6 nov 2004

32-04. EL MALLO DE ACHERITO. 6-11-2004.

Mallo de Acherito desde el Collado de Linza.
 
Aparcamiento de Linza, Barranco del Barcal de Linza, Foya de Ingeniero y Cara Oeste.

06-11-04.

Salida 08 h. Llegada 13 h.

Sol.

Fácil.

Ascensión.

Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa del Mallo de Acherito procedente de Prames. Vía en amarillo.
 
            Es 6 de Noviembre y las cinco y media de la mañana es una hora muy temprana, de las de antes, para ir al monte; pero hemos de ir hasta Linza y eso queda lejos tanto física como mentalmente.

            El Otoño 2004, entre otras cosas, ha traído nieves tempranas, lo que de alguna manera aporta ciertas dificultades para la actividad montañera, sobre todo si pretendes ir alto. Por ello, hemos descartado algunos de proyectos y nos quedamos con el Mallo de Acherito del que esperamos una adecuada ración de nieve.

            El cielo está estrellado a las seis de la mañana. Han anunciado buen tiempo con cierto viento en altitud. Esperamos llegar a Linza en un par de horas y por ello vamos con intención de abreviar.

            Las nieblas nos reciben ya en Pardinilla pero se disipan rápidamente. Sin circulación nos llegamos hasta Puente la Reina y enseguida estamos en Hecho.

            El paso a Ansó está como siempre y las obras anunciadas ni siquiera han comenzado. De allí para arriba con carretera más estrecha y sin sueño subimos bien hasta que alcanzamos un coche y juntos nos llegamos a Zuriza y finalmente a Linza a través de  una pista firmemente bacheada.

Poca luz sobre el Mallo de Acherito.
 
            Son las ocho menos veinticinco pasadas y a menos veinte iniciamos nuestro camino, veinte minutos antes de lo esperado.

            Estamos sobre los 1350 metros de altitud y en dirección este nos vamos de llano junto al cauce del seco barranco que baja del Barcal de Linza.  Nuestro camino transcurre por el fondo del barranco que nace en el Collado de Petrechema y con el mismo vamos a atravesar el hayedo del fondo vestido ya de subidos ocres.

            El camino asciende muy suavemente confluyendo con una pista que abandonamos casi en su final a la altura de la Cabaña de Linza que se encuentra ligeramente al norte algo elevada sobre nuestro camino.

            Vamos dejando atrás el hayedo paulatinamente sustituido por el pino negro y alcanzamos un rellano tras el que se cierra un pequeño circo al que el camino abandona incorporándose a su lado izquierdo en el que gana altura rápidamente aproximándose a los paredones calizos superiores.

            A través de la inclinada pedrera el camino alcanza la cabecera del circo en el que se abre otro circo superior que conduce hasta el Collado de Petrechema, es la Foya de Ingeniero.

Estamos alrededor de los 1800 metros de altitud y bajo los paredones de la cara oeste del pico, giramos  al sur y abandonamos el camino principal del valle.

No hemos tomado un par de caminos para abandonar el principal hacia el sur pero ahora lo hacemos a través de una pedrera caliza medianamente inclinada en la que se encuentra el nivel inferior de la nieve y en la que seguimos algunos hitos de piedras.

            Ganamos altura contorneando los paredones de la cara oeste a la vez que la nieve se uniforma.

Poca nieve en la Pala Somital de Acherito.
 
            Nos vamos orientando hacia el este al mismo tiempo que va asomando la nevada pared somital sudoeste.

            La atacamos directamente sin llegar a la arista sur, la nieve que no tiene espesor de consideración se deja hollar de manera relativamente fácil y nos permite ganar altura en la pared apoyándonos en minúsculos claros en los que aflora el pedregal calizo de tonos grisáceos.

            La pared se hace larga ya que, no en vano, salva 250 metros de desnivel, pero nosotros sabemos algo sobre el tema y nos aproximamos impenitentemente a las barras calizas verticales que defienden la cima en la parte central de la pared.

            Podemos subir al oeste de las barras pero atravesando por su base nos vamos al corredor situado el este de las mismas.

            El corredor está lleno de nieve no demasiado dura pues está ya al sol de la mañana y, como es bastante vertical, subimos por la roca de las barras en una trepada  con buenas presas no siendo nunca difícil la escalada.
 
Petrechema desde el Mallo de Acherito.

Collarada y Bisaurín desde el mallo de Acherito.
 
            Alcanzamos la arista sudoeste cuando se arrellana y conduce tras unos metros casi planos a la cima del Mallo de Acherito a 2378 metros de altitud. Son las diez y diez de la mañana.
 
Cima del Mallo de Acherito.
 
Hacia Midi de Ossau.

El ventarrón que soplaba  a media ascensión parece que ha cesado en su intensidad pero a pesar de ello no permaneceremos demasiado en la cima.
 
Mar de nubes desde la Cima del Mallo de Acherrito.
 
Deliciosas luces en Chipeta y Peña Forca desde Acherito.
 
Hacemos unas cuantas fotos con las Agujas de Ansabere en primer plano, un enorme mar de nubes algodonosas sobre los valles franceses, un dilatadísimo horizonte de picos al contraluz de entre los que destacan los de siempre y culminan por el sur con el Bisaurín y el Puntal de Agüerri. Más aquí el Chinebral de Gamueta.
 
Chinebral de Gamueta desde Acherito.

            Pretendíamos bajar hacia el norte para alcanzar el Pico Sobarcal y desde allí el Collado de Petrechema pero el corredor que está orientado al norte, lóbrego, frío, muy vertical y lleno de nieve poco asentada invita a pocas fiestas. Además, si el principio es vertical, al final se estrecha y no se ve claro que no se corte en su parte final. Ya es sabido que con suma facilidad te puedes encontrar ante cualquier pequeño resalte de unos metros de nada y media vuelta.
 
Agujas de Ansabere.
 
            Por tanto, nos volveremos por el mismo camino sin siquiera buscar otro paso hacia el noroeste en el que imaginamos instalados los paredones que hemos visto desde abajo.

            Bajamos unos metros, buscamos el abrigo del viento al este de las barras rocosas y al sol de la mañana nos ponemos a almorzar. Son las diez y media pasadas.

            Quince minutos después, se está en el límite con el fresquillo, continuamos con el descenso. La nieve está de esas formas. Hay la justa si la vas buscando y cede suficiente para amortiguar los pasos: vamos a bajar como motos mientras podamos.

            Descendemos toda la pala pero aproximándonos un poco más hacia los paredones que hemos rodeado a la subida y enseguida alcanzamos nuestras propias huellas. Con ellas proseguimos unos metros para abajo hasta que se orientan perpendiculares al camino principal del valle. Entonces las abandonamos para proseguir el descenso por un valle colgado situado ligeramente al sur del valle principal y sobre el que hay camino transitado también. A este camino conducían los dos desvíos que he localizado a la subida.
 
Bajo la Sur del Mallo de Acherito.
 
            Charlamos brevísimamente con un montañero que sigue nuestros pasos y no tendremos oportunidad de hablar con nadie más. Será un día con poco personal en un valle atestado casi siempre de vascos y navarros.
 
Bosquecillo de pino negro en la Foya de Ingeniero.

            Nos incorporamos al camino principal al final de la pedrera inferior e inmediatamente dejamos el pino negro y nos introducimos en la pradera alpina mezclada con hayedo.
Tatmanchoya  vestido de Otoño.

En el Hayedo de Linza.

            La mañana es agradable camino abajo y sin otra cosa que seguir el camino nos llegamos al coche cuando es la una del mediodía y con un cierto sabor a poco, los 1025 metros movidos nos han dejado ese sabor después del madrugón, la kilometrada y la hora.
 
En el Rellano de Linza.

            Cabreados como monos al contemplar como los impresentables que están haciendo las obras en las inmediaciones del refugio han destrozado la pradera alpina dejándola llena de rodadas, nos vamos pista para abajo

            En Ansó nos vamos hacia Fago y Majones. No hemos estado nunca en estos pueblos y no conocemos la carretera que, por cierto, tiene una zona con un congosto calizo majete; el resto es  pinar seco, monte bajo y todo en general más seco de lo que suponía.

La carretera pasa por Villareal de la Canal y confluye con la de Pamplona en la vuelta de la casa, unos kilómetros al noroeste de Berdún.

            A las cuatro y cuarto estamos de vuelta en casa.

 
 

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