Ibón de la Sartén y Garmo de la Mina.
Lanuza, Punta Plana, Sudoeste y Oeste de Cerrez, Barranco Torozuelo, Brecha
Torozuelo, Ibón de la Sartén y Arista Sur del Garmo de la Mina. Descenso al
Ibón de la Sartén, Ibón de las Albas, Barranco de Pondiellos y Sallent.
07-08-2014.
Salida 07 h. Llegada16 h.
Sol.
Bastante fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa del Garmo de la Mina procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
El
Garmo de la Mina o Chiminel es uno de esa multitud de picos que goza
espléndidamente del olvido del personal, o sea, un auténtico chollo para
algunos mortales que solemos gozar con estas menudencias. A la sombra de los
Infiernos, el Garmo Negro y las Argualas se encuentra rotundamente solo,
soltero y con pocas posibilidades de matrimoniar a pesar de que es un partido
indiscutible.
Lo
teníamos localizado desde hace ya algún tiempo y apalabrado desde el otoño
pasado en el que probáramos su arista norte y el estado de la nieve nos
aconsejara dejarlo para mejor ocasión.
Aquel
mismo día advertimos las posibilidades de la Cara Este en la que las rampas
herbosas se encumbraban sin dificultad especial y la elegante Arista Sur
visualizada desde el Ibón de la Sartén.
El
camino del Barranco de Pondiellos que es el lugar más natural para acceder lo
conocíamos sobradamente y no es fácil de olvidar, quizás se trata del camino
peor conservado y menos mantenido de todo el Pirineo; no sé si habrá que
felicitar a Prames o al Ayuntamiento de Sallent por ello, pero desde aquí mi
“más sincera felicitación.”
Nosotros
queríamos algo diferente, algo que le diera un toquecillo de distinción que
podía ser el acceso por el sur, siempre la Cara Sur de las Argualas.
Hoy
7 de Agosto, dan un día mediano que yo no creo y a las siete y media de la
mañana estamos aparcando nuestro coche un kilómetro más adelante de Lanuza en
la carretera que va a Sallent, en el inicio del Camino del Mirador que en
circular subirá al mismo para bajar desde allí hasta Lanuza y que ya conocemos
de una anterior ocasión.
El Hayedo de Pacino, el Embalse de
Lanuza y la Peña Foratata están todavía adormilados cuando tomamos el camino
que se va para arriba en dirección a Peña Plana transitando la reseca ladera en
dirección este.
Ladera de subida al Mirador tomada a la vuelta.
Asciende
lazada a lazada entre los Barrancos Suscalar y Portet balizado de amarillo y
blanco y de claro en claro sobre un sotobosque de boj y siempre a la orilla de
reducidas masas de pino de las proximidades de los barrancos.
En Peña Plana y hacia las Güérdulas.
Bastante
transitado prosigue en ascenso aproximándose al barranco hasta atravesarlo
momento en el que lo abandonamos pues estamos casi a la altura del repetidor
yéndonos directamente en ascenso hacia el norte y olvidándonos de los caminos
en un buen rato.
Abandonando el camino hacia el Lentejar.
Tomamos
la ladera por la orilla izquierda de un torrente seco que nos permite ascender
el Lentejar hasta que finalmente y dejando ya bastante abajo la pista y el
repetidor alcanzamos un hombro herboso en el Crestón Sudoeste de Cerrez situado
a 2200 metros de altitud.
La Oeste de Cerrez desde el Lentejar.
Desde
el crestón visualizamos la Arista Oeste de Cerrez que nos ofrece una ladera
bastante amable y sobre la que trazamos visualmente una travesía suavemente
ascendente que nos tiene que llevar en dirección norte igualmente hasta el
lugar donde se perfila momentáneamente un rebeco.
La
diagonal transita una ladera bastante escalonada en la que aparecen reducidos
asentamientos de pratenses y algunas zonas de materiales metamórficos sueltos
que no llegan a molestar, lo que sí ha molestado de cuando en cuando ha sido el
ritmo: 500 metros la primara hora y otros 500 la segunda que deben hacer mil y
no somos nada.
Desde la Oeste de Cerrez vemos la Cresta de Torozuelo.
-¿Una
hora hasta allá…?
Estamos
a 2350 metros de altitud si no se ha mojado el altímetro y ese collado se
encontrará a 2500 metros de altitud, pero ópticamente nos parece que no se encuentra
150 metros más alto de nuestro emplazamiento. A pesar de ello nos olvidamos de
la disquisición y nos vamos al turrón.
Una
primera parte más descompuesta pero todavía amable nos conduce a unas
afloraciones metamórficas en las que habrá que buscar pasos fáciles que
conseguimos sin ningún problema.
Las
pasamos en ascenso con algún apoyo de manos y en la cabecera nos encontramos
con una serie de pequeños corredores a los que hay que bajar y
subir sucesivamente transitando un
continuo sube y baja en busca de pasos sencillos. Estamos en la Hoya
Articaldosa que se ahonda hacia Sallent y por encima tenemos la Pared Oeste de
Cerrez cuya arista se acaba de abrir en dos ofreciéndonos un perfecto frontón.
Desde el crestón vemos el Barranco de Torozuelo y la Brecha por encima del collado.
Juanillo
va delante prospeccionando pasos cómodos
hasta que alcanzamos un crestón que baja hacia el noroeste, es el último
antes de alcanzar la Arista de Cerrez; por medio tenemos el Barranco
Cerrez que se encumbra en la rinconada
del mismo nombre.
Estamos
sobre los 2400 metros de altitud, hemos ganado poca altura últimamente a pesar
del remonte al último crestón y ahora hay que bajar al Barranco Torozuelo para
cruzarlo y ascender a su orilla derecha
que es la Cresta Torozuelo.
Tenemos
suerte de que encontramos un corredor muy erguido y descompuesto que con algo
de cuidado nos deja bajar alrededor de 50 metros pestosos tras los que ya en
suave ascenso nos permiten atravesar el barranco por un pedregal continuo para
proseguir con el ascenso en busca de la Brecha de Torozuelo, nos hemos olvidado
del amable collado de más abajo al que hay una complicada llegada.
Garmo de la Mina desde la Brecha Torozuelo.
Se
puede bajar al Barranco de las Albas pero no se ve desde ella el Ibón de la
Sartén como suponíamos. Pretendíamos llegar a un amplio collado situado al sur
del ibón desde el que lo veríamos sin duda y alcanzaríamos bajando alrededor de
100 metros de pedrera, pero ese collado está al este de donde nos encontramos y
algo más alto por lo que tendríamos que perder bastante más altura. En realidad
nos encontramos en la Brecha Torozuelo, una vieja conocida con nieve de la
primera vez que visitamos el Ibón de la Sartén cuando subimos por el Barranco
Torozuelo pensando que lo hacíamos por el de las Albas y por eso no la
reconocemos al principio.
La
descendimos con nieve profunda y lo hacemos ahora patinando algunos tramos de
pedrera metamórfica con lo que abreviamos y tan pronto como salimos de las
paredes iniciamos una travesía descendente por la ladera que termina en el
barranco.
De la Brecha Torozuelo al Ibón de la Sartén.
Perderemos
100 metros finalmente hasta que cruzamos el barranco justamente por debajo del
Ibón de la Sartén y allí nos sentamos a almorzar satisfacción por la empresa
montada a la vez que decidiremos definitivamente volver por el Barranco de
Pondiellos, ya vale de guerra por hoy.
A por el Corredor Sur del Garmo de la Mina.
Serán
las once de la mañana cuando nos ponemos de nuevo en marcha en dirección norte
y directamente en busca del Corredor Sur del Garmo de la Mina. Una ladera
metamórfica llena de pedriza a medio estabilizar nos permite superar
ampliamente el nivel del ibón y alcanzar la entrada del corredor en la que aparecen
materiales firmes.
El
corredor bastante amplio subirá alrededor de 30 metros bastante erguidos y a la
vez escalonados y con asentamientos de pratenses, permite elegir camino sobre
el mismo y lo hacemos buscando la roca firme que aflora y entre la que aparece
el granito.
Desde el hombro herboso la Arista Sur del Garmo de la Mina.
El
corredor alcanza un amplio hombro herboso en la recién nacida Arista Sur que se
nos ofrece toda para nosotros. Hay una vira bastante herbosa que faldea toda la
arista y que será por donde bajará mi chica pero de momento nos encaramamos en
la arista que propone un tránsito asequible y más elegante.
Alcanzamos
la cresta faldeando el primer gendarme y proseguimos cresta adelante en suave
ascenso.
A
un tramo muy sencillo que hacemos de camino le siguen una serie de gendarmes
que irán ganando en dificultad hasta que uno de ellos nos obliga a un faldeo
por el este después de haberlo escaldo con algo más que apoyo de manos.
En la Sur del Garmo de la Mina.
Pasamos
a toda cresta otro gendarme y faldeamos por el sur un último tras el que una
corta rampa acostada nos deposita en la Cima del Garmo de la Mina o Chiminel
situada a 2589 metros de altitud. Son
las doce menos cuarto. Hay un pequeño hito de piedras.
Hacia atrás una buena parte del camino recorrido.
La Sur del Garmo de la Mina que acabamos de subir.
La
cima es un amable casquete que nos ofrece unas imágenes poco usuales además de
espectaculares. Tal y como hemos llegado nos asomamos a la arista norte que nos
esconde algunos de los gendarmes que nos obligaron a dar la vuelta en su día; detrás Tebarray y el Infierno Noroeste con
su preciosa marmolera que acuna un poderoso nevero residual y cerrando el
firmamento Argualas, Balaitus y Crestas del Diablo hasta Cristales. Hacia el
oeste Forqueta, Sancha Collons, Musales, Arriel y toda la Arista de
Ferraturas-Soqués. Girando al sur Formigal y la Partacua y aquí mismo, el
Contrafuerte Norte de Cerrez, Cerrez, Feniás, Algas Norte tapando al Macizo de
Argualas y Garmo Negro. Los Ibones de las Albas aquí debajo y al otro lado la
doble cascada del desagüe de los Ibones
de Pondiellos. Seguro que con estos atributos no hay ningún problema para casar
bien a este mozo.
En la Cima del Garmo de la Mina.
Las Cascadas del Barranco de Pondiellos y los Infiernos.
Hacemos
fotos disfrutamos de nuestra felicidad particular y un cuarto de hora después
nos vamos para abajo, la vuelta será tan larga como la ida.
El Garmo de la Mina se mira en el espejo del Ibón de la Sartén.
Remojón suicida en el Ibón de la Sartén.
Las delicias del Ibón de la Sartén.
Mientras
que yo lo rodeo para hacer mis fotografías desde la orilla sur mi chica se pega
un remojón campanillero en el Ibón de la Sartén para recuperar su tradición
suicida pues las aguas están frías que matan. A pesar de ello, je, je, le sugiero que se meta otra vez que le hago
una foto.
Ibón de las Albas.
Armerias alpinas en el Ibón de las Albas.
Tardamos
una hora desde la llegada a la cima a la recomposición de la formación de
maniobras del Ibón de la Sartén para abajo. Luego, barranco abajo por una
pedrera infernal que castiga duramente mis pies nos llegamos a los Ibones de
las Albas situados sobre los 2250 metros de altitud hacemos algunas fotos a
unas preciosas armerías alpinas y seguidamente proseguimos camino para
descender al rellano inferior por la orilla derecha del Barranco de las Albas.
Precioso ramo de iris germánica en el Rellano Inferior de las Albas.
En
las inmediaciones del Barranco de Pondiellos contemplamos una pequeña cascada
de la rama oeste del barranco y tomamos el camino que se va para abajo por la
orilla izquierda del barranco. Poco después y a la sombra de un pino nos
sentamos a comer cuando son las dos de la tarde
Milenrama en Pondiellos.
La
caseta de piedras nos orienta cuando ya avistamos Sallent y solamente nos queda
deambular en descenso de bancal en bancal siguiendo un camino asediado por el
rosal silvestre que se lo pone difícil hasta a las vacas.
A
las cuatro de la tarde llegamos a Sallent metido en fiestas, con los turistas
remojándose los pies en el Barranco de Pondiellos que pasa por medio del pueblo y en el que a
gusto me daría un buen paseo para aliviar mis pinreles.
Tratamos
de visitar la ermita de San Pedro y nos encontramos que se trata de una casa
particular y nos extraña.
A
la salida de Sallent tomamos la carretera de la orilla norte del embalse y tras
caminar poco más de un kilómetro nos llegamos al coche cuando son las cuatro y
cuarto poniendo fin a una circular en la que hemos movido alrededor de 1400
metros de desnivel liquidando uno de nuestro proyectos, pero no hay problema
puesto que tenemos más.
Verdaderamente hay rincones perdidos y casi vírgenes en el Pirineo. Tenemos montañas y lagos para toda una vida y más. Gracias por mostrarlos.
ResponderEliminar¡Hola Rafa!
EliminarEl Pirineo es enorme y eso, solamente el Pirineo. La montaña es un medio en el que todos podemos encontrar satisfacciones. Primero vamos a los lugares concurridos, de culto, y luego algunos buscamos otras cosas que están allí para que vayamos y las disfrutemos.
Me alegro que te haya gustado, no es más que lo que digo en el blog. Lo único que siento es que mi fotografía no tiene calidad y solamente sirva para el recuerdo.
De cuando en cuando cuelgo cosas por el estilo y ¡Que aproveche!
¡Que vaya bueno!