La este de Chipeta Alto.
27-12-2009.
Salida 09 h. Llegada 15 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Mapa de Chipeta Alto procedente de Prames. Vía en amarillo.
No
habíamos estado en Chipeta a pesar de esa espléndida proa que hinca
poderosamente sus poderosas garras en medio de Guarrinza.
La
veíamos desde algunos lugares… nos seducía `poderosamente pero… en nuestro tránsito por el Collado de
Petraficha no estábamos para “músicas celestiales” pues veníamos épicamente
desde el Barranco de Belabarze en una tremenda jornada invernal de nieblas en
la que tuvimos que montar la tienda a media mañana para guarecernos de un
tiempo absolutamente inclemente.
En
principio pensamos en ascender por el oeste desde Tatcheras, luego lo reconsideramos
y decidimos subir desde la Mina
en Oza en previsión de que la pista de Tatcheras podía estar cortada por alguna
zona de nieve venteada. ¿Y la carretera a Oza no? Bueno.
Nos
hemos tirado casi todo el mes de diciembre de 2009 esperando un fin de semana
decente para poder ir para allí pero no ha sido posible.
El
23 y el 24 llueve a mares, el día de Navidad por la mañana nos subimos a la Mallata de Isún para
estirar las piernas y hacer gana de comer y el 27, para celebrar el mejor día
de las vacaciones meteorológicamente hablando según han anunciado, nos vamos
Chipeta Alto.
No
tenemos prisas pues la
Carretera de Hecho a Oza puede estar bastante helada. Al
final no está nada mal y nos permite llegar con tranquilidad hasta el inicio de
nuestro camino junto a la
Paridera del Barranco de Acherito a 1200 metros de altitud
cuando son las nueve de la mañana.
Saliendo de la Mina a Chipeta.
La
mañana fresca y espléndida nos espera toda despierta y despejada, y un
caminillo perfectamente indicado en origen serpentea en dirección noroeste por una
suave ladera vestida con una tenue capa de nieve al recién nacido y todavía
frío sol de la mañana.
Mallo Cristián desde Saburcal.
Primero
siguiendo las lazadas del camino y luego atajando un poco de frente nos
acercamos al rellano en el que se encuentra el viejo Refugio del Saburcal. Lo
dejamos a nuestra derecha y continuamos para arriba, a media ladera, en un
camino que, evidentemente, no recordamos, pero tampoco hace falta pues se trata
de ascender por un “valle de libro”, por la ladera izquierda del barranco de
Acherito del que nos vamos a ir alejando paulatinamente.
Mallos de la Gorreta y Chinebral de Gamueta.
Contemplamos
el Barranco de las Foyas de gratos recuerdos, hacia atrás todo el barranco por
el que discurre la cabecera del Aragón Subordán y nos enfrentamos al luminoso
Mallo de las Ferrerías para irlo dejando a nuestra izquierda a la vez que
nosotros giramos al oeste en las onduladas Campas del Saburcal.
Guarrinza y Acue.
En
nuestro sempiterno afán de ir ganando altura continua y progresivamente nos
vamos ligeramente al sur de la senda y nos chupamos algunos altibajos vestidos
de nieve algo profunda y suelta. De cualquier forma hemos de coincidir con el
mismo en el barranco que baja del Collado de Petraficha y que nosotros atravesamos
sobre los 1650 metros
de altitud.
Chipeta y Petraficha.
Son
las diez y media cuando charlamos con un francés que viene con los esquís desde
Zuriza, el utilizará nuestra huella al menos como guía pero nosotros no vamos a
ir de lazada en lazada siguiendo la suya. Además ha soltado la capa de nieve
blanda, nos ha dejado la dura de debajo al descubierto y nos ha sembrado la duda,
así que nos ponemos los crampones y amén.
Perdemos
un rato infinito con el tajo hasta que localizo la causa: unos tacos de hielo
en la parte trasera de las suelas de las botas que tendremos que picar con el
piolet. Además nos servirá para darnos cuenta de que la mañana está realmente
fría.
Agujas de Ansabere desde la Sur de Petraficha.
Salimos
del asunto y alcanzamos seguidamente el fondo del barranco completamente
cubierto de nieve y arrellanado bajo el corredor que baja del collado.
Detalle de la Proa de Chipeta.
El
corredor es amplio y está dividido en dos por un enorme farallón. La rama sur
es algo estrecha y erguida por lo que tomamos la rama norte algo más amplia y
que es por la que ha evolucionado el esquiador.
Collado y Pico de Petraficha.
Llegando al Collado de Pettraficha.
El
corredor subirá alrededor de 150
metros de desnivel, arranca del breve rellano de base y
se yergue enseguida para estrecharse a la altura del farallón central donde
alcanza su máxima pendiente que no pasará de los 30º, no en vano es camino de
paso del GR 11.
Subimos
de frente, con buena nieve alternando tramos profundos y enseguida se arrellana
la pendiente y nos enseña tanto algunas placas duras de nieve venteada como la
amplia “u” del Collado de Petraficha a 1958 metros de altitud.
Collado de Petraficha desde la este de Chipeta Alto.
Al
frente que es el oeste tenemos el amplio valle que en suaves oleadas se baja
hasta Tatcheras muy bien cubierto de nieve. Al norte tenemos la soleada y
vertical pared del Pico Petraficha vestido con los ocres de la rocas calizas
soleadas y más allá el Quimboa Alto y al sudeste la sombría y lóbrega ladera
junto a la arista del Chipeta Alto.
Placas de hielo en la Este de Chipeta Alto.
Medio
limpia de nieve pues el viento en los collados hace estas tareas nos enseña el
hielo vivo y negruzco que invita a tratar de eludirlo o sortearlo. Hay una vía
lógica, que utilizaremos en descenso, que parte del collado en horizontal,
faldea el resalte sudeste y en suave ascenso luego por suaves palas nevadas se
incorpora a la parte alta del pico. Parece cosa fina para los esquís. Pero con
los crampones no hay problema: evolucionamos de frente en las inmediaciones de
la arista a lo largo de casi 100
metros de desnivel hasta que, superado el resalte, la
arista se allana y nos muestra unos consistentes campos de nieve tendientes
hacia el oeste que se van elevando poco a poco. Es el perfil nordeste de
Chipeta tan visible y conocido desde Oza.
Cima de Chipeta Alto y detrás panórámica al este.
La
arista se alarga, pasamos un pequeño declive y enseguida alcanzamos la cima del
Chipeta Alto situada a 2189
metros de altitud. Son las doce de la mañana y han sido
1000 interesantes metros de desnivel.
Del mallo de Acherito a pa peña del ibón de Acherito pasando por el Dec de Lhurs.
Hacemos
fotos y contemplamos un espléndido paisaje de lugares conocidos y recorridos.
No han faltado durante toda la mañana la arista hacia el nordeste con el
Petraficha, el Quimboa, el Mallo de Acherito, el Sobarcal, el Petrachema, las
Agujas de Ansabere, la Mesa
de los Tres Reyes, el Sum Couy y El Chouriqué, solamente le hemos puesto falta
al Anie. Hasta el Orhi se asoma desde la quinta puñeta.
La Peña del Ibón de Acherito dominando al Ibón de Acherito.
Girando
al este la peña del ibón de Acherito, con el ibón dormido de blanco y toda la
arista fronteriza de Guarrinza que se cierra con el Acue.
Al
sudeste destacan su presencia el imponente Castillo de Acher, el Puntal de
Secús, el macizo Bisaurín y el impecablemente blanquísimo Puntal de Aguerrí quizás
en contraste con los oscuros murallones de Costatiza.
Rincón de Alano y atrás Peña Forca.
Y
al sur, Lenito arrancando de Oza, Peña Forca y el Achar de Forca encabezando a
la impetuosa Sierra de Alano que deja detrás a la nívea Espelunga y a la
orgullosa Punta Ezcaurre, delante el mirador de Estriviella y el próximo
Sayestico. Todo esto aquí cerca. El Midí d’Ossau queda ya perdido en medio del
mar de los Pirineos Centrales.
Quimboa Bajo y atrás Orhi.
Un
cuarto de hora después atracados de paisaje nos volvemos hasta el declive y al
abrigo de la brisa que sin ser molesta es decididamente heladora comemos al sol
de la mañana. Son las doce y media y la comida está fría incluso el café con
leche esta justito.
Detalle del Orhi.
Cornisa apuntando a la peña del Ibón de Acherito.
Luego
evolucionamos hacia el oeste alejándonos de la arista y por laderas de nieve
blanda descendemos el resalte y en horizontal, hemos ido girando al este, nos
llegamos de nuevo al Collado de Petraficha.
Bajando las Campas de Nieve del Saburcal.
El
descenso es agradable y rápido, de frente como a la subida. Nos cruzamos con un
grupo numeroso que pelea con el resalte, luego con una pareja de chicas que
suben algo tarde, pero les queda mucho día y siguiendo aproximadamente el mismo
camino pues cuesta abajo la nieve se camina muy bien, nos llegamos al Refugio
del Saburcal que está sobre los 1440 metros de altitud.
La Foya del Barcal y las Agujas de Ansabere.
Le
han sentado muy mal los 50 años que tiene puesto que no tiene puerta, le faltan
algunas chapas del techo, la chimenea es un agujero y está lleno de estiércol,
no sirviendo casi ni para un apuro. Bueno, uno más del desafortunado rosario de
refugios inservibles por la desidia y la mala educación del personal.
Recogemos
los crampones y las polainas, nos quitamos ropa y nos vamos para abajo
atravesando la ladera terminal cubierta de helechos que nos servirá para comprobar
el trabajo del sol en media jornada: blanco por la mañana, ocre por a tarde.
Son
las dos y media del mediodía cuando alcanzamos el coche en La Mina. Estamos satisfechos pues
ya teníamos ganas de vérnoslas con el monte pues este otoño ha resultado
bastante descafeinado.
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