Aguja de Arnales entre el Collado y la Brecha del mismo nombre.
Balneario
de Panticosa, Cuesta del Fraile, Brecha de Bachimaña, Ibonciecho Azul, Cara
Norte, Arista de Arnales, Aguja de Arnales, Arnales, Arnales Sur, Cara Oeste,
Collado de Saretas, Ibones de Arnales y
Mallatas Alta y Baja de Argualas.
19-10-2014.
Salida 08
h. Llegada 17
h.
Sol.
Bastante
Fácil.
Juan
Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de la Aguja de Arnales procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
En
Arnales habíamos estado allá por Agosto del 90, fue con nuestra hija Biola,
tenía 7 años y lo hicimos de vuelta de los Infiernos para continuar nuestra
tradición tresmilista veraniega. También hicimos el Pico de Pondiellos.
Nunca
volvimos a los Arnales y yo llevaba a vueltas por mi cabeza unir el circo de
Pondiellos-Arnales con el de los Infiernos ya que en repetidas visitas a la
zona había recorrido las Agujas de la Arista de Bachimaña y la Brecha de
Arnales que es uno de los pasos sencillos entre los Ibones de Arnales e
Infiernos o Azules. Lo que no tenía muy claro era el desmontarse de la Arista
de Arnales hacia los Ibones Azules, esas paredes metamórficas no me ofrecían
demasiada confianza pero Pirineodeluis me echa luz sobre mis dudas, gracias
Luis, no sabes con cuanta alegría recibí el mensaje de que se podía pasar por
donde yo pretendía.
Es
domingo 19 de Octubre de 2014, un día sensacional entre los mejores
anticiclónicos que imaginarse pueda, nos vamos al asunto tras charlar
brevemente con los de GMS que marchan a las Comas y Mondiniero. Son las siete y
media de la mañana.
A
las ocho y cuarto aparcamos junto al Ibón de los Baños de Panticosa a 1630
metros de altitud, e iniciamos la marcha hacia la Casa de Piedra para tomar el camino
que en dirección norte recorre el valle por el que baja el Caldarés de Baños,
más transitado si cabe desde que se abriera al público el Refugio de Bachimaña.
Tras el Rellano de Bozuelo aparece la Arista de Bachimaña.
Subimos
tranquilamente contemplando algunas de las cascadas que nos conocemos, atajamos
como casi siempre tras el Rellano de Bozuelo y volvemos de nuevo al barranco
bajo la Cuesta del Fraile que subimos siguiendo el camino y contemplando las
cascadas siempre atrayentes.
Cascadas y Cuesta del Fraile.
En
la última gran lazada donde el camino se arrellana hacia el Ibón Inferior de
Bachimaña abandonamos el camino y tomamos el amplio corredor herboso que se
orienta al oeste como continuación de la Cuesta del Fraile.
Inicio del Corredor a la Brecha de las Agujas de Bachimaña desde la Cuesta del Fraile.
Conocemos
el corredor desde que hicimos en descenso desde las Agujas de Bachimaña.
Tras
el primer resalte el corredor se allana en una majada que conecta con los
Ibones de Arnales. Es el lugar por el que transita una vía alternativa para
esquiadores en invierno ya que alcanzar los Ibones de Bachimaña por el
Camino del Caldarés es tarea demasiado complicada.
Bajo el Resalte Intermedio del corredor a la Brecha de las Agujas de Bachimaña.
Cruzamos
el caminillo que tiene citas pues es también utilizado en verano y proseguimos
corredor arriba transitando un segundo resalte lleno de pedrizas de gran tamaño
asentadas entre la Arista Sudeste de la Aguja Superior de Bachimaña y la Arista
de Bachimaña con las Agujas Inferiores.
Acónitos azules muy altos y bastante tarde.
Aprovechamos
asentamientos de pratenses que nos permiten una subida más cómoda por la orilla
izquierda del corredor y seguidamente nos introducimos en la pedrera para
afrontar el resalte superior orientados durante todo el corredor por una aguja
situada al este de la Brecha de Bachimaña que es nuestro objetivo.
Brecha de las Agujas de Bachimaña, paso hacia el Circo de los Azules.
El
corredor nos hace sentir los rigores del repecho pues no en vano tendrá por
encima de los 500 metros de desnivel con lo que alcanzamos la Brecha de
Bachimaña situada a 2666 metros de
altitud cuando son las diez y media: una hora hasta abandonar el camino y hora
y cuarto hasta aquí.
La
brecha es amplia, tiene un hito de piedras y una pared al oeste que hay que
bordear si se quiere ascender a la Aguja Superior de Bachimaña; hacia el este
una serie de gendarmes bastante
complicados conducen a las Agujas Inferiores y por delante tenemos un amplio
circo salpicado de neveros residuales que bajan desde la Brecha de Arnales a
verter sus aguas en el Ibonciecho Azul y posteriormente en el Azul Inferior.
Entrada al Circo de los Azules entre neveros residuales y el Ibonciecho Azul.
Hay
que descender en busca de un lugar
amable por el que abordar la Arista Norte de Arnales y para ello hay que cruzar
en descenso todo el circo para pasar todo lo más alto posible sobre el
Ibonciecho d Azul situado a 2450 metros de altitud.
Nuestro punto bajo descendiendo de la brecha de las Agujas de Bachimaña al fondo. A la derecha la Brecha de Arnales.
La
nieve está muy dura incluso la reciente sombreada todavía pero no ponemos los
crampones. Atravesamos con cuidado un par de neveros y liquidamos la ronda con
un descenso de alrededor de 150 metros de desnivel. Hemos pasado unos tramos de
granito pulido en el que hay que buscar camino sin dificultad y luego iniciar
el ascenso por una pedriza bastante estable en busca de un corredor herboso que
nos saque de este circo y nos deposite en la morrena que baja desde el Collado
de Arnales que hacia allí va nuestro rollo.
Remontando hacia la Morrena Norte de Arnales.
El
corredor pierde la hierba y se torna descompuesto por lo que proseguimos
ascendiendo un crestón de buena roca con bastantes escalones que nos deposita
en la cabecera del corredor, lugar en el que se amplía el horizonte al alcanzar
la morrena de un, prácticamente extinto, glaciar existente entre la Arista Norte de
Arnales y la Arista Sur del Infierno Oriental y del que queda un potente nevero
que avistaremos posteriormente.
En
la morrena que iniciamos hacia el oeste vamos girando paulatinamente para
terminar orientados al sur con lo que contorneamos la Arista Norte de Arnales
entrando al fondo del pequeño circo. Ascendemos continua y progresivamente
hasta que visualizamos el Arnales, el Collado de Arnales, la Aguja de Arnales y
el Infierno Este, y bajo los mismos un
potente nevero residual que hemos de atravesar para introducirnos en la pared
que nos permita acceder a la Cresta de Arnales.
Junto
a la nieve paramos a almorzar al sol y a contemplar nuestro futuro. Son las
once y cuarto y estaremos sobre los 2750 metros de altitud, mi altímetro está
de vacaciones.
Hay
una vía de libro perfectamente descrita por Luis e incluso localizamos la vía
de ascenso directo a los Picos del Infierno escamoteándose de la Brecha de
Arnales. Es un paretazo cochino de los que nos gustan a nosotros.
Visibles el Collado la Aguja y la Brecha Arnales además del Infierno Oriental.
Un
cuarto de hora después, continuamos al sur y para arriba, ganamos unos metros y
cruzamos el nevero aprovechando un estrangulamiento poco inclinado y estrecho
por debajo del paretazo de hielo que se encumbra bastante todavía. El sol
recién llegado permite hollar un poco la nieve reciente y nos apañamos sin crampones.
Salidos
del nevero progresamos en ascenso por su orilla norte transitando una zona de
bloques y placas pulidas de granito entre las que se avanza bastante bien.
Ganamos metros en una ladera que se yergue paulatinamente en busca de una pared de placas escalonadas
que nos obligara a emplear las manos y buscar pasos fáciles que no pasarán de
IIº.
La pared de granito pulido se pone poco a poco de pie.
El
granito pulido por el glaciar es muy liso pero ofrece sobradas presas para
progresar en medio de una pared amplia y que nos permite ganar alrededor de 100
metros.
La
pared se arrellana y se llena de basura mezclada con reducidas manchas de nieve
reciente. Es una rampa oscura y sombreada situada entre el Collado y la Brecha
de Arnales: en medio la Aguja de Arnales.
Tenemos
que poner en fuga a un desafiante rebeco no vaya a ser que se quede por arriba
y nos apedree y localizamos un corredor lóbrego y oscuro que desemboca en la
arista algo al este de la Brecha de Arnales. Pensamos que por allí pero no,
está vestido de placas lisas y con pequeñas presas e invertidas.
Corredor que conduce a la Arista de Arnales.
Un
poco más al este la ladera se incorpora a la pared y por allí nos vamos. Está
muy descompuesta pero creemos que nos dejará subir. La ladera se convierte en
corredor y un poco por el fondo y otro poco por su orilla izquierda que tiene
materiales un poco más estables ganamos altura y alcanzamos el sol en la Arista
de Arnales.
Llegando a la Aguja de Arnales.
Tomamos
la arista en ascenso y hacia el oeste, hay huellas de tránsito y enseguida
alcanzamos la Cima de la Aguja de Arnales situada a 3038 metros de altitud. Son
las doce y cuarto.
No
hay duda de donde nos encontramos pues nos damos de narices con la Brecha de
Arnales y sus cintajos para rapelar desde la Este del Infierno Oriental.
Cima de la Aguja de Arnales con el Infierno Oriental.
La
Aguja de Arnales es un tresmil “proscrito según dicen” cosa que a nosotros nos
importa un pito, así como las nuevas mediciones que descoronan al Pico Arnales
de la corte de los tresmiles. Nosotros no habíamos estado aquí y nos basta.
El
Infierno Oriental le hace demasiada sombra a esta aguja, no demasiado prominente
ni individualizada pero a la que le hemos realizado una subida postinera.
Hacemos fotos y una difícil foto automática de cima sin trípode y un cuarto de
hora después continuamos la cabalgada de la Arista de los Arnales.
Arnales y Arnales Sur desde las inmediaciones del Collado de Arnales.
La
Arista de descenso hasta el Collado de Arnales es fácil con una roca bastante
buena que permite buenos apoyos aunque hay que hacerlos con cierto cuidado ya
que si te descuidas te espabilan los líquenes. Se hace prácticamente a toda
cresta, nos pasa por la salida del corredor que hemos subido y tras un pequeño
faldeo por el sur nos deposita en el collado situado sobre los 2950 metros.
Cima de Arnales.
Un
tenue caminillo recorre las inmediaciones de la arista que continuamos hacia el
sureste y que con algún apoyo de manos puntual, se puede progresar un poco por
cualquier parte incluso a toda cresta, nos deposita en la Cima de Arnales a
3006 metros de altitud, actualmente 2998 metros pues se han debido de
desmoronar cuatro bolos. Es la una menos cuarto.
Durante
toda la arista nos hemos ido deleitando con un prestigioso paisaje a dos
vertientes. Por el norte y salidos de la mole de los Infiernos que ocupa el
oeste contemplamos Frondiellas,
Balaitus, Costerillou, Usell, Cristales, Cambales, Aragón, Faxas, Llena de
Cantal, Marmoleras, Piedrafita. Gaurier, Zarre, Marcadau, Paterneille, Ratillo,
Frontón de Bramatuero, Aratille y Neveras por cortar al este. Detrás aparecen
Gabizos, Midi de Bigorre, Neouvielle y Chabarrou. Y por delante los Circos del
Infierno, Bachimaña y Bramatuero salpicados de ibones conocidos.
Cambales, Aragón y las Faxas. Delante Gaurier.
El
este se inicia con Vignemale, Brazato, Bacias, Ordesa y Tendeñera y debajo la
Cubeta del Balneario los Ibones de Arnales y el Gállego lleno de neblinas.
Al
sur tenemos otro mundo que comienza con Pondiellos, la Aguja de Pondiellos
Garmo Negro, Algas y quiere asomarse Argualas. A sus pies la Cubeta Lacustre de
Pondiellos con sus indescriptibles ibones y el oeste con Bucuesa, Collarada,
Escarra, Ip, Aspe, Bisaurín y más oeste
inconcreto mientras lo permita el Infierno Central con gente.
Hacemos
fotos y luego proseguimos la arista hacia el sur pues queremos acercarnos a
Arnales Sur que tiene una buena pinta.
Cubeta Lacustre de Pondiellos desde la Cresta de Arnales.
La
primera parte de la arista se recorre por arriba con algún apoyo de manos luego
se afila, le aparecen algunos gendarmes y hay que faldearlos por el oeste
mediante una vira horizontal bastante larga que se corta y nos obliga a
remontar un trozo de pared bastante tiesa, pero enseguida aparece otra vira
inclinada que de manera fácil nos acerca a la cima a la que se llega con una
pequeña trepada fácil.
En la Cima de Arnales Sur.
Es
la una y cuarto. Estamos sobre los 2990 metros de altitud aunque ópticamente
parece que estamos por encima del Arnales.
En
la cima nos sentamos a comer mientras contemplamos un paisaje similar durante
el mediodía del que exprimimos algunos detalles más y nos entretenemos con las
evoluciones de un par de grupos que están enrollados en la Sur del Infierno
Oriental y que terminarán por volver a la cima
aunque se resisten bastante.
Preciosa imagen de Arnales Sur.
Se
nos hacen las dos en un tajo relajado pero todo tiene su fin e iniciamos el
retorno hacia el Arnales especulando en qué lugar abandonaremos la arista para
marchar al encuentro del Collado de Saretas.
A
media arista, un poco más al oeste del faldeo del casquete somital nos echamos
a la Suroeste de Arnales. Se trata de una pared metamórfica muy descompuesta y
recorrida por corredores llenos de basura pero perfectamente transitable.
Bajando la Pared Oeste de Arnales.
Desde
la pedrera de base que se alarga hasta los Ibones de Pondiellos observo el
descenso de mis socios y creo que es imposible identificar el descenso seguido.
Solamente diré que cambiamos dos o tres veces de corredor y que terminamos
bajando cada uno a su aire pues da lo mismo. Quizás lo más decente sea el
descenso de los crestones que separan los corredores ya que tienen los
materiales un poco más firmes.
En
la pedrera tomamos la senda que baja del Collado de Arnales y prácticamente de
llano alcanzamos el Collado de Saretas situado a 2830 metros de altitud. Son las dos y media
un poco pasadas.
Vamos
a visitar los Ibones de Arnales y para ello nos echamos corredor abajo un poco
por medio y en dirección sudeste. Alguna vez hemos alcanzado el collado por
este circo pero la verdad es que no recordamos nada, solamente me queda la
vaguísima idea de que ascendimos por la derecha orográfica del mismo, por la
izquierda está la aproximación a la Brecha de Arnales que esa si conocemos.
Vertiente Este del Collado de Saretas.
Bajo
el resalte superior la pared se arrellana ligeramente, encontramos un par de
hitos que perdemos inmediatamente y continuamos con el resalte que nos ha de
depositar en los ibones. Puestos a elegir nos vamos hacia un corredor en la
izquierda orográfica de la pared en la que hay un rebaño de nueve ovejas pero
el corredor nos da muy mala espina y retornamos al centro de la misma
cabalgando sobre las paredes que nos cortan el descenso.
Corredor utilizado para descender la Pared Intermedia bajo el Collado de Saretas.
Atravesamos
la cabecera de dos corredores de mal aspecto y encontramos un tercero, próximo
y a la orilla derecha de la pared que nos puede bajar muy abajo y por allí
descendemos.
Hemos bajado por el centro de la pared.
Un
tramo de corredor estrecho y fácil se continúa con una rampa inclinada que nos
deposita en una pared que descendemos próximos al corredor subsiguiente al que no entraremos pues no nos gusta,
terminando por destrepar la pared y alcanzar la pedriza de fondo por la que
llegaremos a los ibones.
Arnales Sur y Arnales desde el Ibón Grande de Arnales.
Hay
que rodear el Ibón Grande de Arnales por encima de las paredes de su orilla
oeste y alcanzar el rellano entre ibones que es la Majada de la Canal. Estamos
a 2300 metros de altitud y reconstruimos nuestro descenso además de recordar la
vía hacia la Brecha de Arnales en la que contemplamos su vira característica.
Mientras tanto, mi chica se marcha hasta el Ibón Pequeño de Arnales y se pega
un chapuzón: esta chica no tiene remedio. Cuando nos juntamos está más fresca
que una rosa. ¡Hay que joderse!: 19 de Octubre, 2300 metros de altitud y haciendo striptease en Saretas… se me ponen
los pelos como escarpias.
Ibón Pequeño de Arnales y Circo de Brazato.
Son
las cuatro de la tarde cuando tomamos el camino que conduce a la Majada Alta de
Argualas, haremos una pequeña excepción en el día, pues no conviene gastar
demasiado los caminos, no fuera a ser que no volvieran a hacerlos.
Las Majadas de Argualas y el Balneario de Panticosa.
En
la majada que alcanzamos enseguida, lo abandonamos de nuevo para recoger unos
pocos champiñones vinagreros que están muy tiernos. Hay otro que se lleva cada
boina…
Sin
prisa pero sin pausa volvemos al camino alcanzamos la Majada Baja y el camino
junto al barranco de Argualas. Entramos al pinar poblado de amanitas muscarias
preciosas. Hacía tiempos que no veía tantas juntas.
Son
las cinco de la tarde cuando llegamos al coche con ganas, el día ha sido una
pequeña soba a pesar de que no habremos movido más allá de 1650 metros de
desnivel. Posiblemente haya sido porque hemos tenido un día absolutamente
veraniego.
Terminaremos
en casa enfilando los champiñones con unas cervezas.
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