27 ago 2014

57-14. GARMO CARNICERO. 26-8-2014.


La Sur de Garmo Carnicero desde la Majada de Musales.

Presa de La Sarra, Pista a Ibonciecho, Refugio Ibonciecho, Oeste de Musales, Barranco

Corralones, Corredor Norte y Arista este. Descenso por la Majada de Musales.

26-08-2014.

 
Salida 07 h. Llegada 12 h.

Sol.

Bastante fácil.

Ascensión.

 Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Musales procedente de Alpina. Vía en amarillo.

            Aquel día de Julio de 2010 al asomarme un poco a la Arista Norte de Musales me quedaron claras algunas cosas y entre ellas que esa arista no era el camino más adecuado para hacer ninguno de su dos vecinos: el Garmo Pipos y el Garmo Carnicero; me quedó claro que acceder a cualquiera de esos picos  era bastante incierto y complicado y además el Garmo Carnicero se quedó aparcado en mi cerebro y marcado con tinta indeleble: habría que ir al Garmo Carnicero, esa espléndida pared que vomita impresionantes aludes sobre La Sarra y esa arista que moja sus pies en el Paso del Oso.

            Originalmente pretendía afrontar la subida integral de la cara sur a partir de los prados frente a Tornadizas en la orilla izquierda del Aguas Limpias. Se trataba de una vía con un poco de bosque, un enorme barranco y unas viras herbosas en la pared final.

            Finalmente y tras estudiar varias y diversas opciones como acceder por el Collado de Ibonciecho mal llamado de Musales o por el Collado de Musales,  entre subir por el Aguas Limpias o por Ibonciecho me decido hacerlo por éste último lugar pero llegando directamente al Collado de Garmo Carnicero. En Intenet, por una vez busco, no encuentro nada por lo que definitivamente imaginaré que no debe ser muy visitado y eso me gusta.

            El mes de Agosto de 2014 se complica por diversas circunstancias familiares y pasará a mi historia como uno de los meses de agosto más pobres de actividades montañeras, pero saco tiempo de donde supongo que lo hay y el día 26 a las siete de la mañana estamos aparcando en la Presa del Embalse de La Sarra a 1430 metros de altitud.

            La mañana es cálida con desperdigadas nubes de viento en altitud y estamos dispuestos a aprovechar la mañana tomando la Pista de Ibonciecho que prácticamente en dirección norte de marcha ladera arriba con abundantes vueltas atajadas cumplidamente por el camino viejo que seguimos.
 
En el Camino Viejo a Ibonciecho.
 
            La pista se encuentra recién reparada por lo que casi tiene aspecto de autopista. Cuando pasamos esta primavera estaba hecha una pena pero se han pegado una pasada de categoría. Ahora entiendo el descuido del Camino de Pondiellos y es que no se puede llegar a todo.

Bajo el refugio de Ibonciecho.

Preciosas bocas de lobo en la Pista de Ibonciecho.
 
            Progresamos para arriba sin prisa pero sin pausa, atajamos todo lo atajable y alcanzamos el Refugio de Ibonciecho situado sobre los 2050 metros de altitud cuando son las ocho y cuarto.

            Habíamos pensado ir ganando altura en la Sudoeste de Musales para entrar al Barranco Fabo o de los Corralones bastante arriba pero ante la duda de la incorporación desde la Majada Musales al Barranco de los Corralones, decidimos faldear algo más abajo: daremos más vuelta pero será más seguro.

Atravesando la Sudoeste de Musales.
 
            Seguimos la pista que marcha al oeste hasta la Tubería de la Central Hidroeléctrica de La Sarra y a partir de allí vemos lo que vemos y decidimos hacer una travesía prácticamente horizontal hacia el oeste que nos permitirá pasar primero y fácilmente el Barranco de las Fajas  y  proseguir luego en muy suave ascenso con nuestra travesía en una ladera transitada por el ganado y que no se complicará en ningún momento.

            Tenemos alguna tentación de incorporarnos a la majada de Musales cuya hierba se encumbra bastante pero no caemos en la tentación y con paciencia benedictina proseguimos el faldeo suavísimamente ascendente hasta que superamos el Crestón Sudoeste de Musales y nos incorporamos con total facilidad a la amplia cuenca del Barranco Fabo o de los Corralones.

Entrando al Barranco de los Corralones la Sur de Garmo Carnicero.
 
            En la travesía se nos han ido tres cuartos de hora pero ahora disponemos de un enorme corredor perfectamente rectilíneo y uniforme que orientado al nordeste nos ha de conducir al Collado de Garmo Carnicero.

            Estaremos sobre los 2150 metros de altitud y vamos a tener tiempo de contemplar el collado que es nuestro objetivo y que estará situado 300 metros más arriba.

            No es exactamente un collado pues se trata de una doble brecha separada por un potente y corpulento gendarme. La parte este a la que se puede acceder por un corredor metamórfico bastante descompuesto aparece junto a la Arista norte de Musales; al otro lado del gendarme, otro corredor medianamente vestido de verdura y de aceptable aspecto conduce a otra brecha en la que aparece una aguja y en el que se inicia la Arista Este de Garmo Carnicero y hacia allí encaminamos nuestros pasos.

Al fondo la doble brecha del Collado de Garmo Carnicero.
 
            El corredor principal tiene la mayor parte cubierta de verdura y se sube muy bien a la sombra de la mañana. En la parte alta, casi bajo las paredes buscamos la verdura para incorporarnos al segundo corredor.

Corredor al Gendarme de la Este de Garmo Carnicero.

            Entre la verdura escalonada y los escalones metamórficos de su orilla izquierda, Juan subirá por la derecha,  subimos de cine y en un pis-pás alcanzamos la brecha situada más al oeste  y que nos ofrece la posibilidad de acceder a la misma por el norte con la inseguridad de la presencia o no de paredes en la zona intermedia de la pared.

La este del Garmo Carnicero desde la brecha.
 
            El gendarme entre brechas no hay que mirarlo porque “se hace miedo” y la Arista Este del Garmo Carnicero que arranca aquí es poco más que una enorme interrogante vestida de paredes. Pero como ya hemos visto la vía que permite un relativamente fácil acceso por la cara sur siguiendo unas viras de verdura por las que han marchado algunos rebecos, iniciamos el ascenso de la arista. Si hay que darse la vuelta no perderemos demasiado tiempo.

En la este del Garmo Carnicero.

            Hay un par de gendarmes que faldeamos en ascenso por el norte siguiendo unas pequeñas viras y corredores metamórficos que están hechos una caca y en los que no es fácil conseguir apoyos que no estén medio rotos. Se trata de un tramo bastante pestoso que nos permite cabalgar sobre las verticales paredes de la ladera norte.

            El faldeo nos devuelve a la arista por encima de los gendarmes y por ella proseguimos con un tramo fácil, casi de andar y con materiales mucho más firmes que serán la constante del resto de la arista.
 
Tramo fácil de la arista bajo la Aguja cimera.

            Superamos fácilmente una siguiente prominencia que nos deposita en una brecha  por encima de la cual se yergue una potente aguja de aspecto fiero que no habrá que tocar ya que una amplia y muy inclinada vira asciende por el sur permitiéndonos el faldeo.

La Cima del Garmo Carnicero.

Recorriendo la Arista Cimera del Garmo Carnicero.
 
            La vira, bastante escalonada nos permite  alcanzar un pequeño crestón que nos devuelve a la arista cuando esta se allana y nos deposita en la parte oriental de la cima, una cresta alargada y afilada que se puede caminar sin más y que nos lleva a la Cima del Garmo Carnicero  situado a 2593 metros de altitud. Hay otra cima situada más al oeste pero no parece más elevada que ésta. Son las diez menos cuarto.

En Garmo Carnicero en compañía del Gallo.

El "Señor Pallas" que tapo en la foto cimera.
 
Arriel.
 
            No hay hito cimero de piedras pero si un “pincho” gallo veleta junto al que nos fotografiamos. Nos gustaría saber quién lo ha colocado allí y quizás le preguntemos a Ursi Abajo el guarda del Refugio de Respumoso.

Balaitus y Frondiella Sudoeste desde Garmo Carnicero.

Garmo Pipos, Garmo Carnicero y Musales desde la Punta Oeste.
 
            El pico tiene unas vistas de auténtico pecado, destacando poderosamente de oeste a este Foratata, toda la Cresta de Ferraturas-Soqués. Arriel, Pallas, Balaitus, Frondiella Sudoeste, Crestas del Diablo, Cristales, Cambales, Aragón, Las Faxas y cerrando el este, aquí mismo el Garmo Pipos y Musales. Al sur la Partacua al completo deliciosamente iluminada, Escarra y la Pala de Ip, la Lana, Barzapuchera, Arafita, Ministirio y la Inclusa.

Descendiendo la Arista Este del Garmo Carnicero.

            Hacemos algunas fotos y almorzamos relajadamente al sol. Se nos va media hora bastante larga por lo que hay que emprender la vuelta que vamos a hacer descendiendo la arista este de manera fiel y escrupulosa con el ascenso.

Allí se queda la este del Garmo Carnicero.
 
            Alcanzada la brecha descendemos un tramo del corredor  por donde lo hemos subido y tomando la pedriza la patinamos cuanto podemos abreviando un tanto el descenso.

El Barranco Corralones y el acceso a la Majada d Musales.

            Alcanzado el corredor principal enseguida lo vamos a atravesar en suave descenso al objeto de alcanzar el borde izquierdo del mismo de fácil acceso, por un par de lugares al menos y que nos sitúan en la Majada de Musales, Por allí hemos renunciado a subir por temor a la incorporación al corredor.
 
La Sur de Garmo Carnicero desde la entrada a la majada de Musales.
 
            La ladera se faldea bien pues los materiales están más estabilizados de lo que suponíamos y con un corto ascenso de alrededor de una veintena de metros nos situamos en la majada donde pasta un nutrido rebaño de ovejas.
 
Majada de Musales  que atravesamos hacia el hombro herboso.

            La Majada de Musales es una enorme ladera de verdura que medianamente inclinada se llega hasta la cima y que nosotros alcanzamos sobre los 2400 metros de altitud.

            Hay un hombro en la parte sudeste de la misma y orientados hacia allí practicamos un suave descenso en diagonal dirigidos por el final de la pista que nos aguarda allá hundida bajo el resalte subsiguiente.

            Una cómoda y suave media ladera herbosa y muy transitada por las ovejas nos permite alcanzar el hombro desde el que vemos el Refugio de Ibonciecho. De por medio tenemos el Barranco de las Fajas que habrá que cruzar pero cuando vamos a hacerlo advertimos la posibilidad de bajarlo pues está relleno de materiales y no tiene ningún salto.

Milenrama en Ibonciecho.
 
            Por el barranco nos bajaremos alrededor de 100 metros que nos depositan en la salida del túnel que trae el agua de Respumoso y de Sancha Collons-Cubetilla. Solamente nos queda descender unos metros de ladera en diagonal y alcanzar el rellano en el que se asienta la cochinada del Refugio de Ibonciecho, una marranada impropia del lugar que provoca el desdén y casi el vómito de todos cuantos se acercan al mismo. Son las once y media.

Escarra, Pala de Ip, Foratatas y La Lana.
 
            El descenso de los atajos de la pista y los tramos de pista obligados los hacemos a buen ritmo, entrados al pinar localizamos unos cuantos suillus y rúsulas muy pasados y nos llegamos a La Sarra cuando son las doce y cuarto de la mañana.

            En las piernas 1200 metros de desnivel y en el alma la satisfacción del Garmo Carnicero, un pico poco visitado en el que hemos encontrado dos vías posibles de acceso, comprobado una de ellas y un solo hito en su camino específico.

            El pastor, que ha sido casi la única perdona que hemos visto en toda la mañana, nos ha adelantado en la pista con si pikup.

            ¡Pirineo masificado!
 

 

25 ago 2014

56-14. OTRA CIRCULAR A PEYREGET. 24-8-2014.

Visible desde el Portalet la subida a Peyreget.

Aparcamiento de Aneu, Cabaña Senescau, Corredor Sur, Corredor Sudeste y Arista Este. Col Peyreget, Lac de Peyreget y Col de L’Iou a la vuelta.

24-8-2014.

Salida 08 h. Llegada 12 h.

Sol.

Fácil.

Ascensión.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Peyreget procedente de Prames. Vía en amarillo.

            No tenemos demasiado tiempo razón por la cual descartamos la arista este a partir del Col de Soum de Pombie ya que desconocemos el paso de los dientes que adornan esa arista y consecuentemente buscaremos una vía que solvente la contingencia mencionada: será el Corredor Sur de Peyreget.

            A las ocho de la mañana  del 24 de Agosto de 2014, hemos aparcado frente a la Cabaña Arraille, iniciamos el camino entrando al Valle de Aneu para cruzar el Barranco de Brouset a 1750 metros de altitud. No es necesario utilizar los puentes.

            Tomamos el camino que en dirección noroeste atraviesa el praderío de manera suavemente ascendente para acercarse a la Pared Sudeste del Col de Soum de Pombie.

            Al inicio de la primera lazada del camino en la pared abandonamos el camino y proseguimos un suave ascenso que en dirección noroeste nos va a permitir faldear la ladera siempre al encuentro de un amplio corredor orientado al sur y que asciende hasta los gendarmes de la arista este del pico.

El Corredor Sudoeste nos guía durante casi todo el camino.

            No hay camino pero se trata de una ladera medianamente inclinada y salpicada de trochas de ganado intercaladas en el praderío que se puede atravesar un poco por cualquier parte y en ella hacemos camino fácilmente ganando altura y aproximándonos a un gran corredor orientado al sur y que muere en la Arista Este de Peyreget.

Campo de lirios en Aneu.

            Hemos de atravesar un par de declives suaves y algunos pequeños rellanos que articulan la ladera, cruzamos el camino que prácticamente en horizontal enlaza los collados de L’Iou y Soum de Pombie por el que pasa corriendo una pareja y nos acercamos al pedregal que rellena el corredor al que nos encaminamos.

Nos asomamos a la pedrera pero no entramos todavía.

            Proseguimos el ascenso sin entrar a la pedrera metamórfica transitando el praderío que se encumbra bastante al este del pedregal hasta, que muy arriba, próximo a un nevero residual que anida entre grandes bloques entramos al pedregal para proseguir el ascenso.

Entrando a la pedriza del Corredor Sur de Peyreget.

            Hemos localizado desde el Portalet un corredor relleno de verdura  y que asciende  en dirección noroeste dejando al este la zona de gendarmes de la arista que sube desde el Soum de Pombie, pero hay que chuparse alrededor de 100 metros de pedregal hasta alcanzar el verde.
Los Gendarmes de la Este de Peyreget.

            Salidos del fondo del corredor principal la pedrera se yergue y se vuelve más descompuesta e inestable por lo que vamos a buscar un retazo de verdura en la base de las paredes de los gendarmes y por allí progresamos aprovechando la mejoría del terreno.

El Corredor Sudoeste.

            Enseguida entramos a la parte cubierta de pratenses. Está bastante inclinada pero extraordinariamente escalonada como suponía nos ofrece un ascenso agradable más utilizando un poco notorio crestón en el que aparecen afloraciones rocosas escalonadas.

Llegando a la Arista este de Peyreget procedente del Corredor Sudoeste.

            Hemos dejado por debajo un par de gendarmes con dudoso faldeo por la vertiente norte pues no terminamos de verlo con seguridad y un par de zonas alomadas y planas al este de los mismos, también un potente paretazo en el que se resuelve la arista al oeste de los gendarmes y ahora que alcanzamos la arista sobre los 2400 metros de altitud.

            En la arista reconozco unas placas erguidas y descoyuntadas cuya cabecera visitara e n una anterior ocasión para fotografiar el casquete somital del pico lo que me indica que estamos allá arriba.

            Hay un faldeo fácil y cómodo de las placas que no voy a probar y enseguida retornamos a la arista cuando por una parte el camino que sube por la norte desde el Col de Peyreget está aquí mismo y se perfila el pilote cimero.

Casquete Somital de Peyreget desde las placas cimeras.

            Mientras llega mi chica me acerco hasta la cabecera de las placas repito la foto que hiciera hace unos años e inmediatamente alcanzamos la Cima de Peyreget situada a 2488 metros de altitud. Son las diez menos veinticinco y hemos subido en hora y media y sin apurar. Evidentemente se trata del acceso más directo y corto a Peyreget de cuantos conozco.

Cima de Peyreget con Midi.

Gradillera, Arazures, Iou, Paradis y Casterau desde Peyreget.

            Hacemos unas fotos conocidas de un Midi  vestido de duras sombras mientras que el Valle de Bious Artigues está inundado por el sol que le confiere un aspecto algo calcinado con los ibones poco relevantes. Contemplamos la Arista sudoeste que conduce al Col de L’Iou y que se prolonga  hasta Canal Roya pasando por Arazures y la Gradillera y diez minutos después nos vamos para abajo en busca del Col de Peyreget.

La Norte de Peyreget desde el Col de Peyreget.

           La cara norte, tan amable ahora, no nos gusta demasiado ya que se viste de hielo en invierno con demasiada frecuencia.
Lac y Lauquettes de la Pombie desde el Col de Peyreget.

            Desde el collado fotografiamos una vez más los Laquettes y el Lac de Pombie, la Grande Raillere y el Saoubiste además de visualizar la cima innominada  a la que ascendiéramos desde Cherue y orientándonos al oeste nos vamos para abajo por un transitado camino que recorriéramos en su día pero que no reconocemos en absoluto y que nos ha de depositar en los Laquettes de L’Iou.

Sudoeste de Midi de Ossau desde los laquettes de L'Iou.

            Hemos de descender un resalte de herboso que se continúa con otro pedregoso y mucho más consistente en el que desaparece el transitadísimo camino.

            Bajamos por cualquier parte ya que la ladera está materialmente sembrada de hitos y alcanzamos los Laquettes de L’Iou, situados sobre los 2150 metros de altitud.

Terraza y resalte hacia el Col de L'Iou.

            Todavía proseguimos con el descenso sobre una ladera herbosa que es una terraza por encima del Lac de Peryreget desde la que no proseguiremos el descenso hasta el lago, sentándonos a echar un bocado al sol en un pequeño resalte próximo al camino desde el que se contempla el lac. No son todavía las diez y media.

            La mañana rabiosamente despejada se ha ido arañando ligerísimamente, ha sido fría pues había rosada sobre los excrementos animales del camino y ahora incluso al sol se nos hace fresco por lo que terminamos abrigándonos un poco.

Lac de Peyreget subiendo al Col de L'Iou.

            Con poco más de veinte minutos tenemos sobrado para proseguir nuestro camino llaneando por la parte este del Lac de Peyreget y afrontar seguidamente un resalte de verdura que, en dirección sur, enseguida nos deposita en el Col de  L’Iou previa contemplación de la Cara Norte de Peña Peyreget tan diferente a la imagen que presenta desde el collado.

Midi de Ossau desde el Col de L'Iou.

            Ni siquiera subimos los pocos metros que nos separan de la Peña del Col de L’Iou y seguidamente alcanzamos el camino que sube desde el lac y nos vamos con el mismo hacia el sudeste. Se trata del camino con el que nos hemos cruzado esta mañana y que ahora faldea el Peyreget.

La Gradillera y Peña Arazures con traje de verano.

            Lo seguimos durante unos minutos recordando nuestros repetidos tránsitos en invierno con los esquís hasta que alcanzamos las inmediaciones de la Falsa Peña del Col de L’Iou  para proseguir praderío abajo un poco por cualquier parte.

            Nuestro errático camino nos lleva de champiñonera en champiñonera cogiendo unos pocos pues la mayoría están pasados.

            El personal sube en manadas mientras nosotros nos bajamos hasta el barranco  y seguidamente a la furgo cuando son las doce de la mañana. En cuatro horitas nos hemos liquidado nuestra circular al Payreget con 850 metros de desnivel. No ha sido una gran marcha pero no por ello ha dejado de ser agradable y satisfactoria.

18 ago 2014

55-14. LABATA. 17-8-2014.

La Espectacular Cara Este de Labata

Aparcamiento de Candanchú, Collado Causiat, Hayedo de Sansanet, Cantalera, Laderas del Cantal y Corredor Cara Oeste. Descenso por la Este de Ruabe del Bozo, Barranco de Aspe y Collado Causiat.

17-08-2014.

Salida 08 h. Llegada 13 h.

Sol.

Bastante fácil.

Ascensión.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Labata procedente de Iberpix. Vía en amarillo-

            No tenía previsto ir al monte  pues estaba en otros menesteres y  tomada la decisión a bote pronto, elegimos algo corto para volver a casa al mediodía: iremos a Labata.

            A las ocho menos cuarto de la mañana, es domingo 17 de Agosto de 2014, llegamos al Aparcamiento de Candanchú. La mañana está ligeramente ventilada con viento del este que nos invita a abrigarnos un poco.

            Estamos a 1570 metros de altitud  cuando tomamos la pista de servicio que muy llana se alarga hasta las inmediaciones del Estadio de Biatlón y en dirección oeste se alarga entre promontorios de verdura y bloques de caliza gris en busca del Collado  Causiat situado a 1634 metros de altitud.
La Cantalera desde el Collado Causiat.

            Desde el collado el camino prosigue en dirección oeste ahondándose en busca de la Cabecera del Hayedo de Sansanet que alcanzamos enseguida.

Labata  desde el Hayedo de Sansanet.

                El camino en el hayedo está extraordinariamente húmedo y deslizante, la noche ha estado por debajo de los siete grados y la humedad es importante.  Avanzamos con cuidado y a ritmo con algunos sube y bajas por un transitado camino, es el GR11 que terminará por perder casi 100 metros de desnivel hasta que alcanzado un punto bajo al norte de las Paredes de Esper comienza un suave remonte por entre crecido pastizal florido en el que abundan acónitos amarillos, flores de viento, lirios, astrancias, campánulas, milenrama, geranios… al encuentro del Barranco de Aspe.

Labata que nos espera visto desde Sansanet.

            Hemos localizado la Este de Labata con sus verticales y coloristas murallones calizos y también la Cantalera, al norte del pico, que es por donde transitaremos en busca de su cima.

            Pero antes tenemos que alcanzar el Barranco de Aspe cuya aproximación final será a través de un tramo nuevo de camino establecido en la gravera, como el antiguo y que cruza las dos ramas del barranco unos metros más abajo.

            Remontamos  por el nuevo camino en el interior del hayedo hasta que alcanzamos y seguidamente abandonamos el GR11que se ahonda al norte, para tomar un débil caminillo, no demasiado transitado, que prosigue en ascenso por la base de las paredes en busca de la Cantalera: una zona ocupada por un conjunto de grandes bloques erráticos calizos entre los que destaca uno de ellos de manera poderosa y que se adorna con un pino en su parte superior.

Barranco al Norte de Labata desde el rellano por encima de la Cantalera.

            Hemos entrado al sol y nos quitamos un poco de ropa para seguir camino en ascenso por una gravera desnuda y descompuesta que ofrece un avance penoso hasta que la atravesamos para proseguir ascenso por un barranco seco y lleno de verdura que nos conduce a un rellano herboso desde el que contemplamos las Paredes de Labata, nuestro pico, y el espectacular barranco que hiende la ladera al norte del mismo cortándose vertical a juego con las mismas y que nos dará luego un poco de trabajo extra.

Corredor hacia el Cantal de Escuarez.

            Desde el rellano arranca un corredor herboso que se yergue paulatinamente en dirección oeste y que conduce a un conocido paso entre rocas hacia el Cantal de Ecuarez. Se trata del camino que solemos utilizar habitualmente para ir al Valle de Los Sarrios o que utilizamos para el Puntal de Labata.

El rellano herboso encima de la Cantalera desde la salida del corredor.

            Son las nueve y media cuando tras trepar un poco sobre firmes y fáciles calizas ocres alcanzamos la salida del corredor  a 1900 metros de altitud, lugar en el que nos reorientamos al sudoeste para continuar con el ascenso de las Laderas del Cantal

Atravesando las Laderas del Cantal en el tercer resalte.

            Se trata de una ladera de calizas claras compuesta de tres escalones de los que ascendemos los dos inferiores  y más pequeños, siguiendo puntos de rotura conocidos de la vez anterior y que al afrontar el ascenso del tercero y más consistente, iniciaremos una travesía hacia el este orientados por la amable arista norte del pico una vez que ha dejado abajo las paredes.

            La travesía recorre sucesivamente tramos rocosos con viras cómodas hasta que alcanza unos pequeños rellanos herbosos que nos aproximan al barranco, ahora muy profundo y que nos va a obligar a dar un buen rodeo pues hay que atravesarlo ya que nuestro objetivo se encuentra en la otra orilla.
La Oeste de Labata con el barranco de por medio y el corredor que ascenderemos.

            Contemplamos la cara oeste del pico con una sección intermedia que permite la subida bien por una rampa herbosa y amplia o bien por un corredor también herboso y proseguimos rodeando barranco hasta su cabecera.

            Cuando casi  nos encontramos a la altura del collado que separa a Labata de Ruabe del Bozo y frente a los paredones somitales del pico, descendemos unos metros atravesamos el barranco que toma agua de un amplio nevero residual y nos incorporamos a la ladera oeste del pico ahora en la sombra.

            Atravesamos en suave ascenso una zona de grandes bloques y seguimos con la ladera herbosa casi en dirección  norte, hasta que enseguida la abandonamos introduciéndonos al corredor que sube al este.

Saliendo del corredor a la Ladera norte, atrás Ruabe del Bozo y Puntal de Labata.

            Son una treintena de metros fáciles sobre hierba escalonada y con abundantes afloraciones rocosas que hacen cómodo el ascenso. Nos depositan enseguida en la amplia ladera somital del pico orientada al norte  y vestida de hierba que en suave ascenso nos deposita en la minúscula y afilada cima de Labata situada a 2215 metros de altitud cuando son las Diez de la mañana.

En la Cima de Labata con un skyline de ensueño.

            Labata es una punta de contrastes: Su ladera oeste cuenta con una sola parte accesible, el resto son paredes y brutales hacia el norte por debajo de la ladera somital; hacia el este los paredones son espectaculares al igual que hacia el sur aunque tiene una posibilidad que terminaremos por ver con claridad cuando alcancemos el Barranco de Aspe; nos queda el norte defendido por una arista corta, vertical y dentellada, similar a la del Puntal de Labata con paso restringido a escaladores y con material.

Parte del camino que nos ha llevado hasta aquí y Estanés.

La Este de Ruabe del Bozo que vamos a bajar.

            Hacemos algunas fotos y nos sentamos a comer un poco en este balcón tan especial que nos ofrece una imagen poco usual del Macizo de Aspe en el que recreamos nuestras andanzas: se observa perfectamente la arista norte de Aspe, la antecima y la cima, el Collado de Aspe, el barranco, la Llena de la Garganta y su zócalo rocoso, la doble Brecha Wallon y la Llena del Bozo, la Arista que conduce a Ruabe del Bozo aquí mismo, el Puntal de Labata… también al este aparece la Zapatilla, la Tuca Blanca, Esper, la Tabla de Aspe, los Lomeros de Aspe… En la distancia la Partacua desde Collarada hacia el este y una buena parte del Pirineo Axial, la Arista Ferraturas-Soques, Pallas, Arriel, Midi muy distantes al igual que Aule, Gazies y el Macizo de Sesques. También aparece en la azul lejanía Acherito, Petrechema y Anie entre otros. Mucho más cerca y discreto el Ibón de Estanés y Acue.

            Media hora después, ya hemos decidido no subir a Ruabe del Bozo ya que hemos visto un potente nevero en la cabecera del Paso de Aisa que es por donde podríamos iniciar el descenso, desandamos camino en busca del corredor, lo bajamos seguidamente y faldeamos, al igual que han hecho los rebecos, hasta alcanzar el collado sur del pico en la Arista Norte de Ruabe del Bozo situado a 2170 metros de altitud.
Solamente por esta foto ya merece la pena subir a Labata.
La también espectacular Sur de Labata.

            Desde el collado contemplamos un erguido y descompuesto barranco que tiene aspecto de no estar cortado y que nos podría permitir un descenso directo hacia el Barranco de Aspe aunque un tanto delicado ya que es de losilla metamórfica bastante meteorizada donde las presas para los pies son muy pequeñas con lo que los deslizamientos serían frecuentes y poco agradables.

            Preferimos ascender una trentena de metros por la arista y tomar en un hombro herboso la Ladera Este de Ruabe del Bozo en la que hemos creído ver descenso hasta el Barranco de Aspe, aunque va a salir más tela de la prevista.

            Descendemos un corto tramo hacia el sur para salir de las paredes que cortan la ladera y descubrimos que hay que faldear algún barranco para no ir a parar a los cortados de la ladera.

            Será una travesía cuidadosa de un par de barrancos aprovechando tramos de verdura inclinados pero escalonados que hacemos en descenso, hay que perder altitud.

            Nos conduce a un tercer barranco más amplio y lleno de bloques erosionados por el agua que tiene bastante buena pinta y por el lecho del mismo nos vamos para abajo.

Barranco que utilizamos para la parte intermedia del descenso.

El Escalón Intermedio del barranco.

Desde el Rellano del Barranco de Aspe.

            Nos facilita un descenso cómodo, rápido y seguro que cuenta con un salto intermedio que solventamos con un pequeño destrepe fácil a la izquierda del mismo. Luego prosigue para abajo pero nosotros seguimos descendiendo por la ladera que se amplía  y arrellana enseguida en busca del Rellano del Barranco de Aspe.

Ruabe del Bozo con nuestro corredor, el corredor no utilizado y Labata.

            Son las once y media de la mañana cuando alcanzamos el rellano por el que discurre mansamente el Barranco de Aspe. Desde allí contemplamos la Cara Sudeste de Ruabe del Bozo por la que ha discurrido nuestro descenso, el collado de separación con Labata y el corredor directo que no hemos utilizado y que no tiene cortes y la Sudeste de Labata en la que se aprecia la posibilidad de ascenso, un tanto artificiosa pero perfectamente posible y que no se aconseja emprender si no se visualiza previamente.

            Caminamos unos metros hacia el norte al encuentro del estrangulamiento del barranco e iniciamos con cierta inquietud el descenso del mismo cuya intención se pierde en lo más profundo de nuestra memoria. Hay cosa que envejecen antes de ser realizadas como es el caso.

            Sabemos que hay camino y esperamos que no sea de los barranquistas puesto que cuando nos enteramos del mismo todavía no había barranquistas. Desde abajo nunca hemos visto indicios del comienzo.

            Hay un débil caminillo en el praderío que se pierde incluso antes de comenzar el descenso y que reaparece en una zona húmeda inmediata en la orilla derecha del barranco. Enseguida toma pendiente y nos ofrece un descenso bastante erguido del que vamos viendo tramo a tramo. El Barranco de Aspe baja de salto en salto entre paredes pero nos ofrece soluciones de continuidad con algún apoyo de manos, sobre todo en una larga fisura un tanto húmeda con salida que resulta menos delicada de lo visto desde arriba.


La Fisura en los Estrechos del Barranco de Aspe.



En la zona de calizas claras del Barranco de Aspe.

            Vemos cerca el Hayedo de Sansanet pero todavía nos queda un largo tramo de calizas claras en la base de la pared este del barranco que aunque un tanto inclinada y con riesgo de terminar de patas en el mismo tiene muy buenas presas.
Desde la salida de los Estrechos del Barranco de Aspe.

            A continuación las paredes se retiran un poco y nos ofrecen un tramos de gravera por el que salimos de la orilla del barranco y dudamos entre cambiar de orilla o proseguir para abajo en busca del GR11 en las inmediaciones del mismo.
            Elegimos la opción directa y nos enzarzamos en el delicado descenso de la erguida ladera compuesta de rampas herbosas muy húmedas e inclinadas, de esas que dan cosa bajarlas y cordones de gravas que se bajan mejor que las zonas de hierba. Solamente diré que se hace largo bajar los pocos metros que nos separan del camino y cuya única bondad consiste en la presencia de un grupito de  jóvenes hayas que nos ofrecen protección para nuestros sufridos cerebros.
Campanulas glomeratas en Sansanet. Gracias José Miguel.

            El paso del Barranco de Aspe, tan largamente esperado se nos lleva media hora larga que terminamos con ganas y satisfacción. Luego, ni siquiera bajamos al nuevo camino sino que abreviamos pasando por el alto que tiene muy poco tránsito y tomamos ya el camino común que en descenso nos introducirá en el Hayedo de Sansanet.
Delicada flor del viento en verano.

            El GR11 está tan húmedo y resbaladizo como a la mañana y hay que caminarlo con cuidado, cosa que hacemos hasta abandonar el hayedo y en suave ascenso alcanzar el Collado Causiat y poco después el coche en el Aparcamiento de Candanchú, cuando es la una del mediodía y terminamos un recorrido circular alrededor de Labata que con un desnivel de  875 metros nos ha permitido descubrir los secretos que para nosotros guardaban, tan celosamente, las paredes del pico y el Barranco de Aspe.
            ¡Qué placer perderse en cualquier lugar del monte!
            Otro día más.