Cuculo y San Salvador desde la Atalaya.
Barranco Carboneras, Collado Betito,
Arista Sur, Cuculo, Collado Betito, San Salvador, Atalaya, San Salvador, Camino
de la Sierra de San Juan, Monasterio Nuevo y Monasterio Viejo de San Juan de la
Peña.
16-03-2013.
Salida 09 h. Llegada 14 h.
Nublado.
Muy fácil.
Ascensión.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Cuculo y San Salvador procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Hace
ya bastantes años que visitamos a San Salvador y Cuculo que son los bastiones
más occidentales de la Sierra de San Juan de la Peña y que tan espléndida
estampa presentan desde la Canal de Berdún, invitándonos descaradamente a soñar
con la montaña tras el aperitivo que nos ofrece la Higa de Monreal viniendo de
tierras navarras.
Se
trata de un monte recurso para esos días complicados meteorológicamente
hablando y este invierno han salido unos cuantos: año de nieves, año liado para
salir el monte, pes para que nieve, ha de hacer mal tiempo y no sirven de nada
las quejas de las estaciones de esquí.
Para
hoy 16 de Marzo de 2013 han anunciado tiempo borrascoso pero creemos que la
mañana todavía puede dar juego y tras recoger los esquís en el armario nos
vamos a San Juan de la Peña con la calculadora.
Son
las nueve menos cuarto cuando aparcamos, ya más arriba de Santa Cruz de La
Serós, justamente en la vuelta del Barranco Carboneras. Al lado del depósito de
agua hay espacio para dos o tres coches. Estamos a 1020 metros de altitud.
Aprovechando
que ha hecho viento y que supones habrá secado bastante el sotobosque,
iniciamos la marcha barranco arriba en dirección oeste. Otra opción sería subir
por la carretera hacia San Juan y dejar para la vuelta el barranco pero creo
que hoy a lo mejor se remoja antes de lo esperado.
Hay
un camino que parte del depósito y asciende por la orilla orográfica izquierda
del barranco hasta coincidir enseguida y cambiar de orilla. Está muy limpio y
en nada se parece a aquel que recordábamos muy cerrado y poco transitado.
Cruzado
el barranco comienza a ascender de manera consistente ya en las proximidades de
las Paredes de San Juan cuyos conglomerados transita.
El
barranco presenta una vegetación mixta absolutamente exuberante: a los pinos
royos de buen porte se unen los abetos blancos, las hayas, los tejos, los
robles, las encinas y los abedules con también variado sotobosque de boj,
enebro, rosal silvestre y genistas varias. El roquedo se adorna de corona de
rey, en las paredes menudean las escorrentías heladas y en los claros aparece
la nieve. La mañana está espléndida aunque no contamos con las caricias del sol
pues el cielo está cubierto de nubes medias que cierran ya las cabeceras de las
Sierras Prepirenaicas.
Solamente
Oroel levanta acta en una mañana que va poco a poco a peor y que confirma
nuestra apreciación de dejar para mejor ocasión la Peña Arafita de nuestras
dudas.
Cuarenta
minutos nos cuesta alcanzar el Collado Betito situado a 1373 metros de altitud
en el que nos reciben el rellano vestido de nieve y praderío adornado de
diminutos narcisos amarillos como el oro y el viento que sopla del sudeste.
Narcisos en el Collado Betito.
Atravesamos
el amplio collado hacia el nor-noroeste, abandonamos las crecidas masas de boj
y nos incorporamos a la Arista Sur de Cuculo siempre al resguardo del viento
por un ascendiente praderío que sucumbe a la pujanza de la genista hórrida.
La Norte de San Salvador nos esperará un poco.
Atravesamos
algunas lazadas de una vieja pista y coincidimos con los hitos que señalan
camino al pico.
Hemos
de superar un suave promontorio para alcanzar la base del casquete somital del
pico en el que un indeciso caminillo nos conduce a la amable Cima de Punta
Cuculo situada a 1549 metros de altitud cuando son los diez de la mañana.
Desde
el final norte de la Sierra de San Juan contemplamos hoy un reducido paisaje
que abarca desde la Canal de Berdún a la Val Ancha pasando por todo el Campo de
Jaca. Más allá, las nubes lo rellenan todo.
Hacemos
algunas fotos carentes de profundidad y nitidez, y cinco minutos después nos
damos la vuelta sobre nuestros propios pasos antes de que se nos enfríen las
manos.
Descendemos
en busca del Collado Betito contemplando la Cara Norte de San Juan y de la
Atalaya pintadas al blanco norte de la temporada.
No
tenemos prisa pero abreviamos en el descenso y en poco más de diez minutos alcanzamos el Collado
Betito. A partir de allí y en dirección sur ascendemos el nevado cortafuegos en
el que hay una vieja huella cubierta con dos dedos de nieve polvo recién caída.
La Ermita de San Salvador.
Se
trata de un repecho de casi 200 metros bastante sostenido que se sube muy bien
echando la vista atrás de cuando en cuando para contemplar la Sur de Cuculo que
es de donde venimos.
Son
las diez y media cuando alcanzamos la Cima de San Salvador situada a 1547
metros de altitud coronada por el edificio de la ermita al que se le adosó en
su día un casetón de servicio y una antena de comunicaciones que la afean
definitivamente.
Le
ermita está abierta y nos metemos dentro para echar un bocado al resguardo del
viento.
Un
cuarto de hora más tarde y antes de emprender la vuelta nos vamos a acercar
hasta la Atalaya. Para ello hay que proseguir por la arista en dirección oeste
y tras descender unos pocos metros por amplia loma remontar suavemente un
promontorio intermedio que faldeamos ya casi por arriba y por la vertiente
norte vestida y de blanco, conduciéndonos a otro suave collado desde el que, en
suave ascenso alcanzamos la Cima de la Atalaya situada a 1542 metros de
altitud.
Desde
aquí contemplamos como se despeña la arista al oeste hasta morir tras alcanzar
las Torres de Pomardan, la gatera por la que marcha a tierra plana el Gállego
con Peña Rueba muy difusa y una espléndida vista de Cuculo y San Salvador hacia
el norte.
Las Paredes de San Juan de la Peña.
Volvemos
de inmediato espoleados por el viento contemplando los paredones de la Sierra
orientados al sur.
Se
nos va un cuarto de hora entre ida y vuelta y a las once pasadas atravesamos el
nevero que se ha asentado el viento al abrigo del vértice geodésico y
proseguimos en suave descenso, en dirección este al encuentro de la pista.
Enseguida
alcanzamos la pista y el cartel que nos ofrece las opciones de marchar al
Monasterio Nuevo por pista o por camino.
Elegimos
el camino con dudas por el viento pero a pesar de que transita la cabecera de
la sierra no nos azotará gran cosa con lo que la vuelta será agradable. La
pista va paralela al camino unos metros más abajo.
Siempre
con la señal de Oroel en el horizonte proseguimos hacia el este con
pequeñísimas subidas y bajadas y siempre en descenso, por un transitado camino
sembrado de antenas cabalgantes sobre los paredones del sur. ¡Si serán
necesarias tantas y tan dispersas! Y eso que es un “sitio protegido.”
El
camino desciende un escalón de mediana consistencia por conglomerado y se
aproxima a la pista para terminar
coincidiendo con ella cuando queda alrededor de un kilómetro al monasterio.
Comienza a nevusquiar.
Monasterio Nuevo de San Juan de la Preña.
Por
la pista que está asfaltada nos llegamos al Monasterio Nuevo situado en la
Explanada de San Indalecio cuando son las doce y cuarto.
Tendría
siete años cuando me trajeron aquí de
excursión por primera vez. Solamente
recuerdo el partido de futbol que jugamos con balón de cuero de los de cordón
atado. Entonces, cuando teníamos balón, era gran fiesta. La Cuna del Reino de
Aragón carecía de importancia frente al
balón.
Damos
una vuelta alrededor del monasterio y seguidamente tomamos la carretera con el
objeto de continuar hacia el Monasterio Viejo.
Enseguida
la abandonamos para tomar un camino balizado en amarillo que ataja las curvas
fuertes de la carretera y coincide en la misma en las inmediaciones del
monasterio.
Monasterio Viejo de San Juan de la Peña.
El
Monasterio Viejo de San Juan de la Peña está a 1120 metros de altitud. Está
abierto y no hay nadie que controle las visitas lo que nos parece un auténtico
despropósito: habrá una legión de chupones con los dineros públicos libres de
recortes, pero no hay un triste funcionario que controle medianamente las
visitas. No sabemos si será consecuencia de los recortes o para facilitar el
vandalismo. ¡Este país huele a carnuzo!
Claustro de San Juan de la Peña.
Hacemos
algunas fotos con cierta e inevitable rabia y marchamos carretera abajo en
dirección oeste para recuperar el coche.
Son
tres kilómetros y medio de carretera que comienzan ascendiendo suavemente para
luego bajar definitivamente mientras la nieve se mezcla con el agua pero no hay
problema, los problemas se han quedado a la Altura del Collado Betito que ni
siquiera se ve desde la carretera.
Es
la una y media del mediodía cuando cerramos el bucle iniciado a la mañana y
conseguido tras superar alrededor de 750
metros de desnivel. De vuelta a casa nos alegramos del acierto de nuestra
elección. Lloverá toda la tarde cumpliéndose fielmente las peores estimaciones
sobre el tiempo.
¡Ah,
que se me olvidaba! No hemos oído el canto del cuculo. Cuculo es una palabra
aragonesa, equivalente con el nombre del cuco común en Castellano.
Consecuentemente, la primavera se hará esperar.
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