Ferrata de Santa Elena desde la carretera.
Aparcamiento de Santa Elena, Ferrata de Santa Elena, Ermita de Santa Elena, Camino a Polituara, Puente Tibetano del
Gállego y Polituara. Vuelta por la Orilla Derecha del Gállego.
09-07-2014.
Desnivel acumulado 350 m.
Distancia recorrida 5000 metros.
Tiempo efectivo 02:00 h.
Sol.
Muy fácil.
La vía ferrata es muy fácil, la
consideran adecuada como iniciación, es corta e incluso acogedora ya que los
resaltes están escalonados. El resto de la actividad nada tiene que ver con la
misma y resultó un incierto rato de senderismo poco agradable en los tramos
fuera de camino.
Agua en la Ermita de Santa Elena.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Santa Elena procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Decían
hace unos años que habían hecho una ferrata en Santa Elena. Nosotros no somos
de ferratas pero, unos años después vamos a conocerla y al paso los alrededores
pues suele suceder que lo que está demasiado a mano se queda por conocer.
Croquis de la ferrata.
Es
9 de Julio de 2014 y alrededor de las tres de la tarde estamos aparcando junto
al puente sobre el Gállego en Santa Elena. Un tramo de carretera asfaltada se
va hacia la Selva de Lasieso y el dolmen y el otro que inicia el ascenso hacia
el Fuerte y la Ermita de Santa Elena, tras la primera revuelta tiene un pequeño
aparcamiento que permite dejar el coche ya que una barrera impide la
continuación por la pista. Desde el aparcamiento parte el PR 78 que pasa por el
inicio de la ferrata. Estaremos sobre los 1000 metros de altitud.
Muro de entrada que no hay forma de ponerlo de pie.
El
cartel anunciador de la ferrata indica que se trata de una ferrata fácil con
una longitud de 200 metros y un desnivel de alrededor de 120 metros y así será.
Entrando a la ferrata.
La
entrada es un muro corto y bastante vertical de alrededor de 10 metros que cuenta con una sucesión continua de
grapas próximas y línea de vida que se sube con toda comodidad. El material
está en muy buen estado y, como comprobaremos así será a lo largo de toda la
vía.
Tercer resalte.
Contraluz con corona de rey algo pasada en el tercer resalte
Descansillo bajo el Cuarto Resalte.
En el Quinto Resalte.
Tras
un pequeño descansillo un segundo muro similar al anterior permite alcanzar
otro rellano junto a unas estructuras de mampostería pertenecientes al conjunto
del Fuerte de Santa Elena para elevarse sobre las mismas y acometer, tras un
corto tramo de andar un tercer muro, que arranca junto a una pilona de la luz,
que extraploma un poco en el centro y
que se asciende sin ninguna dificultad más que alguna racha de viento que
molesta más que otra cosa.
Iniciando el Resalte de Salida.
Hay que decir que la caliza es
extraordinaria y en las salidas de los muros ofrece apoyos de gran calidad que
ayudan mentalmente en la progresión.
En el Ultimo Resalte.
Un
rellano entre bloques y vegetación propia de la zona con robles y bojes de poco
porte nos conduce a un subsiguiente muro estructurado en dos tramos sucesivos y
en el que algunas rachas de viento hacen arrepentirse a mi chica de no haberse
colocado el arnés.
Finalizando la ferrata.
El
siguiente tramo y último tiene dos partes. La inferior es una rampa
inclinada terrosa y descompuesta que
avanza en mediano ascenso entre la vegetación corta de la pared que conduce al
muro de salida. Por encima un muro de
alrededor de 25 metros verticales nos deposita en el rellano bajo el Fuerte de
Santa Elena, veinte minutos después del comienzo de la ferrata que para
nosotros ha resultado muy fácil sin precisar en ningún momento material específico
aunque recomendaría su empleo.
Ermita de Santa Elena.
La
pista que llega por el este se convierte en un caminillo que pasa un
estrangulamiento calizo y que en dirección norte nos conduce a la explanada de
la Ermita de Santa Elena que fotografiamos.
Se
puede bajar al Mirador de la cascada que conocemos pero nosotros preferimos
proseguir el camino que continúa junto a la ermita hasta alcanzar la Casa de
los cofrades y todavía prosigue al norte.
Enseguida
se bifurca sin balizamientos y proseguimos por la rama horizontal, La otra
inicia un ascenso.
Pretendemos
alcanzar el camino que marcha a Polituara y a Hoz de Jaca por la Orilla
Izquierda del Gállego y por ello proseguimos por el dudoso camino que enseguida
se borra prácticamente e inicia un fuerte descenso acorde con nuestros
propósitos.
El
descenso es medianamente cómodo, nos aproxima al río pero termina en un tramo
tan vertical y desamparado que nos invita a darnos la vuelta.
El
ascenso es un poco más incómodo,
perdemos el inexistente camino y damos algunas vueltas hasta retomarlo
horizontal para volver a la ermita y a
la pista. Ha sido media hora entretenida.
Ultimo tramo que ataja a la pista.
En
el inicio de la pista tomamos un mal camino que ataja sucesivamente las vueltas
una tras otra y que nos deposita, bastante escabroso, en la barrera de la
misma. Son las cuatro de la tarde.
Allí
tomamos el PR 78. y tras pasar de nuevo por el inicio de la ferrata
proseguimos adelante.
El
camino que prosigue invariablemente por la orilla izquierda del río recorre
diversos emplazamientos de la Línea P, una serie de asentamientos defensivos
organizados en la última guerra civil. Transita bastante llano, limpio y sombreado
al amor del bosque mixto de rivera establecido en el que abundan bojes, pinos,
abedules y álamos temblones, también y ocasionalmente abetos y hayas.
Llegando a la Surgencia de Santa Elena.
Pasamos
un tramo húmedo bajo la Cascada de la Gloriosa y poco después un puentecillo
metálico permite cruzar el caudaloso cauce la Surgencia de Santa Elena que baja
tumultuosa a engrosar el Gállego tras un recorrido no mayor de 200 metros.
La Surgencia de Santa Elena.
El
camino prosigue balizado hasta las inmediaciones del Puente Tibetano del
Gállego que permite cruzar el río aprovechando un estrangulamiento del mismo
300 metros antes de Polituara.
El bosque de la orilla del Gallego.
Haya en el Camino a Hioz de Jaca.
Nosotros
proseguimos el camino que abandona la orilla encumbrándose en el monte hasta
alcanzar una preciosa y venerable haya. Pretendemos alcanzar la base de la Presa de Bubal y
viendo que el camino ha tomado ya la altura de la parte superior de la pared y
creyendo que se marchará directamente a Hoz de Jaca, nos damos la vuelta.
El Gállego.
En
el inicio del ascenso, otra rama de camino proseguía horizontal y la seguimos.
Muy cerca del cauce se borra prácticamente enseguida y muere ya por encima de
los prados bajos de Polituara.
Puente Tibetano del Gállego.
De
nuevo tenemos que darnos la vuelta hasta el puente tibetano que pasamos
haciendo un poco el pavo como es de rigor, comprobamos que tiene una sirga
cortada y tras alcanzar la Vieja carretera de Polituara nos acercamos al
pueblo.
Lo
haremos por la pista que nos conduce a los prados bajos y, a través de ellos, al derruido Caserío de Polituara en el
que apenas quedan medio en pie cuatro casas.
Han
estrado las máquinas, han arrellanado escombros, han limpiado vegetación que se
comía los alrededores del pueblo y hay un huerto plantado con unas patatas de
muy buena pinta.
Hemos
perdido el interés por la Presa de Bubal, en otra ocasión volveremos, y
consecuentemente nos damos la vuelta por la vieja carretera hasta la actual.
Erosión fluvial del Gállego en Santa Elena.
Hay
que caminar alrededor de un kilómetro por el arcén de la carretera que tiene un
par de escapatorias, una de ellas el área de cadenas, tras lo que alcanzamos el
aparcamiento donde hemos dejado el coche tras fotografiar frontalmente la
ferrata. Son las cinco y media de la tarde cuando finalizamos una circular
llena de rehúses en la que el desnivel acumulado no habrá superado los 350
metros.
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