Pico de Paderna y una parte de nuestro recorrido tomada a la vuelta.
Aparcamiento de la Besurta, Refugio de
la Renclusa, Ibones de Paderna, Barranco del Diente, Collado de Paderna y
Arista Sudoeste.
07-05-2017.
Salida 10 h. Llegada 16 h.
Mixto.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de Paderna procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Han
abierto la Pista de la Besurta al tráfico rodado, Gracias Daniel, y conjugando
todos nuestros pequeños condicionantes nos vamos a Benasque para cumplir con la
conveniente tradición.
No
queríamos pero nos toca un domingo por la mañana y no queriendo madrugar
demasiado nos la jugamos en la Besurta.
No coge ni un alfiler en la Besurta.
Son
las nueve y media de la mañana pasadas del 7 de Mayo de 2017 cuando llegamos al
final del aparcamiento: está todo lleno y medio Plan de Están, como ya
esperábamos pero encuentro un hueco ya de vuelta al iniciar la bajada al plan.
Ha habido suerte.
Estamos
a 1900 metros de altitud y son las diez de la mañana cuando iniciamos un corto
porteo de alrededor de diez minutos, que en dirección sur y tras atravesar el
barranco nos sitúa en la nieve continua si buscas los pasillos adecuados
Tras diez minutos de poorteo comenzamos a foquear.
Ponemos
esquís y raquetas e iniciamos un foqueo cómodo pues no ha habido rehielo, por
una nieve sembrada de restos de pino que nos deposita en el Rellano de la
Renlusa a 2140 metros de altitud.
En la Renclusa hacia Paderna.
La
mañana está medio medio, con nieblas apelmazadas sobre la zona intermedia del
Glaciar de las Maladetas pero confiamos en que el sol termine por levantarlas
cuando pasamos junto al viejo refugio para tomar el Camino a los Ibones de
Paderna. Todavía vemos gente delante de nosotros.
Hacia Paderna por el Corredor Central.
Hay
tres corredores que conducen al Rellano de los Ibones de Paderna pues el
cuarto, situado más al sur se incorpora plenamente ya al glaciar. Tomaremos el
situado más al sur de los tres ya que aunque parece igualmente erguido es más
amplio.
Lo
iniciamos buscándolo de frente para liquidarlo con una amplia zeta que nos
permite un acceso cómodo.
Pico de Paderna desde la zona lacustre el mismo nombre.
Alcanzada
la cabecera del corredor buscamos un pasillo pasa faldear los ibones que siguen cubiertos de nieve a
2270 metros de altitud.
Son
las once pasadas y tratando de no perder altura rodeamos los ibones ascendiendo
muy suavemente pero nos terminamos elevando por encima del pasillo que permite
el tránsito paralelo al Barranco de Alba.
Hacia la Huella del Torrente de Alba.
Habrá
pasos que permitan salvar el risco lleno de bloques emergentes de granito pero
preferimos bajar un poco antes de embarcarnos. Alcanzado el corredor no hay más
que seguirlo al oeste para pasar el risco sin descalzar esquís e introducirnos
en la Coma de Alba, un amplio rellano en el que confluyen los Barrancos de Alba
y del Diente ligeramente por encima de los 2300 metros de altitud.
Hace
ya unos años tratamos de ascender por el Barranco de Alba, no había huella pues
no se suele subir y ya muy arriba dejamos los esquís y continuamos hacia el
Pico de Alba.
Deliciosa flor del viento en la Sudoeste de Paderna.
Juan
marcha por allí pero nosotros nos vamos al sur en busca del Barranco del Diente
que tiene un aspecto más amable y que es atravesado por la Huella de Alba, una
enorme diagonal, que ha partido de la Renclusa
y alcanzará con una olímpica largada la parte alta del Collado de
Paderna que es nuestro objetivo.
Ascendemos
una amplísima pala de frente pues la pendiente es muy suave hasta alcanzar la
huella debajo de los Dientes de la Maladeta y sobre los 2450 metros de altitud
que recorre una pareja delante de nosotros.
En la Sudoeste del Pico de Paderna.
Solamente
hay que seguir la huella que suavemente ascendente nos permite un foqueo
persistente que nos deposita en la zona más elevada del rocoso, largo y amplio
Collado de Paderna por encima de los 2600 metros de altitud. Son las doce y
cuarto.
El Alba desde la subida a Paderna.
La
huella comienza a zetear para pasar algo arriba a la Cabecera del Circo de Alba
mientras que nosotros contemplamos desde un lugar privilegiado nuestro
porvenir: la Arista Somital
Sudoeste del Pico de Alba está muy limpia de nieve incluso su cara noroeste que
era una de nuestras posibilidades y el tramo de collado que conduce a su punto
bajo situado a 2520 metros de altitud tiene mucha más roca que nieve.
Consecuentemente,
no merece la pena bajarse hacia la Vertiente de Alba y faldear el collado por
lo que decidimos dejar los esquís.
Laborioso descenso al punto bajo del Collado de Paderna.
Hemos
de recorrer en dirección nordeste el dislocado collado alternando tramos de
nieve con granito en un descenso de alrededor de 75 metros, con una llegada al
punto bajo del collado que nos obligará a emplear las manos.
En la Cima del Pico Paderna.
Del
collado arranca un caminillo sobre terreno metamórfico que transitando por las
proximidades de la arista gana altura suavemente y nos deposita en la Cima del
Pico de Paderna situado a 2627 metros de altitud cuando es la una del mediodía.
Plan de Están desde Paderna.
Se
trata de una cima bicéfala, alargada y orientada de oeste a este que tiene unas
vistas privilegiadas para su modesta altitud. Al sur nos ofrece la Arista de
los Portillones, Las Maladetas al completo, los Picos de Alba y sus dos
hermanas, la Tuca y la Tuqueta Blanca de Paderna y al norte un importante tramo
de la arista fronteriza con Literola, Sacroux, Salvaguardia, Mina y Bargas.
Estamos a caballo entre el Esera y el Glaciar de las Maladetas.
En la Cima Este de Paderna.
Recorremos
las dos puntas y volviendo a la Punta Oeste, la más alta, nos sentamos a comer
contemplando la masa glaciar que tenemos ante nuestros ojos toda para nosotros.
La esquiada es corta pero ha merecido la pena.
Nos
lo tomamos con calma y disfrutamos de un buen rato ya que las nieblas se han
disipado aunque han sido sustituidas por nubes de desarrollo tormentosas que van y vienen pero no demasiado estables.
Deliciosa nieve bajando de Paderna.
Alrededor
de las dos iniciamos el descenso hasta el collado para recorrerlo luego en
ascenso en busca de los esquís.
Torrente del Diente cosido de giros.
Se
nos ha ido tres cuartos de hora a la ida y otro tanto a la vuelta. Pero ahora
viene lo bueno. Montados en los esquís y disfrutando de una nieve primavera
excelente deshacemos la diagonal en
busca del Barranco del Diente y allí nos perdemos en un auténtico delirio de
giros completando la labor de dejarlo vestido con un auténtico traje de hilos de
plata enmarañados, como está la mayoría del Glaciar de la Maladeta.
Bajando a los Ibones de Paderna.
Luego
desandamos el paso del risco rocoso y por el corredor correcto nos bajamos a
los Ibones de Paderna para faldearlos por el sur y alcanzar la cabecera del
corredor que nos baja a la Renclusa ya con nieve un poco más pesada pero
excelente para nosotros.
Llegando a la Renclusa.
Son
las tres y cuarto cuando llegamos al refugio. La predicción meteorológica es
mejor que la de hoy, echamos un buen trago de agua de la fuente y alrededor de
las tres y media continuamos para abajo.
Esquiamos
con algún cuidado hasta el punto donde hemos puesto los esquís a la mañana y
cargando los esquís en la mochila en medio del personal que sube al refugio
haciendo lo contrario que nosotros, nos bajamos hasta la Besurta en medio de
una tarde espléndida. Son las cuatro de la tarde y hemos finiquitado una
agradable y corta jornada en la que habremos acumulado un desnivel de 800
metros. Una jornada variada pero con una esquiada algo corta pero excelente
La Maladeta con mejor luz que a la mañana.
Disponemos
de una dilatada tarde en la Besurta para aparcar la furgo en un hueco que han
dejado junto al quiosco y el cubierto anexo donde da la vuelta el autobús
mientras contemplamos el ahora luminoso Glaciar de las Maladetas y mañana más.
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