Petit Vignemale desde Baysellance.
Embalse
de Ossoue, Refugio de Baysellance y
Hourquette de Ossoue. Descenso a Baysellance, Embalse de Ossoue, Cabaña
de Lurdes, Ibón de Bernatuara y vuelta al Embalse de Ossoue.
21-07-2003.
Salida 19
h. Llegada 16
h.
Mixto.
Fácil.
Ascensión.
Juan
Castejón, Rosa
Mª. Martínez y Mariano
Javierre.
Mapa del petit Vignemale procedente del IGN. francés. Vía en amarillo.
Las vacaciones de verano de 2003
habían sido programadas con bastante antelación bajo la incertidumbre familiar
y otras lindezas incluida la Guerra de
Irak, primero hubo que renunciar a marchar a los Alpes: eran muchos días y... luego
se decidió, por razones similares, no realizar el viaje en la primera semana de
Julio a algún lugar como Túnez. Después con Rosa de vacaciones, a duras penas,
marchamos tres días a la playa y tenemos que volver a la carrera. Por fin, el
día 21 de Julio decidimos marchar a Vignemale con Juan: “menudo extra”, después
de haber desistido de nuestro peoyecto en el Portillón, y partimos creyendo que
aquí se podía terminar el infortunio.
Pero nada más lejos de la realidad,
adelantamos la salida por motivos de coincidencia con la etapa del Tour en Luz,
tenemos caravana a partir de Arrens y cuando llegamos a Luz, nos dicen que ya
está la carretera cortada. No podemos pasar el corto kilómetro de carretera
coincidente con la que utilizará el Tour hasta cuatro horas después. ¡Será
posible!
No nos queda otro remedio que comer
y marcharnos a ver pasar la caravana publicitaria y luego a los ciclistas, en
casi el mismo lugar en que lo vimos hace ya algunos años cuando ganó Perico
Delgado.
A las cuatro pasan, media hora
después nos dejan incorporarnos a la carretera y en el cruce junto al puente
inferior, los gendarmes nos detienen y nos hacen esperar una hora más. El
cabreo es monumental fundamentalmente por la incongruencia que supone no dejar
salir en una dirección que lo único que supone es descongestionar el pueblo y
dejar sitio para facilitar la circulación.
Cerca del Embalse de Ossoue.
Subimos, al fin, a todo trapo sin
circulación hasta Gavarnie, el pueblo está vacío como nunca lo habíamos visto
igual, y tomamos la carretera asfaltada a lo largo de 4 kilómetros y luego
otros 4 kilómetros de pista, también sin circulación y nos llegamos hasta el aparcamiento del Embalse d’Ossoue.
Habíamos pensado en que ni siquiera
podríamos subir al refugio pero, a pesar de todo, estamos cambiándonos de ropa
y preparando las mochilas a una hora decente todavía.
Nos han dicho que haría mala tarde,
lo que no es cierto en absoluto y nos han asegurado que el Refugio de
Baysellance está abierto después de las obras que habían terminado la semana
pasada.
Vignemale desde el Embalse de Ossoue.
Son las siete de la tarde cuando
iniciamos la marcha, valle adelante en dirección noroeste. Conocemos el camino
desde el intento anterior hace dos años y a la sombra se sube bastante bien.
Juan que no conoce el valle hace fotografías.
Refugio de Baysellance. 30-6-05.
A las ocho y media estamos en el
refugio de Baysellance. Hemos salido a 1834 metros de altitud y el refugio se
encuentra a 2651 metros. En la remodelación le han adosado un ala y han
renovado todo lo viejo. Está recién estrenado y hay poca gente.
Nos hacemos la cena en la cocina
libre y cenamos como unos señores en el comedor medio desierto, empiltrándonos
luego cuando van a ser las diez. A pesar de las contingencias del día no se ha
perdido nada, y de mañana esperamos una gran jornada.
La noche es cálida por lo que
dormimos encima de las colchonetas prácticamente sin tapar.
A la mañana siguiente nos levantamos
al día 22 sobre las seis y a las seis y media estamos en marcha. La mañana
recién estrenada está acompañada de un poco de viento y de algunas reducidas
nieblas.
Iniciamos el camino en dirección
oeste hacia la Hourquette d’Ossoue. Vamos ligeros de equipaje con la intención
de hacer todo el circo incluidas las agujas, por lo que es conveniente aprovechar
el día.
Alcanzamos la Hourquette d’Ossoue
situada a 2732 metros de altitud cuando las nieblas se empiezan a concentrar
sobre el Pequeño Vignemale. No nos parece nada serio y tampoco nos preocupa ya
que el circo y el Col de los Glaciares ya lo pasé hace unos años. Por tanto
continuamos para arriba por la transitadísima cara nordeste siguiendo
cualquiera de los múltiples caminillos trazados sobre ella. Poco después nos
introducimos en la niebla y enseguida alcanzamos la cima del Pequeño Vignemale
a 3032 metros de altitud. Son las siete y cuarto.
Hacemos una foto llena de niebla y
iniciamos el descenso de la arista sudoeste en busca del Col de los Glaciares.
Baysellance desde el Petit Vignemale.
Lo que recuerdo, no se parece en
nada a lo que vamos transitando: no recuerdo una roca tan clara y tan mediocre,
creo recordar una arista de bloques.
Hemos de hacer un par de pasos
dudosos más por la continuación que por la propia dificultad del terreno que
es, desde luego, muy aéreo y mucho más descompuesto de lo que recuerdo.
Petit Vignemale y Col des Glaciers. 1-7-05.
Dudamos bastante entre nieblas que
no nos proporcionan referencias y bajamos al encuentro del paso de adherencia
que nos permita ganar el collado.
A nuestra derecha hay un vertical y
descompuesto corredor que se pierde en el blanco de la niebla sobre el Glaciar
de las Neus. De frente, más allá de unos cintajos para montar un rápel, la
arista se desploma absolutamente aérea y las nieblas no nos permiten
orientarnos. A nuestra izquierda tenemos los verticales paredones sobre el
Glaciar d’Ossoue y... ante semejante perspectiva y con la certeza de que con
nieblas ni siquiera podremos localizar las agujas que son el motivo fundamental
de nuestra actividad, decidimos darnos la vuelta ya que las nieblas siguen en
aumento.
Media hora después alcanzamos de
nuevo la cima del Pequeño Vignemale y contemplando el incremento que están
tomando las nieblas nos vamos para abajo hacia la Hourquette d’Ossoue.
Culoir de Gaube y Gran Vignemale.
Como Juan no conoce la cara norte del circo, nos bajamos hacia el
noroeste para así enfrentarnos al Couloir de Gaube y al Glaciar de las Neus.
La Norte del petit Vignemale y el Glaciar de las Neus.
Hemos de esperar algún rato para que las
nieblas juguetonas nos permitan alguna fotografía decente cosa que al final
conseguiremos, y luego, sin ninguna prisa nos volvemos para arriba, bajamos
hasta el refugio y continuamos el descenso.
Cara Norte del macizo de Vignemale. 1-7-05.
Cuando el camino gira bordeando la
arista oeste del Circo d’Ossoue, paramos a almorzar contemplando el inicio del
Glaciar d’Ossoue, sobre cuya cabecera se arrastran las nieblas. Se trata de un
día bastante incierto por arriba y no tenemos mucha moral por lo que decidimos
dar la espalda a la actividad y bajarnos para abajo.
Frente a la Sur del petit Vignemale. 30-6-05.
A las doce y cuarto hemos recuperado
las cervezas puestas a refrescar en el barranco y nos llegamos al coche.
Tenemos la intención de aligerar las mochilas y marchar a visitar el Refugio de
Lurdes. No lo conocemos y ya hace tiempo que quería verlo.
Glaciar de Ossoue. 30-6-05.
El camino que parte de la pequeña
presa del Embalse d’Ossoue marcha en dirección prácticamente sur para
introducirse en un amplio y suave valle. La Cabaña de Lurdes es un refugio
pastoril amplio que cuenta con un espacio abierto bastante decente, no se trata
de un refugio de montaña como yo creía. Está a menos de media hora del embalse
por lo que enseguida llegamos, presentándosenos la disyuntiva de alargarnos
hasta los Lagos de Monferat o al Ibón de Bernatuara. Optamos por esta
segunda y continuamos valle adelante en
un mediodía bastante cálido. Pero como ni el ritmo es fuerte ni tampoco lo es
la pendiente no subimos mal. Siempre a la izquierda del barranco nos vamos
aproximando a la arista de la cadena de cierre del valle. Suponemos que, tras
ella se encontrará nuestro objetivo.
A
nuestra derecha dejamos el Pico de Cardal, el Crabere y el Bernatuara. Al otro
lado del collado, a nuestra izquierda se eleva el Pico Gabiet, que en España
llamamos Bernatuara y poco más al norte el Secres.
Ibón de Bernatuara desde su orilla norte.
La pendiente del valle aumenta un
poco en su tercio final y el tramo
último dibuja un suave caminillo sobre la terrosa ladera que nos deposita sobre
el Collado de Bernatuara profusamente ocupado y fuertemente ventilado. Una
treintena de metros más abajo se encuentra el Ibón de Bernatuara a 2336 metros
de altitud.
Se trata de una cubeta lacustre
circular de aproximadamente una hectárea de extensión, perfectamente cerrada y
que presenta una pequeña grieta hacia el sur, por la que suponemos se filtra el
agua hacia Bujaruelo.
Bernatuara desde el sur. 27-8-07.
Tanto Juan como nosotros conocemos
el ibón pero helado. Ahora está bellamente vestido de un azul fuerte y profundo
y su superficie está continuamente zarandeada por furiosas rachas de viento no
muy frío. Buscamos un poco de abrigo al sol y nos ponemos a comer compensando
el calor del mediodía con la frescura del viento.
Los franceses deambulan por los alrededores del ibón. Se trata de una
actividad senderista de carácter familiar y ya se sabe que en esta época los
franceses ocupan el Pirineo como procedimiento de ponerse a salvo de los
rigores de la canícula.
Desde el Puerto de Bernatuara el Labás, Puey Mourou y Soum de Aspe. 27-8-07.
Luego que hemos rematado la comida y
comentado acerca del Ibón de Narronal situado al oeste del Mondarruego y que ni
siquiera viene el los mapas, nos damos la vuelta sobre nuestros pasos y por
idéntico camino nos llegamos al embalse utilizando algo menos del tiempo
anunciado.
Cabaña de Lurdes.
En las frescas aguas que suelta la
presa como caudal ecológico nos damos una lavada y tras tomarnos unas cervezas
que hemos dejado a refrescar en la surgencia próxima al aparcamiento nos
montamos en el coche y emprendemos el regreso. Damos por finalizada nuestra
“gran actividad del verano” que este año se ha saldado con 1990 metros de
desnivel en dos medios días, el paseo al ibón ha supuesto 550 metros de
desnivel.
Comprobamos que el Pirineo debe ser el medio más adecuado para las
vacaciones en autocaravana a juzgar por la enorme cantidad que hay por
cualquier parte y nos chupamos el Soulor y el Aubisque con nieblas muy espesas
hasta Gurette. El día se ha ido estropeando en altitud y la tarde es
decididamente tormentosa.
Luego a casa. Llegan las Fiestas de
Santiago y “ a Dios gracias” a lo mejor marchamos a Galicia el día 27. Biola se
irá a Pamplona a trabajar en el Departamento de Genética de la Universidad; ya
es sabido que sarna con gusto no pica. El verano está servido y perdido si todo
sigue así.
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