Llegando a Peña Forca.
Oza, Barranco de Estriviella,
Cuello de Lenito, cara sureste y arista este.
02-12-2007.
Salida 09 h. Llegada 16 h.
Sol.
Bastante fácil.
Ascensión.
Mapa de Peña Forca procedente de Prames. Vía en amarillo.
Fue
allá por Marzo del 97 cuando subíamos a Peñaforca desde Tacheras. Había una
nevada ciertamente interesante pero finalmente llegamos a la cima en compañía
de una pareja de franceses. Buscando la ruta de verano sufrí mi primera caída
en montaña: pisé una placa de hielo bajo una capa tenue de nieve y marché
nevero abajo hasta que pude controlar mi cuerpo y detenerme con el piolet.
Sabíamos
que también se hacía el pico desde Oza pero la verdad es que frecuentamos poco por la zona y además éramos
sabedores de que el desnivel era ciertamente interesante.
Comienza
Diciembre y el domingo día 2, aprovechando que Rosa va a trabajar por la noche
y que han dado un tiempo aceptable, decidimos hacer el pico diez años después.
Nos
levantamos a las siete y media y hay nieblas en nuestro entorno próximo. Salgo
a la parte de atrás de la casa para ver cómo está el panorama y tras contemplar
la Partacua
completamente despejada nos reafirmamos en la decisión de marchar hasta allá
con kilometrada incorporada, que tampoco es tanta.
Se
nos van, entre unas cosas y otras, hora y cuarto en la carretera hasta llegar a
Oza Aparcamos junto a un par de coches, antes de pasar a la orilla derecha del
Aragón Subordán y tras charlar con un trío de Zuera que se está preparando para
subir al mismo pico, fotografío Chipeta celestialmente pintado al luminoso sol
de la mañana y nos metemos en harina cuando son las nueve y veinte de la
mañana.
Estamos
a 1125 metros
de altitud y tomando una tiradera de madera en suave ascenso y en dirección
oeste nos introducimos en el hayedo-abetar por la orilla izquierda del Barranco
Estribiella.
Lenito desde el Barranco de Estiviella.
Dejamos
invariablemente prolongaciones del camino que conducen al barranco para tomar
siempre la opción de nuestra derecha y continuar escuchando el persistente rumor
del barranco, hasta que alcanzamos un murallón de calizas claras por entre las
que, difícilmente, se abre camino el barranco en una vertical y espectacular
cascada.
Achar de Forca y Rincón de Alano saliendo del Hayedo de Estiviella.
Barranco del Achar de Forca.
El
camino se pone de pié para ganar la
parte alta de la cascada con lo que salimos del hayedo y nos introducimos en un
rellano cubierto de pradera alpina que
nos muestra inequívocamente la espectacular peña del Rincón de Alano y el Collado
de Estribiela del que baja el barranco y al que no se accede por el barranco
sino por una rampa herbosa situada al este del mismo. Al sudoeste se adivina
más que ve el barranco que baja desde el Collado de Lenito.
Son
las diez y cuarto cuando atravesamos prácticamente en horizontal y por la
orilla izquierda del barranco el pastizal alpino hasta la zona oeste del circo
colgado bajo el Collado de Estribiella.
La Norte del Collado de Lenito desde el Barranco Estiviella.
El
camino nos conduce hasta atravesar el barranco sobre los 1650 metros de altitud
con la desagradable sensación de las piedras heladas bajo nuestros pies,
suponiendo que en cuanto nos alejemos del lecho del barranco desaparecerá el
hielo.
Las
citas nos introducen en una ladera mixta y un indeciso camino nos incorpora a
una amplia vira herbosa, vista ya desde abajo, que subimos con cuidado puesto
que, orientada al norte, sigue helada: están heladas las piedras, la tierra y
también la hierba por lo que hemos de extremar la atención.
En
lo alto de la vira, el camino serpentea hasta que finalmente se allana y nos
deposita en un rellano también herboso en el que se recogen las aguas que bajan
de la zona del Collado de Lenito.
Y
el collado allí está defendido por una pared que tendrá alrededor de 400 metros de los que la
mitad superior está completamente pintada de un consistente blanco norte.
Corredor Norte al Collado de Lenito.
Atravesamos
el rellano y siguiendo tramos limpios iniciamos la ascensión de la amplia
pedrera bajo el corredor que conduce al collado. Vamos poco a poco hacia la
parte izquierda del mismo que nos puede permitir ganar altura de manera más
paulatina hasta que lleguemos a la nieve continua.
Los
de Zuera vienen algo atrás, delante localizo a un par que se encuentran ya a
medio corredor y enseguida coincidimos con sus huellas que perderemos pues
preferimos buscar tramos con poca nieve. Luego, coincidimos de nuevo y con sus
huellas entramos en el corredor.
Dejamos
atrás la aguja de la parte derecha del corredor en fuerte ascenso y afrontamos
la subida del tramo final utilizando sus huellas, no demasiado afirmadas.
Rosa
quiere ir delante y así yo no puedo ampliar la huella pero bueno, vamos para
arriba.
En el Collado de Lenito.
En
la zona terminal, la más erguida nos vamos hacia las rocas de la derecha y
aprovechamos las mismas para apoyar las manos
y para hacer buenas huellas junto a las mismas. Es un tramo delicado
pero nada más, que liquidamos con la caricia del sol al alcanzar el Collado de
Lenito a 2197 metros
de altitud.
Son
las doce de la mañana y ante nosotros se despliega una pared, que como suponía,
está prácticamente limpia de nieve pero que, siendo mixta, presenta la hierba
cubierta de una delgada capa de hielo de fusión que le confiere peor aspecto
del que realmente tiene. Se subirá bien aunque no progresando por cualquier
parte siempre en dirección oeste-noroeste.
Entre
tramos de camino y citas, unas veces cerca de la arista y otras más al medio de
la pared ganamos altura hasta casi coronar la antecima este del pico que
faldeamos puesto que prefiero las citas.
Poco
antes del faldeo aparece ante nuestros ojos el casquete somital del pico y
enseguida los recuerdos vienen a mi memoria salvando el tiempo y la diferencia
del medio debido a la diferente cantidad de nieve.
En la Cima de Peña Forca.
A
media ladera alcanzamos la arista y el collado anterior al pico. Un cortísimo
corredor medio nevado nos permite con facilidad alcanzar una amplia vira bajo
la cima. Allí se encuentra tres de los dos que llevábamos delante. Seguidamente
ascendemos otro corto corredor, lugar en el que me caí en su día y tras su
fácil ascenso, una pequeña faja inclinada nos conduce a un par de fuertes
escalones cuyo ascenso nos deposita en el vértice geodésico de Peñaforca.
Estamos a 2390 metros
de altitud y son las doce y veinte de la mañana.
Rincón de Alano y Mesa de los Tres Reyes desde Peña Forca.
Billare.
Los Cuellos de Lenito desde Peña Forca.
No
reconozco la cima sin nieve, si el paredón orientado al norte y la vía que
utilizamos por la arista noroeste.
Achar y Ralla de Alano desde Peña Forca.
Hacemos
algunas fotos, contemplamos la
Sierra de Alano, La
Mesa , el Billare y una multitud de montañas con perfiles
conocidos que llenan el horizonte de oeste a este. Más cerca aparecen Secús,
Bisaurín, Agüerri y detrás Collarada enmarcando al Lenito.
Detalle de la Oeste de Peña Forca.
Diez
minutos después nos volvemos hasta la amplia repisa entre los dos corredores.
Es un lugar abrigado y orientado al sol; allí están los tres zaragozanos donde vamos a almorzar un poco.
Charlamos relajadamente mientras ellos están preparando
los crampones. Al igual que nosotros no los han puesto para subir pero se los
pondrán para bajar.
La Antecima este de Peña Forca.
Arista de Lenito bajando de la Antecima Este de Peña Forca.
Echamos
un bocado deprisa, como siempre, es nuestro almuerzo y cuando están llegando
los de Zuera que vienen de la antecima, nos vamos para abajo tras charlar un
poco con ellos debajo del corredor. Es la una del mediodía.
Bajamos
los 200 metros
de la pala hasta el Collado de Lenito con cuidado, siguiendo las citas y las
trazas de camino en las que la pared se escalona, pero ligeros y contemplando
la arista oeste de Lenito. El sol ha hecho bien poco en la jornada.
Desde la Cabecera del Corredor Norte del Collado de Lenito.
Cerca
del collado, buscamos un lugar abrigado del viento y cómodamente al sol nos
ponemos los crampones. Luego, con cuidado y tratando de pisar tierra y hierba
nos llegamos al collado, hacemos alguna foto y para abajo como unos señores y a
ritmo pues Rosa se encuentra cómoda.
Bajando el corredor por cualquier parte.
Colosales dimensiones de la Aguja de Lenito.
Buscamos
la nieve y descendemos un poco por cualquier parte sorteando las afloraciones
rocosas. Pasamos el estrangulamiento de la impresionante aguja que desde abajo
no se contempla en sus auténticas dimensiones y con el único objetivo de pisar
nieve nos vamos hasta el fondo, cuanto más tardemos en quitarnos los crampones
mejor.
El Tercio Superior del corredor
La
presencia de nieve nos acompaña y entre que si nos los quitamos y no,
alcanzamos el rellano herboso tras pasar con cuidado el seco barranco. Yo ya
tengo claro que la pared del barranco seguirá helada y que puede ser muy bueno
bajar la parte alta con crampones.
Desde el Rellano del Achar de Forca.
Así
será. Pisando la mínima roca posible nos plantamos con toda comodidad,
seguridad y rapidez en mitad de la ladera y ya, nos los quitamos por fin.
Bajando la Faja herbosa con crampones.
A
pesar de todo, tras cruzar el barranco Rosa resbala y parte las gafas que
llevaba en la mano. Las encontré debajo de los Ibones de Ordicuso y hasta aquí
han llegado.
Poco
más abajo, en mitad del praderío, a la sombra, antes de introducirnos en el
barranco, paramos a comer ya que no lo vamos a poder hacer al sol. Son las tres
de la tarde.
Pasan
los tres de Zaragoza que bajaban detrás y sobre las tres y veinte proseguimos
nuestro descenso. Hacemos una parada para contemplar y fotografiar la cascada
del barranco y luego a través del hayedo, antes de lo que pensábamos en
principio, nos llegamos al coche cuando son las cuatro de la tarde. Hemos
liquidado 1300 metros
de desnivel que han resultado un pelín más peleones de lo previsto, pero el
monte en invierno suele ser así.
Todavía
tenemos tiempo, a pesar de que Rosa ha de ir a trabajar por la noche, para
darnos una vuelta hasta más arriba del campamento y luego emprender un regreso
tranquilo, con parada incorporada en la
Boca del Infierno, hasta casa. Llegamos a las cinco y media
poniendo fin a una jornada de montaña estupenda.
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