3 ene 2020

1-20. ESTRENANDO EL 2020 EN LA TUCA BLANCA DE CANDANCHU. 2-1-2020.


La Espléndida Cara Este de la Tuca Blanca. 

Aparcamiento de Candanchú, La Olla, Pista y Cima de Tobazo, Paso de Tortiellas, Cara Este y Arista Norte. Descenso por paso de Tortiellas a la Rinconada.
02-01-2020.
Salida 10:45 h. Llegada 14:45 h.
Sol.
Fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de la Tuca Blanca procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            El 2019 fue un año a juego con los últimos: acumulamos  88500 metros de desnivel en  90 actividades, pero por azares de la vida no lo terminamos con nuestra acostumbrada actividad de despedida. Hoy 2 de Enero vamos a estrenar el 2020.

Tras la salida de Candanchú hacia el Tobajo casi siempre complicada. 

            Mi chica lleva algunos días diciendo de subir a Tuca Blanca y vamos a hacerlo  a pesar de que no me gusta Candanchú.

Llegando al Tobazo.

            A las once menos cuarto, cuando llegamos al aparcamiento de la estación situado a 1570 metros de altitud las pistas inferiores del Tobazo dan lástima por lo peladas de nieve que están a pesar de su orientación. Pero están a la sombra y ponemos cuchillas para comenzar a foquear.

Visualizando la parte media de nuestro descenso.

            Sabemos que la nieve tanto pisada como sin pisar está durísima a la sombra y lo comprobamos ascendiendo en dirección sur la corta rampa que nos deposita en la pista que enlaza todas las de pistas de la Olla y que ascendiendo suavemente al este conduce a la Roja Tobazo y como llevamos las cuchillas puestas continuamos por ella aprovechando que hay muy pocos esquiadores es esta zona de la estación.

Murallones de Tortiellas desde la Pista Sarrios.

            Son tres resaltes algo erguidos los que nos depositan en la cabecera de los Arrastres del Tobazo situados sobre unos raspados 2000 metros de altitud.

Soleándonos con la vista puesta en la Tuca Blanca. 

            Son las doce cuando, tras quitar las cuchillas, tomamos la soleada pista de enlace que crestea  la Cabecera de Tortiellas en busca del Paso de Tortiellas y la Rinconada avanzando hacia unos blanquísimos campos de nieve que culminan en la Tuca Blanca. Ya teníamos ganas de sol y de nieve amable.

La Juan Carlos nos llevará a Tuca Blanca. 

            La pista sin esquiadores desciende hasta el Paso de Tortiellas, donde encontramos la pista cerrada por riesgo de desprendimientos, para continuar rodeando la Rinconada y enlazar con la Juan Carlos que nos ha de llevar al punto culminante de la estación.

Iniciando el remonte ligeramente al sur de la Nordeste.

            Un trío de largadas con buena nieve nos depositan en el arranque de la pala final que subimos de frente y por su orilla sur hasta alcanzar un pequeño nicho muy próximo al final de la silla donde quitamos los esquís y nos disponemos a echar un bocado sentados sobre la nieve. Estamos algo cansados  pues no hemos hecho casi nada durante las tres semanas últimas y yo además he subido desmotivado.

Foto de Cima de Tuca Blanca a la segunda.

            Mientras comemos y cuando ya estábamos dispuestos a iniciar el descenso, ponemos los crampones y nos vamos para arriba no por la misma Arista Nordeste sino con la huella que se eleva ligeramente al sur de la misma.

La Cabecera de Aspe desde Tuca Blanca. 

            Un par de zetas erguidas nos colocan en la arista que se continúa con un segundo resalte vestido de hielo y continúa algo afilada hasta alcanzar la Cima situada a 2322 metros de altitud.

Para abajo resalte a resalte.

            Hacemos un selfie y nos vamos para abajo por el mismo camino para recuperar los esquís y hacer la transición con alguna prisa pues están entrando nubes altas por el oeste que nos van a restar luz.

La Oeste de la Zapatilla.

            Son las dos y media cuando montados en los esquís iniciamos el descenso dispuestos a aprovechar la nieve decente mientras podamos y de verdad que lo hacemos hasta alcanzar el Paso de Tortiellas.

La Tuca Blanca con un poco de perspectiva. 

            No nos apetece ni un pelo remontar hasta el Tobazo con las pieles puestas para bajar por donde hemos subido por lo que, a pesar del cartel de pista cerrada, nos echamos para abajo por ella convencidos de que estará como un cristal, como siempre  pero…

Entrando a la Rinconada de Tortiellas con el Aspe detrás. 

Esquiamos el Lomo de Entrada a la Rinconada de Tortiellas.

            No va a ser así. Yo he visto que la gente se metía y nos encontramos la pista mejor que nunca lo que nos propicia un placentero descenso solamente empañado porque la rampa intermedia tiene mucha piedra suelta y empotrada en la nieve por lo que hay que esquiar con cuidado para no destrozar las tablas.

Una del Aspe que ya se nos pasaba.

            Terminada la “rampa desagradable” continuamos el descenso con algunas zonas de poca visibilidad por la sombra del mediodía para alcanzar la Rinconada y la Pista Grande que nos deja al lado del coche. Son las tres menos cuarto.

Entrando en la Rinconada de Candanchú.

A la sombra de la Rinconada de Candanchú hay poca visibilidad.

            Terminamos una jornada que finalmente se ha saldado con 800 metros de desnivel acumulado y en la que el descenso ha arreglado un ascenso con inicio poco agradable. Lo peor de todo es que el anticiclón  ha tomado posesión de la Península Ibérica y se va a quedar para largo.

2 comentarios:

  1. Hola Mariano.

    Con tan poca nieve y dura, casi mejor ir a Candanchú, más opciones y una climatología mejor (sol), pero está claro, que de vez en cuando hay que contentar a la pareja.

    Un saludo

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  2. ¡Hola Eduardo!
    Candanchú es una estación que no ofrece muchas posibilidades para ir por fuera de pistas y en estas condiciones pues menos. Es una estación pequeña que ha aprovechado todo lo medianamente decente de su entorno. Nosotros poisteamos bastante aprovechando que no había mucha gente.
    ¡Que vaya bueno!

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