Portet Oubert y Lariste.
Aparcamiento
de la Mina en Oza, Barranco de las Foyas, Cara Sur u Arista Sudeste.
Continuación hasta Pourtet Oubert, Arralla de las Foyas y Barranco de las
Foyas.
12-12-2004.
0Salida 09
h. Llegada 14
h.
Sol.
Bastante
fácil.
Ascensión.
Mapa de Lariste procedente de Prames. Via en amarillo.
El domingo 12 de Diciembre tenemos
fiesta en plural y lo celebramos, como no, yéndonos al monte.
La época no es de lo mejor del año
pero, en cambio, el buen tiempo no va a faltar a la cita. Iremos a Lariste con
todas, pues tenemos ganas de cepillarnos alguna pared de las que se pueda
disfrutar. Recordamos de cuando lo vimos desde el Marmida y le tenemos ganas.
Mi chica se empeña en madrugar más
de lo necesario y así nos levantamos a las siete, noche oscura. A las ocho
menos cuarto arreamos carretera adelante cuando ya amanece.
Sin demasiadas prisas nos llegamos hasta Hecho y con un poco de sueño
afrontamos la carretera hacia Oza. Al fin, con ganas llegamos a la zona del
Campamento Ramiro el Monje y continuamos
hacia La Mina aparcando a 1240 metros de altitud próximos a unos de Huesca que
están almorzando.
A las nueve y diez nos echamos al
fresco de la mañana en dirección norte.
Tomamos
el camino del ibón, como reza el letrero, sabiendo que lo vamos a abandonar 400
metros más adelante para seguir el camino inverso del de las aguas del Barranco
de las Foyas.
La mañana está muy buena aunque
apetece caminar pues, a la sombra como nos encontramos, la temperatura no
aconseja el reposo precisamente.
La Sur del Lariste desde el Barranco las Foyas.
La senda asciende suavemente por la
orilla izquierda del barranco hasta pasados los 1450 metros de altitud, lugar
en el que el barranco se angosta un poco y nos introducimos en el mismo para progresar
fácilmente por su lecho prácticamente seco.
Unos metros más arriba aparecen las
primeras manchas de nieve venteada en el fondo del barranco y poco después se
rellena de nieve una vez rebasada la estrangulación. Nosotros aprovechamos que
está muy buena para progresar cómodamente sobre la misma en suave y constante
ascenso.
Alcanzamos las Foyas de Santa María
por lugar similar al de la vez anterior, comprobamos que hay poquísima nieve,
ha nevado poco en este 2004 y las temperaturas se han llevado lo poco que ha
caído, y que se puede subir al pico prácticamente sin pisarla; elegimos una vía
directa hacia el collado de separación del pico al que vamos con el Marmida.
La Arista Este de Lariste.
El ascenso en dirección nor-nordeste
es suave y relajado, así que, cuando queremos darnos cuenta estamos llegando al
collado y eso está a 2020 metros de altitud.
En el collado contemplamos el fácil
ascenso hacia Marmida y tomando la arista en dirección nornoroeste nos vamos en
suave ascenso hacia la pared, que no arista como creíamos recordar, que
defiende al pico.
Mallo de Acherito desde Lariste.
La pared, algo inclinada pero nada
más, se puede ascender por cualquier parte. Son 100 metros de desnivel los que
nos permiten alcanzar fácilmente la cima de Lariste de 2168 metros de altitud.
Hay una arista que se prolonga hacia
el norte con un par de dientes elegantes y hacia allí nos vamos.
Lariste desde los Gendarmes de la norte.
En la primera brecha, una fina
arista de nieve, no demasiado consistente nos deposita tras un largo paso en la
pared del primer diente, algo descompuesta, pero que se sube bien, a pesar de
que el inicio impresiona un poco al estar la pared suspendida sobre el vacío por
ambos lados.
Chinebral, Mallo y Sobarc al desde Lariste.
Balaitus y Midi en dos planos diferentes desde Lariste.
Valle de Lescun,
Inmediatamente alcanzamos la cima y
de nuevo otra fina arista de nieve separa el primer diente del segundo. No
tiene historia pero hay que sacar el piolet por lo menos. Así que, viendo que
la arista se va hacia abajo complicándose de manera definitiva hacia el Pic
Bacque, nos damos la vuelta sobre nuestro paso y nos volvemos a la cima de
Lariste.
Mesa de los Tres Reyes desde Lariste.
Anie desde la Cima de Lariste.
Agujas de Ansabere desde el Lariste.
Hacemos algunas fotos sobre un
entorno impresionante: contemplamos hacia el noroeste, con su más desafiante
aspectos, el Mallo de Acherito, las Agujas d’Ansabere y la Mesa de los Tres
Reyes; un poco más lejos el Anie y Billare. Al sur y sudeste destacan el
Castillo de Achert y el Bisaurín. Más al este Collarada, el Midí, las
Frondiellas, el Balaitús, el Pallas, un extraordinario mar de picos emergiendo
de un enorme dédalo de valles oscuros.
Iniciamos el descenso por la arista
sudoeste y antes de alcanzar el collado nos detenemos a almorzar en un lugar
abrigado de la ligerísima brisa que corre. Al sol no se está mal.
Hemos subido en dos horas escasas,
hemos echado un cuarto de hora largo entre los dientes de la arista norte y las
fotos, y ahora tras el almuerzo con café con leche caliente incorporado,
continuamos arista adelante.
La Oeste de Lariste desde Pourtet Oubert.
Dudamos entre hacer el faldeo hacia
el Collado Sur de Punta Ralla para asomarnos al Ibon de Acherito o continuar
por la arista decidiendo por la segunda opción. Por tanto nos enfrentamos al
ascenso correspondiente al Pic Pourtet Oubert.
Petrechema y Mesa desde Pourtet Oubert.
La Este del Mallo de Acherito.
El ascenso es fácil siempre buscando la vía directa al pico dejando
bajo nosotros las barras rocosas de la pared sur, por las que a lo mejor hemos
de bajar y los primeros gendarmes de una arista de aspecto no demasiado
agradable. Encontramos una vía
franca que nos permite alcanzar la cima del Pic Pourtet Ouvert de 2131 metros
de altitud cuando son las doce de la mañana.
Hacia la Mesa de los Tres Reyes.
Arista hacia Larraille.
El paisaje es similar pero a pesar
de ello merece la pena disfrutarlo al menos hoy que el tiempo y la temperatura
resultan favorables.
Poco después iniciamos el descenso
por un corredor amplio, inclinado y muy descompuesto pero faldeamos enseguida
al sudoeste: bajo nosotros hay un consistente sistema de barras rocosas
verticales a los que no hay que arrimarse.
Arista adelante.
Horizontalmente y de manera obligada alcanzamos la arista y con ella
continuamos adelante en busca del collado de separación con el Pic de Pourtet
Barrat. Todo marcha estupendamente hasta que nos acercamos al collado; la
arista se ha afilado bastante y nos deposita en la cebecera de un pitón calizo
vertical que nace en el collado.
Paredeaen Lescun.
Un paso largo nos permite bajar a una pequeña repisa desde la que se
puede acceder a un estrecho nicho en el que nace una grieta estrechísima y
vertical. Me la miro con ganas de darme la vuelta pero me decido a probarla.
La grieta es difícil de bajar con la mochila por lo estrecha que
resulta, no tiene fondo pues se extraploma, pero su pared derecha se escalona
aportando buenas presas, muy verticales y forradas de aire por todos partes.
Con todo ello permite bajar un par de metros que son suficientes para vencer el
extraplomo y alcanzar una repisa franca aunque muy aérea.
La mochila se me engancha y me pega un buen susto al soltarla. En la
repisa espero que inicie el descenso Rosa y, tras alcanzarme la mochila, baja
con mayor facilidad. Luego unos verticales aunque fáciles escalones nos
permiten salir del patio norte y facilitan nuestra llegada al collado. Han sido
una docena de metros interesantes con una salida de grieta de III.
Me hace Rosa una foto y continuamos adelante con la esperanza de que
las barras, que pierden potencia sobre la pedrera, nos dejen acceder a la misma y de allí alcanzar por terreno
fácil el collado desde el que nos asomaremos para ver el Ibón de Acherito y
quién sabe si no bajaremos por allí.
Enseguida nos introducimos en las barras rocosas caminando entre viras
y repisas muy cerca de la pedrera pero tras un par de intentos fallidos de
bajar tomamos una estrecha y empinada vira que nos mete en medio de la pared
sur del Pic Pourtet Barrat.
La vira desemboca en un paredón vertical pero tiene una salida
complicada en descenso para alcanzar otra vira todavía más estrecha y larga que
cuenta con un enebro rastrero en medio para liar un poco más la progresión.
Progresamos sin esperanza siempre controlando la vuelta por el mismo
camino y así será puesto que alcanzamos un vertical corredor y allí se acaba la
fiesta. Es la una menos cuarto y hemos de volver con sumo cuidado sobre
nuestros pasos tras otro intento de alcanzar la pedrera que no queda lejos
pero...
Pilar de Salida en la Oeste de Pourtet Oubert.
Deambular por una pared desconocida buscándonos la vida por nuestra
cuenta es algo que además de ser interesante nos gusta. Nos hace saborear los
placeres de transitar una vía, prácticamente virgen, como procedimiento de
alcanzar un objetivo prefijado. Pasar es ganar una especie de apuesta con la
pared. Tener que dar la vuelta te deja un cierto regusto de insatisfacción,
nunca de decepción puesto que ya conoces la grandeza de la montaña y las
servidumbres que le son propias y cuyo préstamo resulta ineludible para quienes
las frecuentamos. No se trata de que nosotros desdeñemos los caminos pateados
ni mucho menos, pero gustamos de hacernos, de cuando en cuando, nuestros
propios caminos.
Abandonamos la Pared Oeste de Pourtet Oubert.
Al final de las viras tomamos un corredor bastante vertical pero
transitable y vestido de verdura que nos baja hasta alcanzar las pendientes más
suaves próximas al fondo en la zona oeste de las Foyas de Santa María.
Tomamos la nieve que se camina bien y con ella el barranco hasta que
no queda ni la más minúscula mancha blanca ya bajo la cabaña pastoril de la
orilla derecha del barranco.
Poco después, tranquilamente, hemos liquidado hoy 1075 metros de
altitud, llegamos al coche a las dos de la tarde.
Comemos en el coche puesto que la nubosidad creciente del sur ha
cubierto el sol y media hora después ponemos el coche en marcha y distrayendo
la vista en los alrededores del Aragón Subordán tanto como la reducida
velocidad y la conducción segura del coche permite, nos llegamos a Siresa,
luego a Hecho y a las cuatro a casa.
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