La inmaculada Cara Nordeste de Belonseiche.
Aparcamiento de Astún, Barranco Escalar,
Aristas Este y Norte. Descenso a los Ibones de las Ranas y Truchas.
Salida 12 h. Llegada 15:15 h.
Mixto.
Bastante fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Belonseiche procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
No
siempre es fiesta ni siquiera en Belonseiche, esa amable cima que tan buenos ratos
nos ha propiciado para los esquís.
Collarada a las once de la mañana.
Habían
anunciado una tregua matinal, inversión
térmica, tenía que haber una ligera capa de nieve recién caída… y la mañana, algo crecida pues se nos había
complicado un poco más de lo esperado, era impecable alrededor de las once
según luce Collarada de camino a Astún.
Murallones de Tortiellas desde Rioseta a las once y cuarto.
En
Rioseta, al sur y oeste, ya es otra cosa pues la nubosidad cubre el cielo y en
Astún a 1700 metros de altitud el día está cambiando a pesar de que la llegada
de la perturbación se espera al final de la tarde.
En busca de los LLanos del Sol antes de los problemas.
Comenzamos a
foquear hacia los Llanos del Sol con proyecto todavía ambicioso a pesar de la
hora y a medio repecho tenemos que volver al coche para ajustar la atadura de
uno de los esquís de mi chica; total que entre unas cosas y otras son las doce
cuando reemprendemos marcha y, consecuentemente, cambiamos de proyecto por otro
más breve: subiremos a Belonseiche y ya se verá después.
El sur amenaza al salir de Astún.
El Barranco
Escalar tiene tramos de nieve reciente y otros con nieve durísima pues ha
debido de llover de lo lindo. Por encima de los Llanos del Sol está
aparentemente bastante cubierto pero la hierba seca asoma delatora en las
laderas expuestas al viento. Se podría subir por el camino de verano en la
orilla izquierda del barranco y por supuesto por el de invierno en las laderas
de Benou pero se me ocurre la “brillante” idea de subir por el fondo del
barranco que suponemos cerrado pues llevamos días de nieve acumulada por el viento en fondos y depresiones.
Entramos al Barranco Escalar.
El barranco es
guapo y tras superar la primera cascada con agua, con cuidado, con riesgo de
marchar al fondo de la rimaya y con los esquís en la mano nos las prometemos
muy felices pero… poco después vendrá la siguiente inesperada y pelín más
complicada de pasar y luego otra que pasamos apoyando sobre hielo y en la
siguiente, que la hay lo dejamos ya.
Antes de que aparezcan las cascadas abiertas del Barranco Escalar.
Bajar las
cascadas ni pensarlo, salir por la pared de la izquierda del barranco sin
material muy complicado puesto que es una zona muy erguida y larga. Nos queda
remontar hacia el camino de invierno en las laderas de Belonseiche y tras poner
los esquís en la mochila nos echamos pared arriba.
Se trata de un
paretazo de una trentena de metros muy tiesos y mixtos. Tiene un corredorcillo
inicial en el hacemos huellas con las botas bastante bien pero enseguida
tenemos que derivar a un crestón vertical, descompuesto y con hielo sobre la
roca. Con paciencia y pasándolas canutas progresamos por el crestón hasta que
se acuesta un poco y se sumerge en una inclinada ladera que tiene ya más nieve
y que nos muestra las huellas de los esquiadores que han bajado mientras
nosotros faenábamos en el barranco.
Fuera del barranco en la Este de Belonseiche.
Nada más salir
de la zona mixta aparecen las placas de hielo por lo que, acto seguido a
calzarnos los esquís hemos de poner cuchillas.
El cielo se
mancha de azules mientras remontamos los últimos metros que nos depositan en la
Arista Este de Belonseiche ya a nivel del Ibón de Escalar al que ni nos acercamos
prosiguiendo arista arriba.
Un momento de luz hacia Belonseiche.
Se trata de un
tramo muy amable que se yergue seguidamente en el casquete somital del pico.
Nosotros siempre la utilizamos en su parte inferior para seguidamente atravesar
toda la pared y alcanzar la arista norte a media altura. Es lo que nos
proponemos hacer pero enseguida nos damos cuenta de que no hay huellas hacia la
arista norte sino una muy firme que llega directamente al collado con Escalar.
La Norte de Belonseiche.
La razón es muy
simple la pared se yergue medianamente pero tiene una nieve completamente
helada en la que las cuchillas de los esquís a penas le hacen cosquillas y
terminaremos alcanzando la arista casi en las inmediaciones del collado tras
arrepentirnos de no haber utilizado esa huella.
Collado de los Monjes desde Belonseiche.
Nosotros solemos
esquiar la arista con nieve primavera pues tiene un par de resaltes que pasamos
con cierta solvencia. En las condiciones de hoy y con la ventolera del sur que
sopla nos acercamos al resalte inferior y nos quitamos los esquís.
Anayet y la Raca desde Belonseiche.
Será quizás el
único acierto del día ya que el primer resalte guarda un poco de nieve recién
caída pero el superior y más consistente es un auténtico cristal. Son una
veintena de metros cundidores en los que cada huella requiere media docena de
punterazos y que le hacen jurar a mi chica que jamás saldrá conmigo sin
material.
En la Cima de Belonseiche.
La cima del
Belonseiche a 2264 metros de altitud nos recibe toda nevada y para nosotros. Son las
dos de la tarde. Las nieblas van y vienen, la perturbación está llegando antes
de lo previsto y la visibilidad hace un rato que brilla por su ausencia.
Benou y Aspe desde Belonseiche.
La perturbación viene del oeste y a todo trapo.
Unas fotos
rápidas y vuelta para abajo en busca de los esquís sin problemas al contar con
las huellas hechas.
Bajando la Norte de Belonseiche.
Me pondré las
gafas de ventisca, cosa que casi nunca hago pues no se ve ni pijo y con ellas
poco más. El descenso hasta el Ibón de Escalar
lo haremos alternando giros sobre nieve polvo con otros sobre el cristal
de la época. Bueno, bajamos.
En estas
condiciones de nieve y visibilidad lo más prudente es marchar hasta Truchas y
bajar por allí y para ello, ponemos las pieles de foca y remontamos hasta la
caja de la pista que recorreremos
alternando tramos de nieve dura con otros de huella sobre nieve polvo.
Por encima del Ibón de las Ranas o Escalar.
Antes de llegar
a truchas pararemos a echar un bocado pues son las dos y media pasadas,
aprovechando una vaguada sin viento. Comeremos sin quitarnos los esquís mientras comienza a
nevar.
Luego
terminaremos de foquear hasta Truchas y de allí para abajo sin visibilidad, con
buena nieve, con las manos heladas y con
ganas de terminar
A las tres y
cuarto finiquitamos la jornada que en otras condiciones suele ser una auténtica
delicia y que hoy nos ha probado de lo lindo. Han sido 600 metros de desnivel
además de caros nada gratificantes pero sabemos que el monte también tiene esas
cosas.
NOTA: Francisco
Alejandro Ordoñez, uno de los lectores de la actividad relativa a las Cimas del
Circo Escalar del 4 de Abril de 2023, me hace notar un error que arrastro desde
siempre: la cima que nombro como Pico Benou es el Pico Belonseiche, la que
nombro como Belonseiche es una de las Cimas del Pico Escalar y el Paso de Audas
que separa ambas cimas no es la brecha que situaba entre las varias Puntas de Escalar. Sirva pues esta nota
en primer lugar como agradecimiento personal, también a Pepino Conde que
ratifica su opinión y como corrección en las alrededor de no menos de veinte
actividades relativas a estas cimas que están reflejadas en mi blog.
Muchas gracias a ambos. Ahora ya está corregido el error.
Buenas Mariano!
ResponderEliminarVaya, vaya, cómo puede cambiar una ruta disfrutona que se hace en plan paseo un día soleado y con buena nieve !
La próxima vez seguro que Rosa mete los crampones y el piolo en la mochila antes que el almuerzo, jeje.
Saludos!
Pues vaya mal rato por el barranco, no? No lo tuvisteis que pasar nada bien...
ResponderEliminarSerá que habéis pecado de "noveles".... je je, a tiro hecho, es fácil saber que nunca debemos dejar los crampones y el piolet...pero que tire la primera piedra el que no lo haya hecho nunca...
¡Hola David N!
ResponderEliminarLa meteorología suele ser caprichosa y ciertamente lo fue y nos privó del disfrute del descenso.
La culpa fue enteramente mía pues Rosa siempre quiere llevar una camionada de cosas y yo continuamente trato de minimizar.
Pasamos sin el material pero hubiera sido un poco más cómodo llevarlo y además hubiéramos terminado el barranco con los crampones.
Siempre hay alternativas, somos flexibles y además todos capaces de renunciar.
¡Otro día saldrá mejor y compensaremos!
¡Hola David M!
ResponderEliminarEl barranco fue más un fastidio que otra cosa y la salida interesante con paciencia pero nada más. Es una leche tropezarte con una cascada detrás de otra.
Tienes razón: no por ser demasiado principiantes sino por la pereza de portear una mochila un poco más pesada, además pretendíamos poco más que un paseo y la cosa se lió desde antes de empezar.
En cualquier caso y a pesar de que uno se lo diga, siempre va bien que alguien nos recuerde lo que no es conveniente hacer
¡Un afectuoso saludo!