Casquete Somital de Guara. 7-6-09.
Molino de
Nocito, Barranco la Pillera, Collado de Chemelosas, Collado Petreñales,
Cucurezo, Fragineto, Raso de los Hongos y Arista Oeste. Descenso por las
Pedreras de la Norte de Guara al Barranco la Pillera.
04-05-2002.
Salida 08 h. Llegada 16 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Guara procedente de Prames. Vía en amarillo.
El fin de semana se presenta un
tanto incierto meteorológicamente hablando y decidimos mejor ir hacia abajo que
para arriba. Por la misma razón preferimos marchar el sábado día 4 de mayo que
el domingo 5.
Nos
levantamos, el a las siete y a las siete y media hora después estamos
comprando el pan. Seguidamente nos llegamos al inicio de la Guarguera y poco
después al puente en el que comienza la pista de Nocito.
La
pista está en regulares condiciones por
lo que el camino se hace largo aunque no demasiado. Habíamos calculado hora y
media de coche y nos vamos a desocupar con algo menos. Nos entretenemos
contemplando una pareja de perdices que se resisten un tanto a emprender su
corto y pesado vuelo.
Pasamos
el collado y algo más abajo, en el encuentro con la pista que viene desde el
Túnel de la Manzanera se arregla pero enseguida estamos en el pueblo y tomamos
la pista hacia el molino que está tan mal como la primera.
Guara desde Nocito. 4-5-02.
De
cualquier forma, junto al molino, atravesamos el Barranco Lapillera y aparcamos junto al mismo al encontrárnoslo
de nuevo. Son las ocho y media de la mañana y estamos a 860 metros de altitud.
En el Barranco Lapillera. 4-5-02.
Prácticamente
en horizontal nos vamos barranco adelante en dirección fundamentalmente este,
utilizando las pasaderas que permiten atravesar el barranco sin necesidad de
descalzarse como nos ocurriera la vez anterior, pues no en broma hay que
atravesar el barranco ocho veces. Baja poco agua en esta seca primavera de
2002.
Pasamos
las citas que indican que hay que abandonar el barranco y continuamos adelante
por el mismo hasta que diez minutos después, cuando comprendemos que ese camino
nos puede llevar pero no es el que buscábamos, nos damos la vuelta sobre
nuestros pasos y tomamos las citas que habíamos rehusado anteriormente.
Torres del Barranco Lapillera. 4-5-02.
Monte
arriba, ahora en dirección sur, comprobaremos que hemos debido dar la vuelta
cuando estábamos a punto de alcanzar el camino que, barranco arriba llevamos en
este momento.
Ya
por conocido camino vamos ascendiendo consistentemente en busca de la Mallata
Ferrer y del Collado de Chemelosas situado
a 1370 metros de altitud. La mañana está espléndida y hemos entrado en calor.
Cara Este de Fragineto desde el Barranco de las Valles. 7-6-09.
Iniciamos
el tránsito de la cara oeste de Guara
primero en horizontal para perder seguidamente alrededor de 50 metros de
desnivel y continuar seguidamente ascendiendo
poco a poco al encuentro del Collado de Petreñales.
Buscando
el precioso tejo que ya conocemos doy un tropezón al verlo y perder la atención
al camino que casi acabo de narices en el suelo.
Son
las once menos veinte cuando alcanzamos el Collado de Petreñales situado a 1560
metros de altitud.
Fragineto desde el Collado Petreñales. 7-6-09.
Sin
pérdida de tiempo y recordando el inicio del camino de la vez anterior lo
tomamos entre bojes junto a un cartel de coto. En esta ocasión el espeso
“buchacar” está seco y enseguida alcanzamos el lugar desde el que, hartos de
agua, nos dimos la vuelta en nuestro primer intento al Pico Fragineto.
Hemos
virado al sudoeste llegando al collado y ahora ascendemos en dirección oeste al
encuentro de la Punta del Cucurezo a la que llegamos poco después cuando el boj
ha ido dejando paso paulatinamente a la genista hórrida.
Estamos
a 1661 metros de altitud y virando de nuevo al sur–sudoeste continuamos
adelante por la amplia arista que se alargará algo más de lo que imaginábamos.
La
arista, fundamentalmente llana, sube y
baja continuamente atravesando diminutas prominencias y estrechándose de cuando
en cuando, siempre ascendiendo ligeramente.
Casquete Somital de Fragineto.
Hemos
calculado media hora pasada la Punta Cucurrezo y así será. La cresta caliza y
descompuesta junto al frío viento que nos azota se lleva su tiempo y nos hace
agradecer los abrigos que encontramos sobre un caminillo medianamente marcado.
En Fragineto.
Son
las once y veinticinco cuando alcanzamos la cima del Pico Fragineto situado a
1734 metros de altitud. El nevado norte está ligeramente cubierto de nubes que
nos roban el ansiado paisaje. El resto, más próximo se encuentra limpio y
podemos gozar desde las depresiones de Vadiello y Calcón al sur, hasta la rotundidad
de Oroel o la profundidad recóndita de
las continuas eses del Guatizalema al noroeste.
El Calcón desde Fragineto.
Junto al par de montañeros oscenses
que has subido desde La Tejería y que han llegado poco antes que nosotros, nos
ponemos a almorzar.
Guara desde Fragineto.
Pasamos
un corto cuarto de hora charlando de algún familiar conocido por nosotros que
vive en Sabiñánigo y a las doce menos veinte nos volvemos por el mismo camino
en busca del Collado de Petreñales. La pareja vendrá tras nosotros hasta
Cucurezo.
Guara desde el Collado de Petreñales. 7-6-09.
El Raso de los Hongos en la Sudoeste de Guara. 7-6-09.
A
las doce y cuarto alcanzamos el collado y en dirección sudoeste por camino ya
conocido nos marchamos en busca del Llano de los Hongos y de la Fuente del Pino
perdiendo alrededor de 50 metros.
La Fuente del Chinebro en el Raso de los Hongos. 7-6-09.
Llevamos
un trío delante. Serán franceses cuando los alcancemos en la grada rocosa. Una
joven los retrasa un tanto.
Ladera Sudoeste de Guara. 7-6-09.
Hemos
contorneado el contrafuerte sur de Guara y virando al nordeste continuamos
ascendiendo, ahora de manera más consistente, avanzando directamente hacia el
pico a través de pedrera caliza sobre la que va aflorando más la genista cuanto
menos el boj.
En la Oeste de Guara. 7-6-09.
Hemos
calculado hora y media y por allí irán los tiros. En la parte superior nos
aproximamos a la arista oeste y allí el viento que está muy frío nos empuja de
lo lindo haciéndonos trabajar un poco más de la cuenta; pero ya da igual,
estamos en Guara que era lo que nos habíamos propuesto en principio y a lo que
habíamos estado a punto de renunciar.
Son
las dos menos veinte, estamos a 2077 metros de altitud y junto a la cruz
instalada al lado del derribado vértice geodésico nos sentamos a comer ya que
hace un poco de abrigo.
Collado de Chemelosas desde Guara. 7-6-09.
Hay dos grupos descansando
en la cima, uno de ellos con un hambriento chucho que se encargará de liquidar
el aceite de nuestra lata de sardinas una vez que hemos rescatado los
"pesquitos". Luego llegan dos de los franceses ya que uno de ellos ha
llegado junto con Rosa compitiendo descaradamente con mi chica que, por cierto,
no se ha dejado ganar.
Bajando la Pedrera de la Norte de Guara.
Media
hora después nos abrigamos un poco con gorro y guantes y nos vamos para abajo
por la arista oeste. Vamos en busca de las pedreras que nos bajen como motos.
El
viento pega de lo lindo resultando francamente desagradable más por frío que
por fuerte, pero poco después bajamos un resalte en la arista y a través de los
pinos que llegan hasta la misma, iniciamos el descenso de la cara norte del
pico siguiendo una estrecha senda que nos ha de depositar en la pedrera tras
una pequeña travesía hacia el centro de la pared.
Guara desde el Pico Luna. 22-8-07.
Alcanzada
la pedrera que no es precisamente la maravilla que esperábamos, nos perdemos
para abajo hasta que la pedrera se sumerge en el pinar y se hace camino que en
fuerte descenso se llega al encuentro de la senda que hemos llevado en ascenso,
poco más abajo del Collado de Chemelosas. Hemos bajado 700 metros en poco más
de veinte minutos.
Con
las rodillas muy fatigadas por el descenso tan rápido nos llegamos al Barranco
Lapillera en medio del suave verdor de la hoja de haya recién nacida y del
cálido blanco de la espléndida griñolera florecida, recogemos la cerveza que hemos dejado a
refrescar y en un retazo de pradera próxima al barranco nos paramos a descansar
a bebérnosla y a disfrutar un poco de la tarde, aquí en el fondo del valle no
corre viento. Son poco más de las cuatro, de una tarde en la que se han ido
desarrollando una cierta nubosidad poco consistente.
Luego,
junto al barranco, contemplando pequeñas bandadas de madrillas que confirman
que se trata de un barranco vivo nos llegamos hasta el coche cuando son las
cinco menos cuarto de un día en el que hemos movido 1500 metros de desnivel y
para este 2002 son muchos por lo poco que hemos hecho últimamente.
Con
el coche nos subimos hasta la Ermita de San Urbez. La encontramos en plena
restauración tanto interna como externa en lo que concierne a los alrededores.
De aquella casa semiderruida que acogía a una harapienta familia de colonos que
vimos la primera vez que llegamos hasta aquí, se ha convertido en un par de
espléndidas casas, perfectamente restauradas y otro par más que parece llevará
idéntico camino. La verdad es que este pueblo debe ser la envidia de muchísimos
de este Pirineo que se encuentran mucho mejor comunicados.
A
las seis y cuarto estamos ya en casa.
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