La Oeste de las Forcanadas, la imagen soñada.
Aparcamiento de la Besurta, Forau de
Aiguallut, Valle de la Escaleta, Collado Alfred, Collado Sur, Forcanada Sur,
Enforcadura y Forcanada Norte.
08-10-2014.
Salida 08 h. Llegada 17 h.
Sol.
Fácil.
Mapa de las Forcanadas procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Fue
allá por la prehistoria de nuestra vida montañera cuando quedáramos prendamos,
era la primera vez, al contemplar la espléndida imagen de aquellas dos cimas
gemelas perdidas en el horizonte este de las montañas de Benasque. Aquella
imagen desde el Valle de la Escaleta quedó grabada en el enorme lienzo de
nuestra mente con tinta indeleble y jamás volverías a pasar desapercibidas de
nuestra vista. Pero casualidades de la vida nunca habíamos ido a ellas por
razones tan simples como que tenían una pinta pavorosa por la cara que
conocíamos o que estaba muy lejos tanto si ibas por La Vall de Arán como si lo
hacías por la Escaleta.
De
ideas tan peregrinas más pronto o más tarde te desacoplas y llega el momento en
que te dices que de esta no pasa y hoy 8 de Octubre de 2014 madrugamos como en
nuestros mejores tiempos, a las seis nos metemos en la furgo y a las ocho y
cuarto estamos aparcando en la Besurta a 1900 metros de altitud.
El
día está previsto como muy bueno, la mañana es excelente pero quizás haya un
poco de viento en altitud cuando tomamos el transitadísimo camino que asciende
a la Renclusa para abandonarlo enseguida hacia el sudoeste en busca de
Aiguallut.
Entrando al Rellano de Aiguallut.
En
la pleta aparece a nuestros ojos la ansiada imagen de las Forcanadas allá donde
Cristo perdió las sandalias pero hoy no importa. Ligeros de equipaje entramos
en calor rápido, alcanzamos el Forao de Aiguallut y seguidamente transitamos el
rellano por la parte sur como queriendo atajar: vamos directos a la entrada del
Barranco de la Escaleta.
Hacia El Barranco de la Escaleta con el pico del mismo nombre por delante.
Hemos
contemplado la Cascada de Aiguallut, preciosa como siempre, el Valle de
Barrancs y su señor el Aneto vestido con un traje más blanco si cabe que otros
años y remontando entre los dos barrancos proseguimos al este para plantarnos en las inmediaciones del Ibón
de Coll de Toro cuando se cumple la primera hora de camino.
Hacia el Estrangulamiento del Barranco de la Escaleta.
Transitamos
el irregular rellano en busca del estrangulamiento del Barranco de la Escaleta
para entrar al mismo no por el fondo como siempre lo hemos hecho sino siguiendo
un transitado camino que se encumbra en la ladera izquierda del barranco para
depositarnos en el fondo junto al ibón más bajo. Claro, casi siempre hemos
subido con esquís o sin ellos, pisando nieve y con el barranco cubierto.
Forcanadas tras el Collado de los Aranesos.
Recorremos
el rellano y superamos el primer resalte al encuentro de un par de ibones que
dejamos a nuestra derecha mientras que el valle sigue girando al sur y el
camino se enfrenta a un segundo rellano un poco más consistente.
En el Valle de la Escaleta.
Dejando atrás un par de Ibones de los varios de la Escaleta.
Un resalte Intermedio en el Valle de la Escaleta.
Nosotros
seguimos los hitos pero se van demasiado al sur y terminamos en una travesía
pestosa que nos devuelve al centro del valle vestido de placas graníticas
perfectamente pulidas.
Cap de Horo y Mulleres desde debajo del Collado Alfred.
Poco
más arriba se perfila Mulleres y Cap de Horo, nosotros le cambiábamos Horo que
en Aranés hace referencia al oro por Toro, pero todavía no vemos el Collado
Alfred que es nuestro objetivo inmediato.
Continuamos
nuestra travesía en ascenso del valle, ahora en un rellano amplísimo en el que
coinciden tres pequeños valles: el que baja del Collado de Barrancs, el que baja
del Collado de Salenques y el que baja del Collado de Mulleres y vamos ganando
altura hacia el Collado Alfred que empieza a ser visible al contraluz del este
en medio de frecuentes embates del viento que sopla del sur y que resulta
bastante desagradable además de frescucho.
Forcanadas desde el Collado Alfred.
Se
nos hace largo alcanzar el collado pero finalmente lo hacemos un poco por donde
mejor nos viene ya que tiene diversos accesos sin que ninguno ofrezca
preferencias.
Pic de la Gerbosa y Estanis Altos de Horo.
Estamos
a 2875 metros de altitud, son las once y cuarto, se trata de un collado
dentellado desde el que contemplamos el Valle del Nere con los Estanis de Horo
y la Sur de las Forcanadas que aparecen algo distantes todavía pero no es eso
el único problema ya que hay que añadir una pérdida de altura de alrededor de
150 metros.
Tomamos
un corredor y nos vamos para abajo en dirección nordeste. Hay diversas
posibilidades para perder una cincuentena de metros, encontrar un lugar
abrigado y sentarnos a almorzar al sol.
Sobre
las once y media, no hemos perdido demasiado tiempo, continuamos el descenso
orientados hacia la base de unos espolones que descienden de la Este del Turo
de Tres Puntas, hay que pasar obligatoriamente bajo ellos.
El
descenso se hace tedioso al desarrollarse en medio de una serie de corredores
en medio de un caos de bloques entre los que anidan algunos neveros residuales
que faldeamos ya que tienen la nieve demasiado dura y estar algo inclinados.
Brecha Sur de las Forcanadas.
Luego
alcanzamos unas pedreras más uniformes que nos facilitan la finalización del
descenso hasta el punto elegido y obligado para desde allí iniciar el ascenso
en busca de la Brecha Sur de las Furcanadas.
Enseguida
encontramos un débil caminillo que atraviesa la pedriza que baja de la brecha y
la atraviesa en suave ascenso en busca de la pared sur de la Forcanada Sur.
Coincida con otro caminillo procedente del fondo del valle en los que anidan un
par de estanis muy altos.
Forcanada Sur desde el Collado Sur de las Forcanadas.
Alcanzada
la base de la pared, una fácil trepada de un zócalo de unos pocos metros nos
permite alcanzar una vira inclinada que conduce directamente a la Brecha Sur de
la Forcanada Sur y a la Canal que sombría, estrecha y vertiginosa se sumerge en
la Cabecera del Valle dels Puis. Estamos a 2800 metros de altitud.
Inmediatamente
antes de alcanzar la brecha los hitos de piedra se introducen en la pared sur
que comienza con una amplia zona de materiales ocres, bastante erguida, descompuesta y llena de basura que hay que
subir con cuidado.
Es
más impresionante que difícil e incluso puedes elegir camino ya que es una
pared metamórfica bastante escalonada.
Utilizamos un corredor de bloques lisos que se sube bien y un amplio corredor en el que la huella
zigzaguea de bloque en bloque.
Banda de tonos ocres en la Sur de Forcanada Sur.
Poco
más arriba la roca mejora y nos ofrece un corredor en forma de banda rectilínea
de tonos ocres, de pequeñas y firmes presas que nos lleva a las inmediaciones
de la cresta cimera desde la que contemplamos la Forcanada Norte e
inmediatamente alcanzamos la Cima de la Forcanada Sur situada a 2871 metros de
altitud.
En la Cima de Forcanada Sur con el Macizo de las Maladetas.
Son
las doce y media y en la cima al igual que en la pared orientada al sur no
corre el viento como imaginábamos. Contemplamos un amplio paisaje que
arrancando del Collado de los Aranesos
se alarga hasta Maupas y la Zona del Portillón de Oo además del Macizo
de la Maladeta aquí mismo. Al norte los Valles de Nere y Puis y quizás al fondo
Mauberme, al este y en medio de un horizonte de cimas azuladas y poco
prominentes los Besiberri. Y aquí inmediatamente al norte la cima gemela.
Hacemos
fotos, disfrutamos de un espléndido paisaje y poco después buscamos camino para
pasar a la Punta Norte.
La Enforcadura y Forcanada Norte.
Hay
que bajar a la Enforcadura, una amable brecha entre las dos puntas y para ello
hay que bajar alrededor de 25 metros que
se inician por una fácil ladera escalonada en dirección este hasta alcanzar una
vira medianamente inclinada y también fácil que nos deposita en el collado
desde el que contemplamos el precioso Corredor de la Forcanada que también se
pierde en la Cabecera del Circo dels Puis.
Un
corredorcillo orientado al este nos permite ganar unos metros y enseguida tomamos otro erguido, lleno de
bloques, amplio y descompuesto en su parte final que orientado al noroeste nos
deposita en la Cima de la Forcanada Norte o Mall dels Puis situada a 2881
metros de altitud cuando es la una del mediodía.
Estanis dels Puis desde Forcanada Norte.
Desde
esta punta contemplamos los Estanis dels Puis imaginando los Ojos del Judio que
no hemos visto nunca, las aristas que se despeñan vertiginosamente, el paso a
la Aguja situada al noroeste de la cima aunque no vemos la llegada a la brecha
y repetimos un paisaje espléndido hacia el Macizo de la Maladeta que luce
esplendoroso a las luces del mediodía.
Una elegante imagen del Aneto desde Forcanada Norte.
Hay
nieblas distantes de sur a oeste y
curiosamente llevan un buen rato entrando por el Collado de Mulleres y
disipándose al acceder a la vertiente oeste pero el viento aquí no nos molesta,
se ha conformado con amenazarnos cuando descendíamos del Collado Alfred.
La Norte de Forcanada Sur desde la Enforcadura.
Un
cuarto de hora después y con nuestro relajado ritmo de marcha nos vamos para
abajo hasta la Enforcadura y tras ascender de nuevo a la Forcanada Sur
descendemos la pared sur sin otra historia que disfrutar de unas cimas con
trepada agradable y fácil que a no ser que se embarque uno un poco no llegará
nunca a IIº.
En
el Collado Sur de Forcanadas tomamos la pedrera con intención de patinarla un
poco pero no se dejará gran cosa. Así que, orientados por el Collado Alfred,
continuamos la travesía de la pedriza descendiendo hasta el punto inferior
obligado para ser cómodo y localizados los neveros entre los que hemos
transitado en descenso, iniciamos el ascenso con el propósito de ascender un
poco antes para alcanzar el collado en la parte oeste y así saltarnos las
irregularidades de la ladera que hemos tenido en descenso.
Retornando al Collado Alfred.
Juan
se entretiene haciendo hitos en la enorme pedrera mientras que nosotros
ascendemos pacientemente hasta el
collado de manera más cómoda que por el camino de descenso y tras despedirnos
de las Forcanadas entramos al Valle de la Escaleta y proseguimos en descenso.
Son las dos y cuarto.
Vertiente Oeste del Collado Alfred entrando a la Escaleta.
Alrededor
de 100 metros debajo del collado nos sentamos a esperar al socio al abrigo del
viento y al sol. Reunidos un rato después proseguimos para abajo al encuentro
de lo zona de placas lisas del centro del valle y por medio continuamos bajando
el resalte superior y encontrándonos con el montañero que hemos coincidido esta
mañana subiendo y que pareciéndole lejanas las Forcanadas se ha ido a Mulleres.
Bajando la zona de placas lisas del Barranco de la Escaleta con la Tuca Blanca de Pomero.
Bajo
el resalte superior y aproximadamente en el lugar que lo hiciéramos en Junio
pasado bajando de Mulleres nos sentamos a comer y a charlar con Salvador de
montaña poco y mucho de la “jodida política actual” que le trae y nos trae
bastante de cabeza.
Despedida de las Forcanadas desde uno de los Ibones de la Escaleta.
Se
nos va hora y cuarto de cháchara hasta que ahuecamos el ala continuando para
abajo. La tarde es agradable, voy haciendo fotografías y disfrutando el paisaje
mientras mis chicos siguen con el tema.
Sin
prisa pero sin pausa desandamos el valle siguiendo el transitado camino y
recordando estancias y momentos anteriores unos próximos y otros remotos.
Atravesamos
el rellano de Aiguallut, fotografiamos de nuevo la cascada, nos asomamos al
forau y terminamos el descenso por el camino de las inmediaciones del Barranco
de Aiguallut que no recordamos haber recorrido pues siempre lo hacíamos con un
tramo del Camino a la Renclusa.
En
la Besusrta, son casi las seis y como todavía no hemos terminado de arreglar la
galaxia continuaremos un buen rato hasta que llamados al orden nos despedimos.
Bajamos
hasta el aparcamiento del Hospital de Benasque y nos metemos con la cena
comenzando con unas cervezas con aceitunas para bebernos lo que hemos perdido
en la jornada que hemos saldado con un desnivel acumulado de alrededor de 1225
metros largos, ya que el descenso desde el Collado Alfred se habrá acercado a
los 200 metros.
La
tarde se ha nublado paulatinamente y a las siete y media cuando terminamos de
cenar ya no se ve ni para jurar. Por la noche lloverá intermitentemente y a la
mañana siguiente nos volveremos para casa sin el monte previsto. A veces el
tiempo suele malograr los programas.
Hola: pones que al llegar a la base de la pared estas a 1800 (serán 2800)
ResponderEliminarMuy chula la ascensión, a ver si me animo para el verano que viene.
Gracias Antoñico, son los duendes que no duermen ni de día ni de noche. Ahora lo corrijo. Disfrutarás con la trepada que es fácil y con el paisaje que es sublime
ResponderEliminarUna actividad larga, pero muy, muy bonita. Yo también llevaba varios años dandole vueltas, pero siempre se quedaba en lista de espera hasta este verano y me gustó mucho
ResponderEliminarun saludo!
Luis
Desde luego, siempre que piensas en el Valle de la Escaleta sucede lo mismo. Pero casualidades de la vida, en este año lo hemos recorrido dos veces, con esquís y sin ellos; y el tema creo que es mental más que otra cosa, pues si te pones a pensar, recuerdas un montón de valles, todos largos, ¡no hay ni uno corto! cuando te gusta funambulear por las alturas. Luego terminas por hacerlos sin ningún problema cuando hartos de dar vueltas en la lista de espera te dices que ya toca y resulta estupendo como las Furcanads por ejemplo.
ResponderEliminarTengo un montón en la lista...
¡Que vaya bueno!