Llano de
Tatxeras, Cabaña de Tatxeras, Cabaña Faxa Catalán, Pico Petraficha, Arista
Noroeste, Quimboa Alto, Collado de Quimboa, Quimboa Bajo, Cara Sur y camino
Barranco Petraficha.
11-6-11.
Salida 09 h. Llegada 17 h.
Sol.
Muy fácil.
Ascensión.
Mapa de Quimboas procedente de Prames. Vía en amarillo.
Hay que volver de cuando en cuando a los Valles Occidentales
Aragoneses es una cita, para nosotros, obligada.
No es el mejor momento dice mi chica pero yo no le creo. Es
difícil encontrar momentos malos para ir al monte.
No madrugamos gran cosa puesto que hemos estado de cena; además
empleamos hora y media en la carretera entre Sabi y el Rellano de Tatxeras, el
tramo final de pista está muy bueno, así como la carretera entre Ansó y Zuriza
y el paso entre Hecho y Ansó. Son las nueve de la mañana cuando aparcamos la
furgo a 1275 metros de altitud y nos ponemos en marcha abreviando.
Tomamos el camino que en dirección este y en suave ascenso se marcha pradera arriba
por la orilla derecha del Barranco de Petraficha orientados por la arruinada
Cabaña de Tatxeras perfilada entre el verde de la primaveral pradera alpina y
el difuminado azul del cielo al contraluz de la mañana.
Recordamos vagamente el valle que recorriéramos años atrás en una
tarde de travesía entre el Ibón de Ezcaurre y la vertiente este del Collado de
Petraficha y en el que la subida por el barranco se nos hiciera absolutamente
eterna.
El camino, muy mal balizado de rojo y blanco pues las señales
están prácticamente borradas en medio de un sinfín de caminillos que recorren
el valle en cualquier dirección, abandona la pradera y se introduce en el pinar
tras desechar la idea de bajarnos al encuentro del barranco y proseguir por el
camino que transita su orilla izquierda.
Poco después perderemos las balizas que no buscamos y siguiendo un
caminillo que transita un barranco secundario alcanzaremos la Cabaña de la Faxa
Catalán situada alrededor de los 1800 metros de altitud, lugar en el que
desaparece camino alguno que nos permita avanzar hacia nuestro objetivo
claramente situado al este.
El bosque ha desaparecido y progresar por la pradera alpina de la
orilla derecha del Barranco Petraficha es fácil al cálido sol de la mañana.
Ganamos altura hasta que el Collado de Petraficha desaparece
cubierto por la Arista Oeste-sudoeste del pico del mismo nombre. Ya hemos
decidido no alcanzar el collado puesto que recordamos un potente resalte en la
arista que habría que faldear por el oeste y consecuentemente proseguimos en
suave ascenso y en dirección este-nordeste aprovechando la facilidad que
propicia la amplitud de la ladera.
Paramos a echar un bocado puesto que hemos desayunado poco y
deprisa y lo hacemos contemplando los Murallones de Alano. Nuestra vista se va
de diente en diente en suave ascenso hasta culminar en el Rincón de Alano que
nos ha de esperar hasta mañana.
En Petraficha.
Poco más arriba hemos de faldear un naciente barranquillo
subsidiario del principal. Lo haremos, mi chica por encima de la cabecera
transitando la parte superior de las paredes de cierre y yo justamente por
debajo de los mismos. Coincidiremos en la ladera somital cubierta de verdura y
ya suavemente alcanzamos la Cima del Pico Petraficha situado a 2149 metros de
altitud. Son las doce menos cuarto de la mañana.
A la apacible cima se asoman de golpe el Valle de Oza. Allí abajo
está la Mina, Guarrinza, Aguas Tuertas, la Arista de Aillari a Acue, El
Castillo de Acher y Chipeta Alto de una tacada al sur. Enseguida la vista se
marcha más al norte en busca del sosegado remanso del Ibón de Acherito
custodiado por las nieblas que coronan el Larraille y la Peña del Ibón de
gratos recuerdos. Más allá con dificultad se distingue el Billare y el Dec de
Lhurs y sumidos en las nieblas la Mesa y las Agujas de Ansabere. Y emergiendo
de las mismas el Conglomerado de Anzotiello, la Gorreta y el Mallo de Acherito.
Mallo de Acherito.
En la cima corre una tenue brisa que no tiene nada de agradable
por lo que nos ponemos en marcha en dirección noroeste. Un suave resalte nos
permite progresar en suave ascenso y alcanzar la una de las cimas de Quimboa
Alto, la más oriental y creo de menor altitud.
Se trata de una sucesión de lomas vestidas de verdura por la suave
ladera sudoeste y cortada por verticales paredes en la nordeste. Se trata de un
ventilado lugar que nos invita a abrigarnos un poco.
Abandonamos el pilote de piedras y nos vamos suavemente para
abajo. Unos metros más adelante alcanzamos un amplio collado y charlamos con
una pareja de Huesca que hace la cresta en sentido contrario.
Desde el collado un suave ascenso nos conduce a una segunda cima
desde la que localizamos el paso de Anzotiello que uno de los pasos que comunica
Oza con Zuriza y con detalle la Este de
Anzotiello.
Ibón de Acherito.
De nuevo bajamos ligeramente y tras un suave collado ascendemos
una nueva loma que nos deposita en la última punta de Quimboa Alto, que creo
que es la más alta y acotada a 2196 metros de altitud, aunque el altímetro no
lo refleje con exactitud.
Petraficha, Cúpula de Secús, Bisaurín...
Va a ser la una del mediodía cuando proseguimos hacia el oeste
loma adelante comprobando que se hace
ligeramente pedregosa y que desciende suavemente.
Quimboa Alto y Petraficha desde el oeste.
Unos cientos de metros más adelante abandonamos la cabecera de la
sierra en dirección sudoeste con el objetivo de alcanzar el amplísimo Collado
de los Quimboas una enorme majada bastante plana y recorrida por el nacimiento
de un pequeño barranco que se ha de incorporar al Barranco Gamueta.
Collado de Anzotiello.
Salidos del pedregal y alcanzados los retazos más altos de pradera
alpina buscamos un escalón rocoso que nos cubra de la brisa que viene del oeste
y nos sentamos a comer. Va a ser la una y media.
Comemos tranquilamente pues nos lo tomamos con calma y
aprovechando el agradable solecillo que
nos propicia un ratillo agradable mi chica se solea un rato
mientras que yo echaré una deliciosa
siesta montañera.
Alrededor de las tres de la tarde reanudamos la marcha bajando en
dirección sudoeste hasta la parte baja de la planicie situada sobre los 1950
metros de altitud.
Quimboa Bajo.
Tenemos ante nosotros la cara nordeste del Quimboa Bajo que es un cono alargado y bastante pelado de
vegetación donde lucen las calizas grises en contraposición con el verde de la
pradera.
En el Collado Quimboa.
Androsaceas alpinas en Quimboa Bajo.
Un poco más de una centena de metros de desnivel nos separan de la
punta más oriental a la que subiremos directamente sin necesidad de tomar un
ascenso un poco más suave y lleno de verdura que se encarama hasta la zona más
oeste.
Anzotiello subiendo a Quimboa Bajo.
El cresterío de la jornada.
Son las tres y media pasadas de la tarde cuando alcanzamos la
alargada cima de Quimboa Bajo. El cielo se cubre de neblina de poco desarrollo
que ni siquiera es una amenaza con estas temperaturas. No irá a más.
Avanzamos hacia el oeste por la loma y antes de alcanzar el
declive entre las dos puntas nos vamos pared abajo.
Se trata de un paretazo de calizas grises muy escalonado y
articulado de viras rellenas de basura en el que es fácil encontrar camino de
descenso siempre en travesía hacia el oeste que es el lugar en el que la
pradera se refalda más. Terminaremos bajando en diagonal alrededor de 50 metros
de desnivel.
Fuera de la pared una ladera bastante inclinada y que conforma un
recién nacido barranco formado por dos ramas de agua nos ofrece alternativas
suficientes para ir bajando con absoluta comodidad.
En la confluencia de los barranquillas echamos un trago de agua
y por su orilla derecha proseguimos para
abajo en dirección sur, el fondo del valle queda muy abajo.
Giramos un tanto al sudoeste para salirnos de unos escarpes un
tanto inclinados y bastante vestidos con
lo que iniciamos una travesía en descenso entrando en un bosque mixto en el que
rivalizan pinos y enebros.
No encontramos trazas de camino fuera de algunos pequeños tramos
de sendas de animales pero bajamos sabedores de alcanzar el camino que hemos
utilizado a la mañana.
Finalmente, como cabía dentro de las posibilidades, cuando ya avistamos el camino buscado, nos
cierra el paso una zona de bosque mixto bastante inclinada y muy cerrada en la
que tendremos que pelear jabalineando entre los enebros.
Alcanzado el camino enseguida nos lleva al barranquillo lateral en
el que localizamos las balizas del GR. y unos metros más abajo la divisoria de
caminos y el lugar por el que nos podríamos haber incorporado al camino bajo.
Salimos enseguida del bosque y alcanzamos la Cabaña de Tatxeras.
Un cuarto de hora después estamos en la furgo. Son las cinco de la tarde, hemos
liquidado una jornada con 1100 metros de desnivel y disponemos de una enorme
tarde para pegarnos un remojón en el barranco, telefonear a nuestra hija y
esperar al día siguiente. Nos espera la Sierra de Alano.
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