21 mar 2009

9-09. FOQUEANDO AL IBON DE COLL DE TORO. 21-3-2009.

En la Escaleta.

Barrera de la Pista de la Besurta, Hospital de Benasque, la Besurta, Forao de Aigualluts, y Barranco de la Escaleta
 
21-3-09.
 
Desnivel acumulado 600 m.
 
Distancia recorrida 18000 metros.
 
Tiempo efectivo 5:00 h.

Sol.

Fácil.

Eskís de Travesía.

Recorrido demasiado plano y bastante largo.

Agua en el Esera y  escorrentías laterales del norte hasta el Plan de Aiguallut.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
 
Mapa del Ibón de Coll de Toro procedente de Prames. Vía en amarillo.

            El Alto Valle del Esera es un valle amplio y fundamentalmente llano, ocupado por un praderío pirenaico de ensueño y rodeado a ambos lados por impresionantes paredones vestidos de majestuosos pinos negros.

            Se puede recorrer en cualquier estación del año y disfrutar de sus permanentes encantos. Lo saben los senderistas que visitan la Besurta, el Forau de Aiguallut o se acercan a los delicados ibones que se acurrucan en sus laderas y lo conocen los montañeros suban o no al Aneto. También lo recorren raquetistas y esquiadores. ¿Es más bonito cubierto de botón de oro o inmaculada nieve?

            Van a ser las nueve de la mañana del 21 de marzo de 2009 cuando llegamos al aparcamiento bajo el Plan de Hospital y nos encontramos con la barrera echada. Negociamos con el guarda que accede a realizar el porteo del material y volver para aparcar el coche.

            Queríamos llegar hasta el Albergue del Hospital de Benasque pero… Mientras Mi chica se queda preparando los bártulos yo bajo a aparcar y me subo al trote el kilómetro de carretera hasta el inicio de la pista de Esquí de Fondo a 1754 metros de altitud.

            Son las nueve y cuarto cuando emprendemos el foqueo de la pista valle adelante en medio de una mañana absolutamente espléndida. Progresamos en suave ascenso y en dirección este contemplando los restos del fatal alud de la cara sur del Salvaguardia y dejando que la vista se pose  sucesivamente sobre las conocidas cimas de la arista fronteriza. Enseguida aparecerán al sur las Tucas.
 
La Sur del Salvaguardia.

            Un espeso manto de nieve muy transformada recubre el fondo del valle y se eleva sobre ambas laderas cuanto la ley de la gravedad permite; una nieve que, a estas horas está bastante dura y permite el tránsito sobre ella sin necesidad de raquetas o esquís.

Tuca de Esera desde la Colladeta de los Aranesos.

            Enseguida alcanzamos la Colladeta de los Aranesos, el valle se ensancha y el Esera sestea describiendo indolentes meandros que comienzan a aflorar de entre la capa de nieve, estamos tocando la Primavera.

            Nosotros abandonamos la pista de esquí que se va a juguetear con el río y comenzamos a ganar altura por la ladera izquierda del valle. Lo hacemos un poco perdidos entre varias trazadas de eskís y terminamos sobre el cubierto lecho del Barranco de la Renclusa para dejar a nuestra izquierda las instalaciones de la Besurta y alcanzar tras un corto resalte la divisoria de caminos con cartel indicador prácticamente enterrado en la nieve: al sur las laderas que conducen a la Renclusa y al sureste nuestro camino.

 
            Tenemos por delante el resalte del Turó de la Renclusa, que bien recordamos, y siguiendo la huella lo ascendemos en compañía de una pareja de esquiadores. Hay mucha nieve y no supone problema para nosotros, lo que ya es decir.
 
Hacia el Barranco de la escaleta.

            De la parte alta del Turó sobre los 2020 metros de altitud  hay que bajar un poco para alcanzar el rellano al noroeste del Forau de Aiguallut pero nosotros preferimos progresar a media ladera por la parte izquierda del valle en suave descenso y avanzar con cierta economía de esfuerzo.
 
Forau de Aiguallut.

            Prácticamente de llano alcanzamos el Forau de Aiguallut, espectacular como siempre, lleno de nieve y con trazas menguadas de la corriente de agua camino de su destierro natural.

Cascada de Aigualluts.
 
            Hacemos algunas fotos y nos detenemos sobre unas piedras para comer un poco y curarnos algunas ampollas en los pies.
 
Valle de Barrancs.

            Sobre las doce menos cuarto reemprendemos camino orientados al sur-sudeste para recorrer el Plan de Aiguallut con parada previa en la cascada que baja bastante menguada y contemplar el Aneto con su glaciar que espléndidamente blanco baja a rellenar el Valle de Barrancs.
 
Glaciar del Aneto.

            Nosotros, al final del plan, tomamos en dirección este-sudeste el Valle de la Escaleta, que comienza con un estrecho corredor medianamente inclinado y perfectamente nevado que se continúa con un par de pequeños resaltes y que en conjunto nos permite subir alrededor de 100 metros de desnivel.
Subiendo por el Barranco de la Escaleta.

            Superado el tramo el valle se ensancha y se arrellana ampliamente debajo de los Ibones Inferiores de la Escaleta. Estamos sobre los 2175 metros de altitud y seguimos una huella que transita la parte norte del rellano a media ladera de la pared que conduce al acceso natural al Ibón de Coll de Toro, que no al desagüe ya que vierte sus aguas hacia el norte y no hacia el Valle de la Escaleta.

 
            Es la una y cuarto cuando nos quitamos los esquís y con los bastones nos vamos ascendiendo suavemente para alcanzar la base de la pared en las inmediaciones de una pequeña afloración rocosa. La nieve soleada está muy buena y dejamos aparcados los crampones y los piolets.
 
Arista de los Portillones.

            La pared tiene un corto tramo bastante erguido en el que la nieve está profundamente agrietada pero se asciende sin dificultad y nos permite colocarnos en un diminuto declive bajo la cornisa que el viento del norte ha originado sobre la nieve del collado de acceso.
 
Ibón de Coll de Toro.
 
Mulleres desde Coll de Toro.
 
            Superada la cornisa por su lugar más favorable alcanzamos el collado de acceso situado a 2236 metros de altitud y desde allí contemplamos a unos pocos metros y ligeramente por debajo de este nivel la plana e inmaculada superficie del Ibón de Coll de Toro, acunado por los oscuros paredones de la Peña Negra de Pomeró y del Mall de la Artiga. Es la una y media, una hora excelente para contemplar el casquete somital del Pico Mulleres, el Pico Barrancs, el Pico de Aiguallut, Aneto y Maladeta. Las elegantísimas Furcanadas se ven mejor desde abajo que desde aquí.
 
La Nordeste del Pico de Aigualluts.

La Este de la Maladeta.
 
            Nos damos la vuelta por donde hemos venido y alcanzado el lugar donde hemos dejado el material nos sentamos a comer.
 
 
La Rimalla bajo el Ibón de Coll de Toro.

            A las dos y cuarto, recogidas las pieles de foca y todo el material emprendemos un largo regreso, no en vano nos esperan alrededor de 9 kilómetros que no esperamos demasiado favorables.

            Los resaltes y el corredor se bajan decentemente pero el Plan de Aiguallut hay que remarlo en buena parte. Lo mismo sucederá con el tramo posterior al Forau de Aiguallut que transitamos por la orilla derecha del valle, para terminar remontando a pie unos metros sobre el Turó de la Renclusa y recuperar ya en descenso la bifurcación con el camino a la Renclusa.

            Enseguida llegamos remando de nuevo a la B esurta, cogemos agua en el barranco y echamos un trago con sed: ha sido un día de justicia.
 
De vuelta en Plan de Están.

            En el Plan d’Están toca de nuevo remar hasta que alcanzamos la parte alta de la Colladeta de los Aranesos. A partir de allí y en suave descenso por la pista nos llegamos  al Albergue del Hospital de Benasque. Van a ser las cinco de la tarde y hemos liquidado 600 metros de desnivel pero para ello habremos recorrido alrededor de 18 kilómetros.

            Y otra vez arrea en busca del coche para no tener que hacer con toda la carga el kilómetro de carretera hasta al aparcamiento. Bueno, el Ibón de Coll de Toro bien merece el esfuerzo de una visita en esta temporada.

 

   

 

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