Agujas Escudier y Daviu.
Brecha
Superior de Llosás, Aguja Escudier, Aguja Daviu, Aneto, Espalda de Aneto, Punta
Oliveras y Collado de Coronas.
19-08-2003.
Salida 10
h. Llegada 13
h.
Sol.
Bastante
fácil.
Ascensión.
Mapa del Circo de Coronas procedente de Prames. Vía en amarillo.
La mañana del 19 de Agosto de 2003
que viene ya cargadilla, está buena; el sol ya calienta lo suyo y nosotros
venimos calientes, pero no tenemos mucho tiempo de disfrutarla pues el trabajo
que hemos hecho a destajo va a continuar de igual manera pero con una
diferencia esencial: la arista que ha sido fundamentalmente plana hasta ahora,
se pone de pie de inmediato.
Sobre la Brecha Superior de Llosas.
Son las diez un poco pasadas, estamos
en la Brecha Superior de Llosás, a 3059 metros de altitud y la trepada ya va a
ser continua por lo que se gana altura con cierta rapidez a base de perder el
aliento. El terreno sin ser demasiado difícil resulta entretenido pues se trata
de una arista atlética llena de bloques ahora lisos y verticales, luego
afilados y desconyuntados, casi caóticos; monolitos y gendarmes que evitas,
rampas que subes, viras que aprovechas, diedros y pequeños corredores que
escalas sin especiales dificultades más que las que suponen los tramos de
granito algo podrido y descompuesto que son frecuentes. Pero dentro del
entretenimiento aparece la monotonía y comienzas a sentir ganas de terminar. La
cima del Aneto queda lejos todavía en una arista que subes “a mano.”
Arista de Llosas entre las dos brechas.
Luego, la arista se vuelve más
amplia lo que facilita la progresión y nos permite alcanzar la poco relevante
cima de la Aguja Escudier acotada con 3315 metros de altitud. Son las once de
la mañana y la cima del Aneto ya está más cerca.
Descendemos unos cuantos metros y
continuamos fácilmente en fuerte ascenso faldeando algunas prominencias por
donde mejor nos viene. Enseguida dominamos la última de las agujas de la
arista, también poco significativa. Se trata de la fácil Aguja Daviu de 3350
metros de altura.
Aguja Esacudier.
Son las once y diez y las zarandajas
colocadas en el final de la arista están a tiro de piedra. Queda, tras un
minúsculo rellano un pedregal granítico algo empinado y con trazas inciertas de
camino y poco más que las ganas de llegar tras recuperar un poco el aliento.
¡Que no se diga!
Finalizando la Cresta de Llosas, Arenas y la Cresta del Medio.
Diez minutos más tarde, son las once
y veinte de la mañana cuando rematamos la Arista de Llosás alcanzando la cima
del Aneto, cumbre del Pirineo de 3404 metros de altitud. Quien más quien menos
la conocemos sobradamente.
En la Cima del Aneto.
Vamos a comer un poco que nos lo
hemos ganado. Miguel al menos tiene hambre.
Va llegando personal por la vía
normal pero no hay mucha gente, cosa rara. Nosotros comemos y bebemos a gusto
mientras comentamos el calamitoso estado en el que se encuentra el Glaciar de
Aneto y le queda un mes de martirio todavía.
Luego alguien nos pide información
para descolgarse hacia Coronas o Llosás de manera sencilla y nos hace una
fotografía a los tres juntos. Miguel se queda en el abrigo mientras Juan y yo
al paso iniciamos el descenso en dirección sudoeste.
Aneto desde la Espalda de Aneto.
La pedrera somital se convierte en
arista fácil con la que bajamos casi al trote hasta la suave depresión que se
remata con tres gendarmes que salpican arbitrariamente la línea de la arista y
que pasamos o faldeamos por donde mejor nos viene. Nos permiten acceder a la
base del torreón final, bastante erguido que, mediante una trepada exenta de
complicaciones nos deposita en la cima de la Espalda de Aneto de 3350 metros de
altura.
Aneto y Espalda de Aneto desde Tempestades. 20-8-93.
Hacemos algunas fotos, contemplamos
la vertiente hacia la Brecha de Tempestades y nos damos la vuelta de inmediato:
diez minutos que nos ha costado venir pues hemos bajado sobre 75 metros y un
cuarto de hora que nos cuesta la vuelta incluida la estancia en la cima nos
reúnen de nuevo con Miguel en la Cima del Aneto.
Desde la espalda de Aneto, Escidier, Davíu y Aneto.
-¡Pues si que navegan tus colegas!
Le ha comentado el que nos ha pedido información, y de navegar se trata pues de
inmediato iniciamos el descenso ahora hacia el Paso de Mahoma con overbuking,
sobre todo en el lado del glaciar.
En el Paso de Mahoma. 21-8-93.
Pasamos como centellas por cualquier
parte y nos vamos por la arista noroeste, vestida de pedregal granítico, que en
suave descenso nos conduce a una pequeña depresión de la que salimos en ascenso
corto y fácil para alcanzar la cima de Punta Oliveras, tras una corta trepada.
Son las doce y media.
Punta Oliveras Arenas. 31-7-04.
No había estado nunca aquí a pesar
de que está tan cerca del Aneto, será quizás porque cuando se sube al Aneto se
está demasiado concentrado en “el Patrón” y no se preocupa uno de los
“marineros.”
Coronas y Medio desde Punta Oliveras.
El pico tiene 3298 metros y una
espléndida vista del Collado de Coronas sobre el que deambula el personal. El
Ibón Coronado no existe. ¿Qué ha sido de aquella maravilla de color y hielo que
tan singular carácter le daba al Collado de Coronas?
La arista se despeña sobre el
collado por lo que hemos de tomar la pared al nordeste e ir descendiendo en
busca de un empinado corredor que recuerda Miguel haberlo hecho con Angelines.
Encontramos el corredor, vertical y
absolutamente descompuesto y por allí nos vamos para abajo con todos los
cuidados del mundo, ya que hay personal
en la base del mismo junto al glaciar cuya parte más alta está solamente una
veintena de metros más arriba. Hemos hecho la llamada Vía de los Descalzos; se trata, dicen, del camino más exento de
hielo para el Aneto sin tener en cuenta la Vía Nariño de la Cara Sur, aunque
hoy también hemos pisado poco hielo.
Subida al Aneto desde las inmediaciones del Collado de Coronas. 31-7-04.
Collado de Coronas desde la base de Punta Oliveras.
Alcanzamos el glaciar en las
proximidades del collado cuando la pendiente ya se ha suavizado bajo el resalte
y con cuidado, pues no queda nieve de temporada y solamente el hielo machacado
por los crampones y el agua que recorre la débil huella nos permite cierto
agarre, alcanzamos el rellano bajo el collado no sin algún que otro patinazo
sin trascendencia. Es la una menos cuarto.
Arista de Llosas desde Rusell. 27-7-02.
La Sur de Oliveras, Aneto y Espalda desde Coronas.
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