La Sur de la Aguja de Ussel. 13-7-05.
Torre de Costerillou y Arista oeste. Descenso al Refugio de Piedrafita y Collado de la Piedra de San Martín.
18-07-1998.
Salida 15 h. Llegada 12 h.
2 d.
3 p.
Difícil.
Ascensión.
Miguel Lanaspa, Juan Castejón y Mariano Javierre
Mapa de la Aguja de Ussel procedente de Prames. Vía en amarillo.
El día 18
de Julio de 1998 que ha sido espléndido y fundamentalmente soleado se convierte
en ventoso, se va nublando poco a poco y nos regala unas “bolisnas” de nieve
seca que nos hacen recelar y, lo que es más, amenazan el futuro de nuestro
vivac siguiente, la temperatura ha bajado algo y el tiempo no está demasiado
seguro. Son las cuatro pasadas.
Poco más
adelante la arista se afila, es un tramo horizontal de unos 50 metros que es de obligado vadeo por el flanco norte.
Yo he
visto una vira transitada que baja de la Aguja d’Ussel y que se ahonda en diagonal hacia el Glaciar de las Neous,
para eso tengo buena vista. Parece ser que se trata, las huellas en el glaciar
lo confirman, de una vía fácil para acceder o abandonar la arista.
En la Cima de la Aguja de Ussel. 18-7-98.
Hay que
ir a por ella en una delicada travesía ligeramente en descenso por un terreno
absolutamente vertical que resulta ciertamente complicado. Miguel va cansado, su
espalda le molesta más de lo previsto; yo estoy harto, más que cansado, de la
escalada y solamente Juan parece
disfrutar plenamente y no da muestras de cansancio. Como sale poco al monte y
es de plástico disfruta como un niño.
Hemos
decidido un poco tarde tomar la vira y el descenso de la pared a su encuentro
es un destrepe delicado, sobre todo en la laja inicial, más propia para un
rápel que otra cosa.
Nieva de
nuevo y cada vez tenemos más claro que esta noche no vamos a poder vivaquear
dadas las condiciones meteorológicas y nuestra precaria situación material.
Cuando llego a la reunión con Miguel, la tapeta de su mochila está mojada. Juan
que aguanta arriba el último sufre los furiosos embates del viento que en
determinados momentos y lugares son ya importantes.
La Cresta del Diablo que nos siguen esperando. 13-7-05.
El último
largo de cuerda, ya en ascenso por el flanco norte es fácil aunque no bajará
del IIIº, pero Miguel tiene ganas de “juerga” con un bloque empotrado que al
final terminará contorneando por la
izquierda después de probar su escalada directa.
Son las
cinco y estamos en la cima de la
Aguja d’Ussel a 3023 metros de altitud. Hacemos una foto con trípode de fortuna para mi cámara en
el tercer tresmil del día.
Aguja de Ussel desde Vuelta Barrada.
La continuación hasta el glaciar no
debe ser otra cosa que un largo rápel sobre roca pulida por el glaciar de las
Neous. Ya metidos en el glaciar, aunque sea con el piolet y un martillo piolet
que llevamos, si es preciso, nos tallamos huellas en el caso de que el hielo
este duro en el principio empinado del mismo; aunque supongo que hasta allí han
de llegar las huellas que se ven en el glaciar.
Dicho
esto, me callaré pues todos somos sabedores de nuestra situación y de que si
queremos abandonar la arista hay que hacerlo ahora pues es aquí la zona en la
que la pared norte tiene menos potencia, luego el glaciar se ahonda rápidamente
y sería mucho más complicado…
Frondiellas Norte, Anónimo y Brecha de Latour vertiente este. 13-7-05.
Pero no
va a ser así, Miguel sueña con terminar la Arista de Costerillou aunque para ello se nos
haga tardísimo, le da miedo caminar aunque desde las campas donde aconsejan el
vivac, bajo el Pico Solano, quede un chorizo similar que desde aquí hasta un
próximo refugio que puede ser el de Ladormeur. Por tanto iniciamos el descenso
de la Aguja
d’Ussel y aunque las dificultades no son importantes terminamos por rapelar
hasta la Brecha Este ,
mejor dicho, unos metros más debajo de la misma en un descompuesto corredor que
baja hacia el sur, ya que de la misma brecha no hay continuidad medio decente.
Mediante
una fuerte grieta horizontal en el flanco sur empezamos a contornear el
gendarme para luego acceder a la arista que mis socios perjuran ya fácil. Pero
cuando llegamos a la reunión, Miguel está muy cansado, le proponemos bajarnos
de la arista por el corredor que acabamos de abandonar y marcharnos a dormir al
Refugio de Piedrafita, lo que acepta de inmediato queriéndose convencer de que
habrá poco que caminar.
Aguja de Ussel desde la Brecha de Latour. 13-7-05.
Rapela un corredor que para nada precisa de la
cuerda y que Juan y yo bajamos tranquilamente a mano, luego descendemos algo
así como unos 100 metros
hasta que alcanzamos la roca pulida por él, ya extinto, Glaciar de Latour, montará de nuevo otro rápel mientras que
nosotros dos nos bajamos destrepando
tranquilamente.
En la
pedrera nos paramos para comer y beber un poco,
los tres lo necesitamos y especialmente Miguel. Desde que hemos dicho de
abandonar la arista, se me ha ido la presión y estoy de cine: ¡Joderse con la
cabeza! Son las siete de la tarde, nos hemos desmontado en una hora.
Ibón de Sercluserre.
Antes de las siete y media estamos en marcha hacia al
Refugio de Piedrafita, vamos dejando atrás la Arista de Costerillou convertida en una tontería,
entre especulaciones acerca de que “lo que nos quedaba era ya muy fácil”, que
“era muy llano ya”, lo de siempre desde aquí.
Siguiendo
tranquilamente el camino en dirección sur y barranco abajo nos llegamos al
Refugio de Piedrafita cuando van a ser las nueve.
Bajando de la Brecha de Latour con la Cresta del Diablo. 19-8-87.
En el
refugio, que está lleno, nos dicen que ya nos dirán algo a las diez. Cenemos
con gana y nos hartamos de agua, la pérdida de líquidos ha sido importante.
A las
diez nos dan una cama y dos aislantes para pasillo. Le adjudicamos a Miguel la
cama y nosotros nos empiltramos en el pasillo bajo las escaleras.
Cuando
nos despertamos el pasillo ha tenido más clientela: está Miguel con la
colchoneta y una chavala. Por lo visto había un potente roncador en la
habitación y han decidido salirse en lugar de meterle un calcetín en los
morros. Ha sido un suspiro desde las diez y diez a las siete y media, hora a la
que amanecemos al domingo 19 de Julio,
día previsto para la Arista
del Diablo pero que no será así, se quedará para mejor ocasión.
Frondiellas, Balitus Torre de Costerillou y Aguja de Ussel desde Llena de Cantal. 10-9-04.
Desayunamos,
pagamos 550 pesetas pues solo nos cobran a uno, charlamos con Toni que nos
recuerda lo de reservar por teléfono, pero le decimos entre bromas que no
teníamos cobertura desde la
Arista de Costerillou; y a las ocho y media, poco a poco, nos
vamos en busca del Collado de la
Piedra de San Martín, por camino conocido y transitado, a
través de Campoplano colonizado a tope por más de 50 tiendas de campaña.
El
collado tiene un fácil acceso, hemos salido de los 2146 metros del refugio
y en dirección primero este y luego casi norte lo pasamos a 2295 metros comprobando
que la bajada del Pico Cristales se puede hacer casi por cualquier parte. Son
las nueve y media.
La
continuación es un largo valle en dirección norte que va dejando a nuestra izquierda todo el
macizo de Balaitús, los Ibones de Remoulins junto al camino, el Refugio de Ladormeur o de Balaitus, un
tanto elevado al oeste a 1917
metros de altitud hasta que alcanzamos de nuevo la Cabaña Doumblas a 1563 metros y con ella
retomamos el camino que hicimos al subir.
Unos
metros más adelante, en el Lago de Suyen nos paramos a remojar los “pinreles”,
Miguel baja muy castigado con los pies de gato y el día ya ha entrado en
calores definitivamente.
A
continuación el bosque y el aparcamiento con el coche cuando el reloj canta las
doce. Han sido 2000
metros movidos pero no solamente eso, el tema lo
recordaré durante bastante tiempo, la montaña no se me olvida fácilmente, y
esta menos todavía.
Juan
todavía volverá hasta el Lago Suyen pues se ha dejado los calcetines mientras
tomamos unas Heineken que habíamos dejado a refrescar cuando subíamos. Luego el
coche, una cicloturista en los puertos
de Soulor y Aubisque, y a las tres, al fin, en Sabi.