Tortiellas desde Canfranc Estación.
Canfranc Estación, Olla de
Estiviellas, Paso del Sarrio y Arista Sur. Descenso por Arista oeste, Gruta de
Lecherines, Lechería Bajo, Gabardito y Canfranc Viejo.
19-6-11.
Salida 9 h. Llegada 17 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Mapa de Tortiellas procedente de Prames. Vía en amarillo.
Hace
ya algunos años que hiciéramos Punta del Aguila. Dirigía las operaciones Miguel
Lanaspa y el proyecto consistía en subir por la arista norte a Tortiellas. Una
llamada telefónica abortó el proyecto aquel día. Años después, en el 2008
volveríamos para hacer la Cuca
y se aparcó en nuestra mente el Paso del Sarrio. Queríamos conocer el paso y
queríamos alcanzar Tortiellas por el norte ya que por el sur habíamos estado
alguna que otra vez.
Con
el tema de la
Quebrantahuesos nos acostamos tarde y claro el 19 de Junio de
2011 no madrugamos gran cosa; así que, tras renunciar a otros proyectos para el
día, es las nueve y media de la mañana cuando aparcamos a la salida de Canfranc
Estación en el aparcamiento de la
entrada del Túnel Ferroviario a 1180 metros de altitud.
Una
red de senderos perfectamente indicados recorre la ladera oeste del Valle de
Canfranc, también la este. Se trata de los viejos caminos de servicio que se
establecieran al objeto de facilitar la ciclópea obra de las defensas del valle
contra la nieve. Tomamos el camino que conduce a la Olla de Estiviella y que mediante suavísimas lazadas, que se
hacen interminables de puro llanas, se orienta hacia el este.
Enseguida
he de bajar pues creo, como así será, que he dejado las luces de la furgo
encendidas. Así que bajo al trote, vuelvo a buen paso y entro en calores sin
remisión en una mañana estupenda en la que no hay ni el más mínimo rastro del
viento del oeste de ayer.
El
camino transita un bosque muy mixto en el que abundan desde el haya hasta el
arce pasando por toda suerte de caducifolias y cómo no el pino silvestre además
de otras lindezas de repoblación incluidos los alerces que me pintan una
sonrisa en los labios y me llenan de cosquilleantes y entrañables recuerdos
alpinos.
Poco
a poco, el camino se introduce en el Barranco de Estiviellas y tras enseñarnos
un par de suntuosos diques nos muestra
la ciclópea cascada de la Olla
de Estiviellas sobre los 1500
metros de altitud.
Hay
que salir de la misma y de ello se encarga el camino que se separa del barranco
hacia el norte y mediante lazadas desarrolladas en terreno algo más árido
alcanza la cabecera de la olla y de nuevo vuelve al barranco sobre los 1600 metros de altitud.
Olla de Estiviellas.
Tenemos
la opción de proseguir camino arriba en dirección noroeste que nos conduciría a
la Cuca y de
allí faldear horizontalmente el Borreguil de la Cuca o
poner directamente rumbo al Paso del Sarrio y amén.
La
decisión está tomada de antemano: llegados al barranco, cogemos agua y nos
vamos de frente para arriba por la orilla izquierda del mismo. Hay un poco
marcado caminillo que nos indica que no hemos sido los únicos que hemos tomado
esta opción.
Ascendemos
en dirección sur una medianamente inclinada ladera cubierta de verdura espesa
nacida al amor de los muretes de piedra practicados para abancalar la ladera.
En ellos se ha detenido la tierra y el agua ha hecho el resto. El avance no es
demasiado agradable ya que bajo la hierba el irregular firme no lo pone siempre
cómodo pero subimos a buen ritmo y alcanzamos la Fuente del Centenario en la
que coincidimos con un montañero local que ha subido a almorzar.
Estamos
a 1800 metros
de altitud y la ladera se empina ligeramente para conducirnos a la zona en la que hay instalados dos
potentes muros de contención que atravesamos guiados por balizas amarillas y blancas.
Las paredes de Tortiellas están sobre nuestras cabezas.
Todavía
ascenderemos un poco más hasta alcanzar una zona en la que las defensas son
metálicas y están a medio instalar a juzgar por lo que vemos, pero ya estamos
próximos al paso y unas preciosas placas calizas verticales nos indican que
hemos de derivar un tanto al sur.
Los cuatro collados del paso del Sarrio.
Son
las once de la mañana cuando alcanzamos el Paso del Sarrio situado a 2030 metros de altitud.
Bueno, no sé si es el Paso del Sarrio, pero para empezar no es un collado sino
un hombro en la arista que en dirección este nordeste limita el Borreguil de la
Cuca. Allí hay una vieja cabaña de piedra,
perfectamente colocada pero destrozada sin oficio ni beneficio. Unos metros más
abajo está una especie de antena sobre casetón metálico que es lo que se contemplaba
desde el barranco.
Delante
de nosotros al este tenemos un profundísimo barranco que se pierde en la Presa de Ip y al noroeste un
paretazo acongojante. La conclusión es evidente hay que echar la vista al sur
aunque no tenga ninguna buena pinta.
A
primera vista te dices que por allí no puede ser pues al menos las cabeceras de
dos o tres barrancos cortan el paso.
Pero enseguida recuerdas que estás en un camino balizado y… por allí hay una
baliza un tanto deteriorada.
Habrá
algún corredor oculto por el que el camino gire y ascienda hasta la arista…
pero no. Un caminillo cruza una rampa de verdura, atraviesa en suave descenso
un primer corredor y alcanza una pequeña brecha sobre un pilar asentado en el
barranco principal.
La
brecha también cubierta de verdura nos enseña otro nuevo corredor, más amplio e
igualmente escabroso al que hay que bajar en suave descenso, atravesarlo y
ascender un vertical y estrecho corredor
lateral relleno de verdura. No tiene buena pinta pero hacia abajo nos
vamos.
Realizado
el cuidadoso descenso y la travesía del
corredor advertimos que las balizas transitan fácilmente por la orilla
izquierda del corredor lateral y que para nada hemos de tocar la verdura.
Alcanzamos
una segunda brecha, también cubierta de verdura desde la que contemplamos un subsiguiente corredor con una ladera de salida rellena de calizas
claras que todavía no es el final ya que tenemos horizonte posterior más atrás.
Descendemos
ligeramente, atravesamos un nuevo corredor y siguiendo algunas desperdigadas
balizas superamos la cascajosa ladera, siempre buscando los tramos más cómodos
ya que es amplia y se puede elegir.
Desde
el lugar de la rampa al que hemos llegado, esta se prolonga muy inclinada y en
dirección noroeste encumbrándose hasta la arista pero estamos dispuestos a
recorres el Paso del Sarrio por donde es debido y sin variantes.
Ascenderemos
a media ladera una rampa mixta que se
aproxima a la arista y nos deposita en la brecha en la que termina el Paso del Sarrio.
Estamos
a 2150 metros
de altitud y en la cabecera del corredor que siempre dejamos a nuestra derecha
en el último resalte, cuando subimos a la Gruta Helada de Lecherines. Al
frente tenemos la majada de Lechería Bajo y la Madalena cerrando el
horizonte. Más al oeste el Refugio Lopez Huici en la Majada de Lecherín Alto,
los Mallos de Lecherines y el Pico Lecherines.
Todo
cuadrado ya, no queda más que tomar la arista en dirección noroeste y esquivando
las defensas artificiales que pueblan toda la arista de Peña Blanca irnos para
arriba tranquilamente tratando de aprovechar la tenue brisa que quiere empezar
a mover. Van a ser las doce.
La
arista es fácil y todavía más si transitas la vertiente oeste por las
inmediaciones de la misma. Esta conformada por un primer promontorio de calizas
claras y me surge la duda de si se trata de Peña Blanca o Peña Blanca es la
cota que se encuentra inmediatamente al sur de la brecha por la que hemos
pasado.
La Sudeste de Tortiellas.
Tras
un imperceptible descenso de nuevo afrontamos el ascenso de un siguiente
resalte ya algo más consistente y en el que, a toda cresta, hay que apoyar
alguna mano.
Desde
la cresta contemplamos sucesivamente tres promontorios que se van elevando poco a poco uno tras otro
pero no vamos a seguir la creta sino que vamos a emprender una travesía
rectilínea que nos permitirá ascender suavemente aunque haya que atravesar por
medio la enorme placa de calizas ocres que cubre la ladera oeste de la Antecima Este de Tortiellas,
tan característica y tan visible desde el sur.
La
placa que es muy lisa, está bastante cuarteada aunque no sea necesario ya que
es poco inclinada y las calizas ocres son extraordinariamente adherentes, el
tránsito resulta absolutamente cómodo.
En la Cima de Tortiellas con los mallos de Lecherines y Lecherines.
Salidos
de la placa solamente hay que proseguir en suave ascenso a través de la pradera
alpina y alcanzar la cima de la Punta
Tortiellas situada a 2364 metros de altitud.
Son las doce y media de la mañana.
Atrás la Moleta.
Desde
la amplia cima cubierta de verdura se domina
al este el Borreguil de la
Cuca , la Cuca
y todo el Rellano de Tortiellas; detrás el Tobazo, Midí, Anayet y más atrás el
Pirineo Axial desde el Anie por ejemplo hasta Panticosa. Al sur la Moleta encantadora y
solitaria, “soleta”, el Circo de Ip y Collarada dan paso al la Depresión Interior
vigilada por Oroel. Al oeste toda la zona de Lecherines, Mallos y Pico y el
Sombrero que se asoma en la cabeza. Comemos delicioso paisaje conocido al sol
de la mañana que seca nuestras sudadas espaldas. De postre le damos un bocado
al Caperan de Sesques y a la Cresta de Arrious, el
Lurien es mucho tomate.
Mallos de Lecherines.
Pasadas
la una nos vamos hacia el oeste con la
intención de llegarnos hasta la
Punta de la
Garganta de Borau y bajarnos por Tortiellas en circular.
Aparece
el potente paredón de la misma que creía recordar y como no estamos por la
labor de perder muchos metros para volverlos a recuperar de inmediato,
cambiamos el chip y nos vamos para abajo en busca del Barranco Aguaré,
saldremos por Canfranc Viejo y… de paso recorreremos un camino que solamente
conocemos en invierno.
Hacia la Cueva de Lecherines.
Tomamos
la amplia arista sur con dirección al Gendarme de Lecherines y nos vamos
tranquilamente para abajo por la cómoda pradera alpina hasta el Cuello del
Gendarme. Allí abandonamos la arista, nos orientamos al sudoeste y nos
introducimos en el vallecillo en el que se encuentra la Gruta Helada de Lecherines.
Localizamos
flor de nieve de la temporada a medio madurar y tranquilamente nos llegamos a
la boca de la gruta en la que hay un par de franceses.
Son
las dos de la tarde, estamos a 2050 metros de altitud y el hielo interior ha
desaparecido prácticamente con la excepción de la base de la columna de la parte oeste. Hacemos una foto en el
nevero de entrada, todavía persistente y nos vamos en busca del corredor de
descenso.
Hemos
de recorrer la irregular cubeta mezcla de afloraciones calizas y retazos de
fresca pradera alpina que nosotros conocemos muy alisado y relleno de nieve.
Ya
en el corredor bajamos el primer resalte por un caminillo marcado en la pedriza
de calizas claras hasta que, bajo el mismo contemplamos el corredor que
orientado al norte conduce a la brecha en la que finaliza el Paso del Sarrio,
lugar por el que hemos pasado antes.
Luego
proseguimos para abajo por un corredor mucho más angosto e irregular que en
invierno hasta alcanzar el punto donde se amplía y en consistente descenso se
incorpora directamente a la
Majada de Lechería Bajo.
Atravesamos
la majada en dirección sudoeste y nos acercamos
a las Cabañas de Lecherín Bajo ya que son dos. Estamos sobre los 1700 metros de altitud.
Allí
encontramos a una pareja de montañeros que yo había localizado en Punta
Tortiellas mientras subíamos la arista. Charlamos un rato y nos vamos para
abajo cuando son las tres de la tarde.
Llevamos
ritmos similares y enseguida nos juntamos, pues nos detenemos a coger unos
suillus, algunos de los cuales ya empiezan a pasarse.
Reanudamos
la conversación y ya, juntos nos vamos para abajo siguiendo las balizas
rojiblancas que hemos tomado en la Majada
Baja.
Lilium en el Aguaré.
Hemos
bajado la parte alta del pinar por la orilla derecha del Barranco Aguaré,
también puede hacerse por la izquierda y al llegar a Gabardito optamos por
tomar el camino bajo que es más directo que el que pasa por la Cabaña de Gabardito.
En Gabardito.
Tras
contemplar la preciosa imagen del Circo de Ip desde la majada alcanzamos la
pista que sube desde Villanúa, cosa que
nos confirman nuestros compañeros que parecen buenos conocedores de la zona.
Agradecen
nuestros pies el paso sobre la superficie uniforme de la pista y nosotros la sombra que el pinar nos
propicia pues el día está resultando extraordinariamente caluroso. Echamos un
trago en la fuente de la pista y vamos tomando algún que otro atajo a la misma
como procedimiento para abreviar el descenso.
Poco
después entramos al Barranco de los Meses. Pasamos sin detenernos por la
discreta Fuente de la Paja
situada en la pared de la orilla derecha del barranco y tomando algún atajo de
un camino que a pesar de la inclinación del mismo tiene una progresión muy suave.
Ya
bastante abajo pasamos junto a la zona de escalada y pasamos el barranco por un
puente de obra. Luego por su orilla izquierda terminamos descendiendo el
barranco y alcanzamos la carretera frente a las ruinas de la Iglesia de Canfranc Viejo.
En
el aparcamiento próximo nos despedimos, no sin desechar el ofrecimiento de
nuestros compañeros para acercarnos hasta Canfranc Estación. Son las cuatro
pasadas.
Estamos
a 1050 metros
de altitud la parte alta del pueblo, mi chica se queda con las mochilas mientras
yo me voy carretera arriba con un solazo de la leche y un repechón
considerable. Son cuatro pesadísimos kilómetros al tórrido sol de la tarde,
pues además hay que pasar de punta a punta Canfranc Estación que es un
pueblucho por definición muy largo, más ahora con la zona de la boca del Túnel
Carretero.
A
las cinco de la tarde llego al coche, finiquito los alrededor de 1350 metros de altitud.
¡Que bien se está en la furgo a pesar de que está calentita!
Luego
recojo a mi chica y nos vamos para casa. La ducha vendrá hoy mejor que nunca
pues los pies se quejan descaradamente.
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