Marcadau desde Bachimaña.
Balneario de Panticosa,
Bachimaña Inferior, Cola de Bachimaña Superior y Cara Sur.
12-03-2000.
Salida 09 h. Llegada 17 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Marcadau procedente de Prames. Vía en amarillo.
Anuncian para el mediodía del domingo 12 de Marzo la
entrada de alguna nubosidad, pero ni siquiera lo creemos. Este año 2000 viene
seco como no se recuerda otro desde que existen las estadísticas al respecto.
El sábado por la tarde preparamos las mochilas dispuestos
a disfrutar de un domingo enorme en el monte ya que íbamos a cenar en casa de
los vecinos y consecuentemente suponíamos que se haría algo tarde para
madrugar, la caminata se preveía larga y queríamos volver a casa pronto y con
tiempo.
A las ocho menos cuarto nos levantamos, antes de que suene
el despertador. En media hora estamos comprando pan y sin perder tiempo nos
vamos hasta el Balneario de Panticosa con poca circulación, tan poca como nieve
debe haber en las estaciones de esquí.
Argualas, Garmo Negro y Aguja de Pondiellos subiendo a Bachimaña. 6-11-05.
Son las nueve cuando aparcamos junto a la Casa de Piedra
a 1650 metros de altitud, y con las mochilas al hombro partimos por
archiconocido camino en dirección norte.
Subimos relativamente despacio y nos llegamos al Ibón de
Bachimaña Inferior en hora y cuarto
La Sur de Marcadau desde la Orilla Oeste de Bachimaña. 28-8-10.
La mañana es estupenda pero a 2200 metros de altitud la
nieve que encontramos rodeando por el oeste el Ibón de Bachimaña Superior está
como para poner atención en determinados lugares de cierto riesgo.
Viramos al este abandonando la huella que conduce a los azules y nos vamos a
cruzar el Barranco del mismo nombre desechando el puente de nieve ya viejo y
ruinoso para cruzar un poco más abajo.
Paramos a comer un dulce, a coger agua y a sacar los
piolets de la mochila. Son cinco minutos de descanso ya que Rosa no quiere
parar para almorzar un poco a pesar de que son las once de la mañana y llevamos
ya dos horas de camino.
Continuamos en dirección nordeste para ir girando poco a
poco al norte y enfrentarnos a la cara sur del pico. Para ello vamos
atravesando las campas de falsos llanos situadas al norte del Ibón Superior de
Bachimaña, con la vista en la, de momento, enigmática pared que tenemos que
subir. Dudo mentalmente entre empinados neveros que no se sabe cómo estarán de
duros, o espolones rocosos que no sabes si te cerrarán el paso con alguna pared
erguida, o entre la erguida arista oeste y la nevada abajo y dentellada arriba arista
este. Al final lo de siempre: arriba veremos y lo más seguro es que iremos por
medio.
Marcadau desde las Balsas de Lumiacha. 6-11-05.
Atravesamos el Barranco de la Canal de Pecico y puestos
en la base del pico, el nevero se yergue poco a poco, nosotros ganamos altitud
con él en busca de un espolón rocoso que se eleva entre dos corredores nevados.
Los últimos 75 metros son bastante erguidos, nos enseñan la línea general de la
pared y hay que hacer huella en serio.
Alcanzado el espolón donde se encuentran escalones de pradera alpina salpicados de afloraciones rocosas oscuras, rojizas y
muy descompuestas sobre el sustrato granítico del batolito de Panticosa,
continuamos el ascenso de esta segunda parte, también en fuerte pendiente
buscando vía, lo que se convierte en una tarea fácil, atractiva e interesante,
es la magia de progresar en un terreno del que sabes que no hay camino, que no
te vas a encontrar a nadie y que casi nadie va por allí.
Rosa viene detrás tranquila y cansinamente, no es su día
y me dirá luego que se acordó mucho de M’Goum. No pensaba yo que subía tan mal.
Detalle de la espléndida Cara Sur de Marcadau.13-8-06.
El tramo rocoso nos subirá alrededor de 150 metros y,
preveyendo el descenso por el mismo camino, coloco algunas citas
estratégicamente que pueden resultar, llegado el caso, de un valor inestimable;
ya que perderse y consecuentemente embarcarse luego en una pared así es más
sencillo de lo que a priori parece, puesto que se dan muchas vueltas en busca
del mejor camino de los varios que suelen aparecer a cada momento.
Al final la pared se toma un pequeño descanso, se
arrellana un poco vestida de nieve y
nosotros aprovechamos para almorzar.
Son las doce y cuarto cuando le digo a Rosa que en media
hora estaremos arriba y con la duda de sí
nos ponemos los crampones o lo dejamos para unas afloraciones rocosas
que hay un poco más arriba nos metemos
de nuevo con la pared que ha vuelto a ponerse erguida en el casquete somital
del pico.
Pero la nieve está buena, no ha entrado viento y a pleno
sol se encuentra compacta y estupenda, tanto que creo que no vamos a necesitar
los crampones.
Hemos subido un tramo mixto y muy erguido y ya solamente
nos queda el nevero somital en el que la pendiente supera de largo los 45
grados incluyendo la cornisa final que el viento del norte ha laminado hacia esta cara sur.
En la Cima de Marcadau.
Los dos últimos metros son verticales pero la nieve muy
soleada y de gran densidad permite tallar escalones con la puntera de los pies
de una resistencia a prueba de bombas. Cuando saco la cabeza por encima de la
cornisa me llevo la sorpresa de que estamos en la cima del Pico de Marcadau, un
casquete plano de unos 8 metros cuadrados en el que convergen tres aristas. La
plataforma de la cima está muy compacta y ascendemos a ella. Es la una menos
cuarto cuando nos ponemos de pié sobre la cima. Estamos a 2727 metros de
altitud.
Allá abajo al noroeste se queda el Collado de Marcadau en
el que hay un nutrido grupo de francés,
suponemos venidos del norte, pues por este lado solamente hemos visto a
una pareja que bajaba de los Picos del Pecho. Detrás el Falisé y la Gran Faxa
con los Ibones de Pecico totalmente cubiertos de blanco y Punta Zarre. Girando
hacia el oeste el Piedrafita y Los Infiernos. Hacia el norte Francia y el Valle
de Marcadau con el Refugio Vallón al fondo, es la primera vez que lo vemos y al
este muy próximo el Pico de Paterneille, el Macizo de Vignemale detrás y el
inmenso Serrato dueño y señor de Bramatuero y Bachimaña un poco más al sur.
La Oeste de Marcadau. 13-8-06.
Hacemos una fotografía, comprobamos que bajar hacia el Collado
de Marcadau o de Panticosa tiene una pala fuerte, larga y muy orientada al
norte, lo que nos puede traer alguna complicación y mucho tiempo que supone cansancio, mi chica no está para muchas jotas, y consecuentemente,
decidimos volver por el mismo sitio aunque ella se quede sin ir al Collado
de Marcadau.
No tenemos mucho más que hacer por lo que a pesar de que
en la cima se está de cine decidimos salir pronto para abajo, la pared sur está
muy recalentada y un arrastre de culo sería largo y muy peligroso.
Marcadau desde el Lac Nere. 14-8-06.
Salimos antes de la una y cuarto y con cuidado
descendemos la cornisa y el vertical nevero de la misma de espaldas al valle.
Luego patinamos el rellano.
Alcanzado el tramo rocoso el descenso se hace
más relajado y el encuentro de las citas que he ido dejando nos lleva para
abajo sin inconvenientes dudas.
Rosa baja cansada de piernas y poco segura, conoce las
reglas de la hierba y de las rocas sueltas, pero en un momento pega un resbalón
y marcha al suelo. Yo que voy unos metros delante buscando cómodos caminos en
la pared como procedimiento de ganar tiempo que a mí me sobra, le pego un
grito:
-¡Rosaa! No sé para qué, pero es instintivo. E
instantáneamente doy la vuelta pues bajaba cara al valle y de espaldas a ella e
inicio unos pasos hacia mi derecha para detenerla.
Entretanto ella se da la vuelta y se agarra a todo lo que
aparece por sus manos. Caerá alrededor de tres metros y para agarrada a no sé
qué, ahora que yo ya le echaba mano y no creo que se me hubiera pasado sin
detenerla.
Bajo la Pared Sur de Marcadau.
Se limpia las manos y los guantes de tierra y hierbas, se
sacude el pantalón y repasa los repelones de los antebrazos. La evaluación
resulta satisfactoria: ¡Esta es mi
chica!
Luego entramos en el primer nevero, descendemos de
espaldas al valle la parte más erguida ya que creo que es mejor para ella y
después nos damos la vuelta y de la mano patinamos para abajo el nevero
mientras la pendiente lo permite.
A las dos y cuarto ya en el rellano y sobre unas pulidas
rocas junto a la Canal de Pecico paramos a comer. Estamos alrededor de los 2250
metros de altitud y el rato está espléndido.
Bramatuero Inferior bajando del Barranco de Pecico. 28-8-10.
Media hora después, recogidas las polainas y colgadas
sobre las mochilas reemprendemos el camino por nieve ya muy blanda y con
abundantes trampas de nieve. Atravesamos el Barranco de Los Infiernos y
ascendemos hasta alcanzar la huella que rodea al Ibón de Bachimaña Superior.
La gente ha ido ya para abajo y la nieve está mejor que
por la mañana. Tranquilamente pues llevamos un ritmo relajado nos llegamos
hasta el inicio de la Cuesta del Fraile
que ahora será descenso por suerte.
Delante de nosotros baja un grupo de gente que
adelantaremos en el rellano antes de asomarnos a la cubeta del Balneario.
Nos cuesta tanto bajar desde el Ibón Inferior de
Bachimaña como la subida por la mañana, así que a las cuatro y media llegamos
al coche dando por liquidada una movida de 1100 metros de desnivel que a pesar
de la poca nieve que hay este año ha resultado bastante pesada.
Echamos un café con leche en el casino y a las cinco
menos cuarto al coche y en casa a las cinco y media.
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