9 nov 2013

49-13. ALREDEDOR DEL GARMO DE LA MINA. 9-11-2013.

Garmo de la Mina desde el Ibón de la Sartén.

Sallent de Gállego, Barranco de Pondiellos, Mallata de las Albas, Arista Norte del Garmo de la Mina, Mallata de las Albas, Ibón de las Albas, Ibón de la Sartén y Baranco de Pondiellos.

09-11-2013.

Desnivel acumulado.1550 m.

Distancia recorrida15000 m.

Tiempo efectivo 07:45 h.

Mixto.

Bastante fácil.

Se trata de un recorrido que puede resultar incómodo si se hace el camino Junto al Barranco de Pondiellos. Mejor mantenerse altos sobre el mismo. El intento de la Norte del Garmo de la Mina se llevó alrededor de dos horas y media que habría que descontarlas del total del recorrido.

Agua en  los Barrancos de Pondiellos y Albas así como en los ibones y la surgencia de la Majada de Pondiellos.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa del Garmo de la Mina procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
             El Garmo de la Mina o Chiminel es un pico de los llamados menores que domina Ibón de la Sartén. Abrazado por el recién nacido Barranco de Pondiellos se encuentra en un lugar privilegiado para la contemplación de los Infiernos, el Garmo Negro y las Argualas desde una perspectiva poco usual.

            El Ibón de la Sartén es uno de esos preciosos ibones poco visitados pues situado a 2400 metros de altitud requiere un generoso esfuerzo  desde cualquier lugar que se quiera acceder.

            Cualquiera de los dos objetivos tiene suficiente entidad para dedicar una jornada de pateo. Nosotros queremos visitar el Garmo pero terminaremos haciendo la circular al Ibón de la Sartén rodeando el pico.

            Es 9 de Noviembre de 2013 las ocho y cuarto de la mañana cuando aparcamos junto a la Ermita de San Pedro de Sallent de Gállego. Estamos a 1280 metros de altitud.


            De las inmediaciones de la ermita sale una pista herbosa de servicio para los prados adyacentes y enseguida se convierte en camino que en dirección este serpentea en la Pinada de San Juan.

            La mañana está fresquita sin más pero entramos en calor antes de alcanzar un rellano de praderio alpino en el que perdemos el camino en medio de una maraña de trochas de ganado.


            Casi sin querer nos aproximamos al cauce del Barranco de Pondiellos y avanzaremos por la orilla izquierda del mismo, con algunas dificultades, hasta alcanzar el camino que venía por arriba. A partir de allí el camino prosigue junto a la orilla pero resulta bastante más cómodo ya que ha sido desramado parcialmente.



            Hemos pasado el Barranco de la Rinconada de Torozuelo y poco después alcanzamos la zona por la que descienden las dos cascadas por las que desagua el Ibón de las Albas a 1850 metros de altitud.

            El camino que cuenta con hitos y balizas azules se difumina un tanto pero a pesar de ello nos orientamos al sudeste y ascendemos por la orilla izquierda de la cascada situada más al oeste hasta que encontramos de nuevo el camino y vuelta a vuelta con el mismo subimos todo el resalte de cierre del Ibón de las Albas.



            Alcanzamos la Majada de Albas situada a 2050 metros de altitud  cuando son las diez menos cuarto y tras atravesar el barranco por el que desagua el Ibón de las Albas, nos orientamos de nuevo al este  para, tras cruzar el rellano herboso, iniciar el faldeo del Garmo de la Mina en busca de su arista norte.

            El pico tiene dos aristas tendidas: la norte y la sur. Hemos elegido la norte ya que sobre el mapa aparece la más tendida y para alcanzarla desde aquí disponemos de una serie de rampas herbosa muy suaves que nos van a permitir ganar altura al encuentro de la misma.


            Enseguida atravesamos el praderío e iniciamos el ascenso de una rampa herbosa que culmina en un resalte fácil. Por encima del mismo se extiende otra rampa herbosa en el que una débil capa de nieve ha helado la hierba permitiendo un fácil avance pero recordándonos que estamos a la sombra de la cara norte y que el asunto va a ponerse incómodo.

            Una sola piedra con aspecto de hito parece confirmar nuestra idea pero no volveremos a ver nada similar. Con ello y en suave ascenso nos acercamos al sol que ilumina la arista norte  jalonada de torreones que esperamos evitar.

            Hay un corredor que parece accesible y que desemboca en las inmediaciones del pico pero muy sombrío y salpicado de nieve que rellena los escalones horizontales no nos invita a progresar por el mismo.

            La Arista norte presenta un hombro por encima del Barranco de Pondiellos que se rellena por una pedriza metamórfica con materiales de variadas proporciones pero siempre medio cubiertas de nieve además de algún nevero de nieve dura de la nevada de hace unos días. La hierba está cubierta de nieve.


            Son las diez y media de la mañana cuando nos paramos al sol, sobre los 2375 metros de altitud para echar un bocado de pie.

            Un cuarto de hora después proseguimos camino ya en dirección sur ascendiendo el resto de pedriza que nos conduce, a falta de arista definida, a la base de la pared: un paretazo importante sobre el que no fijé mi atención al consultar el mapa.


            Una vira muy inclinada  arranca del centro de la pared y se aproxima hacia el oeste en busca de la arista. Parece el lugar más apropiado para buscar la arista y a ella vamos.

            Nos exige una ascensión muy cuidadosa y consecuentemente laboriosa al estar muy erguida, descompuesta y con escalones herbosos con nieve y ascendemos pensando que alcanzada la arista se limpiará de nieve y nos facilitará la tarea.

            Superada la vira continuamos con un corredor también muy erguido que superamos de manera similar y que  finalmente nos deposita en la arista.

            La arista metamórfica está muy erguida, está limpia de nieve, se sube bastante bien pero unos metros más arriba unas placas muy lisas que habría que flanquear nos echan para atrás pues la roca está un tanto húmeda y los flanqueos en estas condiciones son extremadamente delicados.


            Nos damos la vuelta sobre los 2450 metros de altitud y, con un poco más de cuidado si cabe, desandamos arista, corredor y vira agarrándonos a todo lo que no se menea. Son las doce menos cuarto cuando abandonamos la pared tras haber metido en ella una hora de discreta adrenalina. Luego hay que desandar el camino de ascenso en descenso pues no es cuestión de prospeccionar otras alternativas.


            Descendemos la dos rampas herbosa, la inferior próximos a la pared del pico al objeto de no alcanzar la parte baja de la Mallata de Albas cosa que conseguiremos y con ello nos ahorraremos un descenso de algo más de 50 metros para tener que recuperarlo inmediatamente.

            Son las doce y cuarto pasadas cuando terminamos el descenso pegados a la pared oeste del pico e iniciamos el ascenso de la parte de resalte del cierre del Ibón de las Albas al este del barranco.
Ibón de las Albas.

            Ni siquiera nos acercamos a la orilla del Ibón de las Albas que se encuentra a 2190 metros de altitud, ya que pasamos más altos y al este del mismo en la enorme pedrera que rellena el praderío en el que se asienta. Lo contemplaremos enseguida cuando alcancemos un nivel superior al mismo siempre en la orilla derecha del barranco.

            No hay camino establecido en la enorme pedrera bajada del Garmo de la Mina y avanzamos en persistente y suave ascenso en busca del ibón que sabemos se acuna en la parte alta del barranco.

Ibón de la Sartén y Cerrez.

            Media hora de paciente ascenso, cuando es la una y cuarto, nos depositan en la Cubeta Lacustre del Ibón de la Sartén a 2400 metros de altitud.

            El Ibón ocupa una depresión con dos salidas aunque las aguas solamente lo hacen por la oeste. Custodiado por Zerrez, Algas, Garmo Negro y el Garmo de la Mina, es un lugar especialmente encantador donde la naturaleza se presenta y regala con un ámbito en estado puro: no hay ni citas.

            Desde la orilla sur lo fotografío repetidamente y compruebo que posiblemente, la vía fácil para ascender al Garmo de la Mina pase por esta arista, pero eso queda pendiente para mejor ocasión. Ahora disfrutamos de una plácida comida sentados al sol en envidiable soledad.

            Alrededor de las dos de la tarde tomamos dirección norte y alcanzamos un suave collado por encima del nivel de las aguas por el que vamos a entrar al Barranco de Pondiellos. La meteorología está cambiando pero preferimos proseguir rodeando al Garmo de la Mina.

            Un suave descenso en dirección norte por una pedriza cubierta de nieve nos deposita bajo las dos cascadas por las que desaguan los Ibones de Pondiellos.

            Contemplamos y fotografiamos tanto las cascadas que están ya a me
dio helar como la Cara Este del Garmo de la Mina que nos ofrece alguna alternativa de ascenso y tras atravesar los dos cursos de agua que originan el Barranco de Pondiellos proseguimos ya por la orilla derecha del mismo descendiendo suavemente ya que sabemos que el fondo del barranco no es transitable además de que está ocupado por neveros cuarteados de la temporada anterior.


            Por el sur ha entrado nubosidad y poco después nieva ligeramente. Vamos girando al oeste con el barranco por encima del estrangulamiento del mismo a la vez que localizamos a una pareja que parece bajar de Tebarray. Son las dos y media.


            Encontramos una línea de hitos que seguimos puesto que nos interesa y con  ella nos vamos para abajo contemplando entre neblinas nuestro intento de ascensión al Garmo de la Mina de la mañana.

Garmo de la Mina.

            Ya muy abajo coincidimos con el camino de descenso que utilizamos al bajar del Tebarray y bajo el resalte del Barranco de Pondiellos alcanzamos a la pareja que nos precedía. Se han dado la vuelta del Tebarray.

            Cruzamos el Barranco de Pondiellos justamente en la confluencia de la Cascada Este del Ibón de las Albas y ya por la orilla izquierda del barranco nos vamos aguas abajo.

Las dos Cascadas Desagüe de los Ibones de las Albas y la Sartén.

            Charlamos un rato con los socios del Tebarray y poco después nos adelantamos pues el tiempo no está nada seguro. Volverá a nevar ligeramente cuando abandonamos la orilla del barranco tomando correctamente el  camino alto que resultará mucho más cómodo que la subida junto al mismo.

Amanita Muscaria en el Barranco de Pondiellos.

            En la ladera baja de la Pinada de San Juan cogemos unos pies azules, fotografiamos unas llamativas amanitas muscarias y nos llegamos a Sallent cuando son las cinco de la tarde finiquitando un día de contrastes en el que hemos movido un desnivel de 1550 metros  y en el que se nos ha escapado de las manos el objetivo inicial. Hemos comprobado una vez más que los periodos entre estaciones no son lo más recomendables para investigar  en el monte. Por lo demás, un poco más de atención al mapa no hubiera estado de más para marchar al monte con poca información: son las reglas de nuestro juego.  

Más fotos.

             

             

           

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