Ripera desde Tendeñera.
Cima de
Tendeñera, arista oeste de Tendeñera, Collado Oeste de Tendeñera y arista Este
del Ripera. Vuelta a Tendeñera.
20-07-2007.
Salida 13 h. Llegada 19 h
Niebla,
Fácil.
Ascensión.
Mapa de Ripera procedente de Prames. Vía en amarillo.
Dos colores e calizas en Ripera.
Es
la una del mediodía cuando propongo a mi chica marchar hasta el Ripera o la Blanca , lo que acepta a
regañadientes. Para ello hemos de tomar la arista oeste del pico e iniciar un
descenso fácil de alrededor de 150 metros de desnivel hasta alcanzar el
collado de separación entre los dos picos hasta los 2710 metros . El camino
discurre próximo a la arista y es fácil en todo momento. Entre tanto espero a
que se disipen las nieblas para ver y fotografiar los espléndidos paisajes de
la sierra.
La Antecima del Ripera sin nieblas desde Tendeñera.
En
veinte minutos alcanzamos el collado, contemplamos el brutal corredor que se
desploma sobre la cara norte e iniciamos el ascenso de la ocre antecima que se
arrellana girando un poco al sur y situándonos en la base del casquete somital
de calizas claras de las que le viene el nombre al pico.
Tendeñera desde Ripera.
En
otros cortos veinte minutos alcanzamos la alargada y clara cima del Ripera
situada a 2825 metros
de altitud cuando son las dos menos veinte.
En la Cima del Ripera o la Blanca.
Uno de los corredores de la Oeste de Ripera.
Las
nieblas siguen cubriendo el paisaje y, consecuentemente, nos vamos para abajo
de nuevo al collado y de nuevo a la cima de Tendeñera donde nos aguardan las
mochilas.
Collado de Tendeñera desde la Antecima del Ripera.
La Arista Oeste de Tendeñera.
Son
las dos y veinte cuando abandonamos la cima de Tendeñera un tanto defraudados a
causa de las nieblas pero la montaña es así. Descendemos tranquilamente el primer
resalte por cualquier parte y tras atravesar el rellano de la antecima
descendemos el siguiente resalte hacia el rellano de los neveros residuales.
Casquete somital de Tendeñera sin nieblas.
El Valle de Otal desde la Antecima Norte de Tendeñera.
Llegamos
al rellano ya por su parte oeste y viramos un poco más hacia el oeste puesto
que hemos decidido ir a visitar el Ibón de Tendeñera.
Justamente
bajo el resalte intermedio que desde el
noroeste tiene aspecto de pirámide localizamos el Ibonciecho de Tendeñera
recostado en la pedrera del resalte, recóndito y recogido, alimentándose de su
nevero residual. Son las tres y diez y comemos en su orilla contemplando un
poco de paisaje al norte puesto que las nieblas parece que se han decidido a
subir.
El Ibonciecho de Tendeñera.
Media
hora después continuamos camino en busca del ibón que hemos visto desde arriba
y que no es el que abandonamos ahora.
Otal desde el Ibonciecho de Tendeñera.
El Ibón de Tendeñera.
La Norte del Ripera desde el Ibón de Tendeñera.
Giramos
completamente al oeste, descendemos una suave pedrera de calizas ocres
terminando de contornear el resalte intermedio y enseguida aparece el Ibón de
Tendeñera situado bajo la norte del pico sobre los 2500 metros de altitud.
Es un ibón de pequeñas dimensiones rodeado de nieve prácticamente todavía. Lo
contemplamos y fotografiamos con el horizonte sur ya desprovisto de las nieblas
que lo han cubierto durante todo el día.
Cresterío al oeste de Ripera.
Luego
tomamos dirección noroeste y suavemente vamos bajando por terreno mixto al
encuentro del camino a la otra orilla del barranco de Tendeñera. La tarea puede
reservarnos alguna sorpresa pero no esperamos que sea nada especial.
Descendemos
una larga y suave ladera hasta alcanzar un resalte calizo de alrededor de 30 metros de desnivel en
el que nos buscamos la vida bastante bien pues a pesar de la verticalidad del
mismo está perfectamente escalonado y proseguimos para abajo por unas fajas
estrechas de pratenses alternando con potentes afloraciones de calizas claras.
Iris germánica en la Norte de Ripera.
Paramos
un rato a disfrutar del lugar al suave sol de la tarde y poco después
proseguimos para abajo orientándonos hacia la Cabaña Sabuco. Nos queda el
resalte final del barranco que tiene mal aspecto por el lugar por el que
accedemos: Hay viras de hierba pero está muy húmeda y mejor pasamos de ellas.
Nuestra
alternativa consiste en proseguir hacia el oeste por encima del resalte hasta
encontrar un barranco cubierto de verdura que desemboca en el barranco al lado
de la cabaña.
El
firme es muy irregular, la hierba está crecidísima pero, con la excepción de
algún apoyo irregular, el descenso es segurísimo. Luego de contemplar el
nacimiento del barranco que hasta aquí venía filtrado tomamos el camino y
enseguida empezamos a coger té roca: está en su punto.
El Mallo las Blancas en el Rincón del Verde.
Cogemos
las matas que están más a mano y lo haremos poco a poco hasta superar la
cascada de la entrada del circo colgado y bajar la mayor parte del camino que
se orienta hacia el Rincón del Verde.
De nuevo la Cascada de Tendeñera.
Luego,
atajamos hacia la pista y por ella nos llegamos hasta el coche cuando son las
siete de la tarde. Hemos liquidado 1475 metros de desnivel y estamos bastante
bien.
Paramos
en la Cabaña
del Cantal. Está muy bien a pesar de que hay muy poco ganado en el puerto;
cruzamos el barranco que es lo peor de toda la pista y tranquilamente nos vamos
hacia Panticosa.
Son
las ocho menos cuarto cuando dejamos la llave en la Oficina de Turismo, el 20
de Julio de 2007 ha
dado bastante de si. Media hora después con el chorro de zaragozanos en contra
que suben de fin de semana, nos llegamos a la ducha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por tu comentario! Responderé tan pronto como lo localice.