de cine para vivaquear e inmediatamente comenzamos a perder altura ya en la arista que en principio es de bloques fáciles.

Torre de Costerillou y Aguja de Ussel vertiente sur. 13-7-05.

            Se trata de un destrepe fácil por bloques de granito de importantes proporciones que pasamos fácilmente y en ensamble, bien por el filo o ligeramente al sur buscando pasos sencillos que permitan abreviar. Nos deposita en la Brecha Oeste de la Torre de Costerillou, aunque la llegada resulta un tanto delicada pues hay que pasar un tramo por el flanco norte que aseguramos.

            La escalada de la Torre se inicia desde aquí por la parte izquierda para pasar de nuevo unos tramos delicados en la  parte norte donde hay unas lajas de mucho cuidado.

            Luego viene una fisura difícil, se trata de un paso de IVº que superamos  alcanzando una terraza franca. Después, por bloques fáciles, superamos un corto tramo que nos deposita en la cima de la Torre de Costerillou o George Cadier.

La Arista hacia la Torre de Costerillou.

            Son las dos y media y estamos a  3049 metros de altitud.

            La Torre de Costerillou o también llamada Torre Cadier es, desde la vertiente de Piedrafita, un monolito extraplomado entre dos profundas brechas. Se trata de uno de los tresmiles más difíciles del Pirineo y que, por supuesto, jamás pensaba en hacer; pero aquí estamos y habrá que continuar.

            La cima del Balaitus se va quedando al oeste pero sin prisas, el cielo se va arañando aunque sigue aportando una jornada extraordinaria para deambular por estos andurriales.

            La arista es delicada y cortada por paredones verticales a ambos lados que nos confieren una inequívoca sensación  de vacío y verticalidad. Estoy convencido de que no es algo para mí. Se trata de un paraíso para escaladores, y eso no es lo mío. Voy excesivamente presionado por variadas circunstancias, pero especialmente por ésta, y ciertamente mi disfrute resulta extraordinariamente limitado.
Detalle de la Arista Este de Costerillou.

            Hacemos alguna foto y proseguimos.

            Ahora toca para abajo y lo hacemos por unos bloques fáciles orientados un poco al sur, pero se trata de un puro espejismo. Inmediatamente la arista se pone severa y para alcanzar la brecha este, llamada Brecha de Arc-Boutante, hemos de hacer un rápel de una treintena de metros.

Frondiellas, Anónimo, Balaitus y la Torre desde Cristales. 21-7-04.

            La continuación  para adelante no es muy difícil, pero por el contrario es complicada y se hará muy larga.  Como resumen general se puede decir que tan pronto estás en el filo de la arista como en cualquiera de los dos flancos, fundamentalmente los descensos se hacen sobre el flanco sur y la recuperación de la arista por corredores, ello permite salvar innumerables dientes de una sierra interminable. El flanco norte es más delicado y con relativa frecuencia se ha de transitar por allí. Lo que parece a lo lejos un simple bloque se convierte  en un gendarme que se opone al tránsito. Esta arista no regala nada, has de ganártela toda.

Aquí tienes la Continuación.

9-98. BALAITUS POR LA AGUJA DE LAMATHE. 18-7-1998.

Balaitus con la Aguja Lamathe desde Pallás.29-9-00.

Arista norte y Aguja Lamathe.
18-07-1998.

Salida 14 h. Llegada 12 h.

2 d.

3 p.

Muy difícil.

Ascensión.

Miguel Lanaspa, Juan Castejón y Mariano Javierre.
           
Mapa de Balaitus procedente de Prames. Vía en amarillo.


            Al tresmil más occidental y fronterizo de los Pirineos, los franceses suelen subir o por el Glaciar de las Neous o por la Gran Diagonal. Los españoles que descubriríamos posteriormente la Gran Diagonal subían tradicionalmente por la Brecha de Latour.

            Algún que otro episodio se suele guardar de esta vía pero, quizás el más novedoso sea la aparición de un par de bloques empotrados de categoría, si se va con la temporada muy avanzada y la nieve ha desaparecido del corredor; las clavijas están ahorcadas allá arriba y… los bloques empotrados se las traen si no estás dispuesto a hacer pasos de hombros. Aunque siempre queda la alternativa de una vía fácil que arranca en el espolón de la derecha del corredor  y paralelamente al mismo se eleva por la pared nordeste del Anónimo hasta alcanzar unos metros por encima del bloque empotrado y destrepar fácilmente al mismo, pero eso hay que saberlo.

            Llevaba Miguel  años  detrás de llevarme a Arista del Diablo. Recuerdo que el año 94, en el fin de semana anterior a la travesía  La Sarra–Panticosa que hice con mis alumnos de séptimo, nos lo impidió el mal tiempo reinante. Posteriormente se había comentado repetidamente y por una cosa u otra, allí quedaba pendiente.

            Estamos en el 98 y viene a visitarme a casa a raíz del desafortunado afaire de Junio…    

            -Nos iremos al monte para que te distraigas.

Algunos de los Señores del Circo de Piedrafita. 24-12-08.

            Yo se lo dije a Juan que no dijo nada. Luego añadiría que “eso es fuerte” y  acordamos marchar el viernes 17 de Julio.

            En el fondo había una poderosa razón que me impulsaba a hacer la actividad: había dos tresmiles que de ninguna manera había soñado con hacerlos. Esta era  una oportunidad pintiparada para hacerlos; todo lo demás estaba en contra, me decía claramente que no debía embarcarme en tamaño “despropósito.” Yo no estaba en forma, el año 98 no había destacado, hasta la fecha, por  la actividad, la escalada no era lo mío, me daban algo más que respeto esas aristas; Miguel   más bien no estaba en las mejores condiciones físicas para meterse en ese tajo, pero necesitaba  escalar, tenía unos días de permiso  no tenía nada mejor que hacer, y habían anunciado tres días de buen tiempo. Así que...

            Creía que iniciaríamos la actividad en la Brecha de los Sarrios y me llevé la primera sorpresa cuando dijo que había que ir por Francia, que la actividad se iniciaba con la Aguja Lamathe y que era lo más difícil, que luego la cosa era más sencilla.

Refugio de Larribet.

            Iríamos a dormir más arriba del Refugio de Larribet y al día siguiente a unas campas cerca del Pico Solano. El tema estaba clarísimo, teníamos que ir al mínimo de peso para poder ir ligeros, y consecuentemente no llevaríamos saco de dormir, vivaquearíamos a pelo.

            Salimos de Sabi y en dos horas nos llegamos hasta Arrens.  De allí para arriba, por una carretera que me sonaba vagamente, pasamos el Barrage du Tech y poco después de atravesar bajo un teleférico que también me suena, llegamos al aparcamiento atestado y situado a 1470 metros de altitud cuando son las dos menos cuarto.

            Comemos una vez confirmado que estamos en el lugar adecuado y sabemos ya nuestra ruta.

            Repartimos peso, hacemos las mochilas y entonces me doy cuenta de que he olvidado la cazuela para calentar y deshacer nieve. Menudo contratiempo. ¡Cómo vamos a marchar así!

            Decidimos volver hasta Arrens a comprar algo que nos sirva al efecto. Se nos llevará una hora pero... Con lo bien que nos iría una lata.

            Y pensando en ello ya carretera para abajo, paramos junto a una casa pastoril a ver si tienen alguna lata de conserva vacía que nos pueda sacar del “empantullo”, y efectivamente así sucede. Nos dice la señora, después de explicarle nuestro problema, que la había abierto por la mañana. Nos la da y salimos para arriba agradecidísimos. Cogerán tres vasos largos, mejor imposible.

Lacs de Batcrabere desde la arista fronteriza. 14-7-05.

            Son las dos y media cuando iniciamos la marcha. Lo hacemos en dirección sur  por un trilladísimo camino  que conduce a  través de un bosque mixto en el que predomina el abeto blanco al Ibón  de Suyén, situado a 1526 metros de altitud.

            Lo dejamos a nuestra derecha y atravesando el rellano lacustre  nos acercamos a la Cabaña Doumblás para atravesar el Barranco d’Arrens y proseguir hacia el oeste en ascenso por el barranco desagüe de los Ibones de Batcrabere.

            Miguel con sus botas de plástico y los pies de gato dentro va mal. En el Ibón de Suyén se las quita y decide subir con los pies de gato.  Yo subo bien pues no llevamos demasiado peso, son dos horas hasta el refugio y no llevamos excesivo ritmo. Pero a pesar de todo, nada más pasar la Cabaña Doumblás, en el repecho me quedo, estoy cansado y no sé de qué. Bueno, si lo sé pero...

            El Refugio de Larribet está situado a 2060 metros de altitud. El camino para llegar hasta allí  se va orientando ligeramente al sur y ganando altura de forma prudencial pero para mí resulta un martirio. Los socios me esperan  y a pesar de ello no subo.

Cara Oeste de la Aguja Lamathe. 14-7-05.

            Próximos al refugio paramos a beber agua y a descansar. Estoy tan agotado que prefiero recostarme sobre la mochila  antes que beber.

            Llegamos al refugio a las cuatro y cinco. Me recuesto en la hierba y creo que me echo hasta un sueñecillo. No serán más de diez minutos pero me van bien. Luego bebo y como un poco,  y a las cuatro y media decidimos proseguir para arriba para vivaquear cerca de la pared. Yo para entonces ya he pensado en subirme hasta el Balaitus por la vía normal y juntarme con los socios en la cima, pues con estos temples no creo que esté para otras historias.

            Siempre ya en dirección sur  continuamos junto al barranco al encuentro de los Ibones de Batcrabere a los que llegamos poco después pues están situados muy cerca y a una altitud de 2180 metros.

            Llevamos a nuestra izquierda la Cresta de la Garenere y de ella  hacia  el oeste  parte un contrafuerte que identificamos como la Aguja Lamathe, la roca clara de los desprendimientos de su parte superior no ofrecen duda. Yo parece que subo mejor. Echamos otro trago de agua en el ibón  mientras confirmamos la situación y virando al este iniciamos el ascenso por la pedrera granítica al encuentro de la base de la aguja.
La Entrada a la Arista Lamathe.

            Se trata de un pequeño circo  orientado al oeste y vestido de neveros residuales que bajan de  la cara norte de la aguja y que tiene un escalón rocoso pulido por el glaciar. Lo subimos por medio y de nuevo me siento cansado tan pronto como entro al esfuerzo.

            Subimos la pedrera y dejando el nevero a nuestra derecha nos vamos a una zona inclinada pero muy soleada y abrigada frente a la base de la aguja. Nos tendremos que practicar terrazas en la grava para dormir pero podemos estar bastante bien.

            Estamos sobre los 2500 metros de altitud. Son las seis y cinco.  Allí está la Aguja Lamathe con sus dos gendarmes y las manchas claras de los desprendimientos. Juan se va a ver la entrada por  el glaciar con la intención de hacer huella ya que no hemos traído ni piolets ni crampones, y por la mañana  no será posible ganar la roca  si no hay buena huella. Miguel y yo cruzamos el nevero  en busca de un rellano  sobre una fuerte escorrentía y allí encontramos unas manchas de pratenses en las que vivaquean los que van a hacer esta vía. No podía ser de otra manera.

            Volvemos sobre nuestros pasos en busca de las mochilas. Yo traeré también la de Juan. Nos instalamos  mientras esperamos que baje Juan que lo hará ya directamente a  donde vamos a vivaquear.

             La tarde está deliciosamente soleada. Charlamos al sol. Nos dice Juan que no había huellas, lo que es normal, ya que los crampones por la mañana no le harán ni siquiera cosquillas al glaciar. Poco después cenamos tranquilamente, no tenemos nada mejor que hacer.

Brecha de los Sarrios coronando la Gran Diagonal. 14-7-05.

            Se va el sol y baja la temperatura un poco. Llegan a comer un rebaño de ovejas pero se detienen poco, está ocupada su habitual majada.

            Son las nueve cuando nos acostamos. Las cuerdas servirán de cebecera. Toda la ropa que llevamos nos la hemos puesto, las mochilas descargadas nos servirán para colchón y de aislante de la humedad de la hierba. Yo me rebozo con una manta aluminizada junto al vivac  y Juan y Miguel se cubren con un plástico que lleva Juan colocándose juntos dentro del abrigo de piedras.

            Me dirán que enseguida me dormí. Estaba cansado, preocupado y con ganas de que pasara la noche que siendo buena  no pasaría de ser una maña noche en estas condiciones.

            Y así fue. Se hizo fresco a pesar de todo, la noche resultó larga. Dormimos a tramos y ya casi de madrugada  una tenue brisa que se levantó nos trajo frío y acabando con  los sueños nos metió en vueltas y más vueltas que nos llevaron con todas las ganas del mundo a las cinco de la mañana. Se acabaron los chasquidos de mi manta alumnizada y de su plástico, rígidos por el frío de la noche y fue una pena que la mochila de Miguel no hubiera sido más larga ya que la utilizó a modo de saco de dormir pero le quedaba un pelín corta.

Las dimensiones de la Gran Diagonal. 14-7-05.

            Desayunamos  un poco tras hacernos la leche en la lata, lo enmochilamos todo y a las cinco y media empezamos a caminar el día 18 de Julio. En veinte minutos, pedrera arriba, nos llegamos hasta la base del nevero que defiende la entrada a la pared ascendiendo cerca de 200 metros. El nevero está cristalino.         

            Serán cerca de 50 metros bastante empinados que subimos como podemos: yo con una piedra en cada mano y utilizando las pobres huellas que había hecho Juan la tarde anterior. Bueno, pasamos y nos encaramamos a la roca en dirección oeste por unos tramos fáciles de repisas y viras que nos han de permitir, según nuestros cálculos, alcanzar la arista en la brecha de separación de los dos gendarmes.

            El material está bastante suelto pero trepamos bien. Serán algo más de 50 metros los que, sin complicaciones, nos llevan a la brecha en flanqueo.

            Nos encordamos sobre la amplia terraza una vez que hemos alcanzado el filo de la arista  y empezamos la pared. Llevamos dos cuerdas una de 50 y la otra de 60 metros con lo que los largos serán cumplidos. Aseguramos a Miguel que irá de primero.

Una más de la Aguja Lamathe. 14-7-05.

            El primer largo que será de IIIº es fácil, son una serie de lajas, pequeños diedros, chimeneas  y grietas que se pasan bien. La reunión es buena y nosotros dos subimos en ensamble abreviando pues el granito lo permite.

            El largo siguiente tiene  un paso de cuarto en un bloque un tanto atlético y aéreo que se completa con un largo diedro bastante fácil del que se sale por la izquierda y que nos deposita en una terraza bajo los desprendimientos. Lo pasamos con seguro.

            La dificultad ha ido creciendo y el tercer largo se ve peleón. Sabemos que es la dificultad más importante de la vía. La referencia es inequívoca: hay que pasar por allí.

            Los desprendimientos han dejado una laja lisa y vertical cuya parte más severa tendrá unos 10 metros con una grieta en medio, bastante vertical en la que hay que empitonar y asegurar. Yo lo veo mejor, para mí, por  la parte derecha de la laja, pero por allí no se puede asegurar.

 Sube Miguel, va con pies de gato y monta la reunión en la cima, nosotros vamos detrás.

Salida final de la Gran Diagonal en la Brecha de los Sarrios. 14-7-05.

            Mi mayor dificultas estará en  sacar la cuerda de los mosquetones para poder progresar asegurado. Me cuesta un imperio izarme hasta mitad de la pared y liberar mi cuerda. Es un paso de Vº, evidentemente superior a mí capacitación de penitente trepador, que hago utilizando las cuerdas.  Luego me voy a mi derecha y en el final de la laja, donde me gustaba desde abajo, contemplaré tranquilamente como suda Juan para sacar la clavija con un paso largamente atlético.

            Para mí, el paso es de adrenalina.  El resto del largo  es de IVº y con ello se alcanza un hueco que remata la dificultad, luego viene un tramo muy empinado con una larga fisura de la que se sale  por la derecha y tiene la virtud de depositarnos en la cima de la Aguja Lamathe situada a 2937 metros de altitud cuando son las nueve de la mañana.

            Nos estiramos, nos relajamos un poco y no le concedemos ni tan siquiera una fotografía, pues lo que viene frente a nosotros es, para mí, una sorpresa: “Un  paretazo de cojones.” Y yo que pensaba que a partir de aquí se continuaría con alguna que otra trepada para alcanzar la cima del Balaitus al estilo de la Gran Diagonal.

            Bajar a la Brecha Lamathe es un rápel de 50 metros  que aunque no me gusta, no me preocupa demasiado,  algo más me preocupa la pared de enfrente que es la que tenemos que subir a continuación. ¡Pero quién me habrá mandado meterme en este cirio!

            Es un descenso no difícil pero expuesto en el que los primeros metros son los más delicados.  Rapelando no hay ningún problema para alcanzar la estrecha Brecha Sur de la Aguja Lamathe.

Aguja Lamathe y Arista al Balaitus hasta la Brecha de los Sarrios. 14-7-05.

            La continuación  en ascenso hacia la cima del Balaitus va a resultar entretenida por no decir larga. Van a ser seis largos de cuerda de IIIº en los que puntualmente van apareciendo algunas  cosillas  de IVº.

            El primer largo tiene una roca regular y hay que andarse con cuidado, sobre todo en el muro de salida, luego por la arista se va ya mejor.

            Después viene un largo más fácil que nos deposita en otro muro.  El granito es bueno   y se escala bien.

            Los  tres siguientes  largos  son  una continuación del anterior y nos deposita frente a una fisura  larga y bastante vertical que remata en una plataforma. Se trata, a mi  juicio del paso más delicado de este tramo de arista.

            El sexto largo es fundamentalmente una travesía hacia  nuestra derecha  que nos permite alcanzar  la Brecha de los Sarrios, que es exactamente el lugar en el que yo creía que íbamos a comenzar la escalada.

            Echamos un trago, comemos un poco y sin perder tiempo nos vamos hacia los descompuestos corredores de nuestra derecha que son parte de la vía normal desde el Refugio de Larribet al Balaitus: la parte superior de la Gran Diagonal

Frondiellas desde Balaitus.

            Hemos salido al sol y ya, a buen ritmo, trepando tranquilamente y en ensamble subimos los últimos metros que nos depositan de nuevo en la corta arista que muere en la cima del Balaitus a 3144 metros de altitud.

Cuánto tiempo estará esta porquería en la Cima de Balaitus.

            Son las doce de la mañana, hemos invertido tres horas en la Aguja Lamathe y otras tres  hasta aquí. Dicen que el ritmo es flojo pero yo he estado bastante entretenido.

Otra Cima del Balaitus. 27-9-87.

            No he reconocido el camino que trajimos con mi chica la vez anterior que subimos  al Balaitus. De cualquier manera no es fácil reconocerlo, pues se trata de un conjunto de corredores más o menos paralelos y similares. La Gran Diagonal no es una vía de camino único, tiene diversas alternativas en cualquiera de las partes de la misma.

La Norte de la Torre de Costerillou y de la Aguja de Ussel desde Balaitus. 13-7-05.

            La cima del Balaitus me llena de recuerdos. Tiene algo especial para mí: he subido por la Gran Diagonal, por la Brecha de Latour y ahora por la arrogante Aguja Lamathe. Luego subiría de propio a vivaquear en la cima  y a disfrutar. Es mi romance particular con el Balaitus.

Puedes ver la Continuación.