30 dic 2025

" TENIAMOS QUE DECIRTELO, JORGE."

Esta noche no podía dormir. Los duendes que habitan en mi cerebro comenzaron a revolotear y no había manera de que pararan por lo que me levanté para reflexionar con mi ordenador cosa que suelo hacer de cuando en cuando.

Ayer al mediodía tuvimos noticias de que había caído un alud en Panticosa, en la Zona de Tablatos y que algo trágico había sucedido. Enseguida las Redes comunicaron que había cogido a un grupo de seis esquiadores, al grupo de Jorge el de lameteoqueviene, cuando ya estábamos apesadumbrados, como siempre nos pasaba ante noticias de esta índole y enseguida se confirmó lo peor.

En ese momento me pasó por la cabeza nuestra ascensión de anteayer a la Este del Canal Roya cuando abriendo huella, que es cuando de verdad se conoce el estado del manto nivoso, notaba las diversas capas de diferente dureza de la nieve que, por cierto, estaban sin anclar, entre recuerdos de aquel tremendo alud, que en aquella zona hará una docena larga de años, se cobró la vida del malogrado Ricardo Araguás con un tremendo alud impropio de esa zona

Mi mente comenzó a elucubrar que no a especular sobre competencias acerca del fatal accidente, conviniendo en que para que alguien muera, solamente hay una condición que es imprescindible y es que tiene que estar vivo. Vosotros estabais vivos y por tanto eso era una posibilidad que nadie discute.

A la vez comencé a recordar nuestros inicios con los esquís de travesía más allá de las "denteras" que nos dieran los franceses, que descendían esquiando gozosamente el Corredor Norte de las Arroyeras. Era el Grupo de Jorge el que también descendía aullando de placer por los Corredores de la Norte del Pic de Larry y nosotros los dos únicos “franceses” que habían visto ese día que no eran franceses sino dos machacas de Sabi que estaban en el vecino pic de Ayous y que se estaban convirtiendo en "esos de montesymasdebucuesa."

También volvimos a coincidir aquel tremendo día de hielo en el que a modo de recurso fuimos a Cuyalaret. La amable ladera estaba aquella mañana como un cristal y nosotros nos quedamos nada más entrar a la cara este, mientras que el Grupo de Jorge el de lameteoqueviene subía con enormes dificultades proviniendo del Aparcamiento de Aneu. Era la época en la que te felicitaba las pascuas personalmente, a las que gentilmente contestabas y que dejé de hacerlo puesto que entendía que no debía malgastar tu tiempo cuando podías emplearlo en ayudar a otros con tus predicciones meteorológicas puntuales.

Dos de tus grandes amores, la montaña y la meteorología nos volvieron a reunir, esta vez en Sabiñánigo y con ocasión de unas jornadas montañeras en las que nos hablaste de algunos de tus temas de culto: la montaña, el esquí y los aludes. Aquel día te dimos las gracias personalmente por tu amor a la montaña, al esquí y a tus acertadas predicciones meteorológicas a las que le debíamos esas “tus ventanas” que nos habían permitido robar algún día que otro a la meteorología y también te entenderíamos cuando, a consecuencia de aquel tremendo atasco de las carreteras de medio país, nos privaras de tus predicciones más ajustadas, pues había mucho mentecato que no tenía suficiente con cometer un error sino que además pedía injustificadas responsabilidades  a los demás.

Era la época en la que nos regalabas con la divulgación de tus conocimientos sobre la nieve y que culminarían con la publicación de los cuatro tomos de Rutas con Esquís de Travesía del Pirineo y que junto a tu blog nos llevarían a un buen número de traveseros por un Pirineo Blanco que malconocíamos y que nos descubrírías tú. Los temas sobre alimentación  y dietética o tu amor por Tuca y Kilian no nos llegaban tanto pero eran también señas de tu identidad que evidentemente respetábamos.

Siempre ibas con amigos pues los tenías a montón y solamente te faltaba eso, eran de lo mejorcico, para que nos llenaras a rebosar de sana envidia que también la hay y hoy también rodeado de amigos, como siempre, estabas disfrutando de la nieve en las Foyas de Brazato donde en algunas ocasiones acudíamos para matar el gusanillo de nuestra incompetencia que no nos permitía realizar actividades de más envergadura.

Hoy un alud nefasto nos ha llenado de pena a todos los que te apreciábamos, que aunque no sean los millones de visitantes de tu blog, te puedo asegurar que somos muchos. Permite al menos que esta tragedia nos sirva para darte una vez más las gracias por tu labor y decirte que algunos continuaremos esa diagonal que emprendiste ayer en busca de la luz con tus compañeros Natalia y Eneko.

“Teníamos que decírtelo Jorge.”

   

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