La Oeste de Pelopín. 2-1-11.
Boca Este
del Túnel de Cotefablo, Collado de Cotefablo, cara norte de Peña Ronata y
Arista Oeste de pelopín. Arista sur y Punta del Pilón. Vuelta por la pista de
las inmediaciones de la arista.
13-05-2001.
Salida 15 h. Llegada 19 h.
Nublado.
Muy
fácil.
Ascensión.
Rosa
Mª. Martínez y Mariano
Javierre.
Mapa de Pelopín procedente de Prames. Vía en amarillo.
Disponemos de una tarde de
domingo para estirar las piernas por el monte.
El tiempo está que ni fu
ni fa y pensamos por tanto, además, en algo corto: iremos a Pelopín.
Es 13 de Mayo, mi chica
sale de trabajar a las dos de la tarde y las dos y media nos metemos en el
coche. Son las tres cuando aparcamos el coche en la boca este del Túnel de
Cotefablo a 1420 metros de altitud y con mochilas ligeras a las espaldas nos
echamos al monte.
Saliendo del Túnel de Cotefablo. 2-1-11.
Comenzamos atravesando los
prados próximos al aparcamiento, en ascenso y al encuentro de la vieja y
abandonada pista que lazada tras lazada asciende, alrededor de 200 metros, para
situarnos en el plano Collado de Cotefablo, en la vertical del túnel.
Subimos tranquilamente ya
que Rosa con su ciática no está para demasiados trotes. Es más, me dirá que no
suponía de ninguna manera, esta mañana cuando se ha levantado, que pudiera encontrarse así. Parada le molesta
algo pero moviéndose parece ser que se le pasa bastante la molestia.
La Partcua desde la pista en la Norte de Ronata. 2-1-11.
Hemos subido en dirección
noroeste y ahora viramos para tomar dirección sur y continuar por la pista que
asciende, suavemente ahora, para dar posteriormente unas lazadas en plena
pradera alpina y faldear por el este la cota 1934, que en algunos mapas llaman Peña Ronata, un
tanto en dirección este-sudeste.
Tres Sorores. 2-1-11.
Hemos visto el pilote de
piedras del pico al que vamos y unas nubes nos regalan unas gotas de agua que
nos invitan a ponernos las capas antes de que el asunto pueda ir a mayores.
No será nada ya que las nubes
se encuentran por encima de los 2800 metros de altitud y no tienen gran
desarrollo; se conformarán con hurtarnos la parte superior del paisaje norte.
Erata y Ronata desde Pelopín. 2-1-11.
Vamos ganado altura por la
abandonada pista que conduce al collado oeste del pico y abandonándola ya que
prosigue por su ladera oeste en dirección sur; tomamos la suave loma, recién
abandonada por la nieve, que nos conducirá fácilmente a la cima del Pico
Pelopín situado a 2007 metros de altitud.
La Este de Erata desde Pelopín.
Son las cuatro y media.
Echamos un trago mientras contemplamos un paisaje de sobra conocido: Montañesa,
Cancías, Guara y Frajineto, Oturia, Oroel, San Salvador y Cuculo, Erata,
Telera, Escarra, Sabocos, Tendeñera, Otal, Fenez, Ordesa entre nubes, La Suca y
Las Tres Marías; el siempre agradable lujo que nos proporciona la montaña, y la
constancia de que el Prepirineo tiene nombres propios y no solamente el Pirineo
Axial.
Norte de Oturia desde Pelopín.
Punta del Pilón y atrás Guara desde Pelopín.
La tarde está estupenda
para caminar. Rosa va mejor de lo imaginable y propone continuar por la loma en
dirección sur hasta una punta en la que destaca poderosamente un enorme pilote
oscuro, un monolito que suponemos de piedras.
La Norte de Punta del Pilón desde Pelopín. 2-1-11.
Pisando algún que otro
retazo de nieve residual casi adrede
bajamos y subimos la cota siguiente y en poco más de quince minutos alcanzamos
la cota 1965 metros en la que encontramos un abrigo minúsculo hecho de piedras
con una losa enorme que cubre más de la mitad del techo del mismo y el monolito
de piedras de casi 4 metros de alto. Es la Punta del Pilón.
En la Punta del... 2-1-11.
Otra en el Pilón. 4-12-04.
Echamos otro trago,
comemos algunas chucherías sentados y diez minutos más tarde emprendemos la
vuelta.
Ordesa de vuelta de Punta del Pilón. 2-1-11.
Tomamos la pista que pasa
por las inmediaciones de la punta del pilote y con ella, tranquila y
relajadamente, nos vamos de regreso permitiendo que la conversación sobre
cualquier tema nos acompañe para abajo. Es uno de esos días de montaña en los
que la tranquilidad y el disfrute se presenta de forma especial y que resultan
más cortos, más agradables y menos cansados de lo esperado.
Caserío de Otal desde el norte del pueblo. 2-1-11.
Allá abajo, mimetizado con
el medio, se queda el caserío de Otal y mi recuerdo al malogrado Fernando al
que no podré llevar para que conozca el pueblo de su apellido. Nosotros,
contemplado la suave arista que conduce a Navariecho y la todavía enorme
cantidad de nieve que queda en las laderas sur de los montes, a pesar del palo
que ha llevado estros días, desandamos camino al encuentro de nuestro coche.
Erata y Partacua. 4-12-04.
Son las seis y media de la
tarde cuando rematamos nuestra marcha. Han sido 650 metros movidos en medio de
una tarde agradabilísima en la que el tiempo nos ha respetado, proporcinándonos
un rato mejor de lo esperado: íbamos dispuestos a soportar incluso alguna
tormenta de primavera.
Bajando hacia el Collado de Cotefablo. 2-1-11.
A las siete estamos en
casa tras comprobar que una tarde bien aprovechada puede dar de si para hacer bastantes más
cosas de las que podemos suponer a priori; siempre y cuando seamos capaces de
poner en marcha adecuadamente ese chip que estamos estrenando.
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