Los quiebros de la Arista Sur de Toronzué.
Boca norte de Túnel de Cotefablo,
Collado de Cotefablo y Arista Sur.
28-02-2010.
Salida 11 h. Llegada 17 h.
Sol.
Fácil.
Raquetas.
Mapa de Toronzué procedente de Prames. Vía en amarillo.
Subiendo
el Puerto de Cotefablo, a las once menos cuarto de la mañana, el tiempo está
espléndido. Hoy 28 de Febrero de 2010, además de unas catastróficas
predicciones meteorológicas nos alumbra un sol radiante acompañado de un
espectacular cielo azul. ¡Cómo se malgastan los dineros de los contribuyentes!
Navariecho y Toronzué desde Yésero.
El
aparcamiento de la boca norte del Túnel de Cotefablo está a reventar. Aparcamos
como podemos y brevemente sacamos nuestras cosas y nos vamos en dirección sur
para ponernos las raquetas inmediatamente. Como había calculado, podríamos
salir desde el coche con las raquetas puestas.
A
Toronzue se suele subir por el Puerto de Yésero utilizando la pista que arranca
del comienzo del Puerto de Cotefablo, cerrada al tránsito. También se puede
subir utilizando la Pista
del Sorrosal, también cerrada al tráfico, para llegarse al segundo refugio y
ascender su cara este. En los dos casos, algunas palas muy cargadas de nieve
desaconsejan la entrada por los valles y hoy vamos a utilizar una vía
especialmente indicada para evitar estas contingencias. La Arista Sur del pico es una vía
de “invierno” a prueba incluso de nieblas y a salvo de los altos riesgos de
aludes, si bien es cierto que no es demasiado esquiable debido a los continuos
sube y bajas que obligan a remontes en el descenso; por ello, iremos con las
raquetas.
Estamos
a 1440 metros
de altitud y atravesando el prado de la caseta nos dirigimos al encuentro de
los retazos de pista que en su día llevaba a Pelopín pasando al norte de Peña
Ronata.
Ronata desde cerca del Cuello de Cotefablo.
Viejos
desprendimientos del terreno la cortaron pero unos tramos de camino unen los
restos de la vieja pista y en suaves lazadas orientadas al oeste, buscan la
parte superior de la sierra situada sobre la vertical de túnel en el Collado de
Cotefablo, situado sobre los 1600 metros de altitud. Subimos al agradable
sol de la mañana y entramos en calor.
Comas y Mondiniero.
La
mayoría del personal se ha ido al sur hacia Ronata y demás, nosotros nos vamos
al norte contorneando un crestón bajo por el oeste y siguiendo una huella
marcada sobre la nieve.
En
suavísimo descenso alcanzamos la zona norte del Collado de Cotefablo,
ascendemos suavísimamente e iniciamos de
inmediato un descenso de alrededor de 40 metros que nos conduce a un cuello por el
que pasa una línea de alta tensión que tiene allí colocada su torre metálica.
Otal, Fenez y Las Comas.
De
inmediato proseguimos con el ascenso de un resalte suave que nos ofrece la loma
alargada de Punta Gabardús situada a 1682 metros de altitud
cuando son las doce, para ahondarse
inmediatamente en busca del Collado de Gabardús.
Siempre al frente Ripera, Tendeñera, Otal y Toronzué.
El
Collado de Gabardús es el origen del barranco que nace en la parte alta de la
cabecera del Rellano de Linás de Broto. Repetidamente he pensado subir desde la
curva de la carretera pero la vestidura del monte me ha invitado a relegar el
asunto. Aquí, después de casi 100 metros de descenso hemos de ascender un par
de resaltes sucesivos con un largo rellano intermedio, es la parte de la arista
que conduce al Tozal de las Planas situada a 1962 metros de altitud.
Torcedor y las Planas por delante.
La
arista se va alargando como ya sabemos, en algunos momentos se hace monótona
pero además de presentarnos claramente al frente nuestro objetivo, nos permite
contemplar tanto a una vertiente como a otra las delicadezas del Tozal de las
Comas y Mondiniero vestidos de un blanco casi vaticano, los ocres murallones de
la Sur de Fenez
contrastando con la nívea cúpula de Peña Otal que nos llena de recuerdos, las
pastoriles Fañanizas hechas un auténtico merengue, La pared sur de Tendeñera y
Ripera que hoy si hace homenaje al sobrenombre de La Blanca y no por las calizas
claras sino por la nieve, la Peña
del Forato de los Diablos y el Mallo de las Peñas mostrando todavía la
arrogancia de sus paredones calizamente verticales y la aterrazada y
espectacular cara sur de Sabocos con su enorme nevero somital colgado,
delante Bachesango con la plástica de su
arista norte aquí mismo enseñándonos por detrás la zona este de la Partacua , en la que
destaca el mágico perfil de Telera, mostrando que eso si es una pared.
Ventana para Otal y Fenez.
Todavía
nos queda un pequeño y suave descenso con nieve costra que soporta débilmente
nuestro peso y nos colocamos frente al triple resalte terminal. Por detrás
entran algunas nieblas.
Casquete Somital de Toronzué.
Sabocos, Las Peñas y Forato.
La
resalte inferior que abordamos decididamente nos elevará alrededor de 150 metros , se hace un
pelín largo pero nos entretenemos con dos parejas de madrugadores que bajan.
Luego un breve descansillo de la pendiente nos sitúa frente al resalte
intermedio, algo más corto que el anterior y hacia unas afloraciones rocosas
producidas por el viento en la arista. Luego de un pequeño hombro queda el
casquete somital, propiamente dicho con el que ascendemos los últimos 30 metros y alcanzamos la
cima de Toronzue situada a 2268
metros de altitud.
Navariecho y Pastorón.
Navariecho desde Toronzué.
Es
la una y media del mediodía, las nieblas nacidas en la Sur de Tendeñera nos engullen, pero con poquísima
consistencia, solamente logran privarnos parcialmente del sol.
Cima de Toronzué.
Sabocos.
Nos
colocamos en un abrigo de la tenue brisa que corre en la cima al este de la
misma y comemos ya que hemos subido sin parar ni siquiera a beber.
La Partacua desde Toronzué.
Gabietos y Taillón.
Las
imágenes de la cara sur de la
Sierra de Tendeñera y Ordesa son espectaculares y conocidas,
hoy están parcialmente descabezadas por las nieblas y es una pena pero la
compensamos con la plástica de unas coladas de nieve sobre la Plana del Puerto de Yésero.
Coladas en la Norte de Bachensango.
Iniciando el descenso.
Media
hora después nos vamos para abajo cambiando los blancos que nos han guiado en
el ascenso por los colores oscuros y brillantes bajo las aplastantes luces del
mediodía.
Gue y Oroel en el sur.
Ripera y tendeñera siempre al norte.
Contemplamos
la quebrada línea de la arista que tenemos que bajar, la oscura profundidad de
los fondos de los valles que la limitan y la plateada brillantez de la arista desde Erata que tiene como
sombrero a Oturia, hasta Pelopín. Más al sur, en la distancia azulea
perfectamente la Montañesa ,
Guara y Gué delante de Oroel.
Mirada atrás desde Punta Gabardús.
La
nieve se ha vuelto algo blanda y las raquetas se clavan ligeramente; el descenso
se hace pesado al calorcillo de la tarde y deja su discreto recado en las
caderas, suerte que vamos descendiendo y alternamos los repechillos repartidos
a lo largo de la arista.
Toronzué desde el Barranco de Yésero.
Llegamos
al Collado de Cotefablo con ganas. Echamos un trago y nos introducimos en la
sombra que la arista proporciona al tramo final de camino. La nieve está endurecida
y el descenso es agradable. Parece ser que el final nos ha querido compensar
por el machaqueo anterior, pero es que 1000 metros de desnivel
con raquetas son un pelín más que un paseo en el que el descenso nos ha costado
tanto como la subida. A las cuatro y media nos quitamos las raquetas con ganas
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