28 dic 2012

65-12. CIRCULAR A PUNTA CATIERAS. 28-12-2012.

Cara Este de Catieras.

Pista de la Ripera, Barranco de la Ulot, Majada de Yenefrito, Sudoeste de Ferreras, Ibón de Catieras, Cara Este y Punta Catieras. Descenso por Corredor Noroeste, Barranco de Piniecho y Prados de Foratiecho.

28-12-2012.

Salida 09 h. Llegada 16 h.

Sol.

Fácil.

Ascensión.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Catieras precedente de Prames. Vía en amarillo.
            El Día de los Inocentes, sin que lo queramos, es una fecha muy significativa para nosotros fuera de los chascarrillos y supersticiones que puedan estar  alojados en nuestro cerebro. Por ello, y aprovechando un buen tiempo cantado a los cuatro vientos, hoy 28 de Diciembre de 2012 nos vamos al monte: Iremos a Catieras.

            La marcha circular la hicimos ya hace unos años, allá por el 2004. Había un poco de nieve pero hoy será distinto pues hay mucha nieve.

            A las ocho de la mañana nos montamos en el coche y tras pasar por el Ayuntamiento de Panticosa a recoger la llave de la Pista de la Ripera, hacemos los 4 kilómetros de pista que tiene algunas manchas de hielo como esperaba y aparcamos junto a la portera del Barranco de la Ulot cuando van a ser las nueve de la mañana. Nos ha costado una hora como calculaba.

            Estamos a 1500 metros de altitud, la mañana promete una jornada espléndida y tomando el camino que asciende barranco arriba nos vamos en dirección este, siempre y bastante alejados en la orilla izquierda del mismo.

El Dedo de Yenefrito.

            Aprovechamos para contemplar con las primeras luces de la mañana las Cuevas del Forato y la Brecha de Sabocos mientras ganamos altura aproximándonos al Diente de Yenefrito, llamativo como siempre.

            Empezamos a transitar nieve discontinua bastante granulada y que enseguida rellenará las laderas del barranquillo que se yerguen bajo el Collado de Yenefrito.


            Son aproximadamente las diez de la mañana cuando ponemos crampones y polainas puesto que la nieve ya es continua a partir del Collado de Yenefrito situado a 1800 metros de altitud.

            Transitamos en horizontal la cara norte de Escuellas siguiendo el trazado de la senda, claramente notoria y cubierta de una capa de nieve profunda a tramos. No hay huellas y tendremos que trazarla durante toda la jornada, algo que ya tenemos descontado.

            Con ello nos aproximamos a la Majada de Yenefrito, pasamos junto a la cabaña que tiene incluso leña y nos aproximamos al cauce del barranco.

            Unos metros más arriba atravesamos el Barranco de la Ulot y ya en su orilla derecha, avanzamos unos metros y atravesamos el Barranco de Catieras. Vamos a subir al ibón por el camino normal.


            Ascendemos la suave ladera que baja del Puntón Oeste de Ferreras, vestida con una profunda capa de nieve y hacemos una foto recordando la “inocentada” de hace seis años. La verdad es que el asunto nos ha rondado por la cabeza durante todo el ascenso, supongo que es algo inevitable; pero eso ya pasó y ahora tenemos por delante una pala que se yergue considerablemente junto al barranquillo de la orilla derecha del camino.

Escuellas.

            Subimos un poco más al oeste del camino hasta que decidimos faldear en horizontal en busca de la entrada al falso collado que nos permitirá pasar a la vertiente izquierda del Barranco de Catieras. Estamos ya al agradable sol de la mañana.


            En el falso collado contemplamos el barranco completamente lleno de nieve  y, en suave descenso y en dirección norte, atravesamos la sombría comba de nieve que nos permitirá alcanzar en ascenso posterior las inmediaciones  del Desagüe del ibón de Catieras.



            Son las once de la mañana cuando avistamos el Ibón de Catieras a 2240 metros de altitud. Hemos de dar un pequeño rodeo en descenso para cruzar el barranco y alcanzar seguidamente la cola del ibón, único punto con agua de la inmaculada plancha de nieve.

Ibón de Catieras.

            Luego, rodeamos un poco el ibón por su orilla noroeste y enseguida abandonamos la trayectoria que nos llevaría al Collado de Catieras por el fondo del valle para ascender directamente al pico que ya nos orienta.


            Subido el primer resalte de la cara este aprovechamos una piedra limpia para pararnos a almorzar un poco pues son las once y media pasadas. Estamos ligeramente por encima de los 2300 metros de altitud.

            El almuerzo es agradable pues la cara este del pico en la que estamos es una auténtica tartera, se está muy bien pero eso tiene un precio que pagaremos al contado y enseguida.

            Veinte minutos después, nos hemos quitado ropa, reemprendemos el ascenso con una nieve que podría estar algo más dura, bastante variada y con tramos de costra que nos van a meter en calores y en sudores.


            Un segundo resalte que se yergue al final nos deposita en un rellano desde el que contemplamos el Casquete Somital de Catieras con su característico aspecto bicéfalo.

            Al sur tenemos la arista que nos podría llevar suavemente a la cima, al norte el Collado de Catieras  que se continua hacia el este con Baldairán y Espelunz rematando en el Puerto de las Ovejas y Ferreras, pero nosotros proseguimos de frente al oeste.

            Ascendemos una tercera pala más potente que en su tramo intermedio se yergue inclemente pues se acercará a los 50º y que liquidamos con una zeta entre rocas, siempre con buena nieve, que nos deposita en un pequeño hombro bajo el casquete somital.

            Allí nos partimos: Juan que sube sin crampones se va a por un corredor  situado al nordeste de la cima transitando entre afloraciones rocosas y nosotros atravesamos el hombro hacia el norte y nos introducimos en la pala somital orientada al norte.


            La nieve está bien, coloco a mi chica delante para que no le dé yuyu y nos vamos para arriba. La salida estará sobre los 60º pero con esta nieve  y los crampones no hay ningún problema. Giramos ligeramente al este y nos alargamos al encuentro de Juan que está saliendo del corredor, yo creo que un poco más erguido que el tramo final de nuestra pala.



            La Cima de Punta Catieras, a 2607 metros de altitud es una cumbre bicéfala pero no por su perfil visto desde el este sino porque cuenta con una doble cima: la este, ventada y mixta y la oeste perfectamente amable y nevada. De similar altitud, hacemos una foto con trípode de fortuna en la punta este y nos vamos tras recorrer una suave depresión hasta la oeste. Es la una y cuarto del mediodía.

Arista de Fenias desde Catieras.

                El día es sencillamente espléndido, el cielo está descaradamente azul y el paisaje, prácticamente circular es un auténtico escándalo: al norte Baldairán, aquí mismo enmarcando  al Macizo de Vignemale; en el distante este el Macizo de Neouvielle, la Munia y más cerca Ordesa; Ferreras al este que nos conduce a Tendeñera, comenzando por el sur toda la Sierra con Escuellas delante y rematando con el Verde y Mandilar; al oeste Toda la Partacua, Collarada, Aspe, Escarra y Anayet recortados por el Macizo de las Argualas e Infiernos casi en primer plano; y cerrando al norte Piniecho, Tablato y Brazato. Catieras es un pico con vistas.

            Propongo recorrer un centenar de metros la arista oeste y tomar una pala que baja sin cortes hasta el valle en el que origina el Barranco de Piniecho pero tomamos un corredor que nace en la misma cima y que orienta al noroeste conduce a la misma pala.


            La cabecera tiene poca nieve y hay que buscarla junto a la pared. Hago huella delante y bajamos sin contratiempo alguno alrededor de 40 metros muy erguidos y sombríos. Luego, cada uno por su sitio nos vamos para abajo relajadamente pues la nieve está espléndida.

            Se trata de un largo descenso por una pala que se va acostando paulatinamente hasta alcanzar un primer rellano desde el que se contempla todo el descenso y la vertiente oeste del Collado de Catieras. Luego se suceden un par de resaltes que descendemos con nieve más profunda y costra, siempre en dirección noroeste y contemplando la espléndida Cara este de los Picos de Piniecho.

            Nos juntamos al sol junto al recién nacido Barranco de Piniecho y en una piedras limpias nos sentamos a comer. Son las dos y cuarto.

            Al sol se está muy bien pero la espalda se enfría un poco, lo que no impide degustar nuestro menú especial con una consistente tortilla de patatas con setas, pan de Cádiz y un botellín de cava con el que brindamos sencillamente por nosotros despidiendo un año montañero que nos ha llenado de felicidad. En nuestro monte no existe ni frustraciones, ni acritudes ni pervive la crisis. No sé qué seríamos sin nuestra  montaña que, además de algunos padecimientos, tantos placeres nos procura.


            Son las tres menos cuarto. Estamos a 2200 metros de altitud y nos queda un enorme descenso todavía.

            Cruzamos enseguida el barranco y por su orilla derecha nos orientamos al sudoeste prosiguiendo nuestro descenso al delicioso sol de la tarde. La nieve profunda nos obliga a un generoso esfuerzo a pesar que se compensa con el descenso. Paso a paso descendemos junto al barranco hasta que lo abandonamos yéndonos en busca de un pequeño collado ya que el Barranco de Piniecho se ahonda para derrumbarse más abajo en los Paredones de Yenefrito.

            Nosotros vamos a continuar en suave descenso rodeando las Puntas de Piniecho en busca de un descenso más amable.

            Desde el collado se prosigue con una travesía bastante horizontal y en dirección casi oeste para atravesar tres pequeños corredores que se derrumban un poco más abajo. La nieve desaparece paulatinamente no sin antes regalarnos con un amplio tramo lleno de trampas que negociamos decentemente a pesar de la incomodidad.

            Se trata de un “camino” poco transitado por decir algo con alguna cita perdida  y en el que hay que imaginar entre reducidos tramos de trochas de animales.

            Vamos buscando una amplia pala que termine abarrancándose y que nos permita alcanzar los Prados de Foratiecho. La nieve de la cabecera de la pared  y las lluvias de otoño que han hecho de las suyas dificultan la orientación y casi nos pasamos de corredor. Alcanzado éste, nos vamos para abajo tratando de patinar sobre la irregular pedriza metamórfica. Patinamos poco pero nos ponemos como unos cochinos.

            Enseguida alcanzamos los prados y por ellos volvemos un poco hacia el este próximos a la pista.

            Pasamos bajo una de las Cascadas de Piniecho, la que tiene paso de hormigón sobre la pista y unos minutos después nos llegamos al coche cuando ya hace buen rato que el sol se ha ocultado tras el Verde. Son las cuatro y cuarto de la tarde. Hemos concluido una jornada espléndida en la que hemos movido satisfactoriamente 1150 metros de desnivel. Mi chica dice que igual podíamos ir un rato esta noche con la Luna Llena pero yo creo que en cuanto se duche a lo mejor le da pereza.

             Aunque no creo que con esta salida hayamos puesto fin a una temporada que comenzamos en Canal Roya. Quizás la terminemos allí o en la Raca con los esquís. Habrá sido una temporada con 94 salidas y 83000 metros de desnivel acumulado y sin llorar como los hombres.


           

           

             

           

           

16 dic 2012

64-12. LA MUJER MUERTA. 16-12-2012.

La Mujer Muerta bañada de luz.

Aparcamiento de Sansanet, Cabaña Escouret, Barranco Escouret y Arista Sudeste. Descenso al ibón de Estanés, Barranco Escoret y Hayedo de Sansanet.

16-12-12.

Salida 09 h. llegada 14 h.

Nublado.

Muy fácil.

Ascensión Raquetas.

 Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de la Mujer Muerta procedente de Prames. Vía en amarillo.

            Vamos a tratar de aprovechar una anunciada ventana de buen tiempo entre borrascas para dar un paseo con las raquetas. Sabemos que nos puede salir mal pero…

            Son las siete de la mañana del domingo 16 de Diciembre de 2012. Es noche cerrada y sin estrellas cuando nos levantamos. Hemos quedado para ir al monte y en ello estamos. Luego se hace el día con una indecisa mañana pero pasamos el Somport, una placa de hielo en la carretera me espabila y a las nueve menos cuarto estamos aparcando, con alguna dificultad pues hay nieve sin limpiar, en la entrada del Aparcamiento del Hayedo de Sansanet.

            La Mujer Muerta es una amable y modesta cima en las inmediaciones del Ibón de Estanés que ya conociéramos en su día, en el que nos regaló sus inestimables vistas y no solamente sobre el ibón que domina. Elegimos partir del aparcamiento que está situado a 1320 metros de altitud ya que, a pesar de su baja cota, ofrece una rápida ascensión, algo más corta que si partiéramos de Candanchú con lo que compensamos el déficit de desnivel con la distancia.
 

            Aparcados con calzador a las nueve nos ponemos en marcha  con las raquetas para atravesar el Barranco de Aspe y evolucionar en dirección, fundamentalmente este, a través del Hayedo de Sansanet.
 
            Se trata de un viejo y transitado camino que conocemos hace tiempo y que lazada a lazada gana altura paulatinamente en medio de las clareadas y majestuosas hayas del bosque. El camino tiene nieve continua y bastante blanda pues no ha helado esta noche y se camina bien.
 

            Coincide con la pista que conduce a la Cabaña Escouret que enseguida dejamos en el rellano al norte, para proseguir por el hayedo para arriba hasta que desaparezca el arbolado y nos deposite en la pradera alpina ahora completamente vestida de blanco.
 

            Estamos a 1600 metros de altitud y el paisaje se abre a nuestros ojos, lo que es un decir ya que las nieblas rondan por las alturas. Apreciamos  con cierta claridad la Raca, la Zapatilla e intermitentemente Lie Labate, Liouviella y Portaza; a l nordeste y aprovechando un pequeño claro contemplamos iluminado el Sesques que nos recuerda el asunto pendiente con el Macizo y el resto queda para la imaginación.
 

            Unos suaves campos de nieve que atravesamos en dirección este nos introduce en el Barranco Escouret, lugar donde puede coincidir el camino desde Candanchú sin tener en cuenta la subida por la Cantalera.

            Hay bastante nubosidad de considerable consistencia pero la casualidad nos permite contemplar una espectacular imagen de la Mujer Muerta iluminada por un claro y determinante sol que la enmarca sobre la profunda sombra que la rodea.

            La nieve está un poco más endurecida que en el hayedo pero la capa es más importante con lo que nos obliga a trabajar constantemente, a pesar de seguir la huella existente pues algo es algo.
 

            De entre las Aristas Sur y Este elegimos la de en medio, la Sudeste y abandonamos el camino que traemos para introducirnos en la misma  a través de un resalte  medianamente inclinado que se sube bien hasta su cabecera. Allí nos espera el viento que, bastante frío, nos obliga abrigarnos un poco.
 

            Un pequeño rellano nos conduce a un corto resalte que nos deposita en la Arista Este y ya en muy suave ascenso, tratándonos de proteger del viento alcanzamos enseguida la Cima de la Mujer Muerta o Cuchet de Garay. Situada a 1860 metros de altitud. Son las doce menos cuarto.
 

            En la amable cima se está regular pues las nieblas nos rodean y el viento sigue fresco. Contemplamos una espectacular Cara Norte de Liouviella Norte, unas espléndidas imágenes tanto del Ibón de Estanés prácticamente helado como de la mole del Acue y Sesques con el permiso de las nieblas a regañadientes.

             Recorremos la cima hacia su Arista Noroeste para bajarnos al ibón y contemplamos como se acerca la borrasca por el oeste Aguas Tuertas adelante.
 
Sesques.

            Buscamos un descenso cómodo que encontramos ligeramente al norte y sin más nos bajamos hasta la orilla del ibón coincidiendo con otros raquetistas que llegan.
 

            El Ibón de Estanés se encuentra a 1777 metros de altitud y rodeado de nieve además de las nieblas y el viento tiene poco de agradable. Hacemos algunas fotos y nos vamos en busca de un lugar algo más abrigado para echar un bocado.

            En la zona este del ibón ya de camino de regreso y antes del collado nos detenemos a almorzar un poco. No se está mal del todo. Son las once y media pasadas.

La Norte de Liouviella Norte.
 
            El café con leche calentito nos sienta de maravilla y un cuarto de hora más tarde proseguimos nuestro camino de vuelta alcanzando el plano y amplio collado y desandándolo en dirección este para cerrar el bucle que hemos abierto al abandonar el camino.
 
Atrás la Mujer Muerta.

            Luego, siguiendo la huella descendemos tranquila y persistentemente empujados por las nieblas que ya han engullido el lecho del ibón y se vienen tras nosotros por la cabecera del Barranco Escouret.
 

            Entramos al hayedo de Sansanet y la sensación térmica cambia de inmediato al abrigo de las hayas. La nieve se reblandece un poco y nosotros nos alargamos tranquilamente para abajo disfrutando de la majestuosidad de las hayas en el invierno.
 

            Es la una y cuarto cuando cruzamos el Barranco de Aspe, quitamos la nieve de las raquetas en el agua y nos llegamos al coche. Quiere caer algún tímido copo de nieve.

            Hemos terminado nuestro paseo con 550 metros de desnivel de manera satisfactoria con permiso de la meteorología. Ahora que haga lo que quiera. Por la tarde lloverá confirmando el pronóstico.

 

             

             

11 dic 2012

63-12. UNA VUELTA POR FORMIGAL PARA EMPEZAR LA TEMPORADA. 11-12-2012.

En el Collado de Izas de contemplación.

Aparcamiento de Anayet, Collado Lapazuso, Rellano de Lanuza y Collado de Izas. Vuelta al Aparcamiento de Anayet.

11-12-12.

Desnivel acumulado 850 m.

Distancia recorrida 9500 m.
 
Tiempo efectivo 03:00 h.

Sol.

Muy fácil.
 
Esquís de travesía.


Formigal es en la actualidad una estación de esquí muy grande pues extiende sus pistas  por cuatro valles. Esta circunstancia permite una importante variedad de combinaciones para dar paseos con los esquís cambiando de valle, además de asegurar la nieve en periodos de escasez. Si además puedes ir fuera de las aglomeraciones del fin de semana pues ya ni te cuento.
Actividad realizada con los esquís de travesía que puede resultar un poco larga con las raquetas.
 
En invierno hay que llevar el agua. Solamente con la primavera avanzada sd puede coger en algunos ibones y surgencias con ciertas garantías.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre. 

Mapa de Formigal procedente de Prames. Vía en amarillo.
 
            La primera semana de Diciembre­­ nieva copiosamente  pero el viento hace, de nuevo, de las suyas y sigue  pelando los lomos y rellenando  los barrancos. En estas condiciones  y con alto riesgo de aludes, el día 6 nos damos una vuelta con las raquetas por la Ciudad de Piedra de Candanchú y el domingo 9 nos subimos a Peña Blanca  sin siquiera tener la oportunidad de salirnos de la Pista del Río. La zona de la Tosquera está más amarronada de hierba seca que blanca de nieve.

            Hoy 11 de Diciembre de 2012 nos vamos a dar una vuelta a gusto para comenzar nuestra temporada.

            A las once de la mañana cuando partimos del Aparcamiento de Anayet la temperatura está baja pero menos mal que hay inversión térmica. En casa estábamos a   -7ºC.

            El aparcamiento, a 1700 metros de altitud está prácticamente vacío de martes y nos da la impresión de que no vamos a molestar demasiado a los esquiadores.

 
 
            Partimos en dirección sudoeste, iniciando el ascenso entre pistas. La nieve está un poco costra alternando con polvo en las acumulaciones. Nuestra trayectoria nos lleva a aproximarnos al Barranco Culibillas, pero sin llegar al mismo vamos girando al sur mientras charlamos con una pareja que va también para arriba.


 
            Ganamos altura tranquilamente y casi en soledad hasta que echamos una visual al Barranco de la Mina y nos incorporamos a la Pista de Anayet. Por su orilla oeste proseguiremos para arriba hasta alcanzar el Rellano del Ibón de Lapazuso encontrándonos con  la Liebre. Charlamos un rato y se nos hace fresqui en las espaldas pues el día está frescucho y el parón es aprovechado por el viento para ventilarnos.

La Cara este del Pico Royo.

            Enseguida alcanzamos el Collado Lapazuso a 2130 metros de altitud y buscando un lugar abrigado del viento quitamos las pieles de foca e iniciamos el descenso hacia el Valle de Izas. Son las doce de la mañana un poco pasadas.
 
Hacia el Collado de Izas

            En la soleada ladera se está bien al abrigo del viento. El descenso no tiene otra historia que el largo rellano que sucede al descenso y nos deposita en la Cabecera de la Silla de Lanuza sobre los 2000 metros de altitud.

            Ponemos de nuevo las pieles, echamos un trago de café con leche caliente y son azúcar e iniciamos seguidamente el segundo remonte del día. Son las doce y media.

La Oeste del Royo.
 
            Ascenderemos en dirección oeste por la ladera sur del Pico Royo y aprovecharemos la desierta pista que transita por la misma y que en suave ascenso nos acerca al Collado de Izas que es nuestro objetivo inmediato.

            Bastante arriba del resalte del valle viramos un tanto al sudoeste y afrontamos el ascenso final al collado por las inmediaciones del arrastre terminando  por la pista la rampa final.

¡Qué será, qué será¡


            Es la una del mediodía cuando alcanzamos el Collado de Izas situado a 2239 metros de altitud.
 
Culibillas.

Hacia Balaitus.
 
            E lugar bien merece la pena: hemos llevado a nuestras espaldas todo el Valle Oriental de Izas, quizás la zona mejor innivada de todo Formigal que nos muestra al cierra la Foratata, Arrieles, Pallas, Balaitus, Frondiellas, La Faxa, Los Infiernos, el Garmo Negro y las Argualas además de los Tres Hombres. Pero la otra vertiente no es menos espectacular.: a nuestro pies está toda la Canal de Izas adornada por la espectacular estampa de Escarra y la Pala de Ip, la Moleta, el Macizo de Aspe, la Raca y el Arroyeras; el Culibillas queda tapado por la Arista Sur del Royo. Es un lugar también adecuado para atacar el ascenso a Punta Escarra por el Corredor Norte utilizando los remontes de la estación de esquí.

Tres Hombres.
 
            De nuevo quitamos las pieles de foca y montando en los esquís nos vamos para abajo disfrutando de una nieve estupenda. Descendemos hasta la parte baja del circo y nos llegamos hasta la Cafetería de Lanuza para echar un bocado cómodamente al sol del mediodía. Estamos  a 1970 metros de altitud cuando es la una y media.

Escarra y Pala de Ip desde el Collado Lapazuso.


            Alrededor de las dos de la tarde, hemos colocado de nuevo las pieles, iniciamos el tercer y último remonte de la jornada. Primero el rellano y luego el resalte que nos ha de conducir de retorno al Collado Lapazuso que sigue azotado por el viento. Se nos va casi media hora en el ascenso y arriba, junto a la mesa de direcciones, quitamos las pieles, ajustamos las botas y tras echar una última visual al Valle de Izas iniciamos el descenso que haremos fundamentalmente por la Pista Midi, que por cierto, está llena de pedreguilla.
 
El Pastor del Portalet.
 
Campo Troya desde el Collado Lapazuso.

            En el descenso abreviamos ya que, a la sombra, se hace de nuevo fresco. Una excelente nieve nos deposita en el Aparcamiento de Anayet cuando son las tres de la tarde, terminando nuestro paseo en el que hemos salvado un desnivel de 850 metros.

Hemos pasado una jornada en la que la mejor temperatura ha sido -2ºC la que había tanto al comenzar como al finalizar el día.