Arrieles desde el Barranco de Soba. 10-9-08.
La Sarra, Camino del Aguas Limpias, Barranco de Soba, Arista Oeste,
Pequeño Arriel, Collado de Arriel, Arista Noroeste y Cima de Arriel. Descenso
por el Espolón Central de la Oeste al Barranco de Soba.
09-07-2001.
Salida 07 h. Llegada 16 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Arrieles procedente de Prames. Vía en amarillo.
El Pico Arriel es uno
de esos picos del pirineo axial que se ven desde Sabiñánigo y cuando tomas el Puente de Las Faxas en La Sarra, preside majestuoso el
camino, es el norte.
Ni
se sabe el tiempo que lleva Rosa diciendo que hemos de volver al Arriel. Al
igual que con el Escarra, el tiempo le guarda una imagen absolutamente
alucinante que poco o nada tiene que ver con la realidad. Aquellas actividades
tuvieron su momento y hoy nuestra competencia es muy otra: aquellas paredes se
han convertido con el paso del tiempo en cuestas.
Por fin vamos a ir,
pero haremos los dos picos. El 9 de Julio de este 2001 no
tiene el tiempo seguro pero decidimos hacer actividad por el Valle de Soba.
La Sarra. 10-9-08.
Madrugamos por ello
levantándonos a las cinco y media, a las seis estamos comprando pan y salimos
pitando hacia La Sarra.
A las siete y cuarto
echamos a andar a 1438 metros de altitud en dirección norte, la mañana está
estupenda.
Cascada del Barranco de Soba. 13-7-05.
En tres cuartos de hora pasamos el
Barranco de Soba y 200 pasos más arriba, junto a una cita de fortuna hecha,
dejamos el camino cerca del inicio del
Paso del Onso y tomamos el camino de
nuestra izquierda que empinado y a través del hayedo se va al encuentro del
barranco.
El camino está
bastante transitado, luego caeremos en la cuenta de que lo han machacado para
ir a buscar al montañero que desapareció en Febrero.
Detalle de los Arrieles desde el Barranco de Soba. 20-8-06.
Alcanzamos el
barranco en el rellano de la surgencia en el que se bifurca el valle a 1900
metros de altitud. Hemos subido por la izquierda del barranco y ahora frente a
la surgencia pasamos a la orilla derecha del mismo para recuperar la dirección
norte y adentrarnos en el ramal del barranco que nace en el Collado de Soba.
La Surgencia del Barranco de Soba. 10-9-08.
Cuando nos
encontramos en el inicio del fuerte resalte por el que se despeña el barranco,
optamos por abandonar el fondo del mismo y ganar altitud sobre su orilla
derecha para orientarnos directamente hacia el collado fuera de los paredones
del pico. Un caminillo marcado sobre pradera alpina nos irá conduciendo.
Arriel desde la Lana.22-9-05.
Luego, a media ladera
sobre pastizal poco crecido vamos ganando altura, cojo agua en unas
escorrentías por si acaso y alcanzamos el nivel del rellano bajo el Collado de
Soba.
Allí encontramos la
nieve que por cierto está durilla y entre tomar el espolón que utilizamos el
año 89 para el que hay que subir un tramo de nevero o buscarnos la vida en
seco, decidimos lo segundo: tomamos, tras atravesar dos minúsculos neveros, un
dorso limpio de nieve que sube paralelo al corredor de nieve que parece nacer
del Collado de Arriel y que alcanza el comienzo de la Arista Oeste del Pequeño
Arriel.
Arrieles desde el Barranco de Garmo Negro. 10-9-08.
Bastante arriba
atravesamos un pequeño y plano nevero y alcanzamos el inicio de la arista que
hemos decidido subir ya a un nivel bastante más alto de los 2449 metros de
altitud del Collado de Soba.
Cara Sur del Pequeño Arriel.
La arista está limpia
de nieve y cuenta con un granito estupendo en su parte inferior.
Los Arrieles desde el Lac de Arrious. 8-5-11.
Iniciamos el ascenso
a través de unas repisas que se continúan con un par de viras inclinadas. La
segunda de ellas se introduce hacia el centro de la pared sur y no me
proporciona una buena sensación. Así que abandonamos la vira escalando una
pared de 4 metros de altura con muy buenas presas que tiene un paso largo de
salida a la arista.
Espléndida imagen del pequeño Arriel. 8-5-11.
Una placa bastante
lisa e inclinada que cuenta con buenas estrías nos adentra en la cara noroeste
del pico. Subidos una decena de metros a
la arista le salen bloques que se suben fácilmente y además ofrece
escapatorias a nuestra izquierda para superar algunos tramos un poco erguidos.
Arriel desde el Pequeño Arriel.
Seguimos entretenidos
salvando un par de neveros por su rimaya superior con lo que nos introducimos
un poco en su cara noroeste vestida con materiales metamórficos menos
consistentes y de menor tamaño y enseguida la arista se arrellana para
conducirnos a subir el casquete somital del pico fácilmente. Alcanzamos la cima
del Pequeño Arriel a 2683 metros de altitud cuando son las diez.
Paramos a comer y a
beber un poco al sol de una extraordinaria mañana. Contemplamos la cara este
del Lurien, el Valle de Soqués, el Refugio y Lago de Artuste y los Lagos de
Arremoulit a nuestros pies.
La Oeste de Arriel desde la este del pequeño Arriel. 8-5-11.
Con quince minutos tenemos bastante. Continuamos en dirección este
bajando rápidamente al Collado de Arriel situado a 2608 metros de altitud e
inmediatamente nos vamos para arriba por su arista noroeste en busca de la
pareja que hemos visto sobre el nevero y que ya se ha metido para arriba por
delante de nosotros.
La pared es un enorme
pedregal en su parte inferior, luego, siempre ligeramente sobre la cara
norte se progresa fuertemente sobre buen granito pero siempre de forma fácil y
por cualquier parte resultando una trepada satisfactoria en el peor de los
casos ya que también puede seguirse camino entre repisas, escalones y pequeñas
viras pero siempre que no se aleje uno demasiado de la arista.
En la Cima de Arriel.
Subimos bastante bien
los 200 metros de pared alcanzando casi a la pareja de franceses. A las once
hacemos cima en el Pico Arriel. Estamos a 2824 metros de altitud.
Balaitus y Frondiellas desde Arriel.
Echamos un trago y
contemplamos un dilatado y conocido paisaje del que destacan poderosamente el
Pallas y el Balaitus.
Pallas desde la Cima de Arriel.
Comentamos y charlamos un poco con la pareja, que
parecen padre e hija, de La Lie, de Guara y de los alrededores que conocemos.
Nos hacen una foto con el Lurien de fondo, hago un par más, se nos va media
hora de una extraordinaria mañana. Ellos se van por donde hemos venido y
nosotros nos vamos hacia la arista sur, aunque no le guste nada a Rosa.
Vamos con intención
de bajar por el espolón que utilizamos la vez anterior pero de los tres pilares
que bajan directamente de la cima decido tomar el central que está totalmente
limpio de nieve y se aprecia perfectamente transitable desde aquí.
Arrieles y Pallas desde Fortata. 20-8-06.
La bajada es una
flecha perfectamente marcada en medio de la pared oeste del pico, con una roca
metamórfica bastante mala y descompuesta pero que ni siquiera es difícil ni
mucho menos complicada; solamente requiere atención y una experiencia
suficiente para que resulte un puro entretenimiento de 400 metros de altura.
Solamente en su punto
medio encontramos, en la única placa inclinada de roca, un tramo de nieve hielo en su parte baja.
Tendrá alrededor de 4 metros pero la nieve de fusión es auténtico hielo sobre
el que tendré que tallar una decena de peldaños, algo que no tiene nada que ver
con las cálidas temperaturas de este mes de Junio del 2001.
Luego ya casi abajo
dejamos a nuestra izquierda el gendarme en el que se ha convertido el espolón
que bajamos y tomando el corredor de la derecha ya libre de nieve a esta
altura, lo atravesamos y nos vamos a media ladera en busca del amplio corredor
que baja del Collado de Arriel.
Atravesamos el
corredor utilizando los dos puntos en los que el nevero que lo cubre en su gran
mayoría pierde casi toda su potencia y tomando el espolón rocoso utilizado para
el ascenso, nos vamos para abajo al encuentro del guardia civil que se
encuentra en la zona de recepción del corredor buscando los restos del
montañero desaparecido en Febrero. Su compañero busca por arriba.
Charlamos un rato y
nos dirá que ya ha aparecido un esquí, un bastón, un móvil, un par de cuñas y
un trozo de bota todo desperdigado en el corredor. Lo que ocurre es que este
año, como digo yo, tenemos a mitad de Julio la nieve de Mayo. De todas formas
no hay que apurarse pues el montañero está muerto y ya aparecerá.
Nos vamos para abajo
directamente por la orilla izquierda del barranco bajando 300 metros de
desnivel y nos paramos para comer junto
al barranco en la bifurcación del camino de esta mañana a 1950 metros de
altitud cuando es la una de la tarde.
Comemos y Rosa toma
el sol tranquilamente por una vez en la montaña ya que al madrugar vamos
sobrados de tiempo.
Son las dos de la
tarde cuando mi chica se da cuenta al recoger sus bártulos que le falta su
forro polar. Perderemos una hora buscándolo y yo me subiré por la pared, mitad
pradera y mitad pedrera, hasta alcanzar el límite de la nieve en el rellano
superior y total para nada. Bueno, el tema se saldará con 300 metros de
desnivel que unidos a los 1500 metros de la actividad serán 1800 metros movidos
en el día, lo que ya está bastante bien.
Pasadas las tres nos
vamos para abajo. Dejamos atrás la surgencia, el abrigo pastoril derruido y las
vacas para meternos en el hayedo. Bajaremos mejor que hemos subido por la
mañana. Luego llegamos al camino principal en el Valle del Aguas Limpias y continuamos
bajando tranquilamente.
Se nos hace largo el
final del camino y hasta paramos a echar un trago de agua fresca.
A las cuatro y cuarto
llegamos al coche y a las cinco estamos en casa, pero por esta vez nada ha
terminado. A Rosa le duele la pérdida del forro polar y yo lo he madurado
mientras bajábamos: mañana volveré a buscarlo.
Se trata de un simple problema de
mentalización. Siempre he dicho que para hacer algo con las piernas hay que
hacerlo antes con la mente.
Al día siguiente 11
de Julio nos levantamos a las cinco y diez, a las seis menos cuarto dejo a mi
chica en su trabajo y a las seis y media comienzo a caminar en La Sarra. Subo
rápidamente hasta donde notamos la falta y a partir de allí voy de nuevo
buscando por el camino de bajada hasta que en el rellano bajo los Collados de
Soba y Arriel me decido a hacer primero el Pequeño Arriel al que llego a las
nueve de la mañana y al Pico Arriel cuando son las diez. Almuerzo en diez
minutos y me bajo por el espolón al encuentro de otros guardias que están
repitiendo la tarea del día anterior, como yo.
Como no ha aparecido
el forro me bajo haciendo el único tramo de camino de ayer que no he hecho hoy.
El forro no aparecerá
y desde la surgencia me bajaré hasta La Sarra charlando con los guardias. Es la
una y cuarto cuando tomo el coche y
tengo tiempo suficiente para llegar a esperar a Rosa a la salida de su trabajo
que es a las dos de la tarde. Ella ha hecho su jornada y yo la mía: 1500 metros de desnivel movidos.
Los Arrieles me han costado 3300 metros de desnivel.
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