Bajando de Gazies el Soum de Lagaube. 4-7-13.
Vuelta de la
Carretera a Etsaut, Chemin de la Mature y Hayedo de Lagaube.
Descenso por la Cabaña
de Baigt de Sencours y GR 10.
05-06-2010.
Salida 08 h. Llegada 17 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa del Soum de Lagaube procedente del IGN. francés. Víia en amarillo.
El
Soum de Lagaube es una de esas montañas poco individualizadas además de
anónimas que pueblan el pirineo, es este caso, francés. Se suele subir
directamente desde Urdos utilizando las empinadas laderas orientadas al sur y
vestidas de praderío pirenaico, pero no es mucha la gente que aborda un
desnivel de algo más de 1000
metros para visitar tan modestísima cima.
Cada
montañero suele tener su pretexto o su excusa para ascender una montaña y
nosotros tenemos dos: recorrer el Chemin de la Mature y visualizar “de
cerca”, la vertiente sur del Caperan de Seques que nos deslumbra siempre con su
vertical e ingrávida oscuridad. Lo había hecho, sin ir más lejos el sábado
pasado en la Cúpula
de Secús.
Es
5 de Junio de 2010 y disponemos de unos momentos inciertos a la hora de elegir
actividad: el Pirineo se queda sin nieve a pasos agigantados pero hay que
contar con ella a la hora de largos desplazamientos a cierta altitud y
orientación sobre todo para algunos programas medianamente ambiciosos y desconocidos.
A
las ocho de la mañana, hemos dejado atrás Urdos tras pasar el Túnel de Canfranc
y un kilómetro más bajo del Fuerte del Somport tomamos el desvío hacia el este
con dirección a Etsaut para girar
inmediatamente al sur y alcanzar el reducido aparcamiento existente en la
vuelta de la que nace el Chemín de la
Mature convenientemente indicado. Estamos a 700 metros de altitud.
El
camino parte en la misma revuelta utilizando una estrecha y corta pista que
conduce a una casona de montaña colgada
en la ladera. A partir de allí se convierte en camino y prosigue al sur y en
suave ascenso para, en poco más de diez minutos, enseñarnos el Fuerte de
Somport y girar inmediatamente al este
para introducirse en el angostísimo barranco en el que se desarrolla el Camino
de la Mature.
¿Qué
hace aquí un camino como este en medio de una placa caliza vertical de una
altura media superior a los 300
metros ?
Parece
ser que la Armada Francesa
necesitaba de las espléndidas hayas del barranco para arbolar sus buques y con
tal motivo se practicó un tajo rectilíneo por medio de la pared, pues hay que
suponer que ni el caudal del barranco ni mucho menos su angostura permitirían
sacar los futuros mástiles.
Se
entra en la placa de la orilla derecha del barranco sobre los 750 metros de altitud y
en suave pero en persistente ascenso atraviesa la zona más vertical y rotunda
sobre las que se tuvieran que realizar los trabajos más importantes para
conseguir prácticamente un semicilindro en la pared. El camino no tiene nada
más que alguna barra defensiva y el fondo del barranco está perdido 200 metros más abajo. Es
una zona que está cosida de vías de escalada equipadas.
La
parte intermedia es más natural aprovechando algunas viras y la circunstancia
de que la parte superior de la pared se acuesta ligeramente. Por debajo de la
senda el barranco sigue igualmente profundo.
Tras
algunas pequeñas ondulaciones siguiendo la morfología de la pared, el camino
sigue en suave ascenso con un firme de calizas bastante desgastadas hasta que
se abre en dos ramas separado por un potentísimo farallón también adornado por
un vertical paredón calizo.
El
camino sigue por la rama derecha del barranco, la pared se acuesta y se viste
de praderío inclinadísimo en el que se asienta un bosquete de ribera con fresnos
y sauces que inmediatamente dará paso al hayedo. Estamos sobre los 1100 metros de altitud
cuando alcanzamos la Cabaña Miramon
que este año aparece completamente cerrada.
Son
las nueve de la mañana, y el camino se allana al agradable sombrío del hayedo
valle adelante todavía en dirección este. Es un camino bastante transitado y
por el que discurre el GR 10. Hay gente que va de travesía.
Barranco du Pacq.
Poco
más adelante el camino desciende suavemente al encuentro del Barranco du Pacq y
antes de alcanzarlo, parte un camino en ascenso
por el que se puede alcanzar el Col de Arrás y volver a Etsaut y Borce,
además de ser la continuación natural valle adentro.
Nosotros
disponemos de un mapa del IGN muy colorista pero poco preciso en el que el
barranco se encuentra relleno de colores
Unos
metros más adelante un numeroso grupo esta junto al cartel de la bifurcación
pero nosotros no tenemos duda ante semejante camino nos vamos hasta el
barranco, lugar que conocemos y sabemos que el camino prosigue.
Un
estupendo puente y un camino que prosigue por la margen izquierda del crecido
barranco sobre el que suponemos habrá un segundo puente que nos facilite el
paso a la otra orilla que es hacia donde nos dirigimos.
Avanzamos
por el camino que parece poco transitado hasta que unos cientos de metros más
adelante se pierde en una angostura del barranco. Sobre nuestras cabezas el
inclinadísimo y extenso Hayedo du Pacq.
Volvemos
unos metros y tomamos uno de esos clásicos caminillos de los hayedos que ceta a
ceta discurren por sus laderas nos vamos para arriba al encuentro de nuestro
camino.
Subimos
alrededor de 100 metros
de desnivel, el camino no aparece y enseguida me doy cuenta de que no va a
aparecer y que tiene que transitar por la otra orilla, pero… el hayedo es
espléndido, está muy limpio y terminaremos saliendo a la pradera alpina en la
cabecera del bosque.
Las
imágenes que busco difícilmente se tornasolan en algunos claros de la parte
superior del hayedo pero seguimos para arriba cuando los caminillos van
desapareciendo pues marchan hacia el Col de Bendous en la zona oeste del
hayedo. Al paso han ido apareciendo los abetos blancos y ganamos altura en
dirección norte.
A
mi chica se le hace largo pues no en vano hay 700 metros de ladera y
todavía aspira a conseguir nuestro objetivo inicial que yo ya he borrado
definitivamente.
Transitamos
un discreto espolón entre dos pequeñas depresiones y tras un pequeño rellano
del mismo, el bosque se aclara un poco pues el suelo es mucho más pobre y los
bloques calizos afloran, aprovechando un pequeño pináculo con vistas nos
sentamos a almorzar: son las once menos cuarto y estamos sobre los 1700 metros de altitud.
Un
cuarto de hora después proseguimos para arriba sobre un hayedo que ha clareado
mucho por lo que presagiamos su término cosa que se producirá poco más
adelante, cosa que mi chica agradece.
Caperan de Sesques desde la loma.
Salimos
a una mañana soleada y deliciosa después de faenar casi dos horas en el Hayedo
du Pacq. El praderío está vestido de arándanos y de enebros rastreros y suavemente se convierte en una arista
amplia y alomada que en un par de suaves resaltes nos deposita en la cabecera
de la sierra cubierta de delicioso prado.
Contemplado
Urdos allá en el fondo del valle llaneamos suavemente en dirección sur y
ascendemos con toda tranquilidad a lo alto del Soum de Lagaube situado a 1985 metros de altitud.
Son las doce menos cuarto.
Hay
una pareja de nuestra quinta, el habla muy bien Español y charlamos de la
jornada y de los alrededores que conocemos, han subido desde Urdos.
Gazies.
Sesqués y Lespentouse.
Detalle de Sesques.
Al norte aparece destacado el Pic
de Sesques del que vemos el final de nuestra ascensión, hacia el este Lepentouse seguido del Caperan de Sesques.
Inmediatamente aparece otro conocido que es la doble cima del Gazies y más al
este el Turon Garie y el Pic d’Aulion, más al sudeste la arista se va elevando
suavemente hacia la
Hourquette de Larry dejando en medio el paso hacia Ayous.
Detrás, como no, el Midí d´Ossau.
Detalle del Caperan de Sesques.
El Midi nos dice que estamos en Francia.
Al
sudoeste aparece el Macizo de Aspe al completo, Bernera, La Cúpula de Secús y el Bisaurín, Acue y Castillo de Acher y hacia
el oeste Acherito, Petrechema, Dec de Lhurs, Mesa, Billare, Anie y la Countende rematando con los Organos de Camplong.
Se
van hacia la Cabaña
de Larry y nosotros seguidamente en suave ascenso y en dirección sudeste
avanzamos loma adelante contemplando un dilatado paisaje a ambas vertientes.
Ligeramente
por encima de los 2000
metros de altitud
abandonamos la loma y nos introducimos en la ladera esta iniciando el
regreso fuera del Hayedo du Pacq.
Col de la Hourquette de Larry.
Una
serie de resaltes llenos de verdura y poblados de variadísima flora permiten
descender al encuentro del Barranco du Pacq alcanzándolo sobre los 1600 metros de altitud
justamente en las inmediaciones del puente por el que el GR cambia de orilla.
Cabaña de Baigt de Sencours.
Lespentouse desde la Cabaña Baigt de Sencours.
En
suave descenso y siempre ya por la orilla derecha del barranco alcanzamos
enseguida la Cabaña
de Baigt de Sencours a 1560
metros de altitud.
Tablero de damas.
La
cabaña está abierta, medianamente conservada y tiene un altillo para poder
dormir además de un fuego bajo.
Poco
más abajo el hayedo cruza el barranco y se apelmaza en la orilla derecha del
mismo propiciando una sombra que se agradece. Paramos a comer en un prado de
asfódelos. Es la una y media.
La Cabaña Pasette.
El
camino se llena de gentes que suben y bajan, es sábado al mediodía y el
tránsito es lógico aunque nos parece un tanto tardío. Nosotros continuamos
valle abajo alternando tramos de mayor descenso con otros más suaves mientras
giramos con el barranco hacia el oeste. Poco más abajo el camino se arrellana
en la zona de las Cabañas de Pasette y Rougtan mientras contemplamos frontalmente
el hayedo en la zona por la que lo hemos ascendido.
Amapolas del pirineo.
Finalmente
el camino se abre en dos: la rama horizontal
se va hacia el Col de Arras, ahora lo recordamos, y la otra se va para abajo al
encuentro con el Chemin de la
Mature.
El Hayedu du Pacq.
Ya
en el camino, volvemos unos metros hacia el este, pasamos el puente de la
mañana y a la profunda sombra del hayedo en la orilla del barranco nos tomamos
una cerveza. El agradable rumor del agua nos arrulla y terminaremos echando una
deliciosa siestecilla montañera.
Detalle de la amapola del pirineo.
Poco
antes de las cuatro reemprendemos el camino de nuevo de llano hasta entrar en
las placas del Chemin de la
Mature y luego, en medio de un nutrido grupo al que espera un
autobús, nos vamos para abajo todavía al cálido sol de la tarde.
Van
a ser las cinco cuando alcanzamos el coche tras liquidar un desnivel de 1300 metros en una
jornada parcialmente imprevista que no por ello ha dejado de prestarnos sus
encantos.
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