Argualas desde Algas. 1-8-12.
Balneario de Panticosa, Mallatas Baja y
Alta, Collado Bajo de Argualas, Cara Norte y Arista Oeste.
03-09-1988.
Salida 16 h. Llegada 11.45 h.
Sol.
Fácil.
2 d.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Biola y Mariano
Javierre.
Mapa de Argualas procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Estamos
rematando un verano redondo en medio de la duda que supone elegir actividades
en función del tiempo: habíamos casi propuesto nuestra actividad tresmilista
para el fin de semana siguiente jugando con nuestra buena suerte y con la
preocupación que procura el montaje de un campamento de altura. ¡La de veces
que nos fue por nuestras cabezas!
La
semana comenzó inestable continuando con un breve temporal que cumplimentó
fielmente las predicciones meteorológicas que la tele anunciaba con un par de
días de antelación. Parece ser que desde que cambiaron los satélites, no fallan
una y entre descenso de temperaturas para el viernes con cierta nubosidad y el
ascenso posterior para el sábado y
domingo decidimos salir.
Cascada de Argualas 18-8-13.
Pronto
están listas las mochilas copia de las de la semana pasada reducidas por la fuerza de la gravedad que
comprobamos en los aledaños de la Canal del Pan.
Tenemos
una situación de cierzo que llena de nubes la vertiente norte del Pirineo
conforme avanza el día pero estamos decididos.
Son
las dos y media de la tarde pasadas del 2 de Septiembre de 1988 cuando cargamos las mochilas en el coche para
subirnos hasta el Balneario de Panticosa. Hace calor tras los cristales y el
Pantano de Búbal está bastante lleno regalándonos bellas imágenes para
compensar que no se puedan resucitar los pueblos anegados, librándonos de la
mortal cinta que rodea siempre a los pantanos vacíos. Alguna vela
inmaculadamente blanca besa la tersa superficie del agua… es nuestra alma de
marineros.
En la Majaba Baja 18-8-13.
Entre
el no falta mucho, el parece que han ensanchado algo y mira ese corredor de
aludes vamos entreteniendo.
La
embotelladora de la Sociedad de Aguas de Panticosa funcionando pues parece ser
que a los árabes les ha gustado el agua y el lago es un nítido espejo en el que
se miran delicadamente los verticales paredones del circo glaciar a 1650 metros
de altitud.
La
sombra de los servales de cazadores acoge a nuestro coche del que rescatamos
las mochilas y rodeando el lago por su orilla izquierda, cruzamos el Caldarés
de Baños y tomamos en dirección oeste el camino por la Orilla Izquierda del
Barranco de Argualas, mientras, los servales van dejando sitio a los fresnos y
tan pronto como el camino abandone la pradera serpenteando por la cara oeste
del circo aparecerá el dominio del pino negro.
Argualas y Garmo Negro desde la Majada Alta. 3-10-16.
Son
las cuatro de la tarde, el sol está muy vivo todavía, el viento remolonea
demasiado al abrigo del circo y enseguida nos calentamos pues empezamos a buen
ritmo alcanzando enseguida la Majada Baja de las Argualas.
Caen
300 metros de desnivel en la primera hora, echamos un trago y proseguimos un
poco hacia el norte para virar de nuevo al oeste y alcanzar la Majada Alta de
Argualas a 2250 metros de altitud con las últimas zonas herbosas y llanas para
acampar como nos confirman tres montañeros que descansan de su jornada.
Nos
enfrentamos al desacuerdo entre la realidad aconsejable y el deseo proyectado:
queremos acampar más altos.
Corredores hacia la Pared Este de Garmo Negro. 18-8-13.
Mientras
picotean algo mis chicas me voy para arriba a ver si localizo algún lugar no
sin antes acordar que miren en una loma próxima y si digo algo, aunque no me
entiendan, que comiencen a subir.
Subiré
a todo trapo alrededor de 200 metros mirando
y tras dar algunas vueltas localizo un rellano herboso minúsculo y
prácticamente horizontal de tres metros cuadrados en un viejo pedregal
granítico relleno posteriormente de
arenas y limos, en los que ha nacido la hierba y que nos va a permitir plantar
nuestra tienda y dormir con las espaldas al menos sobre el mullido de la rígida
pradera alpina reseca.
Garmo Negro y Aguja de Pondiellos desde la Majada Alta. 18-8-13.
Les
indico que llenen las cantimploras a tope antes de subir cuando son las seis
menos cuarto y aunque no es pasa hora el sol que se cuela por el Collado de las
Argualas nos anuncia su próximo ocaso. Juntos de nuevo continuamos ascenso por
una de las varias chimeneas que hay practicables y en dirección norte superamos
el resalte vertical rocoso que configura este circo intermedio para desembocar
en una serie de escalones rocosos que se alternan con otros herbosos, en medio
de los cuales queremos montar nuestro campamento.
Llegamos
justo para despedir al sol, son las seis y cuarto y estamos, según denuncia el
altímetro a 2450 metros de altitud: lo que pretendíamos.
Hacia el Collado de Argualas. 18-8-13.
-El
sitio es bueno.
-Casi
mejor que el que había abajo… pero el agua…
-No
te preocupes, está a diez minutos como mucho en el Barranco de Pondiellos, o
así lo espero.
Lo
comprobaré enseguida pero era lógico con los crecidos neveros que quedan
todavía en el collado.
Montamos
la tienda enseguida a seis manos no sin tener que sustituir un par de clavijas
por piedras atadas a los vientos. Deshacemos las mochilas y nos vestimos: con qué rapidez cae la tarde
y desciende la temperatura. La noche va a ser fresca.
Argualas desde Garmo Negro. 18-8-13.
Preparo
un abrigo para el campin y hacemos la cena caliente que tomamos dentro de la tienda protegiéndonos de
la brisa que nos arruga el cuello. La sopa y la tortilla con jamón están sublimes, luego dulces y salados par picar, un vaso de leche caliente y unas partidas a la
oca y que se fastidie la miseria.
Luego
mientras mis chicas recogen yo voy a fregar un poco y a coger agua. La noche
cae poco a poco sobre el Balneario de Panticosa, contestado tímidamente por las
lucecillas que aparecen entre las copas de los árboles de la pradera.
Arista Oeste de Argualas. 4-9-10.
La
tienda nos procura un ambiente tibio y acogedor, los aislantes liman
irregularidades del suelo y los sacos nos arropan dulces en una noche que se
presume larga pues son las nueve y cuarto cuando apagamos la frontal.
No
podemos decir que cuando nos queremos dar cuenta ya es de día, la noche ha sido
fresca rondando las 4º centígrados y las irregularidades insignificantes del
suelo se han ido agrandando y situado en lugares impertinentes, pero se hacen
las ocho de la mañana cuando el sol se asoma por el Collado Alto de Brazato plantificándose
en nuestra tienda.
Garmo Negro desde la Cima de Argualas.
Nos
levantamos, desayunamos y preparamos las mochilas para ponernos en camino
alrededor de las nueve y cuarto en medio de un claro día que nos llena de
esperanza.
Transitando
entre manchas herbosas que rodean la Sur del Garmo Negro dilatamos la entrada a
la gran pedrera que rodea al pico y que hemos de atravesar para alcanzar el
Collado Inferior de las Argualas.
Ibones de las Argualas o de los Forners. 1-8-12.
Nos
adelantan tres montañeros pero nosotros a nuestro ritmo vamos ganando altura para
situarnos en el Collado Bajo de Argualas situado a 2850 metros de altitud a las diez, siguiendo hacia el oeste por un
pedregoso espolón que se dirige al cuello entre Argualas y Algas.
Paramos
a picar algunas cosillas mientras le indico a Biola que vamos a subir primero a
una cima y luego a la otra en la que hay unos señores.
Argualas y Algas desde Algas Norte. 18-8-13.
Continuamos
al oeste para alcanzar por fuerte pendiente la Cresta de las Argualas. Ya nos
queda poco pero habrá que estudiar cómo hacemos
el tramo final, sobre el que tenemos nuestras dudas pues la vez anterior que
ascendimos a esta cima era invierno, estaba nevado y el tramo final fue francamente
vertical; ahora sin nieve podía presentarse algo complicado pues el amplio
corredor sur que se abre a sus pies es, como poco, muy peligroso.
Salvamos
un par de pasos aéreos con facilidad y aparece al comienzo del corredor sur unas trazas de senda que lo atraviesan y se
sitúan en un espolón que nos conduce con facilidad a la Cima de las Argualas
situada a 3046 metros de altitud. Biola llega delante.
Algas y Argualas desde Feniás. 2-8-12.
Son
las doce menos cuarto y es el segundo tresmil de nuestra hija. Lástima que
desde aquí no podamos enseñarle la Gran Faxa que fue el primero.
Recorremos
la cima con sus tres puntas, son todas para nosotros pues el movimiento está
por abajo y en el Garmo Negro, hacemos la foto de la constancia, descansamos un
poco y continuamos pues la jornada que nos queda todavía es larga.
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