7 oct 2014

65-14. PUNTA RUEGO Y ALGUNAS MAS POR LA SENDA DE LAS PARDAS. 5-10-2014.

Torres de la Norte de Espluca Ruego iniciando la Senda de las Pardas.

Pista de Barrosa, Camino de Liena, Brecha de Liena, La Mota, Punta Ruego, Senda de las Pardas, Puerto de Barrosa y Cabaña de Barrosa.
05-10-2014.
Salida 08 h. Llegada 16 h.
Mixto.
Fácil.
R..............2osa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Barrosa procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Era por mediados de Mayo cuando contemplábamos la Senda de las Pardas desde la Subida al Puerto de Barrosa. El camino se perfilaba perfectamente sobre la nieve de las paredes del circo, había mucha nieve y nos dijimos que había que conocerla en mejores condiciones ya que el recorrido circular nos dejaba claro que era muy largo y con desnivel.

            Hay 5 de Octubre de 2014 si el tiempo lo permite la conoceremos.

            Son las ocho menos cuarto de la mañana cuando aparcamos en la entrada de la Pista del Circo de Barrosa a 1380 metros de altitud.  Ayer estuvimos en las Jornadas Micológicas de Bielsa, pasamos la noche en el aparcamiento y con ciertas dudas ya que las predicciones meteorológicas iban de variadas a contradictorias. La noche es cálida y nublada pero por la mañana, la luna nos dice que hay que menearse.

Inicio del Camino de las Minas de Liena.

            Caminamos pista arriba en dirección noroeste, pasamos el rellano de los carteles explicativos acerca de la actividad minera en la zona, luego el arranque del Teleférico de las Minas de Liena y enseguida un cartel señala el inicio del Camino a las Minas de Liena.

            Se trata de un viejo camino que recorre en ascenso la ladera norte vestida de pinar a base de sucesivas lazadas que hacen el camino largo pero cómodo. Enseguida ganamos altura, atravesamos algunas pedrizas y dejamos allá abajo la carretera que conduce al Túnel de Bielsa.

            Poco más arriba el camino se toma un breve descanso para incorporarse a la Arista del Mallo Royo  en el que se asientas las pilonas del teleférico y sobre la que continúa nuestro camino con algunos tramos labrados sobre la roca y balizado de amarillo fosforito y blanco.

Entrando al Barranco Cerlic.

            Enseguida pasamos a la vertiente este de la misma  para entrar al Barranco Cerlic por el que proseguimos en ascenso pasando bajo el tendido del teleférico en busca de un collado para lo que tendremos que atravesar el barranco por un camino escalonado entre resaltes rocosos.

            No nos separaremos gran cosa del trazado del teleférico puesto que el camino prosigue con grandes lazadas entre diseminados pinos y matas de rododendros y enebros sobre manchas de praderío. La Arista fundamentalmente metamórfica se mezcla de cuando en cuando con el granito.

Cruzando el Barranco Cerlic hacia un falso collado.

            El perseguido collado no lo es tal sino un pequeño hombro en una arista que baja del sudoeste y que nos permite introducirnos en un enorme circo del que recoge aguas el Barranco de Liena. Desde aquí descubrimos el tajo que nos queda hasta alcanzar la arista divisoria con el Valle del Real que es nuestro primer objetivo.

La Mota y la Brecha de Liena muy lejos todavía.

            El camino balizado con postes de madera describe, lazada a lazada, una trayectoria fundamentalmente al sudoeste a través de una serie de rampas herbosas muy suaves, siempre dirigidos a confluir con el origen superior del teleférico y de un casetón con aspecto de torre de iglesia situado en medio del circo, en una zona bastante deteriorada por la actividad minera y bajo la Arista de Liena que telonea todavía muy lejos.

            La travesía del circo se hace larga y pestosa a pesar de algunos atajos. El sol se cuela por entre las nubes que dispersas salpican el cielo aunque se amanceban sobre las puntas con cierta asiduidad.

Acónitos azules en Liena.

La Arista del Mallo Royo desde debajo de la Brecha de Liena.

            Nos cuesta alrededor de dos horas llegar al final del teleférico, fotografiamos el curioso edificio, el resto está derruido y proseguimos hacia la arista transitando un caminillo sobre terraplenes de minerales considerados como ganga del plomo y la plata que dicen explotaban ya en tiempos de los Romanos que no fue ayer precisamente.

            Son las diez y cuarto cuando alcanzamos, con ganas, la Brecha de Liena, situada a 2546 metros de altitud  en la que hay un poste  orientativo asediado por nieblas de vaivén.

Casquete Somital Oeste de la Mota.

            La arista de la sierra que en la vertiente nordeste está defendida por algunos tramos de paredes, es una rampa herbosa muy suave en la que un caminillo conduce relajadamente a la cima de la Mota a 2579 metros de altitud en la que un pilote entre nieblas nos recibe.

            No son todavía las diez y media cuando tocamos chufa y nos damos la vuelta, prensábamos echar un bocado, coger perspectiva sobre la Sierra de Liena y descansarnos un poco del repechón de 1200 metros pero hace frescucho, se ve poco cuando no nada y nos volvemos sobre nuestros pasos hasta la brecha y proseguimos por un poco marcado caminillo que recorre la cabecera de la sierra en dirección  noroeste.

Suave arista hacia dos cotas innominadas buscando el Collado de las Pardas.

            Una suave loma que se puede transitar por cualquier parte nos deposita en una cima acotada a 2602 metros de altitud y desde la que arranca la Arista del Mallo Royo. Es una cima innominada al igual que la siguiente al noroeste a la que enseguida se llega prácticamente de llano y que está acotada a 2604 metros.

Segunda cota innominada y atrás Punta Ruego.

            Desde esta segunda cota arranca al norte la indefinida Arista de las Bachetas, el horizonte norte sigue cargado nieblas, al sur tenemos el Puerto de Ruego con su cabaña y sus lagunillas prácticamente desecadas a estas alturas de la temporada y Comodoto. Ordesa y Pineta se esconden tras las nieblas.

Paredes en la Norte de Punta Ruego antes de entrar a la Senda de las Pardas.

            Vamos por la cresta ya que no tenemos claro el lugar donde nos introduciremos en la Senda de las Pardas y hemos de bajar suavemente casi 100 metros para recuperarlos de idéntica forma y así alcanzar la Punta Ruego situada a 2589 metros de altitud. Tiene un precioso gendarme con el que se inicia su arista norte. Comemos una barrita energética y echamos un cafetín caliente con prisas.

En Punta Ruego.

            Ya hace un rato que hemos localizado un camino que faldea estas cimas prácticamente en horizontal y que se acerca a los paredones de Espluca Ruego y que hemos localizado en un celérico claro de las nieblas. Son unas paredes de calizas claras, de algo más de 100 metros y que se prolongan al sudoeste por lo que la continuación de la arista que llevamos queda completamente interrumpida, lo que viene a significar que el Collado de las Pardas está allí y que allí comenzará la senda.

Inicio de la Senda de las Pardas.

            Alcanzamos el caminillo y enseguida accedemos al Collado de las Pardas situado a 2489 metros de altitud. Llegamos por el sur y nada más alcanzar la brecha localizamos la primera sirga en la vertiente norte. No podía ser de otra manera pues ni siquiera había hitos. Nos ha costado un huevo alcanzar la senda. Son las once y cuarto.

            A estas alturas de la jornada ya tenemos claro que el paisaje distante nos lo vamos a saltar. De Ordesa ya nos hemos despedido por razones de orientación y de la Munia y Robiñera a duras penas vislumbraremos algo y más lejos nada de nada. Nos quedaremos con la espectacularidad anunciada de la senda entre paredes.

Segundo tramo del Circo Oriental en la Senda de las Pardas.

            La Senda de las Pardas se articula en tres circos: el primero al que acabamos de entrar situado al sudeste de la senda es el más corto y consta de dos partes; la primera y más próxima a la brecha está defendida con pasamanos ya que transita por encima de las paredes de un amplio corredor vertical hasta alcanzar una proa que lo separa de la segunda parte que transita por la cabecera de una pedriza muy inclinada llevando por encima las verticales paredes del Pico Espluca Ruego. En las condiciones del día no es preciso el pasamanos pero allí está para quien lo necesite. La segunda parte tiene peor camino pero se pasa sin ninguna dificultad.

Hacia atrás la parte oriental de la Senda de las Pardas.

            Alcanzamos la proa que arranca de la parte norte de la Espluca Ruego adornada con un par de agujas guapas y allí comienza el segundo circo. Es el mayor, tiene unas dimensiones colosales y Faldea la Sobreesplucas, todo Robiñera, el amplísimo Collado de Robiñera y la Munia hasta su arista este.

Inicio del amplio Circo Central de la Senda de las Pardas.

            Comienza en descenso por una zona muy húmeda contornea un amplio corredor de paredes potentes y ofrece una escapatoria para alcanzar fácilmente  un collado entre Espluca Ruego y Sobresplucas. Entrar por abajo no se puede hacer directamente ya que existen los paredones inferiores del circo donde se originan las concurridas cascadas de hielo invernal.

            Hay que pasar el amplio corredor que cuenta con tramos variados sin defender ya que no es necesario a pesar de que algunos tramos del camino estén muy rotos y una serie de pequeños corredores con sus proas correspondientes ideales para la fotografía todo en medio de un continuo sube y baja. La senda tiene muy poco de llana.

            La senda tiene algunos barrancos para coger agua aunque en tiempo seco de finales del verano no resulte tan fácil al ser un sumidero metamórfico. En uno de ellos nos paramos a almorzar, será poco más de un cuarto de hora.

Praderíos bajo el Collado de Robiñera.

            Tras los corredores se alcanza una amplia pedrera que se atraviesa primero por la cabecera hasta alcanzar un potente nevero residual que el personal sin equipo invernal como es lógico faldea por debajo perdiendo una veintena de metros. Luego en tan amplia pedriza no es demasiado fácil seguir el camino ya que comienza a ascender suavemente cosa que no apetece demasiado a estas alturas de la jornada.
            Calculo que nos encontraremos por  debajo de los 2350 metros y hay que remontar poco a poco por unas campas de verdura en la vertical del Collado de Robiñera e iniciando el Faldeo de la Munia. Unos hitos estratégicamente  colocados nos rescatan de las dudas de tan inoportuno repecho.
Robiñera desde la Este de La Munia.

            Alcanzamos un potente hombro en la Arista este de la Munia situado sobre los 2450 metros de altitud, fotografiamos hacia atrás el único claro de la jornada sobre Robiñera y nos introducimos en el tercer circo y último de la Senda de las Pardas situado al noroeste.

El Circo Noroeste de la Senda de las Pardas.

            Hay que seguir los hitos de piedras descendiendo suavemente en un desierto de grandes bloques similar al de la subida al Perdido. Luego, un pequeño barranco que hay que atravesar nos conduce a la pared que presenta nuevamente tramos esquipados con sirgas pero algo más cortos y en peor estado pues tienen algunos anclajes sueltos.
Tramos equipados en la parte final de la Senda de las Pardas.

            Hemos bajado y de nuevo hay que volver a subir tras un breve llaneo pero ya no importa demasiado pues ya vemos el poste de inicio de la senda bajo el Puerto de Barrosa.

Barranco de las Neveras.

            Atravesamos la rama más importante del Barranco de las Neveras que tiene dos potentes neveros residuales, recorremos un tramo de senda descoyuntada entre afloraciones rocosas y tras atravesar otro barranco terroso en ascenso alcanzamos el camino del Puerto de Barrosa.

             Estamos ligeramente por debajo de los 2500 metros y nos permitimos el lujo de remontar cansinamente un tramo de camino para alcanzar enseguida el amplísimo y plano Puerto de Barrosa, llegarnos a nuestra piedra y sentarnos a comer contemplando la majestuosidad inigualable del Circo de Barourde con sus preciosos lacs pintados de un azul de ensueño mientras las nieblas que vomita el Circo de Barrosa se desleen a nuestra espalda. Es la una y media.

Circo de Barourde.

            Hay menos nubosidad en el lado francés que nos muestra el Pic de la Gela entre girones inconsistentes. Todo lo demás con excepción del Pico del Puerto Viejo el Pic de Piau y El Mechant tienen la cabeza medio cubierta. En los valles las nieblas son consistentes.

            Nos abrigamos un poco mientras descansamos de los 1600 metros que habremos ascendido en la jornada mientras hacemos planes acerca e volver con tiempo, a ser posible, invernal al Circo de Barourde para gozar de esa belleza que posee el lugar y que nos pinta una sonrisa en la cara.

            A las dos de la tarde abandonamos nuestro ensueño y nos metemos en las nieblas que no van a durar pues solamente tienen carácter altitudinal. Conocemos  perfectamente el camino de descenso. Solamente serán un par de horas y espabilando.

Parte Noroccidental de la Senda de las Pardas.

            Atajamos algunas de las lazadas del camino y descendemos luego para pasar por encima del casi colmatado Ibón de Barrosa y proseguir camino abajo en busca de la Cabaña de Barrosa.

Parte Central de la Senda de las Pardas.

            Cuando llegamos a la cabaña, estupenda y con el techo nuevo, estamos a 1750 metros de altitud, nos cruzamos con una pareja que sube y charlamos. Han salido del Refugio de Pineta y quieren llegar al de  Barourde. En medio de la conversación caemos todos a la vez en la cuenta, es la pareja que caminaba por la pista esta mañana cuando nosotros avanzábamos por la arista hacia Punta Ruego y que han sido los únicos que hemos visto en todo el día.

Parte Oriental de la Senda de las Pardas.

            Ellos también nos han visto y han descendido por el camino que nosotros hemos subido para llegar a la pista y remontar lo que nosotros tenemos que bajar.

Arista entre la brecha de Liena y el Collado de las Pardas.

            Nos deseamos buen día y cada cual a lo suyo. Nos ha costado bajar hora y diez, un poco más de lo supuesto, retraso que no recuperaremos ya que echamos otra hora en llegar a la carretera donde nos espera aparcada la furgo.

            Son las cuatro y diez y hemos liquidado la circular de la Senda de las Pardas en poco menos de ocho horas y media con propinas varias. Es un recorrido interesante pero con desnivel y largo recorrido que lo convierten en exigente.

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