Gralleras Norte desde el Barranco de Bacarizal.
Aparcamiento de Espelunciecha, Barranco
Bacarizal y Arista Oeste.
03-03-2013.
Salida 11 h. Llegada 15 h.
Sol.
Fácil.
Esquís de travesía y raquetas.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Gralleras
Norte no es lo mismo que la Campana de Aneou, son dos cimas contiguas,
separadas por un collado con un desnivel de alrededor de 60 y 100 metros
respectivamente y poseen diferencias notables pese a su proximidad.
El
Barranco de Bacarizal pertenece al Circo de Espelunciecha. Alojado en la parte
norte del circo es el valle que cuya ladera izquierda conforma la Arista
Fronteriza.
Lo habíamos
contemplado tanto desde su cabecera como desde su base en las inmediaciones del
Portalet, incluso lo habíamos caminado y contemplado, por ejemplo, desde Peña
Meytadere o desde la Campana de Aneou; pero siempre que lo contemplábamos desde
la “óptica de los esquís” tenía poca
nieve para nuestro gusto. Pero este 2013, no es el caso, hemos estado unos días
parados por culpa de una maldita pierna y hoy domingo 3 de Marzo vamos a
probarla con la idea de que se trata de una subida relativamente corta y si el
asunto se complicara disponíamos de las pistas de esquí para tener un descenso más suave.
Hemos
aparcado junto a la rotonda del Aparcamiento de Espelunciecha a 1780 metros de
altitud y van a ser las once de la mañana cuando tras encaramarnos en la
acumulación de nieve originada al limpiar el aparcamiento nos bajamos para cruzar el recién nacido
Gállego cuyas aguas aparecen unos metros más abajo.
El
Valle del Barranco de Bacarizal está orientado hacia el sudoeste y parece
bastante longitudinal pero sus laderas se yerguen de cuando en cuando no
demasiado amables enseñándonos desde el principio el resalte inferior. Nosotros
tomamos su ladera derecha acogedora en
principio. Con ella subimos los primeros metros hasta que nos colocamos en la
base del resalte. Para entonces ya hemos comprobado la dulzura de unos
centímetros de nieve polvo y la dureza de una capa de nieve bastante dura debajo
de la misma que nos invita, mejor dicho, nos exige colocar las cuchillas para
entrar al fondo del barranco.
Por
el barranco han bajado y bajan continuamente esquiadores que nos dirán que las
pistas están a reventar de gente y que mejor marchar por libre y nosotros que
pretendíamos estar bastante solos…
Por
el fondo del barranco no podemos subir el resalte con tanto esquiador, así que,
subiremos por la soleada ladera izquierda que, aunque bastante erguida, cuenta
con buena nieve. La negociamos con unas vueltas maría que con las cuchillas se
hacen con suficiente seguridad.
Transitando
la ladera nos adentramos barranco arriba hasta que, bien rebasado el resalte,
hemos de coincidir con el fondo del mismo que ha venido a nuestro encuentro
tras una larga travesía bastante horizontal.
Alcanzado
el barranco superamos un segundo resalte más corto y más suave que el de abajo
con una zeta de este a oeste.
Tras
un nuevo rellano, un subsiguiente muro lleno de bañeras practicadas por
esquiadores y tabloneros nos limita el
horizonte pero como tiene bastante amplitud practicamos una diagonal de derecha
a izquierda que nos facilita su remonte.
Desde
la cabecera del resalte contemplamos el cierre del valle en cuya cabecera
gobierna el Gralleras Norte, nuestro objetivo.
La Sur de la Campana de Aneu.
El
Barranco se amplía y nos enfrentamos a la Cars Sur de de la Campana de Aneou
vestida de vertical roca oscura que contrasta con el blanco inmaculado de la
nieve del barranco.
Será
un grave error puesto que alcanzamos tranquilamente las inmediaciones del
collado e iniciamos una diagonal en la cara sudeste que nos puede depositar en
la parte alta de la pala este. La pala tiene un final muy erguido, la nieve se
va muy blanda y decidimos cambiar de rumbo y marchar al hombro situado por
encima del Collado Sur.
Estamos a 2225 metros de altitud, dejamos los esquís y ascendiendo un tramo de pared bastante erguido y muy bien nevado alcanzamos el paso rocoso de la arista que inmediatamente nos deposita en la Cima de Gralleras Norte a 2264 metros de altitud.
Estamos a 2225 metros de altitud, dejamos los esquís y ascendiendo un tramo de pared bastante erguido y muy bien nevado alcanzamos el paso rocoso de la arista que inmediatamente nos deposita en la Cima de Gralleras Norte a 2264 metros de altitud.
Son
las trece horas y desde la cima en la que corre una frescucha brisa,
contemplamos gente en Cuyalaret y en la
arista que viene hasta aquí, en Gralleras Sur y el barranco que acabamos de subir y al
espectacular como siempre Midi de Ossau a la impresionante Campana de Aneou que
nos muestra su Pared oeste aquí mismo en nuestras narices.
Cuyalaret y Aneu.
Diente de Anayet.
La Campana der Aneu.
Alcanzado
el rellano en la parte alta del barranco nos sentamos en un gran bloque calizo
y emergente para comer al sol y al abrigo del viento que sube del sudeste. Es
la una y media
Barranco de Bacarizal.
Comemos
tranquilamente y media hora después continuamos con nuestro descenso. La nieve
está bien y el barranco se baja estupendamente. Solamente el resalte Inferior
que podríamos haberlo descendido tranquilamente por su ladera izquierda está
infernal de placas y bañeras. Por debajo del mismo un corto tramo de barranco
nos conduce suavemente al corto remonte
que hacemos con los esquís al hombro y que nos depositan junto al coche cuando
son las dos y media, poniendo fin a una suave actividad en la que tan solo
hemos movido unos escasos 500 metros de desnivel.
Campana de Aneu, Gralleras Norte de donde venimos y Cuyalaret.
Recogidos
los bártulos nos acercamos al Portalet para echar una visual a la vertiente
francesa desde allí y contemplar entre otras cosas la cara nordeste del pico
del que acabamos de bajar. El Valle de Aneou es un auténtico merengue.
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