La parte Inferior Noroeste de Erata desde San Juan.
Espierre, Ermita de San Juan y
Cara Oeste. Descenso por el Collado de Espierre.
14-04-2012.
Salida 8 h Llegada 11 h.
Nieve.
Muy fácil.
Ascensión.
Mapa de Erata procedente de Prames. Vía en amarillo.
Por
diversas razones llevamos una temporada bastante “aparcados” en medio de un
periodo que meteorológicamente no acompaña demasiado. El sábado 14 de Abril de
2012 va a hacer mal tiempo pero tenemos ganas de estirar un poco las patas.
Ayer
quedamos por teléfono en dar una vuelta y hoy a las siete y media estamos
comprobando que el día tiene mala pinta por lo que desistimos de marchar a la
zona de Somport y nos vamos a Erata.
Aparcamos
a las ocho de la mañana en Espierre a
1225 metros de altitud y en dirección este nos vamos pista adelante.
Rebuscando
en mis notas encuentro: “Erata es un monte tradicional del entorno físico de
Sabiñánigo, al igual que lo es Gué,
Oturia, Cancias u Oroel. Es uno
de esos montes a los que el personal, de cuando en cuando sube. Nosotros hemos
subido unas cuantas veces e incluso lo utilizamos como alternativa para esos
días que o bien por inclemencias meteorológicas, o por falta de tiempo nos
permiten una escapada tanto física como mental.” Pues eso.
Se
suele subir desde la Boca Norte del Túnel de Cotefablo, desde Espierre, desde
Yésero o desde Yosa de Broto como acertadamente sugiere Kleineberg. Nosotros
hemos decidido ir a lo corto y conocido.
La
pista se alarga en suave ascenso hacia el este transitando entre campos
abandonados y copados por la maleza, nos indica un caminillo hacia las Ruinas
de la Ermita de Santa María y pasados 3 kilómetros alcanzamos la Ermita de San
Juan de Espierre, románica y perfectamente restaurada a la que le iría muy bien
una limpieza de los alrededores para darle visibilidad.
Las
nieblas que inicialmente cubrían la parte alta de la sierra se han bajado a
nuestro encuentro y ya hace un poco que nieva aunque sea débilmente.
Un
kilómetro más adelante, en el lugar en el que la pista se estropeaba en épocas
en las que se podía transitar libremente, ahora tiene barrera y la pista se
encuentra en mejores condiciones, la abandonamos y nos introducimos en el
praderío. Vamos a subir directamente hacia la cima sin buscar camino ya que no
es necesario.
Estamos
sobre los 1500 metros de altitud y enseguida aparecen las primeras manchas de
nieve y los narcisos más altos que soportan la nevada cabizbajos. El puerto
está abrasado y sin apenas rastro de
primavera con la excepción de que en los barranquillos canta débilmente el
agua.
Algo
más arriba pasamos junto al abrevadero situado en un lugar cosido de caminos de
animales y de inmediato nos introducimos en la nieve. Una capa de escaso
espesor y de basta textura que, no demasiado dura, permite un avance cómodo.
La
niebla se ha espesado, y nieva con viento del oeste cuando nos aproximamos a la
parte superior de la sierra. Allí, viramos un tanto al sur y siguiendo unas
viejas huellas nos vamos directamente a la cima.
Son
las nueve y media de la mañana cuando alcanzamos el Vértice Geodésico de Erata
situado a 2006 metros de altitud y nos abrigamos de inmediato pues corre un
viento que congela el sudor sobre nuestro cuerpo.
En
medio de un ámbito lechoso hacemos una foto echamos un café con leche calentito
con unas galletas de chocolate y cinco minutos después abandonamos la alargada
cima que tan bien conocemos. Ordesa, Tendeñera, Telera, Guara, Oroel y demás
hoy no están. Tampoco Manchoya o el Caserío de Otal más próximos.
Salidos
de la cresta, el viento amaina y se calientan poco a poco las manos. Bajamos un
poco al norte hacia el Collado de Espierre en busca del camino y de una caseta
pastoril que recuerda Juan entre bojes.
Alcanzamos
el camino entre los pinos que se encumbran desde los alrededores de Yosa y
proseguimos para abajo comprobando que las nieblas han crecido hacia el valle y
nieva con insistencia.
Alcanzamos
la mallata del final de la pista y bardeando por la misma ya que el último
tramo no está empedrado alcanzamos el lugar en el que la hemos abandonado a la
subida.
Poco
después nos llegamos tranquilamente hasta la Ermita de San Juan y nieva que te
nieva continuamos a ritmo hasta Espierre.
Son
las once y cuarto de la mañana cuando damos una vueltecilla por el pueblo que
está muy remozado. Un cartel indica a Erata tres horas y cuarto que es
justamente lo que nos ha costado entre subir y bajar. No ha estado mal para
mover 780 metros de desnivel.
Ya
en el coche y más debajo de Barbenuta dejara de nevar. Son las nieves de
primavera que no aportan otra cosa más que agua, que buena falta hace.
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