Interior de la Gruta Helada de los Lecherines.
Canfranc, Barranco de los Meses, Majadas
de Gabardito y de Lecherines Baja y Corredor Sur.
02-04-2015.
Desnivel Acumulado 1050 m.
Distancia recorrida 16000 m.
Tiempo efectivo 06:15 h.
Sol.
Fácil.
La gruta es espectacular tanto en cuanto
se trate de un periodo de tiempo en el que haya filtraciones por deshielo o
lluvia y las columnas de hielo estén abundantemente formadas y no se hayan
derrumbado.
Pablo y Miguel Bandrés, Oscar Layos,
Rosa Mª. Martínez y Biola y Mariano Javierre.
Mapa de la Gruta Helada de los Lecherines procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Hemos
subido en repetidas ocasiones a la Gruta Helada de los Lecherines,
fundamentalmente para enseñársela al personal y hoy 2 de Abril de 2015 volvemos
por idéntico motivo: Oscar y Biola no la conocen y Pablo y Miguel Bandrés
tampoco y se apuntan.
La
visita a la gruta siempre es una pequeña paliza pues no está precisamente cerca
de Canfranc. Quizás desde el final de la Pista de Aisa…
En el Barranco de los Meses llegando a la Fuente de la Paja.
No
madrugamos demasiado dando tiempo a que el sol haga su faena para cuando
alcancemos el corredor bajo la gruta y son las nueve de la mañana cuando
aparcamos en la orilla oeste de la
carretera frente a Canfranc a 1020 metros de altitud.
Salimos
inmediatamente para atravesar un par de prados y tomar el camino que en
dirección oeste va ascender por el Barranco de los Meses.
En los Prados de Gabardito.
La
mañana está estupenda y suavemente nos vamos para arriba sin tomar un solo atajo de los varios que hay. Se trata de
un viejo camino muy trabajado que primero por la orilla izquierda del barranco
en la que han hecho una corta significativa de pinos y luego por la derecha, se
encarama en la pared, pasa junto a la Fuente de la Paja y poco después se sale
del barranco para confluir por la pista que sube desde Villanúa.
Sobre
los 1300 metros de altitud seguimos con la pista que se alarga en dirección
norte, suavemente ascendente, pasa junto a la Fuente de los Abetazos y prosigue
hacia la Majada de Gabardito.
Mallos de Rigüelo, Lecherines y Pico Lecherines.
En
la majada no subiremos hacia la caseta sino que faldearemos en horizontal
siguiendo la pista sobre los 1450 metros de altitud para atravesar el Barranco
Añaza e introducirnos entre los claros del pinar de la Majada de Gabardito ya en dirección noroeste.
Solamente
hemos hecho este tramo de camino en una ocasión y en descenso por lo que
aprovechamos las huellas sobre discontinuas manchas de nieve, de un grupo que
llevamos inmediatamente delante de nosotros. Acostumbramos a pasar por la
cabaña y entrar en el pinar por la parte alta.
En el pinr antes de cruzar el Barranco Campón.
Siempre
cerca del Barranco Campón atravesamos los claros del pinar y se lían y liamos
un poco hasta que en medio del viejo pinar retomo el camino que conozco y de
esta manera alcanzamos el final del pinar en la entrada a la Majada de
Lecherines Baja.
Cruzamos
el barranco a 1650 metros de altitud y nos reunimos tres grupos poniendo
raquetas, polainas y demás etcéteras mientras contemplamos la majada baja y el
corredor que hemos de subir y que está lleno de nieve como esperábamos. Son las
once de la mañana.
La Majada de Lecherines Baja.
Hay
que atravesar la majada en dirección prácticamente norte y tras un nevero
grande y con nieve ya blanda vamos buscando los limpios de nieve para atravesar
la mayor parte de la misma que se va elevando paulatinamente. Los que van con
raquetas buscan la nieve más o menos continua en las depresiones bajo el
corredor.
Rampas de nieve por debajo del Corredor Sur.
Superadas
unas rampas suaves alcanzamos un pequeño rellano bajo el Resalte Inferior que
es el más consistente y erguido de todo el corredor. Estamos sobre los 1800 metros
de altitud.
Resalte Inferior del Corredor a la Gruta Helada de Lecherines.
La
parte baja del corredor se yergue inmediatamente y tras una diagonal al oeste
alcanzamos un pequeño nicho bajo la parte central que es la más erguida. La
nieve se ha puesto algo dura pues el sol no la ha reblandecido lo suficiente por
lo que ponemos crampones para subir con mayor comodidad.
Por encima del Resalte Inferior.
Por encima del Resalte Inferior.
Con
las maniobras se nos va algo de tiempo pero… superada la parte central, el
corredor se acuesta ligeramente y se encamina a un pequeño descansillo bajo el siguiente resalte, mucho más corto y más
amable que subiremos con toda tranquilidad aunque algo despacio.
A por los Resaltes Intermedios.
En los Resaltes Intermedios.
La
nieve fuera del tramo medio del resalte inferior está muy buena tanto para
raquetas como para crampones y sin demora afrontamos, tras un nuevo descansillo
otro resalte intermedio que subimos sin más.
Detalle del Corredor la Gruta Helada de los Lecherines.
Por
encima del resalte aparece el Resalte Final del Corredor Norte de Lecherines pero
antes de atacarlo hacemos un pequeño descanso para que el personal se recupere
pues ha venido el señor del mazo.
El
corredor se abre en dos la rama norte conduce al Paso de Tortiellas mientras
que nosotros tomaremos la noroeste que es la que nos interesa.
En las inmediaciones de la Gruta Helada de los Lecherines.
Poco
después siguiendo la huella que asciende por la derecha del resalte alcanzamos
el cierre de la depresión en la que se
asienta la gruta que es un descansillo
tras el que el corredor prosigue hasta convertirse en una amplia pala
que culmina en el Pico de Tortiellas al
que hoy no iremos.
Entrada a la Gruta Helada de Lecherines.
Una
cincuentena de metros más adelante y en la base de la pared de la arista que baja
de Tortiellas se encuentra la Boca de la Gruta Helada de Lecherines. Estamos
sobre los 2050 metros de altitud.
Todos en la Gruta Helada de los Lecherines.
La
boca es una acceso de considerables dimensiones
y que mediante un descenso, hoy de nieve, de una decena de metros nos
deposita en la zona plana de la cueva en la que suelen estar la mayoría de las
columnas de hielo. En esta ocasión hay más bien pocas y una de las columnas
centrales se ha derrumbado. A pesar de ello hay tres pequeñas columnas
espectaculares y algunas pequeñas
estalactitas de hielo por las paredes de la cueva.
Algunas columnas se han derrumbado en la Gruta Helada de Lecherines.
La
sala se ahonda hacia el sudeste pero en esa zona no suele haber formaciones de
hielo que merezcan la pena. De cualquier forma la visita a la cueva no dejará a
nadie defraudado aunque como hoy no nos ofrezca la espectacularidad que
conocemos.
Pico Tortiellas.
Fotos
y más fotos, idas y vueltas por el interior de la cueva con cuidado pues hay
mucho hielo en el suelo y media hora después nos salimos para fuera y nos
sentamos a comer al sol. Deberíamos haberlo hecho antes.
Iniciando el descenso del Resalte Final de la Gruta Helada de Lecherines.
Media
hora después, serán sobre las dos y media, iniciamos el descenso.
Nieve muy blanda en el Corredor a la Gruta Helada de Lecherines.
Cuesta
abajo el asunto va mejor a pesar de que la nieve está blandísima y muy húmeda
por lo que terminaremos todos con los pies hartos de agua; vamos, pies y
piernas hasta la rodilla. La suerte es
que el día esta de sebo y camino abajo fuera de la nieve nos secaremos
rápidamente.
La Majada de Lecherines Baja.
Alcanzada
la Majada de Lecherines Baja, en lugar de atravesarla totalmente nos vamos por un barranco que en dirección
sur se ahonda al encuentro del Barranco Campón. Está más soleado y por tanto
será mejor que la parte alta del pinar con nieve blanda y profunda además del
nevero de salida.
Bajamos por la Rama Norte del Barranco Campón.
Solamente
tocaremos algunas pequeñas manchas de nieve, conocemos el camino por alguna vez
que lo hemos bajado y nos deposita justo antes de que se junten las aguas del
barranquillo con las del Campón. Atravesamos sucesivamente las dos ramas sin
problema y nos incorporamos al camino de ascenso en la parte media del pinar.
En
el pinar enseguida cogemos huellas que confirman nuestra trayectoria y poco
después alcanzamos los claros del pinar en los que llaneamos de regreso.
Con
alguna pequeña duda tomamos el cruce del
Barranco Aguaré por encima de la cascada y allí la pista por la que
descenderemos hasta la Fuente de los Abetazos en la que nos echaremos un buen
trago de agua.
Deliciosa pareja de violetas en el Barranco de los Meses.
Luego
sin prisa pero sin pausa rematamos la pista, tomamos el Camino del Barranco de
los Meses, fotografiaré unas preciosas violetas y nos llegamos a los coches
cuando son las cinco de la tarde.
Los
1050 metros de desnivel se han hecho notar especialmente por la nieve blanda.
La Gruta Helada de Lecherines siempre se cobra su cumplido aunque justo peaje
incluso en un día tan delicioso como hoy.
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