2 jul 2003

16-03. EL PICO FALISSE. 2-7-2003.

Falisse desde la Cubeta Lacustre de Pecico. 6-9-11.

Balneario de Panticosa, Bachimaña Inferior, Cola de Bachimaña Superior, Ibón de Pecico de la Canal, Collado Falisse y Cara Sur. Descenso directo al ibón Grande de Pecico.

02-07-2003.

Salida 09 h. Llegada 17 h.

Mixto.

Bastante fácil.

Ascensisón.

Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Falisse procedente de Alpina. Vía en amarillo.

            El Pico Falisse, también llamado El Yarre ó Larre, tiene muchos nombres, pero allí se acaba la información acerca del mismo. La gente o bien pasa por debajo hacia el Refugio Wallón ó bien apunta más arriba para ir a La Faxa y no por Panticosa a pesar de que existe una vía con variante utilizada por los franceses. Se trata de un “dosmil y mucho pico” al que no suele ir ni Dios, por lo que pertenece a ese Pirineo maravillosamente desierto todavía a principios del siglo XXI.

            Es 2 de Julio de 2003, Rosa tiene fiesta y con la información de una vista del pico por su cara norte, que poco o nada nos dice del mismo, nos vamos a por él.

Punta Lagardere, Gran Faxa y Falisse desde la entrada a la Cubeta Lacustre de Pecico.20-9-08.
 
            A las siete y media me despierta la señora y a pesar de que hay cierta nubosidad nos ponemos en marcha con la adicional de las capas en la ligerísima mochila que hemos preparado.

            A las nueve menos cuarto, hemos aparcado en la plaza central del Balneario de Panticosa a 2640 metros de altitud, está casi todo patas arriba por las obras y nos ponemos en marcha en dirección norte para cruzar el Caldarés de Baños y subir por el camino de siempre de su orilla derecha.

Arista Oeste de Falisse desde el Collado Larre. 6-9-11.
 
            La mañana está fresca y nos viene bien el ejercicio para entrar en calor pues vamos en camiseta. Adelantamos a un par de cordadas que van hacia el Collado de Marcadau y sin prisa pero sin pausa nos llegamos al Bachimaña Inferior cuando son las diez de la mañana.

            Proseguimos al norte para contornear el Bachimaña Superior por su orilla derecha, atravesamos un minúsculo nevero residual de nieve blanda, lo que nos aporta información del estado de la nieve ya que no llevamos ni piolet ni crampones y hemos de buscar ya para atravesar el Barranco del Infierno a 2240 metros de altitud.

            Son las once menos cuarto la mañana sigue nublada y fresca, divina para caminar, pero las nieblas que están asentadas en la cadena fronteriza sobre los 2500 metros de altitud nos invitan a ponernos la camisa.

            Continuamos por el camino que vira al este para contornear el final de la Arista Zarre ganado altura poco a poco para girar de nuevo al norte hacia la Cubeta Lacustre de Pecico. El camino fue trazado al objeto de represar el ibón mayor y en la actualidad es utilizado fundamentalmente por los que transitan entre el Balneario de Panticosa y el Refugio Wallón.

            Charlamos con un montañero bastante mayor que va solo y le informamos del Pico Paterneille. Luego, siguiendo las numerosas lazadas del camino que ya no recordaba, alcanzamos la cabeza del Ibón de Pecico de la Canal y tras atravesar el barranco utilizando el nevero sobre el lecho, abandonamos el camino que se va horizontal a la presa del ibón grande y enseguida paramos a almorzar.
 
            Son cerca de las once y media, estamos sobre los 2500 metros de altitud y las nieblas están aquí mismo. Nos vestimos un poco más pues hace algo más que fresco.

            En poco más de diez minutos nos desocupamos y tras ponernos los guantes continuamos la marcha para rodear el Ibón Grande de Pezico por su orilla izquierda.

Para ello tomamos la amplia vira herbosa que viene de Marcadau y que nos deposita en un plano nevero sobre la pared del ibón.

            Hemos de hacer una incómoda travesía sobre  la inclinada pedrera metamórfica que nacida de la cara sudoeste del Falisse se introduce en el ibón y además sortear o atravesar de la manera más cómoda y segura los tres o cuatro neveros residuales que se interponen en nuestro camino.

Falisse desde Pecico. 20-9-08.
 
            Atravesamos tres de ellos con buena nieve, el último de ellos casi al nivel de las aguas y nos orientamos decididamente de nuevo al norte en busca del Collado Falisse, sin dudarlo un solo instante: los paredones de la Faxa nos cierran cualquier posibilidad de camino y de duda.

            Se trata de un amplísimo corredor de 200 metros de desnivel que se puede subir por cualquier parte. Nosotros tomamos los tramos más firmes de la parte este aprovechando afloraciones rocosas que bajan de las nieblas y pequeños asentamientos de pratenses que también facilitan el ascenso sobre la inestable pedrera metamórfica.

            Pasamos, muy arriba, un par de neveros en los que dejo citas para orientación en caso de que las nieblas bajen de cota y atravesando un poco hacia el oeste la cabecera del corredor por terreno más plano e irregular, alcanzamos el Collado Falisse a 2685 metros de altitud cuando son las doce y cuarto.

            Echamos una visual al corredor norte que fácil, pedregoso y amplio llega al collado prosiguiendo para arriba hacia la Arista Norte de La Faxa y tomamos la arista en dirección este. Queda poco pero no sabemos qué queda pues ni lo hemos visto ni las nieblas nos lo dejan ver.

            Muy cerca del collado y coincidiendo con uno de esos instantáneos claros que se producen en las nieblas de arista he querido ver una oscura y dentellada cresta  que no me ha gustado nada. Ahora muy próximos a la arista en la empinada ladera sur apreciamos dudosas trazas de camino y cuando en pasajes como este que no son camino a ningún lugar te encuentras trazas de senda es prueba de que la arista debe ser intratable y se faldea a tramos.

            Faldeamos tres minúsculos dientes cómodamente mientras advertimos que la arista sube vertiginosamente a la vez que la ladera se hace muy pendiente y las trazas de camino desaparecen, luego sabríamos por qué.

            Nosotros decidimos avanzar horizontalmente o en el suave ascenso que el terreno nos permite en la ladera, al objeto de situarnos sobre lo que supongamos la vertical del pico para intentar algún corredor de cima ó vislumbrar la arista descendente hacia el este del pico para atacarlo por allí. La cara Sur es un paredón enorme e incuestionablemente vertical.

            Atravesamos tres corredores por terreno metamórfico, muy empinado, algo inestable pero nunca difícil; de esos que no gustan a mi señora, y adelantándome un poco, localizo un gendarme tras una profunda brecha que se queda más bajo que el vertical donde me encuentro. Por tanto, hay que subir ya.

            Tomamos pared arriba en las proximidades del corredor que baja de la brecha y  con cierto cuidado, no más del que hemos llevada hasta ahora, ganamos altura hasta alcanzar el nivel de la brecha, luego una sucesión de pequeñas repisas y pequeños bloques nos llevan a la arista en la que un descompuesto y fácil corredor nos deposita en la cima de la aguja a la que hemos accedido.

Nieblas en Falisse.
 
            Es la una menos cuarto y desde aquí poco podemos ver. A pesar de ello, a nuestro oeste tenemos inmediatamente una profunda brecha y un oscuro y vertical paredón, que  al menos conduce a otro diente como mínimo de la misma altura sino más.

            Al abrigo del viento tras una laja de la cima nos sentamos para echar un trago mientras esperamos algún instante de visión. Comprobamos en un momento que el diente este está más bajo que el que nos encontramos nosotros y también que al oeste hay algo más alto. Falta que las nieblas se levanten un pelín para ver lo que necesitamos, pero no lo harán por lo que decidimos volver sobre nuestros pasos a ver qué sale.

            Bajamos de la aguja por idéntico camino, deshaciendo las citas de la vía que yo he balizado pues en estos paredones hay que andarse con sumo cuidado y más con nieblas y atravesando el último corredor alcanzamos el anterior.

Gran Faxa desde la Cima de Falisse.
 
            Las nieblas están un poco más altas y me permiten ver que el corredor no es difícil como tampoco lo es su lado derecho. Por tanto, nos introducimos corredor arriba a pesar de que está lleno de basura, progresamos alrededor de 15 metros y nos salimos a su lado derecho. Una serie de viras inclinadas de material claro y astillado nos permiten en diagonal alcanzar un vago espolón  más firme por el que progresamos verticalmente hasta que la pendiente cede y aparece el casquete somital granítico de la aguja. Unos metros más arriba hemos de escalar un cúmulo de enormes bloques graníticos que nos depositan en la cima del Pico Falisse a 2765 metros de altitud. Es la una y diez.

            Hacemos una foto sin fondo, contemplamos el reducido paisaje inferior, comprobamos que todo lo próximo queda debajo con lo que tenemos la certeza de estar en la cima y tras comprobar que quizás sea posible acceder directamente al pico  por un corredor que baja junto al pared en el que hemos iniciado el flanqueo al desaparecer las trazas de camino, iniciamos el descenso por el mismo camino que hemos utilizado para subir, no queremos embarques en estas condiciones.

Falisse desde la Arista Este de la Gran Faxa. 6-9-11.
 
            Alcanzamos el corredor para bajarlo utilizando su pared izquierda  y continuamos desandando horizontalmente la travesía por la cara sur.

            No iremos al collado sino que descenderemos un tramo de pared medianamente descompuesta que se convierte en pedregal en la vertical del centro del ibón grande y tras comprobar que el pedregal se convierte en corredor que es practicable, nos echamos directamente para abajo alcanzando fácilmente la inclinada pedrera próxima al ibón que hemos pasado a la subida. Lo que supone que se puede subir directa y verticalmente desde el centro del ibón, siempre y cuando se haya localizado antes la aguja central del pico.

Tres de los cuatro Ibones de Pecico y atrás Falisse. 6-9-11.
 
En la pedrera, atravesamos los neveros por el mismo lugar y ya en el camino junto al Ibón de Pecico de la Canal paramos a comer. Son las dos de la tarde.

            Comemos al abrigo de unas rocas que nos protegen del viento del este y media hora después continuamos para abajo desandando camino.

            Intento y cruzo el Barranco del Infierno más abajo que a la mañana pero Rosa tendrá que hacerlo por el mismo lugar. Luego en medio de una inusitada soledad rodeamos Bachimaña e iniciamos el descenso de la Cuesta del Fraile.

            En el rellano próximo al balneario no sentamos un rato a descansar que no a tomar el sol ya que la nubosidad sigue cerrando todo el horizonte.

            A las cinco menos cuarto entramos a tomar una caña en la Casa de Piedra, charlamos un rato con el guarda y damos por liquidado un día en el que hemos movido 1300 metros de desnivel además de la distancia recorrida, pasar por Bachimaña supone caminar bastante.

            A las seis menos cuarto tras un buen rato de coche y sueño llegamos a casa.

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