La Oeste de Erata.
Espierre, Ermita de San Juan,
Cara Oeste y Arista Sur. Descenso por el Collado de Espierre.
11-11-2006.
Salida 14 h. Llegada 18 h.
Sol.
Muy fácil.
Ascensión.
Mapa de Erata procedente de Prames.Vía en amarillo.
Erata
es un monte tradicional del entorno físico de Sabiñánigo, al igual que lo es
Gué, Oturia, Cancias u Oroel. Es uno de esos montes a los que el
personal, de cuando en cuando sube. Nosotros hemos subido unas cuantas veces e
incluso lo utilizamos como alternativa para esos días que o bien por
inclemencias meteorológicas, o por falta de tiempo nos permiten una escapada
tanto física como mental.
Es
11 de Noviembre de 2006. Mi
chica sale a las dos del trabajo y nos vamos inmediatamente. Puente de Olibán,
Orós Bajo, Orós Alto, el Sía y tomamos la pista hacia Sobrepuerto. Dejamos a
nuestra izquierda la entrada a Barbenuta y proseguimos un poco más hacia el
nordeste hasta alcanzar el Caserío de Espierre.
Erata desde Espierre.
Son
las dos y media de la tarde y aparcamos el coche en el pueblo, cogemos unas
pequeñas mochilas y nos echamos pista adelante. Estamos a 1225 metros de altitud,
la barrera se puede pasar pero por media hora más o menos de camino…
La
soleada pista transita bastante plana la ladera derecha del valle y se
alarga, mientras nos muestra la cara
oeste de Erata, alrededor de 3 kilómetros hasta alcanzar la Ermita de San Juan una
pequeña joya románica del Siglo XI situada junto a la pista.
Alrededor
de 1 kilómetro
más adelante, la pista que ya se ha estropeado algo se va hacia el norte y un
caminillo poco transitado se orienta hacia el Barranco de Espierre.
Estamos
a 1500 metros
de altitud, pasamos el barranco y avanzamos en dirección este-sudeste saliendo
del sotobosque de boj y genista y entrando a la pradera alpina completamente
limpia de nieve y abrasada por el verano. Este año las nieves se atrasan.
A
veces hemos subido por el camino de la arista nordeste, otras veces entre las
dos ramas del barranco. Hoy nos vamos un poco más hacia Pelopín, que hay dos.
Primero
suavemente y luego de manera más consistente vamos remontando la amplísima
ladera contenida entre las dos ramas del barranco aproximándonos a la arista.
Cañón de Ordesa desde Erata.
Ripera y Tendeñera.
Poco
después alcanzamos la arista alomada un poco por encima de los 1900 metros de altitud
y girando al norte nos vamos en suavísimo ascenso contemplando paisaje.
Sobre Ordesa neblinas intermitentes.
Las Peñas y Forato desde la Cima de Erata.
No
son todavía las cuatro y cuarto cuando alcanzamos la Cima de Erata situada a 2004 metros de altitud.
Pelopín desde Erata.
Junto
al vértice geodésico echamos un trago y picoteamos un poco mientras nuestra
vista recorre, a pesar de la neblina de la tarde, la Sierra de Tendeñera y
Ordesa. Allí están espléndidamente iluminadas las caras sur de Sabocos,
Tendeñera y Otal. Ordesa queda más al este prácticamente limpia de nieve salvo
la zona de las Tres Sopores que tienen ya una primera mano de blanco. En el
fondo Escartín y Otal. Toronzue, Ronata, Pelopín y Manchoya se contrastan con las luces y sombras de la
tarde.
Aspecto lunar de Ordesa desde la Cima de Erata.
Un
cuarto de hora después proseguimos loma adelante como si quisiéramos bajar por el Collado de
Otal hacia Cotefablo, pero antes de que la loma se incline hacia abajo en
dirección nordeste nosotros lo hacemos pero en dirección noroeste.
Vamos
descendiendo en busca del caminillo que se alargará hacia el Puerto de Yésero y
alcanzamos los primeros pinos que sobresalen del Paco de Yésero ya muy cerca
del collado.
Desde
el collado nos vamos al sudoeste orientados por los restos más altos de la
vieja pista hasta coincidir con ella.
Luego,
unas cuantas lazadas en descenso nos depositan en el lugar que la hemos
abandonado a la subida.
En Erata 16-2-92.
En
la Ermita que
está cerrada echamos una ojeada por fuera sin perder demasiado tiempo puesto
que la tarde va de camino y seguidamente proseguimos pista abajo. La tarde que
sigue buena, a pesar de todo se refresca y nos invita a ponernos los guantes,
al igual que en la arista.
Son
las seis de la tarde un pelín pasadas
cuando llegamos a Espierre. Alguna chimenea humea y es que el pueblo que
conocimos prácticamente abandonado, cuenta con alguna casa restaurada y tiene
mejor pinta.
Ponemos
fin a una jornada más, que hemos disfrutado en completa y agradable soledad y
en la que hemos movido alrededor de 800 metros de desnivel.
En
el coche, pista abajo especulamos sobre la llegada de las nieves que este año
se atrasan ligeramente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por tu comentario! Responderé tan pronto como lo localice.