Valle de Cap Long entre Campbieil y Long desde Neouvielle.
Aparcamiento de Cap de Long, Barranco de
Cap de Long, Cara Oeste y Arista Sur.
25-05-2017.
Salida 08:30 h. Llegada 16 h.
Sol.
Bastante fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de Campbieil procedente de Geoportail. Vía en amarillo.
La
noche en nuestra “suite” de Cap de Long es fundamentalmente cómoda y reparadora
sobre las colchonetas debidamente aisladas y el sol nos despierta temprano como
esperábamos. Son las siete pasadas cuando nos levantamos y hace una temperatura
escandalosamente alta sin la más mínima posibilidad de rehielo.
Desayunamos
tranquilamente, preparamos las mochilas y nos subimos al Aparcamiento de Cap
Long situado a 2170 metros de altitud solamente un par de revueltas de
carretera más arriba.
Iniciando el rodeo de Cap de Long con el porteo esperado.
Allí
están Carlos Amezcua con su furgoneta y Julio Benedé con la suya. Se
encontraron ayer noche y hoy marcharán a Estaragne y Campbieil. Charlamos un
poco sin prisas y luego cada uno a lo suyo: ellos se van para abajo en busca
del Valle de Estaragne y nosotros aparcamos, preparamos bártulos e iniciamos
nuestro camino porteando esquís y raquetas cuando son las ocho y media de una
soleada mañana más propia del verano que otra cosa, estamos a 11º centígrados.
Col Tourrat finalizando el rodeo del Embalse de Cap de Long.
Iniciamos
el rodeo del Embalse de Cap de Long por su orilla derecha caminando sobre la
Gravera del Desprendimiento y bajo las paredes de la Arista este de Estaragne.
Terminado
el rellano tras pasar entre los bloques graníticos del desprendimiento
continuamos el rodeo atravesando neveros residuales que se alternan con
secciones de granito y rododendro avanzando prácticamente en horizontal a una
distancia pequeña de la superficie del agua del embalse, casi una veintena de
metros por debajo de su nivel de llenado.
En el Barranco de Cap de Long la nieve parece continua y ya no se cortará.
Alcanzada
la cola del embalse y casi a nivel de las aguas, lo que supone que después de
una hora de porteo no solamente no hemos ganado altitud sino que además de
subir y bajar casi continuamente estamos más bajos que el punto de salida,
encontramos un nevero de fondo y al francés que iba delante de nosotros. Conoce
el valle y cree que podemos calzar los esquís.
Foqueamos ya en dirección sur por neverillos residuales
próximos al Barranco de Cap de Long pero no podemos evitar un par de pequeños
cortes en las inmediaciones del mismo que nos depositan en lo que parece ser un
nevero más consistente que cubre un rellano y se alarga cubriendo parcialmente
el lecho del barranco por el que sus ojos nos muestran espumosas aguas.
Coronando el Resalte Inferior del Barranco de Cap de Long.
El
francés nos adelanta y se lo agradecemos ya que el valle es completamente
desconocido para nosotros pues lo recordamos muy vagamente, no vemos huellas y
es muy amplio.
Tras
ascender suavemente el tramo de barranco alcanzamos un rellano ya bien nevado
sobre los 2300 metros de altitud que nos
conduce a un primer resalte de cierta consistencia. Se trata de un culo de
circo con erguidos corredores en su
parte oeste, también los hay al este, y no tenemos que elegir pues lo hace por
nosotros el francés.
Por encima del Resalte Inferior de Cap de Long la pendiente es agradable.
Siguiendo
la huella que establece muy de nuestro gusto, entramos por el corredor situado
más al oeste para hacer seguidamente una travesía medianamente ascendente entre
bloques de granito emergentes pulidos por el glaciar y entrar al central.
Se
trata de un corredor amplio y que asciende ligeramente hacia el sudoeste y el
que unas amplias y bien trazadas lazadas que alternativamente se acercan al
lecho del barranco, nos permite subirlo mediante cómodas vueltas maría pues la
nieve está muy bien.
El
corredor se acuesta y se amplía convirtiéndose en una amplia rampa que
enseguida suaviza y que recorremos de nuevo ya al sur.
Hacia la Oeste de Campbieil.
Una
serie de resaltes muy suaves se suceden mientras dejamos al este el Cilindro de
Estaragne, aparece al sudoeste la Pirámides Rocosas del Badet y el Long y al
sur se quiere vislumbrar la Hourquette de Cap de Long que es nuestro objetivo
en principio.
También
aparece al este la arista que muy horizontal conduce al Pic Estaragne y
finalmente al sudeste lo que suponemos se trata de Campbieil.
Son
las once cuando nos detenemos en un bloque de granito emergente a echar un
bocado y a beber pues se nos hace sed. Nos tomamos el café con icebergs como
procedimiento de beber un poco más.
Hacia el Muro de la Oeste de Campbieil.
Un
cuarto de hora después continuamos la travesía de la amplísima ladera orientados por la Oeste de Campbieil
siguiendo la huella a la que se le ha unido otra proveniente del este.
Debemos
andar sobre los 2800 metros de altitud al menos, pues mi altímetro anda algo
mojado, cuando alcanzamos el altiplano que conduce directamente al sur hacia la
Hourquette de Campbieil pero me da la impresión de que no la alcanzaremos sino
que saldremos del altiplano, en dirección sudeste, directos a la Pared Oeste de
Campbieil.
La Arista Oeste de Campbieil.
Unas
rampas suaves se yerguen paulatinamente y nos depositan en la pared oeste que
presenta una parte central muy erguida y que los dos que llevamos delante suben
a pie tras quitarse los esquís.
Saxifraga oppositifolia en el metamorfismo de Campbieil.
Nosotros
alcanzamos la zona erguida y dejamos los esquís para continuar pues la bota de
plástico hace una buena huella que hacemos aprovechando alguna vieja que
recorre la pared.
Mi chica en la Arista Cimera de Campbieil.
Ascendemos
una cincuentena de metros y coincidimos con las huellas de Juan que ha subido
en diagonal un poco más al norte. Unos metros más arriba aparece el primer
cordón metamórfico muy descompuesto y húmedo que se sube tan bien como la nieve
y que nos deposita en la arista sur del pico.
Piau-Engali desde Campbieil.
Recorremos
la arista suavemente ascendente y tras un pequeño resalte y un par de cientos
de metros mixtos alcanzamos la Cima del Pic de Campbieil situado a 3173 metros
de altitud. Son las doce y media.
Long desde Campbieil.
Hacemos
fotos cargadas de nubes de desarrollo que empañan el paisaje y contemplamos
regaladamente el Midi de Bigorre, Piau-Engali,
Gela, Suelza y Fulsa, Machimala, Troumousse con la Munia, Soum des Salettes, algunas
Marías, el Macizo de Ordesa algo tapado y un amasijo de Tendeñera, Telera y Panticosa.
Más aquí y hacia el noroeste Maou, Badet, Long y Maubic y tras el Col Tourrat, los Revoul-Vidal, Turón, Tres Conseilliers,
Neouvielle y Ramougn sobre las Terrazas de Cap de Long.
Julio y Carlos de Estaragne a Campbieil.
En la Cima de Campbieil.
Enseguida
aparecen por la arista que viene desde Estaragne Julio y Carlos. Charlamos un
rato, compartimos un poco de café y alrededor de la una iniciamos el descenso
cuando llega la pareja de italianos. La chica debe ser la que se enrolló
conmigo cuando ayer marché a mirar el inicio del camino, pues me dijo que
Estaragne y Julio ha comentado su procedencia.
Bajando el Muro Oeste de Campbieil a por los esquís.
En
poco más de un cuarto de hora alcanzamos los esquís y hacemos la transición
tranquilamente mientras que Juan se va para abajo y enseguida bajan Julio y
Carlos a los que fotografío en la sur del pico. Seguidamente comenzamos nuestro
festival particular de giros en una nieve que en la parte alta tiene una
calidad óptima, se quiere acostrar un poco al alcanzar el altiplano pero
enseguida se pone completamente primavera y nos facilita un descenso que
hacemos disfrutando como unos potrillos recién sueltos; bueno, a eso habíamos
venido.
Luego baja mi chica a su bola.
Valle abajo en el Barranco de Cap de Long.
Es
un placer de dioses recorrer las amables campas que nos conducen a la cabecera
del resalte inferior que bajaremos primero asomándonos a los ojos del barranco
y luego con una larga diagonal nos situamos en el corredor más oriental de los
tres para bajar por donde lo han hecho Julio y Carlos. El corredor cubierto de
la vieja nieve amarronada tiene una nobleza incomparable.
Esquiando las campas amables entre los muros de Campbieil.
Solamente
nos queda alcanzar el rellano inferior que rodeamos por su parte alta para no
tener que remar y enseguida, tras el tramo inferior de barranco alcanzado el primer corte,
montamos esquís en la mochila y nos olvidamos de poner y quitar. Son las tres
menos cuarto.
Acercándonos al Muro Inferior de Cap de Long con el Neouvielle de telonero.
Descendemos
los últimos neverillos residuales y alcanzamos la Cola de Cap de Long para
bajarnos hasta su orilla y bordear el embalse por la ruta de invierno que
transita junto al agua y resulta más
cómoda que la otra ya que las piedras están muy rellenas de lodos graníticos.
El descenso del Muro Inferior de Campbieil ha sido una auténtica gozada.
A
medio embalse hemos de remontar una veintena de metros e incorporarnos a la
ruta de verano, atravesar algunos neveros salpicados de trampas y llanear hasta
el Aparcamiento de Cap de Long.
Porteando de vuelta al Aparcamiento de Cap de Long.
Son
las cuatro de la tarde cuando llegamos al coche tras liquidar un no
demasiado cómodo recorrido que ha
supuesto algo más que los 1050 metros de desnivel acumulado, pero el monte es
así y nosotros así lo aceptamos. Con ello finiquitamos nuestra temporada de
esquimo en la que con sus irregularidades y discontinuidades y su falta de nieve al principio, hemos saldado con 36 días de esquí y en línea
ligeramente ascendente con las últimas temporada y en la que hemos añadido una
docena de actividades nuevas dentro de la generalidad de nuestras cómodas
repeticiones; nada que ver con las 150 que espera completar Julio en esta
temporada, le faltan cuatro. Hay amores que pueden llegar a matar a besos pero
no seré yo el osado que le quiera poner
puertas al campo.
La
temporada próxima más y esperamos que mejor, ya que todo es posible.
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