25 abr 2009

15-09. EL CIRCO DE LA GARCIPOLLERA. 25-4-09.

Desde Colluguane de Bacún a Mondé.

Collado de San Antón, Colluguané y circo en sentido contrario a las agujas del reloj.
25-4-09.

Salida 08 h. Llegada 16 h.

Mixto.

Muy fácil.

Ascensión.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa del Circo de la Garcipollera procedente de Prames. Vía en amarillo.

            Casi siempre que vamos a la Garcipollera hace mal tiempo. Nos ocurre algo similar con Guara; claro que solemos ir a estos lugares cuando el tiempo por arriba está imposible y así nos va.

            Han anunciado catástrofes meteorológicas para el fin de semana; las nieblas, a las siete de la mañana del 25 de Abril de 2009, están metidas sobre los 2000 metros de altitud y, con tendencia a empeorar, cambiamos de rumbo y nos vamos a hacer la circular  del Circo de la Garcipollera.

            Nos pasamos por Larrés, debajo de Isín tomamos la pista que está recién reparada, pasamos junto a los restos de la Pardina de Bolás y nos llegamos al Collado de San Antón situado a 1310 metros de altitud y en el cordal divisorio de los Valles de Acumuer con los de Isín y la Garcipollera.
            Son las ocho de la mañana cuando iniciamos el camino pista adelante y en dirección noroeste, tras echar una ojeada al Pueblo de Acumuer recostado sobre la amplia arista sudoeste de Lucas. La pista discurre en suave ascenso, pasamos por el desvío del GR-15 y nos acercamos al Collado de Colluguané situado a 1410 metros de altitud tras veinte minutos de camino.

En Colluguané.

            Dejamos a nuestra izquierda la pista que se ahonda hacia Larrosa y proseguimos pista adelante, en dirección casi norte hacia Punta Aspra.

            Para ello superamos un resalte poco consistente, pasamos junto al derruido casetón a 1490 metros de altitud y proseguimos onduladamente por la parte superior de la sierra en la que el pino silvestre va dejando paso al boj y a la genista hórrida entremezcladas con afloraciones de areniscas, que tan buen papel han desempeñado en la arquitectura popular de esta parte del Pirineo.


            Desaparece la masa arbolada y aparece el viento del norte que va trayendo nieblas a la vez que encontramos las primeras manchas de nieve que han resistido los feroces embates primaverales de esta semana.

Hacia Punta Lorbito.

            Cruzamos la pista que arrancando de la del fondo de la Garcipollera se encarama a la sierra y se introduce en el Valle de Acumuer hasta la Caseta del Fenal y proseguimos en suave ascenso peleando con el viento que va creciendo en intensidad paulatinamente con el avance de la mañana.


Circo de Canales desde Lorbito.

            Un suave resalte nos coloca en Punta Lorbito cuando ya tratamos de protegernos del frío viento, que nos azota inmisericordemente, transitando ligeramente sobre la ladera oeste.


Punta Aspra.

Romanón Pelau.

            Se trata de una larga loma que culmina en un minúsculo resalte rocoso que emerge de la nieve. Es el Pico de la Leta situado 2121 metros de altitud.

La Sur de la Leta.

            Justamente debajo de su cima y al amparo del viento nos colocamos los cortavientos puesto que el frío viento se pasa de incómodo. Echamos un ligero bocado y un trago de café con leche.

Punta Espata.o Bacún Norte desde la Leta.

            Son las diez y media cuando nos asomamos a la cima y a la nevada arista que se ahonda ligeramente para introducirse en la amplia loma nor-noroeste de Punta Espata. Las nieblas se han ido consolidando y estacionando sobre los 2300 metros de altitud con lo que nos hurtan el espléndido paisaje que desde la arista se contempla en días más propicios y que incluyen la cara sur de la Sierra de la Partacua, el Circo de Bucuesa y de las Samolas a Collarada. Al sur el paisaje es un auténtico mar indefinido de azules.

En Bacún Norte o Espata.

            La nieve, ni dura ni blanda nos permite avanzar con cierta comodidad de tal forma que tras alcanzar un punto bajo en la arista remontamos suavemente para llegar a Punta Espata o Bacún Norte acotada con 2191 metros de altitud cuando van a ser las once y media.

Nieblas hacia Collarada.

            Poco hay que ver, en estas circunstancias, además de las nieblas que se refaldan en la oeste de Collarada, la poco estética desde aquí Punta Ralla  y las Peñas Ratona y Gabacha con cierta dificultad.

Hacia Bacún Sur.

            Y visto lo visto tomamos la arista sudoeste y nos vamos para abajo empujados por el viento. Bueno, más que empujados, decididamente zarandeados Se está desatando un furibundo vendaval acompañado de una débil nevada de copos cristalinos, que por suerte, nos azotan por la espalda.

La Leta desde el Collado entre las dos cimas de Bacún.

La Norte de Bacún Sur.

            La temperatura ha bajado considerablemente y alcanzar la cima de Bacún Sur  a 2114 metros de altitud requiere un generoso esfuerzo que hemos de invertir en contra de los elementos.

            Son las doce cuando en dirección casi sur abandonamos la cima  y enseguida salimos de la nieve a la vez que la intensidad del viento decrece considerablemente. Ponemos fin a nuestra primera y no demasiado afortunada visita a Bacún, ya que creo que del collado con Espata no habíamos pasado hacia el sur.

Hacia Punta Costueña.

            La continuación consiste en ir perdiendo altura en dirección sur una vez que dejamos al oeste la cabecera del Abetar de la Espata. Lo hacemos primero por pradera en la que se va instalando el enebro rastrero hasta hacerla desaparecer. Poco más abajo, paulatinamente, vamos entrando en el pinar.

            Hay que andarse con cierto cuidado puesto que  no es conveniente introducirse en ninguna de las dos vertientes. Hay que progresar fundamentalmente por la parte alta de la loma y en algunos momentos no es demasiado fácil.

            Por suerte, el pinar está bastante limpio y finalmente aparecen citas que señalan un indeciso y poco transitado camino.

            Seguimos las citas que algo más abajo jalonan un viejo camino  que nos deposita  en el collado al norte de Punta Costueña lugar al que llega una pista ascendente de Bescós y allí encontramos el GR-15.

            Estamos sobre los 1400 metros de altitud y el sendero abandona inmediatamente la pista para irse  al fondo del barranco en dirección este a través de la espesura del pinar.

            Enseguida nos enseña la Ermita de Nuestra Señora de Iguazel situada sobre los 1200 metros de altitud y a la que llegamos cuando va a ser la una y cuarto.

Nuestra Señora de Iguacel.

La Fuente de Iguacel.

            En un cubierto próximo nos sentamos a comer  pues quiere gotear. Mientras tanto nos deleitamos con la contemplación de la ermita. Se trata de una obra religiosa de estilo románico que consta de una nave rectangular rematada con un ábside semicircular y una torre cuadrangular adosada en la zona trasera orientada al nordeste. Además del merendero hay una estupenda fuente detrás de la ermita.

Detalle de Iguacel.

            Hacemos algunas fotos  y a la una y media pasadas reemprendemos el camino en dirección sur por la pista del fondo del valle.

            Descendemos suavemente con la pista alrededor de un kilómetro y tomamos otra pista que sale en suave ascenso y hacia el sudeste y por donde prosigue el GR. Nos tiene que aproximar al pueblo deshabitado de Larrosa al que llegaremos 20 minutos después.

Larrosa.

Torre de la Iglesia de Larrosa.

Detalle del ábside de la iglesia.

            Hay que abandonar la pista que prosigue hacia la parte alta de la sierra y en dirección sur descender hasta alcanzar el pueblo, prácticamente derruido a excepción de la torre y el ábside de la iglesia, unos deliciosos ejemplos de la arquitectura popular de la zona.

            Se atraviesa el pueblo y se  prosigue hacia abajo para cruzar el Barranco Dinisuala y proseguir en consistente ascenso por el pinar en dirección prácticamente este al encuentro de la pista que sube desde Acín.

De nuevo en Colluguané.

            Con la pista, tranquilamente y en un cuarto de hora volvemos a Colluguané y cerramos el bucle iniciado a la mañana.

            Solamente nos queda volver en suave descenso hasta el Collado de San Antón para rematar una jornada con un recorrido de alrededor de 20 kilómetros y  en la que hemos movido 1150 metros de desnivel. Son las cuatro de una tarde completamente encapotada que sigue amenazando pero no mucho más que a la mañana. Le hemos robado al calendario un día que estaba condenado a no ser nada.



             

           

23 abr 2009

14-09. EL TOBAZO Y LA TUCA BLANCA. 23-4-2009.

Vertiente Sudoeste del Tobazo.

Candanchú, cara Norte del Tobazo y cara este de la Tuca Blanca.
23-04-2009.
Salida 15 h. Llegada 19 h.

Sol

Fácil.

Esquís de travesía.

 Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa del Tobazo y la Tuca Blanca procedente de Prames. Vía en amarillo.


            Madruga, me había aconsejado mi amigo Carlos. Nosotros también lo sabíamos pero ¿qué hacer un día de primavera absolutamente espléndido a las dos de la tarde que sale mi chica del tajo?

            Marchar al monte con todo el cuidado del mundo a disfrutarlo.

            Es 23 de Abril de 2009, festivo aunque no para todos. Rosa sale de trabajar a las dos de la tarde y a las tres estamos calzándonos los esquís en el aparcamiento de la Estación de Esquí de Candanchú a 1550 metros de altitud. Hace un día inmejorable.

            La estación ya ha cerrado sus instalaciones, bueno, hoy ha abierto la cuarta parte de las mismas, pero prácticamente como si no hubiera abierto pero a nosotros nos da lo mismo, tenemos pistas más o menos pisadas y terreno libre a nuestra elección.

            Salimos en dirección sur por la zona del Stadium y con unas lazadas nos incorporamos sobre el lecho de la pista que sube el Tobazo y con ella nos vamos adelante en dirección sudoeste.
La Raca hacia atrás.

            La nieve de este año, no tiene parangón, en Candanchú que, a nuestro juicio, es una estación bastante erguida, compleja y con mucho resalte calizo, al menos en lo que se refiere a la zona originaria del Tobazo, tiene pistas por todas partes y la caliza casi brilla por su ausencia. De tal forma que un poco por pista y otro poco por fuera de las mismas, a nuestra comodidad progresamos para arriba disfrutando de un paisaje norte  de auténtico lujo.

            Se hace calor en el último tramo de la subida que nos deposita en las proximidades del arrastre más oriental.

Diente y Vértice de Anayet desde el Tobazo.

La Oeste del Borreguil de la Cuca desde Tobazo.

            Van a ser las cuatro de la tarde cuando alcanzamos la cima del Tobazo situada a 1962 metros de altitud.  El Tobazo es una montaña con cima un tanto indefinida. Más que cima es una arista bastante amplia y horizontal que se alarga en dirección este oeste.          

Moleta y Collarada.

            Nosotros hemos entrado por la parte este que es la zona ocupada por las instalaciones de la estación y  tras un rato de contemplar un paisaje conocido y un tanto pesado debido a los fuertes contrastes de un sol altísimo, nos bajamos de la cima a la pista que nos puede conducir al Rellano de Tortiellas pero enseguida la abandonamos y proseguimos al oeste faldeando muy cerca de la arista para alcanzar el Paso del Pastor de manera económica.

Campaniles y Pala de Ip.

            Proseguimos un tanto al sudoeste y enseguida alcanzamos el Collado de Tortiellas sobre los 2000 metros de altitud. Son las cuatro y cuarto.

Tortiellas y la Garganta de Borau.

Lecherines, Sombrero y Punta de la Garganta entre los Pasos de Borau y Aisa.

            Tortiellas, los Murallones de Borau, el Aspe… sensacionales aunque es una pena de hora por los contraluces que se acentúan hacia el oeste.

Aspe.

            Vamos hacia la Tuca Blanca y lo haremos suavemente siguiendo el camino que solemos llevar hacia el Aspe. Es una vía suave que se orienta hacia el sur y nos coloca en suave ascenso en la cara este de la Tuca.

Paso delicado de ascenso a la Zapatilla.

            Juan marcha de frente hacia la Zapatilla pero nosotros buscamos la comodidad de los resaltes suaves, no es cuestión de sudar demasiado a estas horas.

En el Collado de la Tuca Blanca.



            El Collado de Tortiellas está allá arriba y alcanzarlo requiere un ratillo con la marcha de resistencia. De cualquier forma, van a ser las cinco de la tarde cuando lo alcanzamos situado a 2210 metros de altitud. Nos quitamos los esquís.

La Este de la Tuca Blanca.

             La cima de la Tuca Blanca, para nosotros no es la que señala el mapa sino la que se encuentra justamente por encima del remonte más alto y alrededor de 80 metros por encima del Collado de Tortiellas.

            Una fácil arista en dirección sudoeste permite alcanzar la nevada cima de la Tuca Blanca a 2290 metros. Más al sudoeste la arista se alarga  un poco al oeste para girar en suave ascenso al sur y enfrentarse al Aspe, lugar en el que termina.

Circo de Ip.

Cimas de la Arista de Lecherines.

            La Zapatilla está deliciosa, al igual que el Valle de Aspe. Más allá Acue coronado por el Anie. El Puntal de Labata tiene menos alud que otros años, ¿será posible?

Valle de Aspe desde la Tuca Blanca.

La Oeste de la Zapatilla.

            Son las seis de la tarde y en el collado, echamos un trago y un dulce sentados cómodamente en una de las sillas y poco después nos montamos en los esquís y nos vamos para abajo.

Ruabe del Boozo y Puntal de Labata.

            La nieve de la cara este de la Tuca Blanca está muy transformada y bastante compacta; las pistas que están sin pisar, probablemente desde hace cuatro o cinco días, cuentan con una nieve estupenda que solamente han pisado los que se lo han ganado con su sudor poco antes. Nuestro descenso es agradable y lleno de giros cómodos al oblicuo sol de la tarde y si en algún momento se pone pesada la nieve una simple diagonal te conduce a nieve buena.

Bajando ya el Aspe.

Y el Paso de Aisa inicio de la Vía de los Murciélagos.

            Atravesamos un gran alud de la arista este de la Zapatilla y alcanzamos el Collado de Tortiellas.

La Norte del Aguila y el Borreguil de la Cuca.

            La continuación del descenso es por la pista que se encuentra medio pisada ya que han pasado con alguna máquina para desenterrar las protecciones de las pilonas de los arrastres. Transitamos ya muy abajo la zona este de la rinconada al objeto de perder la mínima altura y sin apenas remar alcanzar la parte oeste del Stadium que suavemente nos devolverá  al aparcamiento cuando van a ser las siete de la tarde, habiendo liquidado la tarde con 770 metros de desnivel y comprobando que media jornada todavía puede aportar satisfacciones además de permitir la ventilación del piojo.

Para ver más fotos.


             



18 abr 2009

13-09. CON ESQUIS A LA POMBIE. 18.4-2009.

Llegando a la Pombie.
 
Valle d’Aneu y Col de Soum de Pombie.
 
18-4-09.

Desnivel acumulado 500 m.

Distancia recorrida 7500 m.
 
Tiempo efectivo 03:00 h.
 
Sol.
 
Fácil.
 
Esquís de travesía.

 Actividad muy concurrida casi en cualquier época del año. Hoy ha sido una excepción.

Sin nieve en la Cabaña de Pombie o en el ibón. Se puede tomar en los barrancos del inicio pero con cuidado puesto que hay mucha ganadería en el Valled’Aneu.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierrre.

Mapa de la Pombie procedente de Prames. Vía en amarillo.

            La Pombie es un lugar muy frecuentado por los franceses y también por los españoles que o bien van de camino al Midí d’Ossau, o simplemente quieren contemplar, tanto las impresionantes paredes del indiscutible “Señor de estos Pirineos” como a disfrutar de los delicados lacs que convierten al lugar en una auténtica delicia.          Es una de esas excursiones que hay que hacer y que, puestos a elegir, se hace cuando los hielos y las nieves dejan paso a la primavera.

            A la Pombie hemos subido solos y con amigos, en todas las estaciones del año y por diferentes caminos; vamos, con frecuencia.

            Hoy 18 de Abril de 2009 nos decidimos a subir con los esquís de travesía.

            Estamos en primavera pero hay un nevasco salvaje.

 
            Salimos del aparcamiento que hay en la vertiente francesa de la carretera del Portalet, a la entrada del Valle d’Aneu, cuando son las dos y media de la tarde y con los esquís puestos desde el coche. La tarde está espléndida con nubes de evolución hacia el sur.

            Cruzamos los barrancos, sobre los  por los puentes pues ya bajan llenos de primavera, estamos a 1710 metros de altitud  y tomamos dirección norte por suaves campas completamente cubiertas de nieve un tanto blanda.

Campana de Aneu y Gralleras Norte.

            Hay muy poca gente y no demasiadas huellas para lo que suele ser habitual en esta frecuentadísima zona. Los franceses deben de tener por las nubes el nivel de riesgo de aludes.

            Algunas huellas  pasan por las proximidades de la Cabaña Senescau y debajo de la pared se dividen: al oeste las que se alargan hacia el Col de Iou y  las que seguimos que giran al norte y se van a por la pared.

            Hay una profunda huella de raquetistas que seguimos en principio y alguna huella de descenso de esquiador. Decidimos hacernos la nuestra por comodidad, la nieve está estupenda.
 
            La pared que sube alrededor de 200 metros tiene una primera pala bastante consistente y que ascendemos, aproximadamente sobre el camino, con una larguísima diagonal de oeste a este. En la parte alta de la misma, las huellas se van directamente para arriba pero nosotros proseguimos hacia el este en busca de la parte más baja del rellano intermedio que articula la pared.

Haciael Soum de Pombie.
 
            En el rellano giramos al oeste  para elevarnos cómodamente y al máximo de tal manera que afrontamos el segundo resalte con otra diagonal paralela a la anterior pero más corta puesto que el desnivel también es menor.


            Las huellas con las que de nuevo hemos coincidido se van hacia la parte alta del collado y nosotros nos vamos hacia el Soum de Pombié por nieve completamente virgen.

Cornisa en Soum de Pombie.
 
            El Midí  nos regala una de sus imágenes indescriptibles y  avanzando un poco hacia el oeste tomamos el lugar por el que transita el camino hacia el refugio. Hay una débil huella mañanera  de esquís y la ya comentada de los raquetistas que no parecen conocer mucho la zona.


Midi a la vista.
 
            Transitamos un poco más levados del camino normal que atraviesa la ladera de la arista este del Peygeret y tras un pequeño descenso atravesamos en horizontal para alcanzar un lomo que, en suave descenso nos deposito en el refugio de la Pombie a 2030 metros de altitud. Son las cuatro de la tarde.

Foqueando la norte de Peyreget.

            Los tres raquetistas están merodeando por la arista este del Peygeret y nosotros solos. Es una delicia inimaginable aquí en Pombie.

En la Cabaña de Pombie.
 
            El Lac está completamente nevado, la Grande Raillere y los collados de Suzon y Peygeret también y los paretazos de la este del Midí impecables como siempre. Los altocúmulos de desarrollo  decoran un cielo azul impecable y la Vieja cabaña de la Pombie nos llena los ojos de imágenes y la mente de recuerdos.

La Vieja Cabaña de la Pombie.

Lurien, Arrious y Pallas desde la Pombie.
 
            Saboreamos un café con leche mientras nos deleitamos con un dilatado y conocido paisaje salpicando de viejos conocidos desde Lurien y Arrious hasta el ansiado Lourade y “mira que guapo se ve el collado de unión de los dos Arrieles. ¡Tenemos nieve para tiempos! Las gentes de estos pueblos están de nieve este año hasta la “coroneta”.

            La vuelta la vamos a realizar foqueando cómodamente sobre nuestra propia huella a la vez que contemplamos un paisaje que no por ser conocido deja de ser absolutamente delicioso.

Volviendo al Soum de Pombie.
 
            En el collado de Soum de Pombie paramos, quitamos las pieles de foca y nos abrigamos un poco mientras echamos una ojeada a la Sierra de Tendeñera y a la Estación de Esquí de Panticosa con una nieve como nunca la ha tenido. Hasta la norte de la Partacua está más blanca que de costumbre y los corredores están que se salen. ¡Nos les queda basura que arrojar ni nada! 

En Soum de Pombie.

            La nieve está muy blanda, nos propia algún que otro revolcón, vamos girando y descendiendo aproximadamente sobre nuestra huella y bajamos los dos resaltes de la pared mejor de lo que suponíamos. Solamente nos queda recorrer en suave descenso las largas campas de nieve que nos llevan a cruzar los barrancos para volver con los esquís hasta el mismo coche de nuevo.
 
Arrieles.

            Son las cinco y media y estamos contentos no solamente por el paseo en el que habremos movido alrededor de 500 metros de desnivel sino porque era una cuenta que teníamos pendiente con los esquís. Lo celebramos con cerveza al fresco del nevero primaveral.