14 may 1989

2-89. ARRIEL. 14-5-1989.


Arriel desde el Barranco de Soba. 14-6-03.

Aparcamiento de la Sarra, Hayedo de Aguas Limpias, Barranco de Soba, Espolón Oeste y Arista Sudoeste.
14-05-1989.
Salida 07:30 h. Llegada 17:30 h.
Sol.
Bastante fácil.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Arriel procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            ¡Cuántas veces habíamos pasado nuestra vista del Midi de Ossau al Balaitus sin advertir nada especial que nos llamara la atención!
            La primera vez que subimos hasta el Collado de Arremoulit contemplamos los erguidos neveros del circo francés que continuaban con unas paredes decididamente verticales.
            Desde el Pallas lo descubrimos. Habíamos tardado en ello quizás porque los gigantes de su entorno le hacían una terrible competencia. Pero allí estaba esa pirámide arrogante que a partir de ese día se iba a convertir en una cuenta pendiente.
            Alguna vez bajando el Camino del Aguas Limpias hacia La Sarra nos había comentado Rosa que teníamos que ir al Valle de Soba con las niñas pero el tema se había ido posponiendo por una cosa o por otra.      
            El mal tiempo del próximo pasado Otoño 88 nos había malogrado un par de intentos. En ese mismo invierno y desde Musales decidimos ponerle coto: de ésta ya no pasa, lo haremos como preparación para los Alpes pues daba la impresión que lo del Valle de Soba no era una casualidad como no lo eran la mayoría de los topónimos.

La Cascada del Barranco de Soba y Arriel. 13-7-05.

            El 14 de Mayo es el día fijado ya que el hombre del tiempo nos anuncia el favor de los dioses meteorológicos. Nuestra hija se quedará en casa de la abuela.
            Nos levantamos a las seis y cuarto y media hora después, hechas las faenas de rigor, nos metemos en el coche. Con escasa circulación, en media hora nos ponemos en Sallent como es nuestra costumbre.
            A las siete y media estamos en la Cola del Embalse de la Sarra a 1438 metros de altitud y con las mochilas en la espalda nos vamos Aguas Limpias para arriba en medio de una clara y consecuentemente fresca mañana, una mañanica de Mayo.
            Pasamos Tornadizas y seguidamente atravesamos el Barranco de Balzaroleta que se despeña enorme a estas horas de la mañana. Un poco después alcanzamos el Barranco de Garmo Negro y Soba, y nada más cruzarlo  abandonamos el camino que llevamos para seguir otro a la izquierda del último barranco,  en dirección noroeste, cuando el sol se acerca a nuestro encuentro. Son las ocho y cuarto y estamos a 1600 meteros de altitud.
            Continuamos atravesando un hayedo joven y luminoso todavía con praderío hasta que se abre el valle desembocando en un amplio rellano en el que se juntan los Barrancos de Ferraturas, Soqués y Soba. Dejamos a nuestra derecha un casi derruido refugio pastoril y virando al norte nos vamos por el Valle de Soba.

Vista atrás desde el Valle de Soba. 10-9-08.

            Llevamos ya un buen rato dejando el potente Espolón Sur de Arriel a nuestra derecha cuando nos metemos a la sombra del pico y continuamos por el margen derecho del barranco. La noche ha debido de ser valiente pues la nieve está completamente helada.
            Cruzamos de nuevo el barranco antes de que se angoste demasiado y nos vamos incorporando a la cara oeste del pico siguiendo la dirección del Collado de Soba y teniendo a nuestra derecha la cresta sur.
            Ganamos altura, salvamos el angosto del barranco y sobre un rellano superior que domina todo el valle a 2100 metros de altitud paramos a almorzar pues ya son las diez de la mañana.
            Con veinte minutos tenemos suficiente y como no es cuestión de perder el tiempo continuamos para arriba  ya que la mañana, a pesar de ser espléndida y de encontrarnos al sol, nos obliga a colocarnos los anoraks sobre las sudadas espaldas.
            Cambiamos la pradera por el pedregal a la vez que nos vamos alejando del barranco e incorporándonos a la cara oeste acostada sobre la cresta sur.
            Sobre los 2300 metros encontramos el primer nevero engrosado por los restos de un potente alud que ha bajado del vertical corredor que surge de la cresta sur. La nieve está tan dura que no hay forma de hacer huellas y avanzo de piedra en piedra y tomando rugosidades de la nieve lo que propiciará la clásica discusión acerca de ponernos o no los crampones.

La salida del "basurero" de la Oeste de Arriel. 14-6-03.

            El nevero se empina y hay que atravesarlo. Son, como mucho, cincuenta metros. Al otro lado nos podemos incorporar a la roca con lo que de momento ya no nos serán útiles.
            Tallo peldaños con el piolet como medida para no rodar 150 metros para abajo y en algunos hay que golpear con auténtica fuerza.
            Dejamos atrás el nevero y al incorporarnos a la roca vuelve la calma. Comenzamos a trepar por una pared vertical pero fácil. Enseguida, 50 metros más arriba, se estrecha y nos pone en situación: estamos en un espolón rocoso que sube como un rayo hasta la cresta, defendido por el nevero que hemos atravesado más abajo y que rellena ahora todo el corredor a nuestra derecha, y otro corredor a nuestra izquierda, todavía más tieso, que nace de la misma cima.
            El panorama es interesante a la vez que inquietante, el espolón es bonito a simple vista pero por otra parte no tenemos seguro sobre sorpresas que puedan aparecer en cualquier momento, la nieve aparece espolvoreada sobre la roca, el espolón está bastante descompuesto y en cualquier parte aparece verglás lo que puede conducir a un embarque perfecto. De cualquier forma aceptamos el reto y nos vamos para arriba.
            La pendiente es fuerte pero se sube bien con cuidado y atención, resulta entretenida aunque no por ello deja de quitarnos la respiración.

Balaitus, Frondiellas y la Faixa desde Arriel. 

            El espolón se afila sobre la mitad a la vez que vamos abandonando los últimos retazos de pradera alpina que se mezclan con gravas de granito todo espolvoreado de nieve polvo; luego las gravas ganan tamaño y extremamos el cuidado ya que encontramos tramos de arista bastante afilada en los que la roca está salpicada de verglás: tan pronto estamos en una vertiente como en la otra y los apoyos de manos son continuos, la pendiente rondará los 50 grados. Nos acompaña la inquietud por no saber si la vía tendrá continuidad.
            Son 400 entretenidos metros de desnivel los que nos colocan en el filo de la arista sur del pico que viene de muy abajo. Nos encontramos a 2650 metros de altitud y los 175 metros que restan hay que hacerlos por la arista cimera.
            Nuestras inquietudes por la solución de la vía han desaparecido al llegar a la cresta aunque esté defendida por brutales paredones  y corredores como el que hemos llevado a nuestra izquierda que ahora tendrá una pendiente de alrededor de 70 grados.
            En dirección norte ascendemos cresta arriba en busca de la cima sobre granito vestido profusamente de hielo y alterando tramos de finísimas aristas de nieve que pasamos con un pie a cada lado.
            A las doce hacemos cima en Arriel a 2824 metros de altitud. Se trata de una diminuta planicie simada par todas partes con excepción de la arista por la que hemos accedido.

Lac de Arrious y Arrieles atrás. 8-5-11.

            El día es absolutamente espléndido a este lado del Pirineo, los franceses tienen sus nieblas y sus masas nubosas más al norte, un “chocolate” corriente.
            Extiendes el brazo y casi tropiezas con el Pallas, Balaitus y Frondiellas. También están aquí mismo el Midi, el Pequeño Arriel, Soba y Ferraturas. La nitidez del aire es absolutamente especial a pesar de ello, el sur se viste a lo lejos con su acostumbrada túnica de neblinas.
            Prosigo adelante en la cima para comprobar el acceso desde el Collado de Arremoulit, cuando menos, más problemático por no decir otra cosa.
            Abajo tenemos tres fosas: Soba al sur, que de ella venimos; Arremoulit al oeste y de la que no vamos a disfrutar demasiado debido a las nieblas; y al nordeste la Cubeta Lacustre de los Arrieles vestida con sus blancas galas de hielo y nieve. Nuestros amigos Gabriel y Rosa querían subir hoy a los ibones pero desde aquí no advertimos presencia alguna aunque sabemos de la dificultad  de distinguir al personal en semejante caos.
            Picamos algunas cosillas, nos hacemos una foto con un pétreo trípode de fortuna y a las doce y media iniciamos el descenso.
            Lo hacemos con cuidado y a ritmo a pesar del hielo que todavía persiste sobre las rocas en un espléndido día en el que la temperatura no andará lejos de los 0 grados. Desandamos la cresta sur y seguidamente el espolón con continuos apoyos de manos lo que nos dejará los dedos afinados y las uñas limadas convenientemente.

Pallas desde Arriel.

            Ganamos el nevero con la nieve que quiere comenzar a reblandecer para atravesarlo en diagonal buscando la pedrera y el fondo del valle.
            Son las dos y cuarto, estamos a 2200 metros de altitud cuando paramos en una zona abrigada y bañada por el sol para comer  y de paso aligerar la mochila con absoluta tranquilidad pues lo tenemos hecho prácticamente todo. Se nos hacen las cuatro de la tarde.
            Continuamos al encuentro de los barrancos donde el sol ya ha deshecho el hielo y tras visitar la choza pastoril que está prácticamente derruida nos vamos para abajo en busca del hayedo y del Aguas Limpias.
            A las cinco y media llegamos al Aparcamiento de la Sarra encontrando en el cristal del coche una nota de Gabriel, han empezado a andar a las once y media y quizás por eso no los hemos localizado pues hemos abandonado la cima antes de que ellos llegaran a la cubeta lacustre.
            Hemos visto de lejos sobre el Pequeño Arriel a algún montañero, no sabemos ni por donde han llegado ni por donde se habrán ido, por lo demás todo el Valle de Soba ha sido entero para nosotros. Lo hemos dejado envuelto cuidadosamente en la deliciosa soledad que ya es gracia exclusiva de contados lugares de este Pirineo, algo que solamente se saborea lejos de la fama de otros concurridísimos.

Sin visitantes sale mejor la Oeste de Balaitus y Frondiellas. 

            En el coche hacemos arqueo: casi 1400 metros de desnivel que, a poco que te descuides, se puede convertir en algo normal para picos que sobrepasen los 2500 metros y de estos, por estos pagos, los hay a barullo. Definitivamente hemos hecho una actividad que nos acerca un poco más a nuestros objetivos que no son otros que traquetearnos de buena manera por una parte y por otra rendir interesada visita de cortesía a un solitario del Pirineo.