Bisaurín desde Lizara.
Refugio de Lizara, Barranco Audelca, Plana Mistresa,
Corredor Nordeste y Arista Este. Descenso por la Arista Oeste, Cara Sudoeste
y Collado del Foratón.
16-02-2008.
Salida 09 h. Llegada 16 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Bisaurín procedente de Prames. Vía en amarillo.
Fuimos
al Puntal de Secús con la intención de proseguir hasta el Bisaurín. Aquel día
de finales de Abril de 2006 no fue precisamente primaveral. Subimos al Refugio
de los Forestales con frío, la noche resultó fría y húmeda y al día siguiente,
amaneció una mañana de lo más fría e invernal que creo recordar ni siquiera en
Alpes.
Subimos
al Puntal de Secús, me molestaba la rodilla, no había huella para subir a
Bisaurín y para colmo las nieblas lo llenaban casi todo. Con aquellas
perspectivas nos marchamos a dar una vuelta por el Valle de Los Sarrios y
dejamos apalabrado el corredor nordeste para mejor ocasión.
Dos
años después, el sábado 16 de Febrero del 2008, dan buen tiempo ante un
inminente cambio y le toca al Bisaurín, a pesar de que mi chica tiene sin
reparar los crampones que rompió en Comodoto. Juan se apunta. Hace mucho tiempo
que no ha salido a ventilar el piojo y nosotros, pues encantados.
Madrugamos
un poco y a buen ritmo vamos haciendo carretera en busca del Refugio de Lizara.
Charra
que te charra, la carretera se hace corta y eso que, para nosotros la zona
queda en la quinta puñeta y a las nueve menos veinte estamos aparcados junto al
refugio y poniéndonos las botas a la carrera.
Estamos
a 1520 metros
de altitud y partimos en busca del camino sobre las nueve menos cuarto, a la
sombra de una fresca mañana pues el sol todavía va por alto.
Cogemos
un poco de agua en el refugio, por si acaso, y atravesando la ladera en
diagonal alcanzamos el camino en la parte alta de la Plana de Lizara. Sabemos que
enseguida tendremos que abandonarlo pues girará hacia el oeste en busca del
Collado del Foratón siguiendo las balizas del GR 11. y nosotros nos hemos de ir
al norte en busca del Barranco Audelca.
Refugio Oldecua.
Es
una vieja pista que dejamos sobre los 1630 metros de altitud
y nos introducimos en un camino a media ladera, sobre un chinebral que no
supone problemas pretéritos puesto que está perfectamente limpio. Nos conducirá
enseguida a las inmediaciones del coqueto Refugio Oldecua, acostado al sur de
los paredones de Fetas.
Los
socios entran a verlo y yo busco el camino en los primeros neveros del rellano.
Nos tiene que conducir a las inmediaciones del Barranco Audelca entre recuerdos
de un día de nieve profunda en el mismo.
Barranco Audelca.
Se
trata de la ladera este del barranco y está limpia de nieve lo que facilita el
progreso al encuentro del Refugio de los Forestales.
De
nuevo y en las proximidades del refugio atravesamos neveros discontinuos con
nieve medianamente dura y lo alcanzamos situado sobre los 1980 metros de altitud
cuando llevamos alrededor de una hora de camino.
Refugio de los Forestales.
Inmediatamente
alcanzamos la Plana Mistresa.
Vamos detrás de una pareja de esquiadores que se acaban de poner los esquís que
llevaban a la chepa.
En la Plana Mistresa.
En
la entrada a la Plana Mistresa
corre un poco el agua y entra el sol como ya esperábamos. Giramos al oeste de
llano y nos enfrentamos al amplísimo corredor que conduce al Collado de Secús
separando al Puntal del Bisaurín. El sol inunda el corredor impecablemente
innivado y, con gente delante, nos ponemos los crampones pues serán útiles con
seguridad. Rosa lleva unos de Miguel y le cuesta ponérselos. Juan se ha ido por
arriba y trata de ponerse los suyos a los que les falta un tornillo,
sustituyéndolo por una atadura de cuerda que no va a funcionar como veremos
enseguida.
Bisaurín y Puntal de Secus desde encima del Resalte Inferior.
Echamos
un bocado y un trago a la vez que contemplamos el resalte superior del corredor
tocado con una pequeña visera y especulamos a cerca de la mejor vía para
alcanzar el inicio del Corredor nordeste de Bisaurín que es nuestro objetivo.
Decidimos
proseguir por el fondo del todavía amplio corredor para ganar altura, girar al
sur e iniciar el ascenso por la pared nordeste del pico. La nieve cuenta con
una pequeña costra que va cediendo sobre una capa de nieve polvo sin
transformar, lo que nos hace pensar que no habrá problemas de nieve dura ya que
Juan va con un solo crampón. Los
problemas pueden ser de nieve profunda.
Primer Resalte del Corredor Nordeste de Bisaurín.
El
Corredor Nordeste del Bisaurín cuenta con un resalte inicial de alrededor de 100 metros de desnivel,
que arranca suave y se pone algo tieso al final del mismo. Está a la sombra y
nos enseña unos tramos intermedios de nieve profunda en la que la pareja que
llevamos delante se encarga de romper la huella y de obligarnos a un esfuerzo
adicional. Se nos han picado.
Tranquilamente
a nuestro ritmo les alcanzamos en el descansillo anterior al segundo resalte
pero salen delante como una moto aunque los alcanzaremos enseguida.
El
segundo resalte tendrá un poco por encima de los 100 metros de desnivel y
tras un pequeño rellano, sigue linealmente en dirección sur, se estrecha en la
parte central además se ponerse tieso y termina abriéndose en dos ramas bajo el
Collado Bastés. La vía discurre por el ramal oeste y enseguida gira más al
oeste ofreciendo una breve pausa en la pendiente.
Por encima del Segundo resalte.
El Tercer resalte está soleado.
Prácticamente
en dirección oeste afrontamos la subida de la tercera parte del corredor. Es
una pared bastante erguida y perfectamente soleada, de otros 100 metros de desnivel,
que se empina fuertemente antes de arrellanarse justamente debajo de la arista
somital del pico.
La
gente se queda atrás y nosotros, a nuestro paso, alcanzamos una difícil soledad
en este pico incluso en invierno. Hacemos alguna foto del Collado Bastés y de
la noroeste del Fetas y abordamos el ascenso de una corta y empinada pared terminal
en dirección sur que nos conduce a la parte este de la Arista Cimera del Bisaurín.
En la Arista este de Bisaurín.
Casquete Somital Este de Bisaurín.
La Este que acabamos de pasar.
Alcanzamos
la cima del Bisaurín situada a 2670 metros de altitud cuando son las doce del
mediodía. El vértice geodésico está rodeado y nosotros nos disponemos a
disfrutar del amplio panorama tanto y cuanto nos lo permitan las neblinas que
rellenan los fondos de los valles distantes especialmente al sur y al oeste.
Castillo de Acher, Chinebral de Gamueta y Mallo Acherito.
Contemplamos
y fotografiamos los amigos conocidos de siempre y algunos más que poco a poco
se van añadiendo, con especial dedicación a las zonas norte y oeste. No es que
pasemos de los Midí, Balaitus, Vignemale, Tendeñera y Telera, ni de los más
próximos como son el Aspe, las Llenas e incluso Collarada o los Mallos de
Lecherines. Disfrutamos del Cordal de la Madalena , la Sierra de Maito, el Puntal de Aguerri, Peñaforca
rodeada de Lenito, el Achar y el Rincón de Alano, Estribiella y el Castillo de
Acher que nos muestra la vía por la
Collada del Barcal, y la sucesión de los Anzotiello, Chipeta,
Chinebral de Gamueta, Acherito, Petrachema y Mesa que rematamos en Anie y los
Organos de Camplong. Allá perdido en el horizonte norte destaca la negra e
inconfundible silueta del Caperán de Sesqués.
Puntal de Agüerri y Peña Forca desde Bisaurín.
Una mirada a Aguas Tuertas desde la Cima de Bisaurín.
Luego, nos
bajamos unos metros en la cara sur, salimos de la barahúnda y nos disponemos a
comer al sol relajadamente sobre unas calizas claras.
La Arista Oeste de Bisaurín y el Puntal de Agüerri.
Se
nos hace la una a pesar de que está entrando una fresca a la vez que
desagradable brisa del sur que nos enfría las manos.
Cima de Bisaurín en un día de lujo.
Alrededor
de la una volvemos a la cima, nos hacen una foto y nos vamos arista oeste
adelante iniciando el descenso por la vía normal con lo que cerraremos el
círculo.
La
verdad es que no recuerdo muy bien el camino de la vía normal y me sorprende un
tanto ya que no recordaba la consistencia de la pared que conduce al Collado
del Foratón. De cualquier manera no
tiene mucha más historia que sortear el chorro de gentes que sube al pico con
todas las que pueden y seguir una huella que transita la pared en dirección
sur, que por otra parte no ofrece dudas ya que el amplísimo Collado del Foratón
guía continuamente el descenso.
La Normal del Bisaurín desde el Collado del Foratón.
Bajamos
la pared nevada a la que se incorporan una multitud de caminillos sobre la
pedrera de la pared y tras quitarnos los crampones continuamos para abajo a
través de la incómoda pedrera. Tanto es así que terminamos buscando los
corredores de nieve residual para acercarnos al máximo al collado.
La Sureste del Puntal de Agüerri.
Puntal Alto del Foratón desde el collado del mismo nombre.
Alcanzado
el Collado del Foratón viramos al este-sudeste y nos vamos para abajo al
encuentro de la Plana
de Fetas estirando al máximo los neveros.
Collado del Foratón desde el Rellano de fetas.
Echamos
un buen trago de agua en la fuente abrevadero, contemplamos los apuros de un
grupo de esquiadores que ha subido al Puntal Alto del Foratón y está bajando
por la ladera nordeste y sin más historia nos llegamos al coche aparcado junto
al Refugio de Lizara cuando son las tres y media de la tarde.
Detalle de la Sierra de Maito.
Con
cierta tranquilidad mezclada con desgana echamos un trago, recogemos y tras
meternos en el coche nos vamos para debajo de vuelta. A las cinco estamos cada
mochuelo en su olivo y otro día más.
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