2 dic 2007

26-07. PEÑA FORCA POR OZA. 2-12-2007.

Llegando a Peña Forca.

Oza, Barranco de Estriviella, Cuello de Lenito, cara sureste y arista este.

02-12-2007.

Salida 09 h. Llegada 16 h.

Sol.

Bastante fácil.

Ascensión.

 Rosa Mª Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Peña Forca procedente de Prames. Vía en amarillo.

 

            Fue allá por Marzo del 97 cuando subíamos a Peñaforca desde Tacheras. Había una nevada ciertamente interesante pero finalmente llegamos a la cima en compañía de una pareja de franceses. Buscando la ruta de verano sufrí mi primera caída en montaña: pisé una placa de hielo bajo una capa tenue de nieve y marché nevero abajo hasta que pude controlar mi cuerpo y detenerme con el piolet.

            Sabíamos que también se hacía el pico desde Oza pero la verdad es que  frecuentamos poco por la zona y además éramos sabedores de que el desnivel era ciertamente interesante.

            Comienza Diciembre y el domingo día 2, aprovechando que Rosa va a trabajar por la noche y que han dado un tiempo aceptable, decidimos hacer el pico diez años después.

            Nos levantamos a las siete y media y hay nieblas en nuestro entorno próximo. Salgo a la parte de atrás de la casa para ver cómo está el panorama y tras contemplar la Partacua completamente despejada nos reafirmamos en la decisión de marchar hasta allá con kilometrada incorporada, que tampoco es tanta.

            Se nos van, entre unas cosas y otras, hora y cuarto en la carretera hasta llegar a Oza Aparcamos junto a un par de coches, antes de pasar a la orilla derecha del Aragón Subordán y tras charlar con un trío de Zuera que se está preparando para subir al mismo pico, fotografío Chipeta celestialmente pintado al luminoso sol de la mañana y nos metemos en harina cuando son las nueve y veinte de la mañana.

            Estamos a 1125 metros de altitud y tomando una tiradera de madera en suave ascenso y en dirección oeste nos introducimos en el hayedo-abetar por la orilla izquierda del Barranco Estribiella.

Lenito desde el Barranco de Estiviella.
 
            Dejamos invariablemente prolongaciones del camino que conducen al barranco para tomar siempre la opción de nuestra derecha y continuar escuchando el persistente rumor del barranco, hasta que alcanzamos un murallón de calizas claras por entre las que, difícilmente, se abre camino el barranco en una vertical y espectacular cascada.

Achar de Forca y Rincón de Alano saliendo del Hayedo de Estiviella.

Barranco del Achar de Forca.
 
            El camino se pone de pié para  ganar la parte alta de la cascada con lo que salimos del hayedo y nos introducimos en un rellano cubierto de pradera alpina  que nos muestra inequívocamente la espectacular peña del Rincón de Alano y el Collado de Estribiela del que baja el barranco y al que no se accede por el barranco sino por una rampa herbosa situada al este del mismo. Al sudoeste se adivina más que ve el barranco que baja desde el Collado de Lenito.


            Son las diez y cuarto cuando atravesamos prácticamente en horizontal y por la orilla izquierda del barranco el pastizal alpino hasta la zona oeste del circo colgado bajo el Collado de Estribiella.

La Norte del Collado de Lenito desde el Barranco Estiviella.
 
            El camino nos conduce hasta atravesar el barranco sobre los 1650 metros de altitud con la desagradable sensación de las piedras heladas bajo nuestros pies, suponiendo que en cuanto nos alejemos del lecho del barranco desaparecerá el hielo.

            Las citas nos introducen en una ladera mixta y un indeciso camino nos incorpora a una amplia vira herbosa, vista ya desde abajo, que subimos con cuidado puesto que, orientada al norte, sigue helada: están heladas las piedras, la tierra y también la hierba por lo que hemos de extremar la atención.

            En lo alto de la vira, el camino serpentea hasta que finalmente se allana y nos deposita en un rellano también herboso en el que se recogen las aguas que bajan de la zona del Collado de Lenito.

            Y el collado allí está defendido por una pared que tendrá alrededor de 400 metros de los que la mitad superior está completamente pintada de un consistente blanco norte.

Corredor Norte al Collado de Lenito.
 
            Atravesamos el rellano y siguiendo tramos limpios iniciamos la ascensión de la amplia pedrera bajo el corredor que conduce al collado. Vamos poco a poco hacia la parte izquierda del mismo que nos puede permitir ganar altura de manera más paulatina hasta que lleguemos a la nieve continua.

            Los de Zuera vienen algo atrás, delante localizo a un par que se encuentran ya a medio corredor y enseguida coincidimos con sus huellas que perderemos pues preferimos buscar tramos con poca nieve. Luego, coincidimos de nuevo y con sus huellas entramos en el corredor.

            Dejamos atrás la aguja de la parte derecha del corredor en fuerte ascenso y afrontamos la subida del tramo final utilizando sus huellas, no demasiado afirmadas.

            Rosa quiere ir delante y así yo no puedo ampliar la huella pero bueno, vamos para arriba.

En el Collado de Lenito.
 
            En la zona terminal, la más erguida nos vamos hacia las rocas de la derecha y aprovechamos las mismas para apoyar las manos  y para hacer buenas huellas junto a las mismas. Es un tramo delicado pero nada más, que liquidamos con la caricia del sol al alcanzar el Collado de Lenito a 2197 metros de altitud.

            Son las doce de la mañana y ante nosotros se despliega una pared, que como suponía, está prácticamente limpia de nieve pero que, siendo mixta, presenta la hierba cubierta de una delgada capa de hielo de fusión que le confiere peor aspecto del que realmente tiene. Se subirá bien aunque no progresando por cualquier parte siempre en dirección oeste-noroeste.

            Entre tramos de camino y citas, unas veces cerca de la arista y otras más al medio de la pared ganamos altura hasta casi coronar la antecima este del pico que faldeamos puesto que prefiero las citas.

            Poco antes del faldeo aparece ante nuestros ojos el casquete somital del pico y enseguida los recuerdos vienen a mi memoria salvando el tiempo y la diferencia del medio debido a la diferente cantidad de nieve.

En la Cima de Peña Forca.
 
            A media ladera alcanzamos la arista y el collado anterior al pico. Un cortísimo corredor medio nevado nos permite con facilidad alcanzar una amplia vira bajo la cima. Allí se encuentra tres de los dos que llevábamos delante. Seguidamente ascendemos otro corto corredor, lugar en el que me caí en su día y tras su fácil ascenso, una pequeña faja inclinada nos conduce a un par de fuertes escalones cuyo ascenso nos deposita en el vértice geodésico de Peñaforca. Estamos a 2390 metros de altitud y son las doce y veinte de la mañana.

Rincón de Alano y Mesa de los Tres Reyes desde Peña Forca.

Billare.
Los Cuellos de Lenito desde Peña Forca.
 
            No reconozco la cima sin nieve, si el paredón orientado al norte y la vía que utilizamos  por la arista noroeste.

Achar y Ralla de Alano desde Peña Forca.
 
            Hacemos algunas fotos, contemplamos la Sierra de Alano, La Mesa, el Billare y una multitud de montañas con perfiles conocidos que llenan el horizonte de oeste a este. Más cerca aparecen Secús, Bisaurín, Agüerri y detrás Collarada enmarcando al  Lenito.

Detalle de la Oeste de Peña Forca.
 
            Diez minutos después nos volvemos hasta la amplia repisa entre los dos corredores. Es un lugar abrigado y orientado al sol; allí están los tres zaragozanos  donde vamos a almorzar un poco.

            Charlamos  relajadamente mientras ellos están preparando los crampones. Al igual que nosotros no los han puesto para subir pero se los pondrán para bajar.

La Antecima este de Peña Forca.

Arista de Lenito bajando de la Antecima Este de Peña Forca.
 
            Echamos un bocado deprisa, como siempre, es nuestro almuerzo y cuando están llegando los de Zuera que vienen de la antecima, nos vamos para abajo tras charlar un poco con ellos debajo del corredor. Es la una del mediodía.

            Bajamos los 200 metros de la pala hasta el Collado de Lenito con cuidado, siguiendo las citas y las trazas de camino en las que la pared se escalona, pero ligeros y contemplando la arista oeste de Lenito. El sol ha hecho bien poco en la jornada.

Desde la Cabecera del Corredor Norte del Collado de Lenito.

            Cerca del collado, buscamos un lugar abrigado del viento y cómodamente al sol nos ponemos los crampones. Luego, con cuidado y tratando de pisar tierra y hierba nos llegamos al collado, hacemos alguna foto y para abajo como unos señores y a ritmo pues Rosa se encuentra cómoda.

Bajando el corredor por cualquier parte.
 
Colosales dimensiones de la Aguja de Lenito.
 
            Buscamos la nieve y descendemos un poco por cualquier parte sorteando las afloraciones rocosas. Pasamos el estrangulamiento de la impresionante aguja que desde abajo no se contempla en sus auténticas dimensiones y con el único objetivo de pisar nieve nos vamos hasta el fondo, cuanto más tardemos en quitarnos los crampones mejor.

El Tercio Superior del corredor
 
            La presencia de nieve nos acompaña y entre que si nos los quitamos y no, alcanzamos el rellano herboso tras pasar con cuidado el seco barranco. Yo ya tengo claro que la pared del barranco seguirá helada y que puede ser muy bueno bajar la parte alta con crampones.

Desde el Rellano del Achar de Forca.
 
            Así será. Pisando la mínima roca posible nos plantamos con toda comodidad, seguridad y rapidez en mitad de la ladera y ya, nos los quitamos por fin.

Bajando la Faja herbosa con crampones.
 
            A pesar de todo, tras cruzar el barranco Rosa resbala y parte las gafas que llevaba en la mano. Las encontré debajo de los Ibones de Ordicuso y hasta aquí han llegado.

            Poco más abajo, en mitad del praderío, a la sombra, antes de introducirnos en el barranco, paramos a comer ya que no lo vamos a poder hacer al sol. Son las tres de la tarde.

            Pasan los tres de Zaragoza que bajaban detrás y sobre las tres y veinte proseguimos nuestro descenso. Hacemos una parada para contemplar y fotografiar la cascada del barranco y luego a través del hayedo, antes de lo que pensábamos en principio, nos llegamos al coche cuando son las cuatro de la tarde. Hemos liquidado 1300 metros de desnivel que han resultado un pelín más peleones de lo previsto, pero el monte en invierno suele ser así.

            Todavía tenemos tiempo, a pesar de que Rosa ha de ir a trabajar por la noche, para darnos una vuelta hasta más arriba del campamento y luego emprender un regreso tranquilo, con parada incorporada en la Boca del Infierno, hasta casa. Llegamos a las cinco y media poniendo fin a una jornada de montaña estupenda.
 
 

                

 

           

             

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