Vértice Geodésico de Presín.
Virgen de los Ríos en Caldearenas, Barranco Matriz y
Arista Este.
12-05-2002.
Salida 15 h. Llegada 18 h.
Sol.
Muy fácil.
Senderismo.
Miguel Bandrés, Rosa Mª.
Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Presín procedente de Prames. Vía en amarillo.
Es
sábado 12 de Mayo de 2002. Mi chica ha salido de trabajar a las seis de la
mañana y ha de volver de nuevo esta noche a las diez. Por lo tanto, se levanta
tarde durmiendo poco, comemos pronto y nos vamos al monte para dar un paseo al
sol en una semana en la que ha llovido poco para la enorme cantidad de nubes
que la han cubierto en su totalidad.
Siempre
hay que tener cosas cortas preparadas para días así y hoy iremos a Punta
Presín.
Virgen de los Ríos. 12-5-02.
Son
las tres menos cuarto cuando salimos hacia El Hostal de Ipiés, latre,
Caldearenas y Aquilué. Luego, ya por pista
de un par de kilómetros largos y
nos llegamos hasta la Virgen de los Ríos.
Aparcamos
bajo un chopo lombardo en la explanada inferior y volviendo unos metros por la
pista tomamos a nuestra derecha una cita que nos señala el inicio del camino.
Estamos a 780 metros de altitud y son las tres y cuarto cuando comenzamos a
caminar en dirección sur.
El camino que vamos a
encontrar muy amojonado, transita la orilla derecha del Barranco Matriz, se va
a ir elevando poco a poco sobre la ladera norte de la Sierra Presín y aprovecha
afloraciones lineales de salagón, la marga tradicional de la zona, para
transitar siempre por encima del nivel del barranco en medio de un bosque en le
que se alternan los bojes con los pinos silvestres, los robles, las genistas y
los enebros tanto comunes como oxicedros. Mal bocado deben ser los frutos de
éstos últimos cuando siendo tan llamativos y de tan apetecible tamaño
permanecen tanto tiempo sobre el árbol.
Oroel desde la Norte de Punta Presín.
Poco más arriba frente a la
Cascada del Barranco de la Virgen aparecen las primeras hayas escapadas de la
umbría del otro lado del barranco, tan colonizadas por las agallas del haya
como los pinos de procesionaria y eso que este año ha hecho frío como pocos.
El camino, perfectamente
marcado, debió de ser muy utilizado en otro tiempo ya que todavía sigue
empedrado a tramos, nos deja escuchar el profundo canto del cuco en la remota
espesura del bosque y nos permite estropear la siesta de una crecida culebra de
agua que ha salido a tomar el sol al mismo alejándose un tanto de la humedad
del barranco.
Poco más arriba atravesamos
el barranco y por su orilla izquierda seguimos ganando altura por un camino que
han limpiado casi de forma excesiva pues en algunos tramos tiene la anchura de
una pista.
En el rellano siguiente
volvemos a atravesar el barranco que se marcha de frente hacia la arista a la
vez que el camino se alarga lateralmente aproximándose hacia el collado a la
vez que se arrellana de nuevo, muy alto, en una umbría del hayedo en la que
abundan primaveras y hepáticas.
Enseguida alcanzamos el collado
que se asoma al valle que une Arguis con Bentué de Rasal y que hace ya
tantísimos años que recorrimos.
Solamente nos queda
abandonar el camino que en adelante baja al valle, girar a nuestra derecha y
orientándonos en dirección oeste-noroeste seguir en suave ascenso por el
caminillo que transita la misma arista y que nos conduce enseguida a la
indiferenciada Cima de Punta Presín,
situada a 1430 metros de altitud cuando son las cinco menos cuarto de la tarde.
Punta Peiro desde Presín.
Pasamos la cima tras un
pequeña brecha vestida totalmente de crecidos arbustos con la intención de
alargarnos hasta Cima Fajal pero enseguida desistimos de hacerlo ya que el
camino ahora es prácticamente inexistente en una cresta completamente vestida
de plantas espinosas, vamos con Miguel nuestro vecino, el camino se puede
alargar en este estado más de la cuenta y Rosa tiene que ir a trabajar por la
noche.
Volvemos a la cima y allí
nos comemos unas naranjas y echamos un trago de agua mientras contemplamos el
soleado Valle del Río Garona al sur y el Pirineo Axil al norte, todavía blanqueado de nieve y
profusamente cubierto de nubes.
Quince minutos más tarde
desandamos el tramo de arista contemplando los abrigos de la ladera sur de la
misma tan característicos en el salagón de la zona, y por el mismo camino nos
vamos para abajo, bueno está el monte bajo en estos tiempos para hacer caminos nuevos.
Al suave sol de la tarde nos
llegamos hasta la Ermita de la Virgen de los Ríos que se encuentra tan
espléndida y exquisitamente cuidada como ya sabemos, echamos un trago en la
fuente y damos por liquidada la jornada
en la que, casi sin querer, hemos movido 700 metros. Van a ser las seis
y media
La Cruceta de Aquilué.
Ya para abajo en el coche
contemplamos la Cruceta, visitamos brevemente Aquilué bastante arreglado como
ya sabemos y nos llegamos a casa cuando son poco más de las siete de la tarde.
Hoy hemos hecho monte bajo pero por camino, lo que también tiene su encanto
aunque a mí no me seduzca demasiado.
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